Año 2015. Participantes: Alba, Laura, Mónica, Alejandro, Júcar y yo.
Visita de 4 días a la sierra de Guara, con idea de hacer barrancos con los hijos y que puedan disfrutar de esta divertida actividad. El barranco elegido para el primer día es el del Cañón del río Vero. Es uno de los más famosos de la zona de Alquézar, por ser tan fácil como vistoso y entretenido. Un barranco para disfrutar e ideal para los niños, aunque si lo quieres hacer completo, como es nuestro caso, los niños (de alrededor de 14 años en nuestro caso) tienen que tener una cierta forma física, pues es un barranco muy largo... son unos 8 km. Es un "clásico" en barranquismo.
Visita de 4 días a la sierra de Guara, con idea de hacer barrancos con los hijos y que puedan disfrutar de esta divertida actividad. El barranco elegido para el primer día es el del Cañón del río Vero. Es uno de los más famosos de la zona de Alquézar, por ser tan fácil como vistoso y entretenido. Un barranco para disfrutar e ideal para los niños, aunque si lo quieres hacer completo, como es nuestro caso, los niños (de alrededor de 14 años en nuestro caso) tienen que tener una cierta forma física, pues es un barranco muy largo... son unos 8 km. Es un "clásico" en barranquismo.
Datos:
Actividad: Barranquismo; Zona: Sierra de Guara
Dificultad:
Barranco de dificultad Baja (nivel 2), que no conviene subestimar si el caudal va alto. No tiene rápeles y los saltos son fáciles.
Características: Barranco acuático y tranquilo, aunque muy largo. Sin grandes saltos y sin rápeles. La "gracia" del barranco son las zonas de caos —con sus toboganes, recovecos, destrepes, sifones, etc— y el paisaje. Es necesaria combinación de coches.
Croquis:
Tiempos:
Los tiempos dependerán de muchas
cosas, empezando por la cantidad de gente que componga el grupo y su
nivel. Un orden de magnitud es el siguiente:
- Aproximación desde el coche al inicio del barranco: 5 minutos
- Descenso del Barranco: unas 6-8 horas
- Regreso al segundo coche (Alquézar): 30 min
Track:
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
El perfil muestra muchas pequeñas irregularidades de altitud en el transcurso del barranco, pero no es fácil depurarlas de una forma más o menos automática. |
Fecha: 4 de junio de 2015
Habíamos llegado la noche anterior a Alquezar y nos habíamos alojado en unos apartamentos. Quedamos en levantarnos pronto... pero el único que hace intención de levantarse a las 7 soy yo. Estamos algo cansadillos del viaje y de habernos acostado anoche un pelin tarde... No obstante, media hora más tarde espabilamos y estamos los adultos ya movilizándonos preparando el material y lo que nos vamos a llevar de comer, pues la hora de la comida nos va a dar en pleno barranco. Un poco más tarde despertamos a las niñas para que desayunen y se preparen.
Hacemos la combinación de coches, dejando uno en Alquézar para luego poder ir a recoger el otro que se quedará en el párking que hay al inicio del cañón, ya cerca de Lecina. Nos hemos enterado de que las empresas de aventura de aquí lo que hacen es darse una caminata de 1 hora desde Alquézar y acceder al cañón a la altura del segundo "caos"; con ello se ahorran líos de coche y queda una longitud de barranco bastante reducida para que no agote mucho a la gente. No obstante, nosotros hemos valorado que nuestras hijas podrían aguantar el barranco completo y nuestra intención es, por tanto, hacerlo entero.
Un breve descenso desde el párking por una pistilla de tierra nos lleva a orillas del río. Allí nos "peleamos" con el traje de neopreno para ponernoslo y comprobamos lo fría que está el agua.
Como el barranco no tiene rápeles nos hemos ahorrado el llevar arnés.
Cuando estamos todos listos empezamos el barranco, pasando junto a un molino que hay al inicio.
El barranco tiene cuatro tramos de caos de rocas, y entre ellos lo que se hace es una especie de "senderismo acuático" con estupendos paisajes. en esos tramos de "senderismo acuático" andaremos por el agua con diferentes profundidades e incluso en algunos momentos por senderos fuera del agua cuando no valga la pena ir por en medio del caudal.
Los caos de roca son acumulación de grandes bloques formando agujeros, cascadas, toboganes naturales, saltos, sifones y cuevas naturales; el ir superando estos obstáculos —saltando, destrepando, deslizándose, buceando, etc.— es la parte más divertida del barranco. Muchos puntos tiene varias posibilidades de paso, unas más divertidas que otras, por lo que conviene observarlas o, mejor aún, si alguien conoce el barranco podrá guiar al grupo por los pasos más divertidos y sacarle más partico.
Es interesante si se va con alguien que conozca el barranco, pues de esta forma los puntos de paso que se empleen son los más interesantes cuando hay varios posibles.
El tramo inicial hasta llegar al primer caos es uno de esos tramos de "senderismo acuático". En un tramito de sendero por fuera del cauce nos cruzamos con la Guardia Civil de montaña que está remontando el cañón aguas arriba y charlamos unos minutos con ellos.
Continuamos y vemos en las paredes del barranco las cuevas que servían de cobijo a nuestros antepasados. Allí nos hacemos algunas fotos. En algunas de las cuevas hay pinturas rupestres que se pueden visitar, pero creo que es desde arriba de las paredes del barranco, y además ahora estamos a otra cosa.
Seguimos y vamos llegando al primer caos. Se le conoce como los "Oscuros del Vero" y como se puede imaginar predomina el recorrido en forma de cueva, protegidos de los rayos del sol.
Tengo que comentar que el agua está realmente fría. Algunos llevan guantes de neopreno, pero los que no los llevamos vamos de vez en cuando con las manos fuera del agua porque las tenemos congeladas. Según va avanzando el día se irá ganando temperatura y ya podremos ir sin ningún problema con las manos bajo el agua, pero desde el inicio del barranco hasta su mitad lo cierto es que teníamos que andar o nadar con las manos en alto, dar palmadas para calentarlas, apoyarlas en rocas que hayan estado al sol, etc.
El segundo caos es el de la "Gran Visera". Se trata de un caos más pequeñito que los otros, pero en el que destaca esa "visera" y que en el paisaje tenemos la pared más alta del cañón, la Peña Bobin o Tozal de Mallata, con 275 metros de vertical.
El tercer caos es el más "atlético", con galerías, sifones, saltos, cuevas, etc, donde se disfruta de lo lindo; mientras que el cuarto y último caos es algo más estrecho y algo laberíntico.
En un tramo entre caos y caos paramos a comernos los sándwiches que hemos preparado esta mañana.
En los caos disfrutamos de lo lindo pasando sifones buceando, deslizándonos por toboganes, saltando desde cualquier sitio desde el que tenemos oportunidad y destrepando por las formaciones rocosas. Las niñas disfrutan muchísimo y eso hace también que aguanten bien este largo recorrido.
Tras rebasar el último caos queda un buen tramo avanzado río abajo hasta el punto donde se abandona. Algunos vamos por el agua la mayoría del tiempo, pero otros prefieren salvaguardar energías e ir por la orilla todo el rato que se pueda. Al ir con el traje de neopreno a mi me resulta un poco más agradable ir por el agua, aunque sea a costa de un mayor desgaste de energía.
Este tramo final se acaba haciendo un poco largo, y el grupo se va estirando un poco.
Tras un buen rato llegamos al puente Billacantal. Allí vemos señalización de senderos y pensamos que ya hay que salirse del cañón aquí. Nos quitamos los neoprenos y seguimos la indicación que indica a Alquézar, que sube de forma muy empinada por la ladera derecha.
Cuando hemos subido un buen tramo de empinada ladera, sudando bajo un sol que pega bien, vemos otro cartel que indica "Alquézar 5,5 km"... "¡la madre que...!". Eso supone aproximadamente hora y media andando y deducimos que nos hemos salido del barranco donde no debíamos. Así que, después de valorarlo entre todos, pues ya nos ha supuesto un cierto esfuerzo subir hasta aquí pero vemos que todavía queda un buen rato de caminata al sol, tiramos de nuevo ladera abajo hasta que unos minutos después volvemos a alcanzar el fondo del barranco; por allí por lo menos vamos más frescos, por la sombra y por el agua.
Seguimos el barranco de nuevo un tramo, hasta que vemos otro cartel que señala un sendero indicando "Alquézar"... Yo ya no me fío ni un pelo y no me apetece pegarme otra sudada de subir que luego haya también que deshacerla, así que opto por seguir el río.
Unos metros más adelante llegamos a una presa donde hay un grupo de niños con unos monitores haciendo actividades. Le preguntamos a un monitor y nos indica que hay que subir por el sendero que nos acabamos de pasar porque el ir a Alquezar siguiendo el río más adelante no trae a cuenta. Retrocedemos entonces al sendero anterior y tiramos para arriba.
El sendero está muy acondicionado, con tablones, escaleras, etc y en menos de media hora estamos entrando en las calles de Alquézar.
Nos organizamos para ir unos a por el coche y otros a hacer otras cosas. Nos informamos de las zonas de escalada que hay por los alrededores y sus grados y nos acercamos a ellas para inspeccionarlas. Hemos decidido dedicar mañana por la mañana a hacer escalada deportiva; habíamos barajado la posibilidad de ir hoy tras el barranco, pero da todo el solazo y va a hacer tanto calor que no habrá quién esté allí. Por contra, nos han dicho que en la zona más fácil, a la que iremos para que puedan escalar también las niñas, por la mañana no da el sol hasta bien avanzado el día.
Ya en el apartamento concretamos los planes de mañana: por la mañana escalada deportiva, a primera hora de la tarde el barranco de la Portiacha que es cortito, luego la ferrata de Peñas Juntas y de ahí Alejandro se acerca a Huesca para recoger a su otra hija que llega en el AVE mientras los demás nos vamos al apartamento y vamos preparando cosas.
Nos juntamos para la cena con Alejandro y su otra hija y tras cenar y un buen rato de distensión finalmente nos vamos a dormir... aunque un poco tarde. Menos mal que mañana no tenemos previsto pegarnos un gran madrugón.
El relato continúa en la entrada del barranco de la Portiacha (próximamente).
Para finalizar, os poco a continuación un vídeo obtenido de internet, de los muchos que hay, con algunos de los tramos del barranco:
Hacemos la combinación de coches, dejando uno en Alquézar para luego poder ir a recoger el otro que se quedará en el párking que hay al inicio del cañón, ya cerca de Lecina. Nos hemos enterado de que las empresas de aventura de aquí lo que hacen es darse una caminata de 1 hora desde Alquézar y acceder al cañón a la altura del segundo "caos"; con ello se ahorran líos de coche y queda una longitud de barranco bastante reducida para que no agote mucho a la gente. No obstante, nosotros hemos valorado que nuestras hijas podrían aguantar el barranco completo y nuestra intención es, por tanto, hacerlo entero.
Un breve descenso desde el párking por una pistilla de tierra nos lleva a orillas del río. Allí nos "peleamos" con el traje de neopreno para ponernoslo y comprobamos lo fría que está el agua.
Foto de grupo tras ponernos los neoprenos, en la que falta Alejandro que es el que hace la foto. |
Como el barranco no tiene rápeles nos hemos ahorrado el llevar arnés.
Cuando estamos todos listos empezamos el barranco, pasando junto a un molino que hay al inicio.
El barranco tiene cuatro tramos de caos de rocas, y entre ellos lo que se hace es una especie de "senderismo acuático" con estupendos paisajes. en esos tramos de "senderismo acuático" andaremos por el agua con diferentes profundidades e incluso en algunos momentos por senderos fuera del agua cuando no valga la pena ir por en medio del caudal.
Los caos de roca son acumulación de grandes bloques formando agujeros, cascadas, toboganes naturales, saltos, sifones y cuevas naturales; el ir superando estos obstáculos —saltando, destrepando, deslizándose, buceando, etc.— es la parte más divertida del barranco. Muchos puntos tiene varias posibilidades de paso, unas más divertidas que otras, por lo que conviene observarlas o, mejor aún, si alguien conoce el barranco podrá guiar al grupo por los pasos más divertidos y sacarle más partico.
Es interesante si se va con alguien que conozca el barranco, pues de esta forma los puntos de paso que se empleen son los más interesantes cuando hay varios posibles.
El tramo inicial hasta llegar al primer caos es uno de esos tramos de "senderismo acuático". En un tramito de sendero por fuera del cauce nos cruzamos con la Guardia Civil de montaña que está remontando el cañón aguas arriba y charlamos unos minutos con ellos.
Continuamos y vemos en las paredes del barranco las cuevas que servían de cobijo a nuestros antepasados. Allí nos hacemos algunas fotos. En algunas de las cuevas hay pinturas rupestres que se pueden visitar, pero creo que es desde arriba de las paredes del barranco, y además ahora estamos a otra cosa.
Fotografío al grupo con las cuevas al fondo |
Seguimos y vamos llegando al primer caos. Se le conoce como los "Oscuros del Vero" y como se puede imaginar predomina el recorrido en forma de cueva, protegidos de los rayos del sol.
Tengo que comentar que el agua está realmente fría. Algunos llevan guantes de neopreno, pero los que no los llevamos vamos de vez en cuando con las manos fuera del agua porque las tenemos congeladas. Según va avanzando el día se irá ganando temperatura y ya podremos ir sin ningún problema con las manos bajo el agua, pero desde el inicio del barranco hasta su mitad lo cierto es que teníamos que andar o nadar con las manos en alto, dar palmadas para calentarlas, apoyarlas en rocas que hayan estado al sol, etc.
El segundo caos es el de la "Gran Visera". Se trata de un caos más pequeñito que los otros, pero en el que destaca esa "visera" y que en el paisaje tenemos la pared más alta del cañón, la Peña Bobin o Tozal de Mallata, con 275 metros de vertical.
El tercer caos es el más "atlético", con galerías, sifones, saltos, cuevas, etc, donde se disfruta de lo lindo; mientras que el cuarto y último caos es algo más estrecho y algo laberíntico.
En un tramo entre caos y caos paramos a comernos los sándwiches que hemos preparado esta mañana.
En los caos disfrutamos de lo lindo pasando sifones buceando, deslizándonos por toboganes, saltando desde cualquier sitio desde el que tenemos oportunidad y destrepando por las formaciones rocosas. Las niñas disfrutan muchísimo y eso hace también que aguanten bien este largo recorrido.
Laura saltando |
Alejandro, Mónica y Alba |
Tras rebasar el último caos queda un buen tramo avanzado río abajo hasta el punto donde se abandona. Algunos vamos por el agua la mayoría del tiempo, pero otros prefieren salvaguardar energías e ir por la orilla todo el rato que se pueda. Al ir con el traje de neopreno a mi me resulta un poco más agradable ir por el agua, aunque sea a costa de un mayor desgaste de energía.
Este tramo final se acaba haciendo un poco largo, y el grupo se va estirando un poco.
Tras un buen rato llegamos al puente Billacantal. Allí vemos señalización de senderos y pensamos que ya hay que salirse del cañón aquí. Nos quitamos los neoprenos y seguimos la indicación que indica a Alquézar, que sube de forma muy empinada por la ladera derecha.
Ya encima del puente de Billacantal |
Nos empezamos a quitar los neoprenos y hacernos fotos |
Cuando hemos subido un buen tramo de empinada ladera, sudando bajo un sol que pega bien, vemos otro cartel que indica "Alquézar 5,5 km"... "¡la madre que...!". Eso supone aproximadamente hora y media andando y deducimos que nos hemos salido del barranco donde no debíamos. Así que, después de valorarlo entre todos, pues ya nos ha supuesto un cierto esfuerzo subir hasta aquí pero vemos que todavía queda un buen rato de caminata al sol, tiramos de nuevo ladera abajo hasta que unos minutos después volvemos a alcanzar el fondo del barranco; por allí por lo menos vamos más frescos, por la sombra y por el agua.
Seguimos el barranco de nuevo un tramo, hasta que vemos otro cartel que señala un sendero indicando "Alquézar"... Yo ya no me fío ni un pelo y no me apetece pegarme otra sudada de subir que luego haya también que deshacerla, así que opto por seguir el río.
Unos metros más adelante llegamos a una presa donde hay un grupo de niños con unos monitores haciendo actividades. Le preguntamos a un monitor y nos indica que hay que subir por el sendero que nos acabamos de pasar porque el ir a Alquezar siguiendo el río más adelante no trae a cuenta. Retrocedemos entonces al sendero anterior y tiramos para arriba.
El sendero está muy acondicionado, con tablones, escaleras, etc y en menos de media hora estamos entrando en las calles de Alquézar.
Nos organizamos para ir unos a por el coche y otros a hacer otras cosas. Nos informamos de las zonas de escalada que hay por los alrededores y sus grados y nos acercamos a ellas para inspeccionarlas. Hemos decidido dedicar mañana por la mañana a hacer escalada deportiva; habíamos barajado la posibilidad de ir hoy tras el barranco, pero da todo el solazo y va a hacer tanto calor que no habrá quién esté allí. Por contra, nos han dicho que en la zona más fácil, a la que iremos para que puedan escalar también las niñas, por la mañana no da el sol hasta bien avanzado el día.
Ya en el apartamento concretamos los planes de mañana: por la mañana escalada deportiva, a primera hora de la tarde el barranco de la Portiacha que es cortito, luego la ferrata de Peñas Juntas y de ahí Alejandro se acerca a Huesca para recoger a su otra hija que llega en el AVE mientras los demás nos vamos al apartamento y vamos preparando cosas.
Nos juntamos para la cena con Alejandro y su otra hija y tras cenar y un buen rato de distensión finalmente nos vamos a dormir... aunque un poco tarde. Menos mal que mañana no tenemos previsto pegarnos un gran madrugón.
El relato continúa en la entrada del barranco de la Portiacha (próximamente).
Para finalizar, os poco a continuación un vídeo obtenido de internet, de los muchos que hay, con algunos de los tramos del barranco:
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