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viernes, 8 de enero de 2016

Ruta MTB: Ruta del Desafío La Matanza

Ruta MTB: Ruta del Desafío La Matanza


A primera vista, una ruta de 42 km puede parecer una ruta no muy exigente... pero cuando esa ruta está plagada de trialeras técnicas, tanto descendentes como ascendentes, lanchales de roca, bancos de arena y cosas por el estilo, pues al final acabas la ruta con la sensación de cansancio en el cuerpo de haber hecho 84 km de los de mountain bike en lugar de 42. Desde luego que el empleo de la palabra "Desafío" en el nombre de la prueba ciclista que hace esta ruta no es por casualidad.

Ángel me propone hacer una ruta en bici por Valdemanco, y su idea es hacer la ruta del "Desafío La Matanza", prueba ciclista que se va a celebrar en pocas semanas, y así le sirve de entrenamiento. La ruta es muy técnica y exigente, pero por ello también muy divertida.

En el siguiente enlace (web la matanza) podéis acceder a la web de la carrera. Ahí podéis ver la información de la carrera y la descripción y algunos detalles en las notas de prensa que hay en esa web. En la nota de prensa nº 1 se puede leer que es un "recorrido técnico exigente, los mejores senderos de madrid, los más bellos rincones, bajadas interminables, subidas de infarto...". La nota de prensa nº 3 dice literalmente que es un "recorrido apasionante, duro y exigente, con 42 km de gran intensidad en los que no podrás relajarte. Un recorrido completamente ciclable en condiciones normales, senderos, trialeras, callejas muy técnicos, que combinados con el rigor del clima y la altitud que supera los 1400 metros convierten nuestra prueba en un reto único". Estas son las notas de prensa más interesantes (pincha sobre ellas para ampliarlas):



Aquí tenéis el video promocional de la carrera 2016:


Ya habréis notado que hay un recorrido "light" alternativo en la prueba, que baja la distancia de 42 a 36 km. Sí, ya sé que estaréis pensando que la diferencia no es mucha, pero esos kilómetros de menos son precisamente los de subida hacia el Mondalindo, una subida que está al inicio de la prueba, larga y empinada que ya se encarga de sobrecargar tus piernas nada más empezar. Por ello, aunque la diferencia en distancias no es mucha, si que hay gran diferencia en el nivel de exigencia física. Este recorrido light tiene la ventaja de que apenas te vas a perder alguno de los tramos técnicos, por si prefieres ahorrarte la palicilla de subida inicial sin renunciar a disfrutar de hacer el cabra por el resto del recorrido.   

En mi caso, el recorrido efectivamente me ha parecido muy técnico y bastante exigente físicamente. Durante el recorrido sufrí varios incidentes... uno suelto podría ser fruto de la casualidad, pero tantos juntos ya da idea de que no es precisamente un paseo tranquilo: perdí el bidón del agua del cuadro en algún momento sin enterarme, en otro momento perdí la cajita con los parches y útiles para reparar pinchazos, en otra ocasión golpeé con la tripa el manillar y el GPS salió catapultado afortunadamente sin daños importantes, también se me "desconfiguró" la tarjeta de la cámara de fotos y la tuve que reformatear, y sufrí una pequeña pero enrevesada caída (en la que probablemente perdí la caja de parches). Todo eso en 42 km... y siendo cosas que algunas nunca me habían pasado hasta ahora.

Debido al incidente con la cámara de fotos, no tengo tantas fotos como me hubiera gustado, ya que las que había hecho hasta ese momento con la cámara de fotos las perdí irremediablemente; a partir de ese momento tuve que recurrir al móvil para hacer fotos, gracias al cual tengo algunas.

El track que he grabado lo he tenido que depurar algo ya que había algún que otro punto errático que he borrado. Hay alguna pequeña variación y ramal suelto debido a pequeñas equivocaciones que enseguida corregíamos, pero eso he preferido no tocarlo para no manipular demasiado el track, que en general debe coincidir con el de la prueba muy cerca del 100%.

La distancia y el desnivel positivo acumulados que he medido son muy ligeramente inferiores a los "oficiales" de la prueba, que indican 42 km de recorrido y 1200 m de desnivel positivo, pero pueden deberse perfectamente a las desviaciones en este sentido que se suelen obtener con GPS. El tiempo recogido en el track supera holgadamente las 5 horas, pero es debido sobre todo a que perdimos más de una hora reparando un doble pinchazo de Ángel y a las varias pequeñas paradas para fotos y comprobación de ruta, así como al tiempo perdido en la corrección de los pequeños despistes de la ruta. Un tiempo razonable yendo relativamente tranquilo rondará entre 4 y 4,5 horas. Como referencia, los campeones en ediciones anteriores creo que ya rondaban las 2,5 horas, pero eso ya es yendo muy rápido y creo que las personas "normalillas" como yo nos tendríamos que esforzar bastante para bajar de 4 horas.   



Track: Grabado in situ y depurados los puntos erráticos (pincha aquí para acceder al track en wikiloc)

Fecha: 20 de diciembre de 2015

Quedo con Ángel a las 9:00 en la puerta de su casa y allí estoy puntual. De momento hace mucho frío, pero parece que va a calentar el sol. Yo voy bien preparado contra el frío, ya que sé que aquí en Valdemanco lo hace... de hecho hace un par de semanas que he estado escalando aquí y en algún momento tuve que escalar con chupa puesta y todo del frío que hacía.

Ángel sale y preparamos todo, incluyendo la presión de las ruedas, importante para no llevarse un llantazo en un recorrido tan salvaje como éste. A las 9:30 ya tenemos todo perfectamente a punto y enseguida estamos saliendo en bici desde casa de Ángel.

Empezamos el recorrido desde casa de Ángel, que está en las afueras, en lugar de ir al lugar exacto de partida de la prueba. De todas formas a la vuelta también tendremos que terminar el recorrido en casa de Ángel, así que como dicen por ahí, las gallinas que entran por las que salen; nos va a dar más o menos lo mismo.

Enseguida enlazamos con el recorrido oficial y estamos subiendo hacia el Mondalindo. La subida es durilla, pues aunque no sea una exageración de empinada es muy constante. En ella noto que llevo demasiada presión en las ruedas porque noto que la rueda de delante me bota mucho. En un tramito muy empinado y con tierra suelta no tengo más remedio que poner pie en el suelo al perder un poco el equilibrio entre otras cosas por este motivo.

Alcanzamos la pista de tierra que algunos ya conocen del recorrido B del Trail Nemus, donde la pendiente ya suaviza algo. Seguimos la pista de tierra y alcanzamos el punto donde enlazaba el recorrido A del Trail Nemus. Un poco más adelante está una fuente donde paramos a que Ángel cargue el bidón de agua y yo aprovecho para quitarle algo de presión a las ruedas ya que no voy nada cómodo con la presión tan alta y noto mucha inseguridad.

Continuamos por la pista donde cogemos velocidad yendo cuesta abajo, pero no tardamos mucho en salirnos de ella por la derecha para coger una trialera. La trialera empieza tremendamente empinada sobre tierra suelta... es un empiece un poco "heavy" para encontrárselo así sin "calentar", de modo que no me corto un pelo en poner un pie en tierra. De hecho creo que la pendiente máxima de descenso del track está registrada en este punto. Ángel ha empezado bajando montado derrapando pero también acaba poniendo un pie en tierra. Esta complicación es solo al principio ya que la trialera continúa durante un buen tramo siendo más llevadera y disfrutona.

Pasamos por el collado de Medio Celemín y continuamos por senderillos poco definidos... cuando los hay, pues ya anticipo que si no es gracias al track y al GPS en muchísimos momentos el recorrido es imposible de adivinar por dónde va. Al rato estamos bajando por los lanchales de piedra por los que transcurría la parte final del Trail Nemus y cruzando algún que otro arroyuelo acabamos llegando a los alrededores del pueblo de Valdemanco. Hemos pasado muchísimos tramos técnicos. En uno de ellos mi rueda de delante recibe un impacto y acabo pegando un tripazo en el manillar; eso provoca que el GPS, que llevo colocado en el manillar, se desbloquee de su anclaje y salga volando hacia adelante aterrizando en el suelo un par de metros más allá. Lo recupero y afortunadamente está bién, solo tiene un pequeño impacto en la carcasa.

Llegamos al túnel que sirve para cruzar la carretera M-610 por debajo... pero que realmente no es un túnel de paso para personas sino más bien para el agua, así que resulta complicado cruzarlo sin poner alguno de los pies en el suelo, ya que circula agua y está lleno de pedrolos sueltos. Al parecer en la zona del túnel se suele congregar la gente para animar a los participantes de la prueba. Al ir a hacer fotos allí es cuando me dice la cámara de fotos que la tarjeta no la reconoce... así que no solo que ya no puedo usar la cámara para hacer más fotos sino que las fotos que había hecho hasta ahora las voy a perder porque en casa tendría que reformatear la tarjeta. Dentro de lo malo tengo el móvil con el que voy a poder seguir haciendo fotos.
 
"Navegando" por el túnel bajo la M-610
La salida del túnel. Algún pie en el terreno ayuda a mantener el equilibrio
Salimos del agua y continuamos

Continuamos y salimos definitivamente de la zona Mondalindo-Cancho Gordo para meternos en la zona de canteras. El recorrido va haciendo mucho serpenteo y vamos encontrando continuamente trialeras, bancos de arena y lanchales de roca. Llevamos unos 13 o 14 kilómetros pero la sensación es como si lleváramos el doble... de hecho me sorprendo mucho cuando veo que solo llevamos ese escaso kilometraje.

Los kilómetros pasan muy lentamente debido a que la velocidad media es baja por este tipo de terreno, pero la realidad es que el recorrido es tremendamente divertido y disfrutón. Abundan las trialeras de pedrolos sueltos, lanchales, muchos escaloncillos de roca, etc. En una de esas la rueda de delante se me queda clavada y me quedo prácticamente haciendo el pino boca abajo con la bici a punto de "salir por los cuernos", pero afortunadamente la bici acaba volcando hacia un lado y puedo acabar poniendo un pie y "abortar" la caída. Posiblemente en este instante es en el que pienso que puedo haber perdido el bidón de agua, pero en ese momento no me doy cuenta.

Lanchales por la zona de las canteras. El puntito azul en el centro de la foto es Ángel
Un descenso aparentemente "inofensivo", que se acaba volviendo técnico un poco más adelante
Inicio de uno de los numerosos largos y amplios lanchales
Curioso esto de circular sobre granito... aunque imagino lo delicado que debe ser si la roca está mojada. El calor me obliga a llevar el doble maillot abierto con la camiseta térmica totalmente al descubierto, y los guantes los he cambiado a unos menos abrigados que los que llevaba

Cuando llega aproximadamente el km 20 empiezan a haber tramos más "normales" por senderillos y caminos. La velocidad media aumenta considerablemente, ya que hasta ese momento era anormalmente baja, y los kilómetros empiezan a avanzar más rápido. Al ir a beber me encuentro que el bidón no está en su sitio... ha debido salir volando del portabidones en algún momento, posiblemente en el que he comentado antes. Es una auténtica putada quedarse sin agua, pues el frío inicial ha pasado a convertirse en calor con el sol y el ejercicio y hace mucho rato que tengo calor a pesar de que llevo las cremalleras de los maillots abiertas y mi pecho solo va protegido por la camiseta térmica... ¡y todavía vamos por la mitad del recorrido! Eso va a contribuir a que me resulte más duro el recorrido, aunque Ángel me ofrezca amablemente en algún momento que otro su bidón para beber.


Tenemos algún despiste de la ruta que corregimos rápidamente. También cruzamos algún arroyo, confiando en que el fondo del mismo sea mínimamente transitable con la bici, ya que no se ve por el agua turbia. Hay que pasar con esa confianza y con una mezcla de cierta decisión y delicadeza para evitar quedarte o caerte en medio y pegarte un chapuzón... aunque luego en la realidad se pasa fácil.

Una foto que no es nuestra (está cogida de internet, de la prueba de La Matanza) pero que refleja bien el cruce de algún arroyo del recorrido

Alcanzamos a una chica que también está haciendo el recorrido de la Matanza. La chica se une a nosotros, ya que va sin GPS y le está costando seguir la ruta. Es de Bustarviejo.

Hay algunas subidas empinadillas y muy largas que me tomo con algo de calma, ya que las energías ya no están intactas y todavía queda mucho bacalao. En esas subidas Ángel va más ligero, pero yo sigo el ritmo de la chica a duras penas, por lo que se da cuenta y me pregunta si ya habíamos hecho la subida del  Mondalindo. Le contesto que sí y parece que ya le cuadra que no esté apretando más el ritmo. No sabemos realmente cómo ha enlazado el recorrido, pero ella me comenta que no ha hecho la subida al Mondalindo. La verdad es que me extrañaba un poco lo fuerte y fresca que iba a esas alturas de recorrido, aunque hay que reconocer que de todas formas la chica le da bien a la bici.

Finalmente llegamos a Cabanillas de la Sierra, que es el punto más alejado. Es aproximadamente el km 30 del recorrido y donde, al parecer, se ubica en la prueba el avituallamiento sólido... pero nosotros ni sólido... ni yo líquido, ya que me tengo que contentar con parte de los ofrecimientos de agua de Ángel, ya que tampoco puedo abusar y debo ser muy comedido para no dejarle a él también sin agua.

Continuamos con una pequeña equivocación, que corregimos enseguida descendiendo unos metrillos de talud de tierra y llegamos por un camino a una vertiginosa y larga bajada a modo de tobogán recto, que sin embargo se hace muy bien porque es muy regular y amplia.

Seguimos por caminillos, pasando junto a cazadores provistos de escopeta, lo cual nos es que me haga mucha gracia. Ángel parece que ha pinchado, pero probamos a inflar la rueda pues parece que aguanta un cierto tiempo antes de deshincharse. Llegamos luego a zona de lanchales por las que subimos con esfuerzo hasta llegar a un alto. Allí, tras haber hecho antes un segundo inflado, el pinchazo de Ángel dice "basta", así que no queda más remedio que parar y solucionarlo.

Ángel desmonta la rueda y cambia la recámara por la de repuesto que lleva... ¡y resulta que también está pinchada!... vaya despiste, ¡para matarle! No queda más remedio que reparar el pinchazo. La chica duda entre seguir o esperarnos, ya que tiene que volver a cierta hora y se le va a hacer tarde, pero opta por esperarnos y seguir con nosotros ya que el tema del GPS le facilita las cosas. Mientras Ángel repara el pinchazo, hablando con la chica me doy cuenta que tenemos algunos amigos en común... ¡qué pequeño es el mundo!

Tras montar e hinchar la rueda comprobamos que hay otro pinchazo... resulta que el primero que hemos arreglado era realmente un llantazo ocasionado al llevar la presión baja del primer pinchazo. Ángel arregla el segundo pinchazo y monta todo... ¡joer, si sigue perdiendo aire! La chica ve que la cosa se alarga y decide continuar ella sola. Previamente nos hemos comido una especie de barrita energética "natural" que me dieron, como si fuera de herbolario o algo así, que la verdad está un poco sosa y reseca.

Tras volvernos locos intentando averiguar por dónde narices sale el aire, por fin descubrimos que es donde el primer parche, el del llantazo, así que lo despega Ángel y le doy un parche gigante de los míos diciéndole que con semejante tamaño de parche no podemos fallar ahora. Lo coloca y efectivamente parece que ya no hay pérdida de aire.

Arreglando la dichosa rueda

Hemos perdido más de una hora con toda esta historia del pinchazo y ahora nos hemos quedado fríos, así que cuando me monto de nuevo en la bici tengo los músculos de la cara interna de los muslos agarrotados e incluso me duele el culo al sentarme. Tengo que abrigarme a tope, cerrándome los dos maillots, y realmente cuesta mucho volver a moverse al habernos quedado tan fríos... ¡qué pereza!... menos mal que quedan solo 7 km... pero que se van a hacer largos. Encima empiezan a caen unas gotillas de lluvia, que afortunadamente desaparecerían rápido.

Nada más reanudar la marcha, siguiendo por el lanchal en el que estábamos, en una maniobra quizás algo torpe al habernos quedado un tanto entumecidos por el enfriamiento, se me traba la rueda de delante en un escalón de roca y salgo despedido de la bici "por los cuernos", cayendo por delante de ella y a continuación me cae la bici en la cabeza... ¡bendito casco! Aunque me cuesta unos cuantos segundos reaccionar, gracias a Dios no me he hecho nada, así que me quito la bici de encima y reincorporo la marcha. Al llegar a casa me daría cuenta que había perdido la caja donde llevo los parches y probablemente fue en este incidente; el móvil también salió volando de los bolsillos del maillot, pero me di cuenta y lo recogí.

Seguimos por terrenos algo indefinidos, que nos provocan otro pequeño despiste en la ruta que también corregimos rápidamente. Llegamos a una zona de subidas en trialera y con mucha tierra suelta que dificulta el avance, así que llega un momento que recurro a bajarme de la bici en algún que otro punto singular en el que habría que forzar ya mucho, pues noto que las fuerzas ya me van muy justas y la cabeza me pide que no haga semejantes derroches de energía y dosifique... sí, es verdad que ya queda muy poco, pero las fuerzas ya van muy justas y no para de haber subidas. Algún que otro corto descenso permite recuperar un poco, pero enseguida estás subiendo otra vez.

Llegamos a las proximidades de Valdemanco y volvemos a utilizar otro túnel para cruzar bajo las vías del tren, pero este otro túnel sí que está más o menos  acondicionado para el paso, además del agua.

Unos repechillos entrando en el pueblo y alcanzamos la carretera. Queda adentrarse un pelín en el pueblo para llegar a lo que sería la meta, pero como vamos mal de hora y además no vamos a acabar aquí, sino en casa de Ángel, pues como dije antes, las gallinas que entran por las que salen, así que nos dirigimos ya por la carretera hacia casa de Ángel. Si hubiéramos ido bien de tiempo sí que habríamos entrado más en el pueblo... pero más que nada para tomarnos un botellín, jeje.

Una vez en casa de Ángel, recogemos las cosas, monto la bici en el coche y me preparo rápidamente para irme a casa, que tengo bastante prisa. Pero antes Ángel tiene el detalle de darme una lata de cerveza para tomármela de camino a casa... que eso de acabar sin una cerveza parece que está mal; sin ella la ruta no está completa, jajajajaja.

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