Año 2015. Participantes: Fran y Yo.
Esta ferrata en la provincia de Alicante la tenía pendiente, especialmente por tener muy buena fama y estar muy bien valorada. Por fin llegó la ocasión de hacerla, aprovechando que el día anterior habíamos estado escalando la vía "Valencianos" también en el Ponoig. Esta ferrata como actividad tranquila de domingo antes de la vuelta a casa es una buena opción.
La ferrata está calificada con dificultad K4 en la escala de Hüsler, pero a mí me pareció mucho más fácil que eso. Es una ferrata totalmente equipada con grapas y sin que estén muy separadas ni nada de eso, con lo que la dificultad técnica no es muy alta y se reduce a que es tremendamente vertical; realmente no tiene pasos complicados. Creo que siendo benévolo se le puede llegar a otorgar el K3 por eso de que es muy vertical y muy aérea y a la gente no acostumbrada le puede impresionar, pero creo que eso como mucho... y realmente no llega a ser por un tema de dificultad sino de impresión.
Exige llevar cuerda para poder volver, porque desde donde finaliza solo es posible volver a través de dos rápeles de 25 y 35 metros, si excluimos el descender de nuevo por la propia ferrata (...solución nada aconsejable especialmente si viene subiendo más gente y no quieres que en el mejor de los casos se acuerden de toda tu familia).
Datos:
Dificultad: K4 (K3 como mucho, según mi opinión) en la escala Hüsler (K1 a K6)
Características: Vía
ferrata totalmente equipada con grapas. Muy vertical y aérea, y quizás por ello un pelín física y con sensaciones de "patio", pero no es difícil. El descenso incluye dos rápeles obligatorios.
Material adicional: Cuerda para el descenso por los rápeles. Aunque el segundo rápel viene marcado como de 35 m yo lo he hecho con una única cuerda de 60 metros en doble... pero, ojo, es una cosa que cada uno debe valorar y es responsabilidad de cada uno hacerlo de una u otra forma. El que a mí me haya llegado al suelo con una única cuerda de 60 m no implica que le tenga que llegar a todos.
Equipamiento: Grapas y línea de vida durante toda la ferrata.
Pasos clave: No he detectado ningún punto que destaque especialmente por su complicación.
Tiempo de recorrido: Unos 45 min, que perfectamente podrían ser menos si tienes el camino despejado.
Tiempos de aproximación y regreso: La aproximación son alrededor de 25 minutos. El descenso nos puede llevar alrededor de una hora contando con todas las maniobras de los rápeles, aunque eso dependerá del número de integrantes del grupo y de su habilidad.
Cimas: Ninguna.
Tiempos de aproximación y regreso: La aproximación son alrededor de 25 minutos. El descenso nos puede llevar alrededor de una hora contando con todas las maniobras de los rápeles, aunque eso dependerá del número de integrantes del grupo y de su habilidad.
Cimas: Ninguna.
Croquis:
Fecha: 19 de abril de 2015
El día anterior habíamos realizado la vía Valencianos del Ponoig y hoy teníamos varias posibilidades entre las que parecía que tenía más fuerza el hacer esta ferrata en plan tranquilo.
No tenemos prisa, así que nos tomamos nuestro tiempo para levantarnos, desayunar, recoger y prepararnos. No es necesario bajar a por agua a la plaza del pueblo ya que con la que tenemos calculamos que nos podemos apañar de sobra.
Empezamos a andar y cogemos el sendero que va hacia la derecha en vez de meternos en el valle como ayer. La ubicación de la ferrata la tenemos controlada visualmente, así que esperamos que no nos dé ningún problema el llegar a ella. Sin embargo... el sendero va hacia el norte en horizontal y veo que nos empezamos a "descolocar" y a ir demasiado al norte de donde debemos ir.
Encontramos una parejilla de paseantes y les preguntamos... efectivamente nos hemos pasado de largo y había que haber empezado a subir mucho antes, por un sendero que por lo que sea se nos ha pasado por alto. No obstante nos comentan que es posible atajar por un senderillo que sale un poco más atrás y sube hacia arriba.
No se hable más: retrocedemos y cogemos ese senderillo... poco definido al principio y enseguida empieza a difuminarse y a desaparecer cada dos por tres... hasta que lo perdemos. Bueno... como sabemos hacia dónde hay que ir habrá que improvisar un poco. Vamos subiendo mas mal que bien y buscando los punto de paso más adecuados.
No es hasta casi llegando al pie de ferrata cuando conseguimos enlazar con los últimos metros del sendero correcto que teníamos que haber cogido desde un principio.
A pie de ferrata hay un grupo de unas 7 personas que está casi equipada y a punto de empezar la ferrata. De hecho los primeros ya están empezándola. Los que todavía no han empezado nos ofrecen pasar delante, pero les contestamos que todavía tenemos que equiparnos y además no tenemos prisa.
Hemos dado tiempo picoteando algunas cosillas y equipándonos tranquilamente, de forma que cuando estamos listos para comenzar el grupo ya ha avanzado algo por la ferrata.
Comenzamos a subir. Para Fran es su estreno en ferratas, ya que hasta ahora no había probado esto de las vías ferratas. La ferrata sube muy en vertical pero no tiene mayor problema que ir subiendo de grapa en grapa y solo de vez en cuando desplazarse un poco hacia un lado para seguir subiendo. Algunas zonas parece que incluso puedan desplomar un poquillo, pero nada que llegue a incomodar demasiado o a tener que realizar esfuerzos notables. Le pregunto a Fran qué le parece esto de las ferratas y me contesta que se siente un poco raro con el sistema de seguridad y que se siente como si no estuviera asegurado. En cierto modo una caída en escalada es mucho más limpia y más dinámica, aunque también es verdad que el riesgo de caerse en escalada es infinitamente más alto que aquí que aunque no seas muy hábil es casi imposible que te caigas a no ser que te peguen un tiro, pierdas el conocimiento o algo así.
Nos va cundiendo mucho, así que no tardamos mucho en alcanzar al grupo que iba delante de nosotros. Me quedo justo en una zona muy vertical o incluso ligeramente extraplomada, vamos que no es precisamente el mejor sitio, pero debo esperar a una distancia prudencial a que vayan avanzando los de delante mío.
Seguimos subiendo detrás del grupo hasta donde la ferrata tiene una minicrestita intermedia de pocos metros. Ahí el grupo que va delante de nosotros tiene la amabilidad de cedernos el paso aprovechando el sitio, cosa que esta vez no rechazamos y agradecemos ya que la diferencia de ritmo entre ellos y nosotros es más que notable y se nos estaba haciendo muy pesado ir a su ritmo.
Una vez con vía libre por delante, continuamos hacia arriba por la continuación, que sigue la misma tónica que hasta ahora.
No pasa mucho tiempo hasta que asomo por arriba y compruebo que se ha acabado la ferrata. La verdad es que se me ha hecho algo corta a pesar de las esperas y aunque son unos 250 m en vertical creo que si hubiéramos tenido todo el rato camino libre Fran y yo nos habríamos ventilado la ferrata en no mucho tiempo, seguramente menos de media hora viendo que hemos tardado 45 minutos en hacerla con el "freno" del otro grupo.
Nuestras impresiones de la ferrata es que es una ferrata sin dificultades técnicas reseñables, ya que en todo momento hay grapas por las que progresar y se progresa fácilmente por ellas. La gracia de la ferrata se podría decir que está en que se trata de una ferrata muy vertical, incluso desplomando ligeramente en algunas zonas, y con un gran ambiente. En parte me esperaba algo parecido por lo que había podido leer de ella con anterioridad, aunque me ha parecido más fácil de lo que me esperaba, quizás "engañado" por ese K4 de dificultad que le han otorgado y que me hacía esperar al menos algún paso más "emocionante" que nunca ha llegado. De todas formas la vía ferrata es bonita y recomendable, y además puede ser un buen nido de emociones para aquel que no quiera dificultades pero quiera disfrutar del vértigo y de un gran ambiente vertical y aéreo.
Cogemos el sendero que lleva a la bajada y enseguida llegamos al terreno conocido de ayer al bajar de las vías de escalada. Continuamos como ayer y enseguida nos plantamos en los rápeles de 25 y 35 m. Vemos al grupo de antes que sorprendentemente todavía están subiendo por la ferrata... ¡madre mía, sí que se lo están tomando con calma!
Para los rápeles solo hemos traído la cuerda de Fran aunque sea de 60 metros, ya que ayer habíamos comprobado que era suficiente para el segundo rápel, aunque estuviera marcado como de 35 metros, y que no era necesario traer las dos cuerdas. Aun así, siempre vas con la mosca detrás de la oreja y cuando me toca hacer el segundo rápel intento comprobar que la cuerda llega hasta abajo... ¡sí, perfecto! Rapelo y aterrizo abajo sin problemas.
Tras recoger la cuerda, vamos en dirección a donde está el inicio de la ferrata y continuamos por el camino que desciende hacia el coche, camino bien marcado que ahora no tenemos ninguna dificultad en seguir hasta el final, donde comprobamos cómo nos habíamos equivocado a la subida, muy cerca del aparcamiento.
Bajamos al pueblo a tomar una cervecilla antes de tirar hacia Madrid. Allí hablando y viento que a Fran le ha resultado curioso esto de las ferratas, propongo que de vuelta a Madrid, y puesto que no habría que desviarse mucho, paremos a hacer la ferrata Norte del Cid, ya que se trata de una ferrata bien diferente en cuanto a que las grapas no existen en muchos tramos en los que hay que progresar trepando directamente por la roca. Calculo que nos va a suponer retrasar unas 3 horas la llegada a Madrid, lo cual nos encaja ya que vamos bien de tiempo, así que está decidido.
Tras comer y llegar a donde la ferrata hacemos la aproximación, la recorremos y descendemos, lo que ya comento en el post de la Vía ferrata Norte del Cid. A Fran le sorprende gratamente esta ferrata, que tiene un corte bien distinto a la de esta mañana, con mucha escasez de grapas y pasos más "emocionantes". Finalmente continuamos nuestro viaje y llegamos a Madrid a una hora más que razonable a pesar de los cambios de planes de última hora.
Hemos dado tiempo picoteando algunas cosillas y equipándonos tranquilamente, de forma que cuando estamos listos para comenzar el grupo ya ha avanzado algo por la ferrata.
Comenzamos a subir. Para Fran es su estreno en ferratas, ya que hasta ahora no había probado esto de las vías ferratas. La ferrata sube muy en vertical pero no tiene mayor problema que ir subiendo de grapa en grapa y solo de vez en cuando desplazarse un poco hacia un lado para seguir subiendo. Algunas zonas parece que incluso puedan desplomar un poquillo, pero nada que llegue a incomodar demasiado o a tener que realizar esfuerzos notables. Le pregunto a Fran qué le parece esto de las ferratas y me contesta que se siente un poco raro con el sistema de seguridad y que se siente como si no estuviera asegurado. En cierto modo una caída en escalada es mucho más limpia y más dinámica, aunque también es verdad que el riesgo de caerse en escalada es infinitamente más alto que aquí que aunque no seas muy hábil es casi imposible que te caigas a no ser que te peguen un tiro, pierdas el conocimiento o algo así.
Comenzando la ferrata |
Alguna zona puede que desplome ligeramente, pero sin llegar a dar ningún problema |
Fran me sigue en esta ferrata tan vertical y aérea |
En algunos puntos hay que desplazarse a un lado para seguir |
Fran en uno de los requiebros |
Nos va cundiendo mucho, así que no tardamos mucho en alcanzar al grupo que iba delante de nosotros. Me quedo justo en una zona muy vertical o incluso ligeramente extraplomada, vamos que no es precisamente el mejor sitio, pero debo esperar a una distancia prudencial a que vayan avanzando los de delante mío.
Esperando tras alcanzar al otro grupo |
¡Aupa! |
Mucho ambiente en esta ferrata |
Seguimos subiendo detrás del grupo hasta donde la ferrata tiene una minicrestita intermedia de pocos metros. Ahí el grupo que va delante de nosotros tiene la amabilidad de cedernos el paso aprovechando el sitio, cosa que esta vez no rechazamos y agradecemos ya que la diferencia de ritmo entre ellos y nosotros es más que notable y se nos estaba haciendo muy pesado ir a su ritmo.
Una vez con vía libre por delante, continuamos hacia arriba por la continuación, que sigue la misma tónica que hasta ahora.
Ya va quedando poco |
Todo muy vertical |
Y mucho patio |
No pasa mucho tiempo hasta que asomo por arriba y compruebo que se ha acabado la ferrata. La verdad es que se me ha hecho algo corta a pesar de las esperas y aunque son unos 250 m en vertical creo que si hubiéramos tenido todo el rato camino libre Fran y yo nos habríamos ventilado la ferrata en no mucho tiempo, seguramente menos de media hora viendo que hemos tardado 45 minutos en hacerla con el "freno" del otro grupo.
Final de la ferrata |
Nuestras impresiones de la ferrata es que es una ferrata sin dificultades técnicas reseñables, ya que en todo momento hay grapas por las que progresar y se progresa fácilmente por ellas. La gracia de la ferrata se podría decir que está en que se trata de una ferrata muy vertical, incluso desplomando ligeramente en algunas zonas, y con un gran ambiente. En parte me esperaba algo parecido por lo que había podido leer de ella con anterioridad, aunque me ha parecido más fácil de lo que me esperaba, quizás "engañado" por ese K4 de dificultad que le han otorgado y que me hacía esperar al menos algún paso más "emocionante" que nunca ha llegado. De todas formas la vía ferrata es bonita y recomendable, y además puede ser un buen nido de emociones para aquel que no quiera dificultades pero quiera disfrutar del vértigo y de un gran ambiente vertical y aéreo.
Cogemos el sendero que lleva a la bajada y enseguida llegamos al terreno conocido de ayer al bajar de las vías de escalada. Continuamos como ayer y enseguida nos plantamos en los rápeles de 25 y 35 m. Vemos al grupo de antes que sorprendentemente todavía están subiendo por la ferrata... ¡madre mía, sí que se lo están tomando con calma!
Mirando hacia atrás vemos la silueta del grupo, con camisetas naranjas, sobresaliendo del perfil del espolón que recorre la ferrata |
Desde donde los rápeles contemplamos la parte inferior del espolón de la ferrata |
Y la superior tras el pequeñito tramo de cresteo |
Y afinando un poco la vista vemos que el grupo todavía está a mitad del la parte superior. |
Para los rápeles solo hemos traído la cuerda de Fran aunque sea de 60 metros, ya que ayer habíamos comprobado que era suficiente para el segundo rápel, aunque estuviera marcado como de 35 metros, y que no era necesario traer las dos cuerdas. Aun así, siempre vas con la mosca detrás de la oreja y cuando me toca hacer el segundo rápel intento comprobar que la cuerda llega hasta abajo... ¡sí, perfecto! Rapelo y aterrizo abajo sin problemas.
Tras recoger la cuerda, vamos en dirección a donde está el inicio de la ferrata y continuamos por el camino que desciende hacia el coche, camino bien marcado que ahora no tenemos ninguna dificultad en seguir hasta el final, donde comprobamos cómo nos habíamos equivocado a la subida, muy cerca del aparcamiento.
Bajamos al pueblo a tomar una cervecilla antes de tirar hacia Madrid. Allí hablando y viento que a Fran le ha resultado curioso esto de las ferratas, propongo que de vuelta a Madrid, y puesto que no habría que desviarse mucho, paremos a hacer la ferrata Norte del Cid, ya que se trata de una ferrata bien diferente en cuanto a que las grapas no existen en muchos tramos en los que hay que progresar trepando directamente por la roca. Calculo que nos va a suponer retrasar unas 3 horas la llegada a Madrid, lo cual nos encaja ya que vamos bien de tiempo, así que está decidido.
Tras comer y llegar a donde la ferrata hacemos la aproximación, la recorremos y descendemos, lo que ya comento en el post de la Vía ferrata Norte del Cid. A Fran le sorprende gratamente esta ferrata, que tiene un corte bien distinto a la de esta mañana, con mucha escasez de grapas y pasos más "emocionantes". Finalmente continuamos nuestro viaje y llegamos a Madrid a una hora más que razonable a pesar de los cambios de planes de última hora.
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