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lunes, 24 de octubre de 2016

Serranía de Cuenca. Barranco de Poyatos (Arroyo de la Dehesa)

Serranía de Cuenca. Barranco de Poyatos (Arroyo de la Dehesa)
Año 2016. Participantes: Hada, Victoria, Gabi, Goyo, Júcar y yo

Rematamos el fin de semana en Cuenca haciendo este conocido barranco acuático. También denominado como Arroyo de la Dehesa, es uno de los barrancos más famosos y concurridos de la Serranía de Cuenca, probablemente por lo agradable y vistoso de su recorrido.

Realmente el nombre original es el de Barranco de Arroyo de la Dehesa, que es el río por el que se desarrolla la parte alta del descenso, pero quizás actualmente resulta más conocido como Barranco de Poyatos, que es el nombre de la población junto a la que está todo el recorrido.

Este barranco nos va a servir para rematar un fin de semana realmente interesante por esta Serranía de Cuenca.


Datos: 
Actividad: Barranquismo;      Zona: Serranía de Cuenca
Características: Barranco acuático en un entorno vistoso y entretenido. 7 resaltes principales para rapelar, poco o nada saltables especialmente con poco caudal, y una presa casi al final que se destrepa. Recorrido visualmente espléndido. Recomendable combinación de vehículos, aunque se podría sustituir por una caminata de una hora por un sendero difuso en caso de no disponer de dos vehículos.

Croquis:





Tiempos:
Los tiempos aproximados son los siguientes:
  • Aproximación desde el coche al inicio del barranco: 15 min
  • Descenso del Barranco: Unas 3 horas aproximadamente o algo más
  • Regreso al coche: inmediato

Track: 
Track completo con combinación de vehículos: 
Ajeno (pincha para acceder al track en wikiloc)

Track de la aproximación sin combinación de vehículos: 
Ajeno, descargado de internet, depurado y adaptado (pincha para acceder al track en wikiloc)
 


Fecha:  26 de junio de 2016


Este artículo es continuación del de la Ferrata de las Buitreras en Priego.

Nos levantamos y vamos preparado las cosas para hacer el barranco. En el alojamiento nos dejan comer aquí, así que nos ahorramos el tener que hacer todo el equipaje ahora y nos centramos en los preparativos para el barranco.

Una vez listos, vamos a hacer la combinación de coches. Nos armamos un poco de lío buscando la mejor de todas las posibles combinaciones, para hacer la combinación de coches, teniendo en cuenta que necesitamos más de un coche todos los que vamos a hacer el barranco y también que hay gente que no va a hacer el barranco y puede ayudar en los traslados, pero al final optamos por la que nos parece mejor. Dejamos dos coches al final del barranco, uno de ellos previamente ha descargado la mayor parte de la gente y el material al inicio del mismo, y Anna, que no va a hacer el barranco, nos acerca con un tercer coche al los que tras llevar los coches que se van a quedar al final del barranco nos hemos quedado esperando a que nos lleven al principio del mismo.

Un pequeño despiste en los bultos que deben ir en un coche u otro ocasiona que yo llegue al inicio de la aproximación a pie del barranco sin calzado, ya que se han llevado mis botas de barrancos en el primer grupo que se ha descargado al inicio del barranco. La falta de comunicación remata la faena, ya que ese primer grupo han bajado al inicio del barranco, con todas las cosas incluyendo, sin saberlo, mis botas. Total que me encuentro descalzo al inicio de la aproximación. Júcar se hace la aproximación, recupera mis botas y vuelve con ellas y con todas las chaquetas del traje de neopreno para soltarlas en el coche de Anna, ya que el inicio del barranco está seco y hace bastante calor ya. Yo he bajado solo unos pocos metros descalzo hasta una sombra, pero de todas formas no hubiera ganado mucho más si hubiera seguido, ya que hay que llegar de nuevo al coche para soltar las chaquetas de neopreno, cosa que hace Júcar mientras yo me calzo las botas.

Por fin bajamos Júcar y yo al inicio del barranco y nos juntamos con los demás en el característico puente romano que lo identifica fácilmente. Allí nos ponemos ya el neopreno, macutos, casco, etc e iniciamos el barranco.

Esta vez tengo "de baja temporal" por ahogamiento tanto la cámara de fotos como el móvil, así que no voy a poder hacer fotos. Para la siguiente ocasión ya me he comprado una cámara sumergible, pero para ésta ya no había solución y para mostrar algo del barranco recurriré a algunas fotos cogidas de internet.

Pequeño puente romano donde se inicia el barranco

El barranco en sus primeros metros está seco, cosa bastante habitual, pero luego enseguida van apareciendo poco a poco pozas con agua y también gracias a los aportes laterales que va teniendo el arroyo se va formando una corriente de agua que va ganando caudal a lo largo del barranco. Este inicio ya es pintoresco, con las marmitas y caprichosas formas que ha esculpido el agua en la roca. El primer resalte aparece pronto, antes que el agua.
 
Primeros tramos del barranco

Al probar lo fría que está el agua en las primeras pozas ya me doy cuenta que quizás no ha sido muy buena idea bajar solo con el peto, sin chaqueta de neopreno. Además, el macuto también molesta lo suyo en los hombros al descubierto, sin la protección de la chaqueta, y al final del barranco lo voy a notar. 

Tras haber recorrido un tramo ya de barranco nos encontramos con una cabra que parece que ha llegado aquí y ahora no encuentra la forma de salir. Se ve que hay algún sitio por donde podría llegar a salir, pero vemos que es asustadiza y al ir a ayudarla probablemente acabaría despeñándose, ya que va por unos sitios muy inseguros, así que preferimos dejarla sola a su aire a ver si hay suerte y ella por sí sola consigue encontrar la salida. Poco más adelante encontramos el cadáver de otra cabra, lo que nos da que pensar que posiblemente la cabra que hemos dejado atrás tendrá el mismo destino.

El recorrido es bastante chulo y vamos avanzando y solventando los resaltes que nos vamos encontrando. Unos se cogen de frente, otros un poco lateralmente, etc. En uno de ellos se ve un pasamanos a la derecha para poder saltar, pero quizás está algo bajo el nivel del agua y eso provoca una peligrosa combinación de mayor altura de salto+menor profundidad de agua.

Uno de los rápeles, que se hace prácticamente por un lateral
Un tramo encajonado

En otro de los resaltes Goyo y Júcar rapelan hasta una repisilla desde donde ya saltan con un cierto riesgo de resbalón y una profundidad de agua un tanto justa, así que los demás no nos complicamos y lo rapelamos entero.

En este rápel Goyo y Júcar rapelan hasta la zona de cambio de tono de color y desde ahí saltan

Otro de los rápeles tiene algunas zonas de barro con las que acabas todo manchado de barro. Menos mal que enseguida pillas agua y se va.

El último rápel es el más alto. Tiene 20 metros. Como llevamos una cuerda de 40 metros, va a llegar muy muy justa, ya que encima el nudo de bloqueo consume algo de longitud. Al final creo recordar que le empalmamos el trozo de cuerda auxiliar que llevamos para no complicarnos la vida cuando no hay necesidad. 

El rápel de 20 metros

Tras el último rápel se avanza por el río que desciende como en una superficie de roca bastante llana y que no varía mucho su anchura, así que es como si fuera por una carretera inundada. Esta parte es realmente vistosa y aún tiene algún pequeño resalte como una especie de tobogán equipado con una cuerda fija para controlar el descenso.

Después de todos los rápeles el lecho del río es bastante llano

Más adelante hay una zona de estrechos y luego se vuelve a desencajonar el barranco, momento en el cual puedes optar por ir por en medio del agua o por algún sendero que hay en la orilla. Se llega a una pequeña presilla, bajita, pero  que se esquiva por un sendero de los que comento.

Bastante más adelante se llega a la presa de verdad. Es una presa escalonada de unos 7 u 8 metros de altura que se va destrepando por los escalones con cuidado ya que están bastante verticales y altos. Hay que tener cuidado con un punto en el que el hormigón está un poco deteriorado y los alambres al aire, ya que yo me he llevado un pequeño enganchón en el neopreno por su culpa.

Tras rebasar la presa grande, continuamos andando un rato hasta llegar a los dos puentes seguidos que hay donde el coche, uno es un puente romano y otro el de la carretera en cuyo apartadero hemos dejado los coches.

Nos cambiamos ya en los coches, bajando al cauce del río para enjuagar bien el equipo antes de meterlo a los coches, pues llevamos algo de arena. Subimos a nuestro alojamiento y comemos tranquilamente con la gran cantidad de comida y bebida que nos ha sobrado.

Una vez comido, recogemos todo el equipo que habíamos tendido a secar, rehacemos los equipajes y cogemos los coches para Madrid.

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