Macizo Central de Picos de Europa 2012 (III): Vega Urriello - Collado de Horcados Rojos - Fuente De
Año 2012. Participantes: Gaby, Justi y yo
Tercera de las tres intensas y excelentes jornadas por el macizo central de los
Picos de Europa, en la que tenemos que cambiar nuestros planes debido a la lluvia y retornar a Fuente De por el collado de Horcados Rojos.
Datos:
Actividad: Montañismo; Zona: Picos de Europa
Cimas: Ninguna
Dificultades:
Trepada fácil y equipada con cable para coronar el collado de Horcados Rojos. En caso de que no esté en funcionamiento el teleférico habría que bajar a Fuente De por la canal de la Jenduda, en la que hay que tener algo de cuidado.
Longitud total: 9,0 km; Desnivel acumulado positivo: 670 m; Desnivel acumulado negativo: 780 mTiempos:
El tiempo que empleamos desde el refugio de Vega Urriello hasta la estación superior del teleférico de Fuente De fue de unas 3 horas o 3h15min, incluyendo paradas.
Track:
Adaptado de tracks ajenos obtenidos de internet (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Índice IBP: 91
Fecha: 14 de octubre de 2012
Adaptado de tracks ajenos obtenidos de internet (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Índice IBP: 91
Fecha: 14 de octubre de 2012
Esta noche sí que hemos podido dormir bien, tras la buena cena de anoche y unos ronquidos más normales en el refugio. Además, para seguir la tócnica de los dos días anteriores, no hemos madrugado mucho... y encima tampoco hemos tenido mucha prisa en movernos cuando hemos sido conscientes de que afuera está lloviendo.
Cuando decidimos movernos podemos comprobar cómo efectivamente está lloviendo. Desayunamos y recogemos mientras vamos pensando qué planteamiento haremos hoy. Una vez fuera del refugio y comprobando el aspecto del cielo... aunque hay algún momento que no llueve la cosa no tiene buena pinta. No es una lluvia muy intensa, pero precisamente eso es uno de los indicios de que probablemente no es una lluvia pasajera. No tardamos mucho en ponernos de acuerdo de que lo mejor es olvidarnosde los planes previstos de ir por la canal de la Celada-Collada Bonita-Canal del Vídrio y optar por la forma más directa de regresar hacia donte tenemos el coche desde hace dos días, es decir, ir a Fuente De por el collado de Horcados Rojos.
Nos ponemos en marcha por este recorrido, que no había vuelto a recorrer desde hace ya un porronazo de años, en mi primera fase montañera. Por supuesto nos hemos equipado para el agua, con el cubremochilas incluído.
Vamos varios grupillos que salimos en la misma dirección, pero nuestro ritmo es algo superior al de los demás, así que no tardamos en ir dejando atrás a los demás.
Enseguida llegamos a un punto alto y un pequeño destrepe que nos mete en la zona del Jou Sin Tierra. Este Jou se bordea por la izquierda. La lluvia va cayendo a intervalos en los que va alternando el no llover con el llover, pero cuando llueve tampoco es con excesiva energía, así que el avanzar así es molesto pero llevadero. Sólo hay que tener un poco de cuidado para no resbalarse en las zonas más rocosas, ya que todo está totalmente empapado.
Vamos dejando atrás el Jou Sin Tierra y nos metemos en el siguiente Jou, que es notablemente más grande: el Jou de los Boches. Los demás grupillos se han ido quedando atrás, así que esta zona vamos prácticamente solos... aunque por delante a lo lejos no tardamos en ver más gente; indudablemente esta es una ruta transitada.
Nos vamos acercando al punto donde empezará la subida hacia el collado de Horcados Rojos. Lo identificamos fácilmente porque vemos allí a gente parada, como si estuviera pensándoselo.
Llegamos allí cuando los demás empiezan a subir. Como nosotros vamos a piñón fijo y no paramos, acabamos juntándonos con ellos, son como 3 grupos de entre 2 y 3 personas cada uno, muy variopintos en su composición y alguno muy peculiar, lo que nos hace comentarlo entre nosotros... en concreto uno de los grupos son dos chicas de las que una está metiéndole caña y haciéndoselo pasar bastante mal a la otra sin ninguna necesidad... sin comentarios...
La parte primera de la subida al collado de Horcados Rojos es una pedrera, que se sube zigzagueando y que te obliga a parar de vez en cuando un par de segundos para recuperar el aliento.
Tras un rato de subida por la pedrera, alcanzo un tramo de trepadas fáciles, que además está equipado con un cable. Recuerdo de cuando pasé por aquí hace del orden de 20 años con la que ahora es mi mujer, justo el día antes se mató una chica, así que es un sitio muy fácil pero no por ello hay que descuidarlo. Además con la copiosa lluvia de hoy la roca está muy deslizante, así que el cable aunque no es del todo necesario en algún momento viene bien.
La subida hacia el collado de Horcados Rojos está marcada con manchas amarillas, así que no es nada difícil seguirla, pero encima en este tramo con el cable menos aún, porque el cable nos va llevando por donde hay que ir. De hecho quizás el cable tiene más utilidad como guía que como seguro.
La lluvia nos arrecia con más intensidad en esta subida, como si se esmerara en puñetearnos en la parte más exigente del recorrido de hoy.
El cable nos lleva casi al pie de las paredes norte de la Torre de Horcados Rojos, y luego gira a la derecha para empezar a descender suavemente hacia ese lado, para ir a parar al collado de Horcados Rojos. Nos hemos ido esperando toda la subida para ir más o menos juntos, pero ya en el collado nos reagrupamos definitivamente.
Continuamos y casi inmediatamente tenemos a la vista el pintoresco refugio de Cabaña Verónica. Luego seguimos con nuestra ruta por el marcado sendero que va descendiendo hacia el sur, dejando Cabaña Verónica a nuestra derecha.
La lluvia nos había dado un respiro tras el collado, pero parece que vuelve a enseñarse con nosotros cuando vamos dejando atrás Cabaña Verónica... la cosa cada vez se pone peor y encima sopla viento. Entre nosotros no hablamos y vamos bajando con paso decidido bajo la lluvia, cuando voy pensando que es probable que con esta lluvia y este viento hayan cerrado el teleférico... pufff, pues tocaría bajar a pie, lo que no me apasiona mucho.
Vamos llegando a la Vueltona y cogemos camino más amplio y cómodo. Ya queda poco para llegar al teleférico cuando parece que va dejando de llover y la cosa se tranquiliza un poco... a lo mejor hay suerte con el teleférico.
Finalmente llegamos al teleférico y para alegría nuestra está abierto... ¡genial! Entramos en la estación y dedicamos unos minutos a asomarnos por el mirador, pero está todo muy nublado y apenas se ve en algunos momentos.
Sacamos los billetes y no tardamos mucho en montarnos en él... ya solo queda el trámite de que nos baje a Fuente De para finalizar este interesante puente.
Una vez abajo llegamos al coche y nos aseamos como podemos y nos cambiamos. Lo siguiente es montarnos en el coche y dirigirnos a un conocido restaurante de Espinama, donde estamos sentados en la mesa antes de que sean las 14h, pero el hambre manda y estamos ansiosos. No en vamo nos pedimos un cocido montañés y la camarera nos deja el perolo en la mesa para que nos sirvamos, un perolo de esos que van bien sobrados en cantidad y es imposible acabarlos... ¿imposible?... noooooo... damos cuenta de todo el contenido del perolo, dejándolo seco y asombrando a la señora que nos lo ha servido, que se dirige a nosotros con cara de pánico para preguntarnos si queremos más... ¡parece que les hemos descuadrado las cantidades que tenían calculadas por ración!, jajajajaja.
Cuando decidimos movernos podemos comprobar cómo efectivamente está lloviendo. Desayunamos y recogemos mientras vamos pensando qué planteamiento haremos hoy. Una vez fuera del refugio y comprobando el aspecto del cielo... aunque hay algún momento que no llueve la cosa no tiene buena pinta. No es una lluvia muy intensa, pero precisamente eso es uno de los indicios de que probablemente no es una lluvia pasajera. No tardamos mucho en ponernos de acuerdo de que lo mejor es olvidarnosde los planes previstos de ir por la canal de la Celada-Collada Bonita-Canal del Vídrio y optar por la forma más directa de regresar hacia donte tenemos el coche desde hace dos días, es decir, ir a Fuente De por el collado de Horcados Rojos.
En la puerta del refugio de Vega Urriello, cambiando de planes |
Nos ponemos en marcha por este recorrido, que no había vuelto a recorrer desde hace ya un porronazo de años, en mi primera fase montañera. Por supuesto nos hemos equipado para el agua, con el cubremochilas incluído.
Vamos varios grupillos que salimos en la misma dirección, pero nuestro ritmo es algo superior al de los demás, así que no tardamos en ir dejando atrás a los demás.
Enseguida llegamos a un punto alto y un pequeño destrepe que nos mete en la zona del Jou Sin Tierra. Este Jou se bordea por la izquierda. La lluvia va cayendo a intervalos en los que va alternando el no llover con el llover, pero cuando llueve tampoco es con excesiva energía, así que el avanzar así es molesto pero llevadero. Sólo hay que tener un poco de cuidado para no resbalarse en las zonas más rocosas, ya que todo está totalmente empapado.
Transitando por el borde izquierdo de los jous |
Vista atrás, dejando atrás el Jou Sin Tierra |
Vista atrás un poco más adelante |
Vamos dejando atrás el Jou Sin Tierra y nos metemos en el siguiente Jou, que es notablemente más grande: el Jou de los Boches. Los demás grupillos se han ido quedando atrás, así que esta zona vamos prácticamente solos... aunque por delante a lo lejos no tardamos en ver más gente; indudablemente esta es una ruta transitada.
Nos vamos acercando al punto donde empezará la subida hacia el collado de Horcados Rojos. Lo identificamos fácilmente porque vemos allí a gente parada, como si estuviera pensándoselo.
Vemos gente al inicio de la subida al collado de Horcados Rojos |
Llegamos allí cuando los demás empiezan a subir. Como nosotros vamos a piñón fijo y no paramos, acabamos juntándonos con ellos, son como 3 grupos de entre 2 y 3 personas cada uno, muy variopintos en su composición y alguno muy peculiar, lo que nos hace comentarlo entre nosotros... en concreto uno de los grupos son dos chicas de las que una está metiéndole caña y haciéndoselo pasar bastante mal a la otra sin ninguna necesidad... sin comentarios...
La parte primera de la subida al collado de Horcados Rojos es una pedrera, que se sube zigzagueando y que te obliga a parar de vez en cuando un par de segundos para recuperar el aliento.
El primer tramo de la subida al collado de Horcados Rojos es una pedrera |
Las manchas amarillas en las rocas ayudan a seguir la ruta correcta |
Tras un rato de subida por la pedrera, alcanzo un tramo de trepadas fáciles, que además está equipado con un cable. Recuerdo de cuando pasé por aquí hace del orden de 20 años con la que ahora es mi mujer, justo el día antes se mató una chica, así que es un sitio muy fácil pero no por ello hay que descuidarlo. Además con la copiosa lluvia de hoy la roca está muy deslizante, así que el cable aunque no es del todo necesario en algún momento viene bien.
En la zona del cable |
La subida hacia el collado de Horcados Rojos está marcada con manchas amarillas, así que no es nada difícil seguirla, pero encima en este tramo con el cable menos aún, porque el cable nos va llevando por donde hay que ir. De hecho quizás el cable tiene más utilidad como guía que como seguro.
La lluvia nos arrecia con más intensidad en esta subida, como si se esmerara en puñetearnos en la parte más exigente del recorrido de hoy.
El cable nos lleva casi al pie de las paredes norte de la Torre de Horcados Rojos, y luego gira a la derecha para empezar a descender suavemente hacia ese lado, para ir a parar al collado de Horcados Rojos. Nos hemos ido esperando toda la subida para ir más o menos juntos, pero ya en el collado nos reagrupamos definitivamente.
Vista hacia atrás. Tras acercarse a las paredes norte de la Torre de Horcados Rojos, se gira a la derecha y se desciende suavemente hacia el collado. |
Llegando al collado de Horcados Rojos. Al fondo la niebla esconde el Naranjo de Bulnes |
Continuamos y casi inmediatamente tenemos a la vista el pintoresco refugio de Cabaña Verónica. Luego seguimos con nuestra ruta por el marcado sendero que va descendiendo hacia el sur, dejando Cabaña Verónica a nuestra derecha.
Tras el collado tenemos a la vista el peculiar refugio de Cabaña Verónica |
Descendiendo por el PR, con Cabaña Verónica de fondo |
La lluvia nos había dado un respiro tras el collado, pero parece que vuelve a enseñarse con nosotros cuando vamos dejando atrás Cabaña Verónica... la cosa cada vez se pone peor y encima sopla viento. Entre nosotros no hablamos y vamos bajando con paso decidido bajo la lluvia, cuando voy pensando que es probable que con esta lluvia y este viento hayan cerrado el teleférico... pufff, pues tocaría bajar a pie, lo que no me apasiona mucho.
Vamos llegando a la Vueltona y cogemos camino más amplio y cómodo. Ya queda poco para llegar al teleférico cuando parece que va dejando de llover y la cosa se tranquiliza un poco... a lo mejor hay suerte con el teleférico.
De camino a la Vueltona, la lluvia arrecia |
Finalmente llegamos al teleférico y para alegría nuestra está abierto... ¡genial! Entramos en la estación y dedicamos unos minutos a asomarnos por el mirador, pero está todo muy nublado y apenas se ve en algunos momentos.
Sacamos los billetes y no tardamos mucho en montarnos en él... ya solo queda el trámite de que nos baje a Fuente De para finalizar este interesante puente.
El teleférico visto desde el aparcamiento |
Una vez abajo llegamos al coche y nos aseamos como podemos y nos cambiamos. Lo siguiente es montarnos en el coche y dirigirnos a un conocido restaurante de Espinama, donde estamos sentados en la mesa antes de que sean las 14h, pero el hambre manda y estamos ansiosos. No en vamo nos pedimos un cocido montañés y la camarera nos deja el perolo en la mesa para que nos sirvamos, un perolo de esos que van bien sobrados en cantidad y es imposible acabarlos... ¿imposible?... noooooo... damos cuenta de todo el contenido del perolo, dejándolo seco y asombrando a la señora que nos lo ha servido, que se dirige a nosotros con cara de pánico para preguntarnos si queremos más... ¡parece que les hemos descuadrado las cantidades que tenían calculadas por ración!, jajajajaja.
A punto de devorar... |
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