Año 2015. Participantes: Fran y Yo.
Un cambio de planes en el último momento debido a un incidente de última hora nos llevó a cambiar la vía que teníamos prevista a hacer en el Ponoig por esta vía, que es la gran clásica del Ponoig. Pensábamos inocentemente que nos iba a resultar un paseo... y es que en el paredón de casi 500 metros del Ponoig, plagado de enormes desplomes, no se puede hablar de vías fáciles.
Dicen que la vía "Valencianos" del Ponoig es un un referente obligado para iniciarse en las vías de esta pared y muy recomendable. Ciertamente, ya solo por la tremendamente espectacular travesía del largo 6 es una vía que no debe dejar de hacerse.
Dicen que la vía "Valencianos" del Ponoig es un un referente obligado para iniciarse en las vías de esta pared y muy recomendable. Ciertamente, ya solo por la tremendamente espectacular travesía del largo 6 es una vía que no debe dejar de hacerse.
Esta vía ya la tenía vista y figuraba en mi lista de objetivos, por lo que la información la tenía medio preparada (y además alguna cosilla, como el descenso, es común a "Las Hadas"), por lo que no había ningún inconveniente desde este punto de vista. En cuanto a su dificultad, los croquis hablan de dos largos de 6a pero hay unos cuantos de los 13 largos que parecen relajados según dedujimos de los grados de dificultad que figuran; por ello interpretamos erróneamente que en la vía solo tendríamos que apretar un poco en los puntos críticos de los largos de 6a pero el resto sería una vía de disfrutar y no pasar excesivas tensiones. La realidad es que la vía nos resultó más exigente de lo que pensábamos (está catalogada como Muy Difícil Superior, lo que nos debería haber dado una pista, pero la verdad es que no lo hicimos mucho caso al ver los croquis con varios largos de dificultad baja) y en el fondo nos alegramos de haber cambiado "Las Hadas" y hacer esta primero, pues "Las Hadas" no solo sabemos que es una vía dura sino que ya hemos comprobado cómo se las gastan por aquí con eso de las dificultades.
En cuanto a las fechas, sabemos que en el Levante enseguida pica el calor, pero al tratarse de una vía larga (especialmente pensando en que íbamos a hacer "Las Hadas", que lleva mucho más tiempo todavía al ser mucho más dura y encima tener pasos de artificial) buscábamos que los días no fueran excesivamente cortos. Por ello, finales de marzo-principios de abril nos parecía unas buenas fechas y solo había que cuadrar el fin de semana que a todos nos encajara, lo cual a veces no resulta fácil y por ello no encontramos fecha ya hasta mediados de abril.
Para completar el fin de semana, teníamos previsto para el domingo a elegir entre hacer una vía de escalada fácil que hay relativamente cercana o hacer la famosa ferrata del Ponoig; todo iba a depender de lo saturados de escalada que nos levantáramos el domingo, pues la vía del sábado es larga y después de una tunda así sabemos por experiencia que muchas veces te levantas al día siguiente sin ninguna gana de escalar ni de meterte en fregados, con lo que una vía ferrata es una alternativa mucho más relajada.
Aquí relato la escalada del sábado, dejando las actividades del domingo (al final hicimos las ferratas del Ponoig y la Norte del Cid) para otras entradas.
Datos:
Longitud de la vía: 500 m(*) aprox. Nº largos: 13. Dificultad máxima: 6a
(*) Los croquis marcan menos longitud, pero mis cuentas salen que la vía supera holgadamente los 500 metros
Dificultad global de la vía: MDsup (Muy Difícil Superior)
Características: Vía larga en caliza en una descomunal pared con numerosos desplomes gigantescos que intenta ir evitándolos (cuidado con la navegación). La vía va esquivándolos como puede. Mucho ambiente y roca en general buena
Material: El habitual juego de fisureros y juego de friends.
Equipamiento: La mayor parte de las reuniones están más o menos equipadas; que recuerde que no haya nada están la tercera y la 12 (penúltima), si bien es posible que la 12 fuera por no encontrarla, ya que en el último largo nos desviamos sin querer por la salida común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego" y por tanto tampoco sé si la verdadera 13 de "Valencianos" tiene algo. En cuanto al equipamiento de los largos, solo hay algunos clavos viejos (pero útiles) en algunos de ellos y algún parabolt. En el último largo encontramos parabolts, pero porque, como digo, nos colamos y nos metimos por el último largo común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego".
Pasos clave: La espectacular travesía del largo 6 es, sin duda, un buen filtro de dificultad de la vía: 6a muy mantenido durante los 40 metros de largo. El diedro del largo 12 (6a) tampoco tiene desperdicio, y menos a esas alturas de la escalada en la que uno ya no va nada fresco.
Posibilidades de escape: Hasta la reunión 5 es más o menos factible (que no fácil) abandonar por la propia vía o usando alguna alternativa, pero a partir de ese punto es casi imposible buscar otra alternativa que no sea intentar enlazar con alguna línea de rápeles que hay por la zona.
Tiempo de escalada: Entre 5 y 7 horas. Depende de si haces los 3 primeros largos en ensamble, de si no tienes percances como a nosotros o problemas de navegación.
Tiempos de aproximación desde el coche y regreso: La aproximación a pie de vía desde donde se deja el coche lleva del orden de unos 20 minutos. El descenso no es que sea excesivamente largo, pero tiene tres rápeles; no sé lo que tardamos, pero calculo que llevará más de 1h30min o incluso 2 horas.
Cimas: Donde se hace cima no es realmente la cima principal del Ponoig, que queda algo alejada, más al oeste y más alta.
Croquis:
No hay muchos croquis suficientemente buenos, en parte por la dificultad de encontrar alguna imagen buena sobre el que pintar la vía, así como por la dificultad de trazar en la imagen con cierta precisión el trazado de la vía y la ubicación de las reuniones, así que he intentado montar un croquis lo más decente posible una vez he realizado la vía y he podido tener más claro el recorrido y la ubicación de las reuniones y la distribución de largos (antes y durante la vía teníamos muchas dudas y "lagunas" de información). Asimismo he montado otro sobre una foto sacada desde el párking, aunque la perspectiva distorsiona un poco las distancias horizontales y puede resultar engañoso, así que debe usarse solo como complemento del primero.
He incluido un croquis del descenso aprovechando el que he hecho para la vía ferrata:
Fecha: 18 de abril de 2015
Aproximación
Llegamos la noche anterior y dormimos junto al depósito que hay al lado del helipuerto y aparcamiento donde se suele dejar el coche para ir a escalar al Ponoig. Es el punto accesible en coche más cercano al valle de acceso a las paredes sur donde se encuentran las vías de escalada. Antes de instalarnos para dormir bajamos con el coche al pueblo de Polop para llenar bien las cantimploras; en la plaza hay una fuente con muchos caños repartidos a lo largo de una amplia zona... es una plaza bastante curiosa.
Llegamos la noche anterior y dormimos junto al depósito que hay al lado del helipuerto y aparcamiento donde se suele dejar el coche para ir a escalar al Ponoig. Es el punto accesible en coche más cercano al valle de acceso a las paredes sur donde se encuentran las vías de escalada. Antes de instalarnos para dormir bajamos con el coche al pueblo de Polop para llenar bien las cantimploras; en la plaza hay una fuente con muchos caños repartidos a lo largo de una amplia zona... es una plaza bastante curiosa.
Espectacular vista desde donde se deja el coche de la gigantesca mole del Ponoig y sus paredes, con descomunales desplomes y numerosas vías que superan los 500 metros |
Pensamos que vamos sobrados de tiempo, así que tampoco madrugamos en exceso. Desayunamos e iniciamos el camino que sube por el fondo del valle. Seguimos las indicaciones que tengo, que dicen que al llegar a un ensanchamiento del camino hay que salirse por la derecha ya en busca de las vías de escalada.
La verdad es que no se ve un sendero claro, así que subimos más o menos por donde nos parece, en dirección a las paredes, pero en oblicuo avanzando por el valle, ya que sé que la vía está más adelante, puesto que voy identificando en las paredes formaciones que permiten situarme.
Llegamos a las paredes y hay que seguir avanzando al pie de las mismas hasta localizar la vía. Vamos atentos ya que sabemos que anda cerca.
Pronto identifico dónde debe situarse el inicio de la vía y enseguida acabo viendo la flecha marcada en la piedra que lo identifica.
La verdad es que no se ve un sendero claro, así que subimos más o menos por donde nos parece, en dirección a las paredes, pero en oblicuo avanzando por el valle, ya que sé que la vía está más adelante, puesto que voy identificando en las paredes formaciones que permiten situarme.
Llegamos a las paredes y hay que seguir avanzando al pie de las mismas hasta localizar la vía. Vamos atentos ya que sabemos que anda cerca.
Pronto identifico dónde debe situarse el inicio de la vía y enseguida acabo viendo la flecha marcada en la piedra que lo identifica.
Vamos muy relajados y es un poco tarde, pero seguimos pensando que el horario es holgado.
Desarrollo de la escalada
Hablamos del reparto de largos. Le comento a Fran que los largos más significativos son la gran travesía y el diedro que hay casi al final. La verdad es que como no sabemos cómo van a ir casando los largos no sabemos si por empezar uno u otro te va a tocar este o ese largo, pues no sabemos qué número de orden va a tener cada uno (vamos a ir alternándonos, como siempre), así que no lo pensamos más; lo único que como a Fran le gustan tanto los diedros le digo que si quiere si el diedro de arriba me toca a mí no me importa dejárselo a él, porque es 6a o A0 y yo estoy casi seguro que lo voy a acerar como un campeón. A Fran le parece bien la idea y dice que lo intentará hacer en libre.
Fran va al "servicio", así que mientras le espero pienso que puedo ir preparándome para empezar yo la vía. A Fran le parece bien.
Aunque los tres o cuatro primeros largos la gente los hace en ensamble, e incluso sin cuerda, decidimos empezar asegurando normal, pues no tenemos prisa, y si cambiamos de idea pues nos cambiamos a ensamble o lo que sea.
Preparándonos al inicio de la vía |
Largo 1 (IV): Empezando el rodaje
Me toca encabezar este largo. Comienza con un tramo más o menos directo hacia arriba hasta alcanzar una especie de vira que sube en diagonal hacia la derecha y luego se continúa por la vira hasta alcanzar la reunión.
Creo que algunas reseñas dan este largo de III/III+ o algo así, pero considero que algún pasito puede alcanzar el IV al principio del largo. No obstante es un largo muy fácil. La chicha del largo es la primera parte, hasta alcanzar la vira. Luego en la vira es casi andar y solo recuerdo un pequeñito tramo final de escalada a modo de resalte antes de la reunión y poco más. La reunión se identifica fácilmente, pues creo recordar que hay algún clavo, cordinos o algo así.
Empezando el primer largo y la vía. Una parte de abajo más "amigable" contrasta con los desplomacos descomunales de las zonas superiores |
Este largo se puede hacer en ensamble como dicen muchas reseñas, junto con los dos siguientes que ofrecen igual o menos dificultad. No obstante consideramos que no tenemos prisa y preferimos seguir cómoda y tranquilamente en modo "largos" y no andar cambiando.
Sin más historias nos juntamos Fran y yo en la primera reunión.
Fran llegando a la primera reunión |
Largo 2 (III+): Seguimos por la vira
Le toca a Fran encabezar este largo. No tiene más historia que seguir la vira hasta localizar la siguiente reunión, encontrando por el camino más resaltes que se superan fácilmente. La reunión, del mismo estilo que la primera, también se localiza fácil y sin ningún problema.
Fran iniciando el segundo largo |
El largo yo creo que es incluso algo más fácil que el anterior, así que rondará el III+ en esos resaltes, y el resto es casi de andar.
Ya empezamos a notar los efectos del calor, lo cual no es que me haga mucha gracia porque ya sé cómo aprieta el calor aquí enseguida y todavía queda mucha vía, pero es lo que hay y toca aguantarse.
Oigo unas voces. Hasta ahora aparentemente estábamos solos en toda esta inmensa pared, pero ahora intuyo que hay una cordada por abajo empezando alguna vía un poco más a la derecha de nosotros.
Nos juntamos en la reunión 2.
Aquí estoy llegando a la segunda reunión, amplia y cómoda como se puede apreciar |
Largo 3 (III): Rematando la vira
Me toca encabezar este largo, que sigue la tónica del anterior, aunque un poco más en horizontal, habiendo más tramo todavía de andar y menos de trepar.
Sigo la vira hasta que finaliza en una especie de canal. Es el sitio aproximado de reunión, así que me tiro unos minutillos mirando si al otro lado o metido en la canal hay reunión o indicios de ella y no encuentro nada, ni tampoco un sitio suficientemente cómodo y bueno para montar una con nuestros cacharros. Por tanto, opto por montar reunión en un sitio justo antes de la canal, que veo cómodo y le veo buenas posibilidades de poner seguros.
Estoy unos metrillos más adelante que la cordada que oía antes, ya que en la propia vira, desde ese punto empieza una vía que se llama "Viaje Espacial", y ellos están llegando a la vira en este punto de inicio. Para llegar aquí a la vira han subido directamente mediante un largo adicional. Es una vía mucho más corta (finaliza a mitad de pared y se rapela para bajar) y creo que totalmente equipada salvo su último largo, pero con una dificultad máxima de 6b, un poquito mayor que la nuestra. Creo recordar que esta vía tiene equipada la reunión inicial de la vira y es posible aprovecharla, pero yo no lo hago en primer lugar porque la están usando la otra cordada y porque además interesa mejor pegarse mucho más a la canal de la derecha, de cara al desarrollo del siguiente largo.
La otra cordada ya ha iniciado su vía, cuando Fran se reúne conmigo en la reunión.
Realmente estos tres primeros largos se pueden hacer sin ningún problema en ensamble, ya que no presentan mucha dificultad. Asimismo apenas hemos puesto uno o dos seguros intermedios en cada uno de estos largos y casi siempre más para guiar la cuerda que como seguro en sí, lo que da idea tanto de que la dificultad es baja, como de que se puede hacer en ensamble los tres largos de un tirón sin que el primero se quede sin seguros y tenga que parar.
Largo 4 (IV): Se empieza a escalar ya más en serio
Le toca a Fran encabezar este largo. Tras la canal empieza una especie de descomunal pirámide adosada a la pared que hay que remontar en los siguientes largos hasta su cúspide. La pirámide se ve muy bien contemplando la pared desde la lejanía, pero desde aquí lógicamente solo se intuye, debido a la cercanía y a la perspectiva, y no se aprecian sus dimensiones.
No sé por qué, pero tengo la idea errónea de que en el siguiente largo se corona esa especie de pirámide, y que a mí me va a tocar encabezar el famoso largo de la travesía que es el siguiente a la coronación de la pirámide. Por ello le indico a Fran que tiene que escalar la pirámide hasta su coronación y que allí encontrará la reunión.
Fran comienza bajando al fondo de la canal y cruzando al otro lado, para ya tirar hacia arriba. La cosa aquí ya cambia y aunque todavía no se complica en exceso, ya es necesario ir poniendo seguros de una forma más normal.
Fran en el largo 4 |
Fran va tirando hacia arriba y le pierdo de vista. La cuerda va avanzando. Llega un momento que Fran me avisa que ha llegado a una reunión, aunque no es la cima de la pirámide de la cual no le ve el final. Miro la cuerda que queda y ya queda muy poquita, por lo que evidentemente esa es la reunión pero todavía deben quedan más largos para coronar la pirámide. Eso me rompe un poco los esquemas mentales que tengo y llego a pensar si es que Fran ha llegado a la cúspide de la pirámide pero no la ha identificado.
Cuando Fran ha montado todo y me avisa yo comienzo a remontar el largo. La tónica cambia bastante pues ya vamos más o menos directos hacia arriba, a diferencia de los largos anteriores que iban más o menos en diagonal.
La verdad es que no voy muy atento a la escalada, dándole vueltas a la cabeza porque no me cuadra que Fran no haya alcanzado la cúspide de la pirámide y solo recuerdo que había bastante vegetación y que no era muy difícil aunque sí más continuo y más escalada que los largos anteriores.
Finalmente llego donde Fran... efectivamente es una reunión, no es la cúspide de la pirámide, y la dichosa cúspide de la pirámide a saber por donde anda, porque no se ve el fin de la pirámide.
Largo 5 (V): Empieza la tensión
Me toca encabezar este largo, así que enseguida que estoy preparado tiro para arriba. Me he ido un poco hacia el centro de la pirámide, siguiendo lo que me parece el trazado más lógico del largo, pero estoy en un gigantesco muro en el que el largo podría ir muchos metros más a la derecha o más a la izquierda. Eso ya me genera mucha inquietud, ya que no se si voy por la vía correcta, por otra vía o si estoy abriendo un nuevo trazado. Además el muro aprieta de lo lindo y solo es posible poner seguros muy de vez en cuando.
Los croquis y reseñas que tenemos marcan este largo como de IV+, pero yo percibo más dificultad: para mí es un V muy vertical y muy mantenido durante todo el largo, con el agravante de los alejes entre seguros. En otras circunstancias voy concentrado y ni me fijo a qué distancia voy dejando los seguros, pero hoy con la inseguridad de no saber bien por dónde voy y con la dificultad de encontrar pocos emplazamientos para poder poner seguros la verdad es que no puedo evitar echar de vez en cuando un vistazo hacia abajo calculando a qué distancia está el último seguro. Lógicamente todo esto me genera bastante tensión. Además el largo es muy aéreo, con mucho ambiente.
Me topo con un clavo, lo que es un alivio ya que descarto el estar abriendo un nuevo trazado y probablemente estoy yendo por la vía correcta... pero la tensión sigue, porque esto está muy vertical y a ver dónde narices puedo encontrar yo un sitio de reunión. Sigo subiendo, sin ver el final de esto, que se me está haciendo tremendamente largo... Fran me avisa por el walkie de que queda poca cuerda... joer, lo que faltaba, ¡qué tensión!
El largo me está resultando claramente más duro que el IV+ que dice el croquis. De hecho como he comentado, a mí me parece un V muy vertical y muy mantenido y encima con alejes entre seguros (he visto alguna reseña por ahí que coincide conmigo en otorgarle el V). Así que lo primero que se me pasa en la cabeza es: «joder, pues si esto es un IV+, ¡¿cómo será el 6a?!»; me acojona el pensarlo.
Repentinamente veo tres anclajes un poco más arriba... bueno primero uno que está un poco más a la izquierda y luego veo a su derecha los otros dos de la reunión... ¡Eureka! Subo estos últimos metros que aflojan un poquillo y alcanzo la reunión, quizás un pelín incómoda para lo que necesitaría después de esta tensión.
A mi izquierda tengo el famoso largo de travesía de 6a que tiene un aspecto de imposible, pero mejor no pensarlo de momento y relajarse un poco. Cuando ya tengo todo montado aviso a Fran de que puede subir.
Al cabo de los minutos veo aparecer a Fran y unos instantes después ya nos hemos juntado en la reunión. Lo primero que me dice al llegar a la reunión es: «¿¿Esto era un IV+??... ¡¡Cómo será el 6a!!». Jajajaja, parece que me hubiera leído el pensamiento, ya que ha dicho prácticamente lo mismo que yo pensaba. Me alegra que coincida conmigo en las apreciaciones, pues ya no creo que pueda ser solo cosa mía.
Fran llegando a la reunión 5 |
Efectivamente, le comento a Fran que yo he pasado bastante tensión. Un V "normal" no habría supuesto mayor problema, pero un largo de 50 metros de V mantenido, con alejes y tanta incertidumbre de por dónde vas y si vas a poder hacer una reunión... Encima tan vertical y tan aéreo tiene un pedazo ambientazo... aunque eso no va a ser nada con lo que nos espera a continuación...
Fran proponer "darnos un aire", como dice él, así que hacemos un picoteillo más o menos rápido y bebemos agua antes de continuar.
Largo 6 (6a): Inmejorable travesía, tan espectacular como dura
Al final le toca encabezar este largo a Fran. La verdad es que en un largo de travesía como el que nos ocupa no se sabe qué es mejor y qué es peor... si ir de primero o ir de segundo... en el fondo va a dar igual, porque te vas a tener que emplear lo mismo, vas a pasar más o menos el mismo miedo y vas a correr más o menos los mismos riesgos... incluso se dice que en las travesías es peor y más peligroso ir de segundo que de primero, aunque eso también depende un poco de las circunstancias.
Comienza Fran. Va poco a poco resolviendo la travesía, lo que le va dando mucho trabajo. Se ve que va tenso y la progresión no es tan rápida como en otros largos, ya que cada paso a dar requiere, además de haberlo estudiado bien, concentración y equilibrio. Supera una pequeña laja adosada y pasa al otro lado de la misma, momento en el cual ya no tengo tan buena visión de por dónde va y lo que tiene delante.
Fran en plena travesía... |
... aérea, fina, mantenida, con pinta de imposible pero se va resolviendo... ¡espectacular! |
Atacando la laja... |
... y superándola |
Yo le indico lo que puedo, ya que no veo lo que él ve y simplemente me guío por lo que él me cuenta, y además yo tampoco tengo muy claro por dónde va este largo. Me cuenta que ve desplomes por todos los lados que van a cerrar el paso. Le indico que seguramente debe de ir más por la izquierda, y lo intenta, pero lo ve muy delicado y sin ninguna posibilidad de asegurar, así que recula.
Los nervios están a flor de piel. Como Fran no ve salida y ya llevamos un buen rato buscándola sin éxito, llego a decirle que si no lo ve que no se preocupe y se vuelva y abandonamos la vía y punto. Menos mal que Fran es fuerte y persistente y no se da por vencido tan fácil. Al final opta por seguir por la línea de los tres seguros que ve a ver qué pasa y que sea lo que Dios quiera, aunque le llevan a los desplomes de arriba que no dejan entrever ninguna salida. Al menos por ahí tiene seguros.
Al llegar al desplome de arriba ve que lo puede abordar por la izquierda y así hace. Finalmente por encima del desplome encuentra la reunión y puede al fin respirar.
Fran intentando buscar el mejor punto para superar los desplomes |
Ahora me toca a mí. Tras los únicos pasos fáciles del largo, que son los cuatro pasos a la izquierda de la reunión, toca subir hacia un clavo dos o tres metros hacia arriba que ya son duros. Se ve que es una travesía que tienes que ir descifrando la mejor forma de ir superándola y para ello de vez en cuando hay que subir o bajar un poco.
En mis primeros pasos del largo |
Continúo en travesía hacia la izquierda... hay que ir fino fino, y con un patiazo impresionante. Como la cosa está bastante "apretada" opto por avanzar un poco antes de recoger la cinta exprés del clavo que acabo de pasar, que de momento me protege del pendulazo que me daría si no, y recogerla en el último momento... pero estoy tan concentrado en la travesía que se me olvida quitarla y... tras, tironazo al canto e inevitable caída como consecuencia. Pero la situación es de lo más cómica, porque como la cuerda va y vuelve de la exprés que no he recogido, me quedo sentado con la cuerda entre las piernas y los pies colgando sobre la cuerda que va hacia la exprés y que tensa mi propio peso a través de la exprés. Parezco un equilibrista sobre la cuerda floja y con un vacío impresionante. Me reincorporo a la pared como puedo, que tampoco es fácil y ya quito la dichosa cinta exprés.
La travesía parece imposible, pero poco a poco se va resolviendo según vas avanzando. Es muy vertical y lisa y solo tiene algunas regletillas y "gotas de agua" (diminutos agujerillos). Es fina, fina.
Llega un momento que lo que parece imposible ahora sí que de verdad es imposible... no se puede seguir en travesía recta, así que se deduce que habrá que subir otro metro y medio o dos metros para poder continuar, pues la pared hace un relieve que aunque por ahí también es difícil por lo menos se puede. Pero para subir no hay manos y esto está muy vertical... hasta que veo que arriba hay tres pequeñas huellas en la roca que no llegan ni a ser agujeros manchadas de magnesio... joeeer, me parece que toca apretar bien el culo. Me doy el paso en vertical que hay que finalizar apoyando las yemas de tres dedos en las tres huellas para completarlo y acabar sin perder el equilibrio... pufff... es un paso que requiere mucha decisión y confianza ya que de primeras parece muy difícil... pero hay que lanzarse sin posible vuelta atrás y luego, no sé cómo pero sale. Es imposible reprimir el esbozar una sonrisa de satisfacción por resolver este paso tan bonito en un ambiente tan impresionante... pero todavía queda mucha tela que cortar en este largo.
Accedo a la laja, que hay que subir por su lado derecho y pasar al otro lado por encima de ella. Alguna reseña que he leído dice que es lo más difícil del largo, pero a mi me pareció casi al revés: son unos pasos algo atléticos y con empotres creo recordar, pero comparado con el resto del largo me resultan más llevaderos. Eso sí, muy aéreos como todo el largo.
Por el otro lado de la laja, un pasito de decisión y se llega al punto donde ya hay que dejarse de travesía y toca subir hacia arriba por la línea de seguros que me indicaba Fran. La tónica cambia, en el sentido de que ahora hay que ir en vertical en lugar de en horizontal, pero la cosa sigue apretando de lo lindo... yo ya estoy físicamente rendido y me tengo que dar un respiro como puedo antes de continuar.
Continúo por la línea de seguros, donde el largo no afloja, y alcanzo la zona del deplome por donde ha subido Fran. La verdad es que le ha echado un par de huevos para subir por aquí sin saber lo que te vas a encontrar arriba, pero supongo que tampoco le quedaban muchas más alternativas. Supero el desplomillo y por fin alcanzo la reunión. Fran me comenta que, sobre todo en la parte inicial hasta la laja, yo parecía un gatito aferrado con las puntas de los dedos y agazapado con la cara pegada a las manos, moviéndome por la pared con movimientos suaves, cortitos y cuidadosos.
Estoy tan pegado a la pared que casi no se me ve. Ahora toca el tramo en vertical |
Intentando darme un respiro en este agotador y tenso largo |
Pero dicho esto, también hay que decir que afirmar que el largo es espectacular es quedarse muy corto. No conozco una travesía igual que esta: con sus paredes planas y verticales con pinta de imposibles, su dificultad mantenida, lo tremendamente aérea que es, el tener que estudiar cada paso e ir resolviéndolo, el ambientazo, el entorno tan bestial de desplomes... Es uno de esos largos que da una tremenda satisfacción superar y que se va a quedar para siempre grabado en tus recuerdos, y desde luego vale la pena hacer la vía simplemente por hacer este largo.
Os pongo unas fotillos de otra web para que podáis intentar imaginaros la espectacularidad de este largo:
Largo 7 (V): Diedro que finaliza en desplome y aventurado incidente (vamos... marronazo)
Me toca encabezar el siguiente largo. Como el largo anterior me ha dejado algo agotado física y mentalmente, me doy unos instantes antes de continuar con el siguiente largo, ya que yo acabo de llegar a la reunión. No obstante no conviene "enfriarse" mucho, así que no tardo en continuar, confieso que con pocas ganas de guerra.
La primera parte del largo es una especie de diedro-chimenea que desploma en su parte de arriba. Inicialmente me cuesta un pelín avanzar, aunque no es difícil, pero es que el largo anterior me ha dejado algo aturdido. Llego a la parte que desploma y supero ésta con un poco de esfuerzo pero sin excesivos problemas. Esta parte inicial ronda el V de dificultad.
Iniciando el largo 7 |
La parte final del diedro desploma |
Continúo un poco por la derecha, donde la roca hace un poco forma de espolón, cuando... jooooder, la cuerda se ha enganchado por abajo, no veo por donde, ya que aquí cada dos por tres desploma y no lo puedes ver. El sitio en el que me he quedado, pues... os podéis imaginar... en mitad de un tramo bastante vertical... ¡vaya marrón! Encima, lo de la ley de Murphy, si algo puede ir mal... de repente dejan de funcionar los walkies. Mi intención es hablar con Fran y ver si por casualidad él ve donde está atascada la cuerda y la podría llegar a liberar, lo cual parece muy improbable, pero por lo menos avisarle de lo que pasa, ya que no nos vemos.
Intento comunicarme a voces con él pero entre el airecillo que corre y los desplomes no me oye y cuando me oye no me entiende. No me queda más remedio que de momento improvisar una reunión aquí en medio y luego ya veré. Así que monto una reunión colgada sobre friends... es lo que hay.
Intento decirle a voces a Fran que intente subir, pero que solo le voy a poder ir recuperando de una cuerda porque la otra está atascada... pero es imposible entenderse a voces...
Veo que tirando fuerte de ella con los brazos voy consiguiendo recuperar algo de cuerda... pero a base de hacer una fuerza descomunal que me está dejando los brazos hechos polvo; y, por supuesto es inviable avanzar así porque necesito tirar muy fuertemente de ambos brazos para ir recuperando apenas unos centímetros de cuerda. Se ve que la cuerda está fuertemente aprisionada en alguna acanaladura o algo por el estilo.
Miro hacia arriba e intuyo que unos 10 metros más arriba puede haber lo que parece una repisa... no sé si será la verdadera reunión, lo que parece probable dado todo lo que he avanzado de largo, pero por lo menos aparenta ser un sitio donde poder montar una reunión un poco más tranquila que ésta. Por ello, me propongo seguir tirando y tirando de la cuerda desde esta reunión colgada hasta conseguir la distancia de cuerda suficiente para poder llegar a la repisa.
Después de un buen rato, calculo a ojo que ya tengo la distancia de cuerda suficiente... quizás un poco justa, pero cuesta tanto recuperar cuerda que no está uno como para dar mucho margen. Para que no se me vuelva a caer para abajo le hago un nudo que ato a la reunión provisional donde estoy, dejando entre el nudo y mi arnés la distancia que calculo suficiente para llegar a la repisa... unos 10 metros. De esta forma, el vuelo que me puedo pegar si me caigo va a ir aumentando de 10 a 20 metros según suba, pero por lo menos no me caeré toda la pared abajo. Luego comentándolo con mi amigo Wimbor me comentó que en vez de anclar la cuerda a la reunión podía haber hecho un nudo Machard unido a mi arnés para ir "soltando" cuerda para avanzar sin riesgo de pegarme un vuelo tan alto. De todas formas en ese momento hice lo que se me ocurrió en ese instante.... que hay que ponerse en situación.
Hecho esto tiro para arriba, y alcanzo la repisa donde ¡bingo! está la reunión verdadera. El tramo de cuerda me da tan justo para llegar a la reunión que un pelín mas corto y no llego... ¡bendito ojo de buen cubero! Está tan justo que tengo la cuerda tirante. Bueno, ya está resuelto la primera parte, pero todavía hay que resolver otras dos cosas: soltar el enganchón de la cuerda y soltar la cuerda de la reunión provisional.
A todo esto, como el tiempo pasa, Fran empieza a preocuparse y como no se entera de lo que esta pasando ni nos vemos me pega gritos preguntando si estoy bien.
Lo primero que se me ocurre es volver al tema de que Fran suba, pudiéndole recuperar solo de la cuerda que no tiene ningún problema, pero seguimos sin podernos comunicar. Simultáneamente llega el primero de la otra cordada que está haciendo la vía "Viaje Espacial" a la reunión de argollas de más abajo que antes pasé y que es la reunión final de esa otra vía (luego se rapela desde ahí). A él sí le tengo a la vista y puedo hablar con él, así que le pido que mire a ver si ve dónde está enganchada nuestra cuerda, que la tiene unos metros a la derecha. La verdad es que el hombre me cuesta que me haga un poco de caso, no sé si porque está tenso por la escalada o por qué, pero me da largas y pasa bastante de mí, no dando ninguna señal de querer ayudarnos, aunque al final se asoma a la derecha, ve que el enganchón de la cuerda afortunadamente está ahí mismo y la libera.
Bueno, otra cosa solucionada... pero todavía queda soltar la cuerda de la reunión provisional. No me queda más remedio que anclarme a la reunión buena donde estoy, soltarme las cuerdas del arnés y atarlas a la reunión y rapelar por ellas hasta la reunión provisional donde ya soltar la cuerda. La verdad es que ya puestos podría también haber rapelado hasta el enganchón y soltarlo sin tener que recurrir a la antipática otra cordada, pero por lo menos me han ahorrado el tener que bajar unos metros más, que luego habría que volverlos a subir de nuevo.
Rapelo hasta la reunión provisional, suelto la cuerda y vuelvo a subir a la reunión, esta vez a pulso por la cuerda y ayudado con los pies por la pared, con objeto de volver a subir más rápidamente... tranquilos que no voy completamente suelto sino que llevo un bloqueo que si me cayera, lo que es poco probable cogido de la cuerda, caería solo hasta la reunión provisional. Es más físico, pero muchísimo más rápido que volver a escalarlo, y ando algo preocupado por Fran que no se está enterando nada de lo que está pasando y debe de estar muy preocupado.
Cuando llego a la reunión después de haber hecho todos estos deberes y me anclo a ella tras todo este trajín, podéis imaginaros el suspiro de alivio tan grande que doy... ¡prueba superada! Me vuelvo a atar las cuerdas al arnés y ya monto todo para asegurar al segundo. Consigo avisar a gritos a Fran para que suba, aunque para ello esta vez sí que amablemente se presta a ayudarme el de la otra cordada que hace de intermediario a modo de repetidor; parece que ya se ha relajado un poco de la escalada y está de mejor humor.
Fran remonta el largo. Cuando pasa junto a la reunión de la otra cordada habla un poco con el que está allí (no sé si ya se habían juntado los dos de la cordada en la reunión) y ya le cuenta que he tenido que rapelar y todo.
Finalmente Fran remonta el último tramo y nos juntamos en la reunión... ¡vaya largo más historiado!
Fran llegando a la reunión, con un buen patio a las espaldas. Está aproximadamente donde tuve que montar la reunión provisional |
Largo 8 (IV): La cosa afloja
Le toca a Fran encabezar este largo. Sale y más adelante acabo perdiéndole de vista. Unos minutos más tarde me avisa de que ha hecho reunión, y a continuación de que puedo subir.
Recojo todo y salgo. La pared empieza a dejar de ser vertical. Al principio hay pasos de IV pero al cabo de un rato ni eso, ya que la parte final es facilona. Nos juntamos en la reunión sin más historias.
Largo 9 (I): Largo de transición hacia el siguiente
Me toca encabezar este largo... que realmente no es nada más que un traslado hacia la derecha de aproximadamente medio centenar de metros. No tiene mayor historia que andar por una especie de vira más o menos en horizontal hacia la derecha hasta que se acaba, punto donde se monta reunión para acometer el siguiente largo.
Es como una especie de senderillo en el que se va andando, aunque no muy a lo loco ya que hay un patio de narices. Como digo se va andando y realmente no es necesario colocar ningún seguro. En escasos minutos estamos al pie del siguiente largo, donde hay una chapa para montar reunión.
Yo ya estoy en la reunión 9, con un estupendo paisaje de fondo. Estamos muy altos. Bernia al fondo |
Y Fran de camino hacia donde estoy yo. |
Largo 10 (V): Bonito diedro-chimenea
Le toca a Fran encabezar este largo. Se ve un diedro que sube bastante en vertical, tras el cual debe de estar la reunión. Fran se mete en él y lo va solventando hasta que sale por arriba. Al poco me indica que ha hecho reunión y me avisa cuando ya puedo subir.
Fran escalando el diedro del largo 10 |
Empiezo a remontar el largo. En algunas reseñas he leído que tiene fama de estar lleno de vegetación y ser muy "matojero", pero yo creo que es más una impresión visual antes de meterte en él, ya que en cuanto te metes en el diedro no lo ves tan lleno de vegetación ni ésta te estorba tanto.
El diedro es bastante bonito, muy vertical y teniendo que jugar con ambas caras del diedro para progresar, una progresión bonita y que no da excesivos problemas. Cuando te quieres dar cuenta estás arriba, donde tiene un pasito algo desplomado y con agarres poco evidentes, pero que se supera bien. Ese pasito es ya el final del diedro, llegando a la reunión donde Fran me está esperando.
Peleando con el paso final... |
... en el que hay que hacer oposición y buscar los agarres... |
...pero se supera sin excesivos problemas |
Al fondo a la derecha Benidorm |
Largo 11 (IV): Paseo por las alturas con sorpresa final
Me toca encabezar este largo. Creo que son dos largos fáciles que suman del orden de 70 metros y que se suelen hacer en uno. Por ello quedo en que salgo y cuando se acabe la cuerda salga avanzando Fran también para que yo llegue hasta la reunión.
Como lo primero que hay es una amplia terraza que es una especie de jardín colgado en este sitio tan insospechado y poco accesible, lo primero que hacemos es avanzar este pequeño tramito, para quitarnos un requiebro, evitar vegetación que frenaría las cuerdas y ganar algunos metros.
Vistas de Bernia y del Peñón de Ifach... |
...desde este jardincillo colgado, tan curioso en un sitio tan poco accesible. Quién diría que estamos rodeados por los cuatro costados por descomunales desplomes. Dan ganas de montar un picnic. |
Una vez acomodados de nuevo, tiro hacia adelante. Es otra vira en sentido contrario a la anterior, es decir que avanza en horizontal hacia la izquierda, y que también se hace andado sin ir a lo loco; es decir, como la otra, pero ésta más rocosa y menos de tierra y vegetación.
Llego a un punto en el que hay una reunión. Hay que llegar hasta situarse bajo el diedro del siguiente largo. Por arriba son desplomes descomunales y totalmente inaccesibles. Del diedro del siguiente largo no hay ni rastro, aunque la apariencia de lo que veo a media distancia tampoco es muy distinta de lo que tengo en mi información que llevo. Deduzco que es la reunión intermedia y hay que seguir.
La continuación es ya un poco más de ir en travesía que de andar, pero sigue siendo fácil. No obstante enseguida llega un momento que no veo continuación, ya que está el vacío... y lo que se ve por arriba no es el famoso diedro.
Después de darle muchas vueltas decido volver a la anterior reunión y que venga Fran a ver si entre los dos lo acabamos de descifrar, ya que por ningún lado veo el famoso diedro, aunque por otra parte echándole imaginación y pensando que no lo estamos viendo desde el ángulo adecuado, puede ser varias de las zonas que veo por arriba... pero los desplomes inabordables que tienen por encima me hacen pensar que no es así.
Fran llega enseguida y echa un vistazo. Donde había llegado yo que no veía continuación resulta que no tiene ningún apoyo para pies, que además incluso creo recordar que desploma un poco, aunque sí que hay una fisura horizontal que vendría muy bien para las manos. A la vista de que no encontramos otra posibilidad Fran decide seguir por esa grieta sobre el vacío. Yo al principio desconfío por la apariencia diciéndole que no puede ser por ahí, en primer lugar porque ¿cómo iba a ser eso un III que marca el croquis?, y en segundo porque un poco más adelante ya se ve imposible de continuar y el diedro se debería ver ya desde aquí y no lo vemos. Tras haber pasado unos pocos metros me dice que está ahí la reunión y que arriba tiene el diedro... tenía razón.
Hago yo lo mismo que él... joer, vaya tramito que ponen de III: son solo unos 5 metrillos, pero los pasas solo agarrado con las manos por la grieta y los pies en adherencia sobre una pared vertical y lisa, y el vacío bajo de ti con un patiazo de impresión. Vamos... haciendo un pelín el gorila. En el fondo son fáciles pero el aspecto impresiona un poco especialmente si se con la cuerda sin seguros y tu compañero totalmente alejado en la otra punta y sin verte, como iba yo al principio. Cotar este punto de IV me parece más acertado que hacerlo de III.
Efectivamente, ahora sí, arriba tenemos el famoso diedro, que la perspectiva de esos pocos metros más a la derecha no nos dejaba reconocer aunque parezca increíble.
Largo 12 (6a): ¡Qué duro es encontrarte este "diedro" a estas alturas de vía!
Le toca a Fran encabezar este largo. Tras unos primeros metros para llegar a él, se alcanza un diedro perfecto, vertical y liso. Hay un parabolt justo a su inicio y luego hay tres clavos. Fran alcanza el parabolt fácilmente, que está en la pared izquierda. Comprueba que aunque se le denomina diedro realmente el largo va solo por su cara izquierda en lugar de por el fondo del diedro y además enseguida se sale por su borde izquierdo, donde está el primero de los tres clavos, ya prácticamente por fuera del diedro; por eso he puesto en el encabezado "diedro" entre comillas. Es un pequeño fiasco para Fran, que esperaba disfrutar de un buen diedro en este largo.
El parabolt, como he dicho, lo alcanza fácilmente, pero el llegar ya al primer clavo es ya otra cosa. No solo le cuesta un poco alcanzar el primer clavo, sino que tiene que montar una pedaleta con un anillo cinta en este primer clavo para poder seguir. Supongo que estando fresco lo hubiera peleado y sacado, pero después de 11 largos ya no es lo mismo. En el segundo y tercer clavo opta por acerar, si no recuerdo mal ni me equivoco. Finalmente termina el diedro y al rato me avisa de que ha hecho reunión.
Me toca el turno de remontar el largo. Subo hasta el diedro, sin más problemas que de costarte ya un poco más el escalar desde el punto de vista mental. Al parabolt se llega más o menos bien, pero el clavo... ahora entiendo las dificultades de Fran. Alcanzo el clavo. Yo no voy a usar pedaleta, porque luego me costaría recuperarla, así que pienso que en caso de apuro me agarro de la cuerda para ayudarme y punto. Según estoy en el primer clavo, pienso en colgarme un poco para descansar... pero estoy tonto y no sé si es que la cuerda no estaba del todo tensa y no me he dado cuenta, si es por el chicleo, o más bien por la suma de ambas... el caso es que me voy para abajo del orden de dos o tres
metros y me quedo colgando como un chorizo por el lado izquierdo por una zona desplomada y en un vacío descomunal... esto parece de película, jajajaja.
No me queda más remedio que trepar por una cuerda a pulso y decirle a Fran a gritos que vaya recuperando de la otra. Puff, cómo cuesta entre el chicleo y el no tener ningún otro punto de apoyo, pues la pared queda lo suficientemente lejos para que como mucho pueda rozarla con la punta de los pies pero no me sea útil. Me cuesta lo mío, pero vuelvo a llegar al clavo y recupero un poco brazos y aliento antes de seguir.
Llegar al siguiente clavo tiene tela... y viendo que Fran ha usado pedaleta ya me hago una idea. Por ello no tengo ningún reparo de, además de acerar, cogerme de la cuerda en algún momento que lo necesito. Del segundo al tercer clavo ya se llega mejor acerando, por lo que no supone más habillidad que el esfuerzo físico y la tensión del momento en una pared tan hostil que parece que quiere empujarte al vacío. Después del tercer clavo ya enseguida afloja y se acaba el diedro inmediatamente,
así que solo queda el último esfuerzo de salir del último clavo, algo más asequible que lo anterior.
Tras acabar el diedro veo a Fran que ha montado reunión en un árbol que hay a la izquierda... juraría que debería haber alguna reunión, pero de forma inmediata tampoco veo ninguna y simplemente me dirijo a donde está Fran.
Fran me comenta que le ha parecido bastante duro el largo y que piensa que la dificultad es más alta que un 6a. Ciertamente se ve que el largo es durillo y además estando a estas alturas de vía, con este desgaste físico y mental, estoy casi seguro que el 80-90% de la gente lo resuelve acerando.
Largo 13 (V): Rematamos por el último largo común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego"
Desde donde estamos no tenemos muy clara por donde es la salida del siguiente largo, que en teoría es un III sin muchos problemas. Salgo y me dirijo hacia la izquierda en ligera subida, hasta que veo claras dos canales de salida, una más o menos directa hacia arriba y otra que sube en diagonal por la izquierda. Me da la impresión desde donde estoy que la canal directa es prácticamente una trepada del orden de grado III, así que aviso a Fran para que venga donde yo mientras me voy trayendo la cuerda a la vez que sube, pensando que es la salida correcta de la vía.
Fran llega donde estoy yo y según llega le indico lo que veo y mi opinión y continúa hacia la canal directa, pensando que son trepadas más o menos fáciles. El terreno por aquí ya tumba algo y está mucho más roto y lleno de matojillos.
Cuando llega a un punto, comenta que lo que ve no es tan fácil como parecía desde donde estaba yo y que mejor se pasa a la otra canal. Hace un recorrido de transición entre las dos canales y se pasa a la de la izquierda.
En la canal de la izquierda se encuentra que el recorrido le lleva al borde de un gran desplome y aprieta algo pero encuentra parabolts, lo que le da confianza para seguir por ahí. Sigue escalando y arriba del todo llega a una reunión con parabolts. Desde luego no me encaja con lo que debería ser el último largo de la vía que estamos haciendo, pero evidentemente es un largo... aunque no sepamos de qué vía es.
Me toca subir y tiro para la canal, dando un poco de rodeo porque tengo que quitar un seguro colocado cuando se dirigía a la canal directa. El recorrido me lleva al borde del desplome, dando un buen ambiente donde ya no te esperabas más emociones al estar acabando la vía. Además aprieta un poquito la dificultad y de hecho en ese momento le comento a Fran que la dificultad de III (todavía pensábamos que podíamos estar en el largo correcto de la Valencianos) nada de nada, que para mí es un V o como poco un IV+ sobrevalorado por el desgaste físico y mental que tenemos. Ya hemos notado que los grados de los largos en muchos casos estaban cotados en los croquis un poco por debajo de nuestras apreciaciones, pero aquí la diferencia era más grande.
Llego a la reunión y sobrepaso a Fran para colocarme más arriba en un sitio un poco más tranquilo. donde poder recoger.
Ya investigando en casa descubriría que nos habíamos desviado muchísimo hacia la izquierda y nos habíamos metido en el último largo común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego", cotado de V, por lo que mis apreciaciones habían sido bastante acertadas. El enorme desplome que bordea este largo no me ha dado lugar a dudas para su identificación, corroborado también por la secuencia de parabolts encontrados.
Cima
Recogemos y veo un sitio un poco más cómodo un poco más arriba, así que subimos ahí y nos damos un pequeño festín de picoteo, y agua celebrando el haber completado la vía. Por supuesto no pueden faltar los cacahuetes garrapiñados que nos sirven siempre de premio-celebración por haber terminado una vía o alcanzado un objetivo y que normalmente repetimos en cada cima o final de vía como un ritual.
Disfrutamos de un buen rato de relax. Estamos bajo un desplome que nos hace sombra, lo cual es muy de agradecer después del calor que hemos pasado en la vía, y corre airecillo. Encima tenemos la satisfacción de haber acabado la vía, que nos ha resultado mucho más peleona de lo previsto, así que es imposible resistirse a tomarse un buen tiempo de relajación.
Cuando decidimos que ya hemos tenido bastante... o mejor dicho, cuando nos damos cuenta que el tiempo no pasa en balde y todavía tenemos que descender de aquí, reaccionamos y nos ponemos de nuevo en marcha. El calor se ha ido y hace más fresquete, además de que nos hemos quedado fríos, así que nos hemos tenido que poner manga larga antes de continuar.
Unas trepadas nos llevan hasta la cima, o mejor dicho parte superior de esta parte del macizo. Allí nos hacemos la foto cimera... que no falte.
Inicio de este largo de transición |
Llego a un punto en el que hay una reunión. Hay que llegar hasta situarse bajo el diedro del siguiente largo. Por arriba son desplomes descomunales y totalmente inaccesibles. Del diedro del siguiente largo no hay ni rastro, aunque la apariencia de lo que veo a media distancia tampoco es muy distinta de lo que tengo en mi información que llevo. Deduzco que es la reunión intermedia y hay que seguir.
La continuación es ya un poco más de ir en travesía que de andar, pero sigue siendo fácil. No obstante enseguida llega un momento que no veo continuación, ya que está el vacío... y lo que se ve por arriba no es el famoso diedro.
Después de darle muchas vueltas decido volver a la anterior reunión y que venga Fran a ver si entre los dos lo acabamos de descifrar, ya que por ningún lado veo el famoso diedro, aunque por otra parte echándole imaginación y pensando que no lo estamos viendo desde el ángulo adecuado, puede ser varias de las zonas que veo por arriba... pero los desplomes inabordables que tienen por encima me hacen pensar que no es así.
Fran llega enseguida y echa un vistazo. Donde había llegado yo que no veía continuación resulta que no tiene ningún apoyo para pies, que además incluso creo recordar que desploma un poco, aunque sí que hay una fisura horizontal que vendría muy bien para las manos. A la vista de que no encontramos otra posibilidad Fran decide seguir por esa grieta sobre el vacío. Yo al principio desconfío por la apariencia diciéndole que no puede ser por ahí, en primer lugar porque ¿cómo iba a ser eso un III que marca el croquis?, y en segundo porque un poco más adelante ya se ve imposible de continuar y el diedro se debería ver ya desde aquí y no lo vemos. Tras haber pasado unos pocos metros me dice que está ahí la reunión y que arriba tiene el diedro... tenía razón.
Hago yo lo mismo que él... joer, vaya tramito que ponen de III: son solo unos 5 metrillos, pero los pasas solo agarrado con las manos por la grieta y los pies en adherencia sobre una pared vertical y lisa, y el vacío bajo de ti con un patiazo de impresión. Vamos... haciendo un pelín el gorila. En el fondo son fáciles pero el aspecto impresiona un poco especialmente si se con la cuerda sin seguros y tu compañero totalmente alejado en la otra punta y sin verte, como iba yo al principio. Cotar este punto de IV me parece más acertado que hacerlo de III.
Efectivamente, ahora sí, arriba tenemos el famoso diedro, que la perspectiva de esos pocos metros más a la derecha no nos dejaba reconocer aunque parezca increíble.
Largo 12 (6a): ¡Qué duro es encontrarte este "diedro" a estas alturas de vía!
Le toca a Fran encabezar este largo. Tras unos primeros metros para llegar a él, se alcanza un diedro perfecto, vertical y liso. Hay un parabolt justo a su inicio y luego hay tres clavos. Fran alcanza el parabolt fácilmente, que está en la pared izquierda. Comprueba que aunque se le denomina diedro realmente el largo va solo por su cara izquierda en lugar de por el fondo del diedro y además enseguida se sale por su borde izquierdo, donde está el primero de los tres clavos, ya prácticamente por fuera del diedro; por eso he puesto en el encabezado "diedro" entre comillas. Es un pequeño fiasco para Fran, que esperaba disfrutar de un buen diedro en este largo.
Fran alcanza el pie del diedro |
Empezando a atacar el diedro |
Me toca el turno de remontar el largo. Subo hasta el diedro, sin más problemas que de costarte ya un poco más el escalar desde el punto de vista mental. Al parabolt se llega más o menos bien, pero el clavo... ahora entiendo las dificultades de Fran. Alcanzo el clavo. Yo no voy a usar pedaleta, porque luego me costaría recuperarla, así que pienso que en caso de apuro me agarro de la cuerda para ayudarme y punto. Según estoy en el primer clavo, pienso en colgarme un poco para descansar... pero estoy tonto y no sé si es que la cuerda no estaba del todo tensa y no me he dado cuenta, si es por el chicleo, o más bien por la suma de ambas... el caso es que me voy para abajo del orden de dos o tres
metros y me quedo colgando como un chorizo por el lado izquierdo por una zona desplomada y en un vacío descomunal... esto parece de película, jajajaja.
No me queda más remedio que trepar por una cuerda a pulso y decirle a Fran a gritos que vaya recuperando de la otra. Puff, cómo cuesta entre el chicleo y el no tener ningún otro punto de apoyo, pues la pared queda lo suficientemente lejos para que como mucho pueda rozarla con la punta de los pies pero no me sea útil. Me cuesta lo mío, pero vuelvo a llegar al clavo y recupero un poco brazos y aliento antes de seguir.
Llegar al siguiente clavo tiene tela... y viendo que Fran ha usado pedaleta ya me hago una idea. Por ello no tengo ningún reparo de, además de acerar, cogerme de la cuerda en algún momento que lo necesito. Del segundo al tercer clavo ya se llega mejor acerando, por lo que no supone más habillidad que el esfuerzo físico y la tensión del momento en una pared tan hostil que parece que quiere empujarte al vacío. Después del tercer clavo ya enseguida afloja y se acaba el diedro inmediatamente,
así que solo queda el último esfuerzo de salir del último clavo, algo más asequible que lo anterior.
Tras acabar el diedro veo a Fran que ha montado reunión en un árbol que hay a la izquierda... juraría que debería haber alguna reunión, pero de forma inmediata tampoco veo ninguna y simplemente me dirijo a donde está Fran.
Saliendo del diedro después de haber pasado el apretón de los tres clavos |
Fran me comenta que le ha parecido bastante duro el largo y que piensa que la dificultad es más alta que un 6a. Ciertamente se ve que el largo es durillo y además estando a estas alturas de vía, con este desgaste físico y mental, estoy casi seguro que el 80-90% de la gente lo resuelve acerando.
Largo 13 (V): Rematamos por el último largo común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego"
Desde donde estamos no tenemos muy clara por donde es la salida del siguiente largo, que en teoría es un III sin muchos problemas. Salgo y me dirijo hacia la izquierda en ligera subida, hasta que veo claras dos canales de salida, una más o menos directa hacia arriba y otra que sube en diagonal por la izquierda. Me da la impresión desde donde estoy que la canal directa es prácticamente una trepada del orden de grado III, así que aviso a Fran para que venga donde yo mientras me voy trayendo la cuerda a la vez que sube, pensando que es la salida correcta de la vía.
Fran llega donde estoy yo y según llega le indico lo que veo y mi opinión y continúa hacia la canal directa, pensando que son trepadas más o menos fáciles. El terreno por aquí ya tumba algo y está mucho más roto y lleno de matojillos.
Cuando llega a un punto, comenta que lo que ve no es tan fácil como parecía desde donde estaba yo y que mejor se pasa a la otra canal. Hace un recorrido de transición entre las dos canales y se pasa a la de la izquierda.
En la canal de la izquierda se encuentra que el recorrido le lleva al borde de un gran desplome y aprieta algo pero encuentra parabolts, lo que le da confianza para seguir por ahí. Sigue escalando y arriba del todo llega a una reunión con parabolts. Desde luego no me encaja con lo que debería ser el último largo de la vía que estamos haciendo, pero evidentemente es un largo... aunque no sepamos de qué vía es.
Fran escalando cerca del borde del gran desplome de la izquierda, casi acabando la vía... desviados por otra vía. |
Me toca subir y tiro para la canal, dando un poco de rodeo porque tengo que quitar un seguro colocado cuando se dirigía a la canal directa. El recorrido me lleva al borde del desplome, dando un buen ambiente donde ya no te esperabas más emociones al estar acabando la vía. Además aprieta un poquito la dificultad y de hecho en ese momento le comento a Fran que la dificultad de III (todavía pensábamos que podíamos estar en el largo correcto de la Valencianos) nada de nada, que para mí es un V o como poco un IV+ sobrevalorado por el desgaste físico y mental que tenemos. Ya hemos notado que los grados de los largos en muchos casos estaban cotados en los croquis un poco por debajo de nuestras apreciaciones, pero aquí la diferencia era más grande.
Vista que tiene Fran desde el final de la vía, cuando estoy empezando a remontar este último largo |
Llego a la reunión y sobrepaso a Fran para colocarme más arriba en un sitio un poco más tranquilo. donde poder recoger.
Ya investigando en casa descubriría que nos habíamos desviado muchísimo hacia la izquierda y nos habíamos metido en el último largo común de las vías "Café Licor" y "Fisura Hermanos Gallego", cotado de V, por lo que mis apreciaciones habían sido bastante acertadas. El enorme desplome que bordea este largo no me ha dado lugar a dudas para su identificación, corroborado también por la secuencia de parabolts encontrados.
Cima
Recogemos y veo un sitio un poco más cómodo un poco más arriba, así que subimos ahí y nos damos un pequeño festín de picoteo, y agua celebrando el haber completado la vía. Por supuesto no pueden faltar los cacahuetes garrapiñados que nos sirven siempre de premio-celebración por haber terminado una vía o alcanzado un objetivo y que normalmente repetimos en cada cima o final de vía como un ritual.
Disfrutamos de un buen rato de relax. Estamos bajo un desplome que nos hace sombra, lo cual es muy de agradecer después del calor que hemos pasado en la vía, y corre airecillo. Encima tenemos la satisfacción de haber acabado la vía, que nos ha resultado mucho más peleona de lo previsto, así que es imposible resistirse a tomarse un buen tiempo de relajación.
Cuando decidimos que ya hemos tenido bastante... o mejor dicho, cuando nos damos cuenta que el tiempo no pasa en balde y todavía tenemos que descender de aquí, reaccionamos y nos ponemos de nuevo en marcha. El calor se ha ido y hace más fresquete, además de que nos hemos quedado fríos, así que nos hemos tenido que poner manga larga antes de continuar.
Unas trepadas nos llevan hasta la cima, o mejor dicho parte superior de esta parte del macizo. Allí nos hacemos la foto cimera... que no falte.
Foto cimera |
Descenso
No sabemos cómo es el descenso. La verdadera cima del Ponoig sí que la he visitado en otra ocasión y desde ahí se puede bajar andando, pero se ve muy a lo lejos y bastante más alta y el rodeo a dar sería muy grande, así que hay que leer lo que dicen las reseñar y seguirlo para bajar. Al inicio del post he colocado un croquis del descenso que he elaborado y que creo que lo aclara muchísimo... ¡ojala lo hubiéramos tenido nosotros!
Esta cima es como una explanada enorme. Lo primero que leemos es que hay que ir a la cima norte. La verdad es que está todo bastante horizontal aquí arriba, así que no es fácil interpretar cuál es esa cima norte. Seguimos hacia el norte, en dirección a la parte que parece un poco más alta... pero por ahí ni de coña se puede bajar, así que no es por ahí.
Seguimos por el borde de esta gran meseta cimera, recorriéndolo hacia el oeste, pero no se ve ningún punto de por dónde puede ser la bajada. Tengo entendido que más al oeste también hay un punto de bajada por una canal y no sé si algún rápel, pero tras dudarlo por unos minutos al final pensamos que es mejor intentar encontrar la bajada que usa todo el mundo y dejarse de una idea de la que realmente no tenemos información.
Deshacemos toda la caminatilla que nos habíamos hecho por aquí arriba y nos dirigimos más hacia el noreste. Allí nos asomamos y efectivamente vemos lo que parece un senderillo de bajada que en teoría nos debe llevar a un primer rápel. Creo que si hubiéramos salido bien por el largo correcto de la vía, el dar con este sendero es más evidente y sin tener que subir hasta arriba del todo ahorrándose unos metrillos, pero como nos hemos liado pues eso no ha sido tan fácil. Pongo de nuevo el croquis del descenso para refrescarlo:
Descendemos por el senderillo que nos lleva a una especie de corta pedrera muy inclinada que muere en un cortado. A la izquierda y en el borde se ve que está el árbol que va a servir para rapelar. El bajar por esa corta pedrera es realmente delicado ya que está muy pendiente y resbalas continuamente, con un buen precipicio que hay a continuación por el que acabarías cayendo; de hecho bajas prácticamente deslizando. Por eso, la última parte de la pedrera, llegando al árbol, en la que estás ya muy cerca del borde, la haces pisando con sumo cuidado y cogiéndote de agarres de la pared que tienes al lado derecho.
En el árbol hay una cadena y cordinos para montar el rápel. Es un rápel de unos 40 o 45 metros por lo que es necesario empalmar cuerdas. Rapelo primero yo y luego baja Fran. Es un rápel muy vertical, lo que en parte se agradece.
Una vez estamos los dos abajo, recogemos las cuerdas y continuamos. La continuación consiste en bajar por una pedrera, pero ahora además de ser muchísimo más larga no hay peligros alrededor.
Nos lleva unos cuantos minutillos el bajar medio deslizando por esta pedrera hasta que llegamos a donde muere. El lugar donde muere no es otro que es el sendero donde prácticamente empieza (bueno, realmente unos cuantos metros antes) el descenso de la vía ferrata de aquí. A este sendero llegamos en dirección perpendicular a él.
Seguimos el sendero, que va más o menos hacia el norte sin perder mucha altura, hasta que llega al borde y da un giro de casi 180 grados para bajar por una amplia vira que va a morir donde están los dos rápeles finales.
Se nos empieza a hacer de noche cuando llegamos a los dos rápeles, que van uno a continuación de otro. El primero es de 25 m y el segundo de 35 m, y así está indicado allí mismo, así que en teoría es necesario empalmar cuerdas para el segundo porque con una no llegarías al suelo. No obstante, algunas reseñas de la ferrata dicen que se puede llegar a hacer el segundo con una cuerda. A pesar de ello no queremos arriesgarnos por si acaso, pero lo observaremos por si mañana hacemos la ferrata.
Rapelo el primer rápel, luego rapela Fran, empalmamos cuerdas y hacemos el segundo rápel de la misma forma: yo primero que tengo el autobloqueador y luego Fran.
Al recoger las cuerdas compruebo que efectivamente llega algo justillo pero hubiera dado para hacerlo con una sola cuerda (ojo que no con todas las cuerdas de 60 metros puede que ocurra esto y también depende de si está un poco "dadas de sí"), así que si mañana hacemos la ferrata nos llevaremos solo la cuerda de Fran, que además es un pelín más larga que la mía.
Encendemos la luz de los frontales y continuamos con el descenso, ya andando hasta donde tenemos el coche. El frontal de Fran creo recordar que está casi sin pilas (o no recuerdo si era sin el "casi") y el mío también con las pilas a punto de morir. ¡Vaya desastre somos y qué poco precavidos hemos sido!
Al poco de iniciar el descenso se apaga mi frontal, así que nos quedamos a oscuras. Al dar al botón de encendido ilumina pobremente durante 3 o 4 segundos antes de volver a apagarse por falta de corriente suficiente, así que me tengo que contentar con ir haciendo eso según lo voy necesitando. No es raro, entonces, que el regreso lo vayamos haciendo casi campo a través con incluso algún pequeño destrepillo y algún punto de esos en los que no tienes más remedio que retroceder un poco y continuar por otro lado. El sendero lo hemos perdido por ir a oscuras, al poquito de partir desde donde hemos finalizado los rápeles. Curiosamente acabamos dando de nuevo con el sendero casi llegando a donde está el coche, así que todo este recorrido ha sido un poco aventurero por en medio de piedras, árboles y vegetación; afortunadamente nos han guiado las luces de las instalaciones que hay donde se deja el coche
Una vez llegamos al coche nos acomodamos un poco y bajamos de nuevo al pueblo, a la plaza, para reponer el agua de todas nuestras cantimploras. Cenamos y nos acoplamos para dormir. Para mañana tenemos previsto hacer la ferrata del Ponoig.
No sabemos cómo es el descenso. La verdadera cima del Ponoig sí que la he visitado en otra ocasión y desde ahí se puede bajar andando, pero se ve muy a lo lejos y bastante más alta y el rodeo a dar sería muy grande, así que hay que leer lo que dicen las reseñar y seguirlo para bajar. Al inicio del post he colocado un croquis del descenso que he elaborado y que creo que lo aclara muchísimo... ¡ojala lo hubiéramos tenido nosotros!
Esta cima es como una explanada enorme. Lo primero que leemos es que hay que ir a la cima norte. La verdad es que está todo bastante horizontal aquí arriba, así que no es fácil interpretar cuál es esa cima norte. Seguimos hacia el norte, en dirección a la parte que parece un poco más alta... pero por ahí ni de coña se puede bajar, así que no es por ahí.
Seguimos por el borde de esta gran meseta cimera, recorriéndolo hacia el oeste, pero no se ve ningún punto de por dónde puede ser la bajada. Tengo entendido que más al oeste también hay un punto de bajada por una canal y no sé si algún rápel, pero tras dudarlo por unos minutos al final pensamos que es mejor intentar encontrar la bajada que usa todo el mundo y dejarse de una idea de la que realmente no tenemos información.
Deshacemos toda la caminatilla que nos habíamos hecho por aquí arriba y nos dirigimos más hacia el noreste. Allí nos asomamos y efectivamente vemos lo que parece un senderillo de bajada que en teoría nos debe llevar a un primer rápel. Creo que si hubiéramos salido bien por el largo correcto de la vía, el dar con este sendero es más evidente y sin tener que subir hasta arriba del todo ahorrándose unos metrillos, pero como nos hemos liado pues eso no ha sido tan fácil. Pongo de nuevo el croquis del descenso para refrescarlo:
Descendemos por el senderillo que nos lleva a una especie de corta pedrera muy inclinada que muere en un cortado. A la izquierda y en el borde se ve que está el árbol que va a servir para rapelar. El bajar por esa corta pedrera es realmente delicado ya que está muy pendiente y resbalas continuamente, con un buen precipicio que hay a continuación por el que acabarías cayendo; de hecho bajas prácticamente deslizando. Por eso, la última parte de la pedrera, llegando al árbol, en la que estás ya muy cerca del borde, la haces pisando con sumo cuidado y cogiéndote de agarres de la pared que tienes al lado derecho.
En el árbol hay una cadena y cordinos para montar el rápel. Es un rápel de unos 40 o 45 metros por lo que es necesario empalmar cuerdas. Rapelo primero yo y luego baja Fran. Es un rápel muy vertical, lo que en parte se agradece.
Preparándome para rapelar, guardando el equilibrio con el hombro apoyado en el árbol mientras hago el montaje |
Una vez estamos los dos abajo, recogemos las cuerdas y continuamos. La continuación consiste en bajar por una pedrera, pero ahora además de ser muchísimo más larga no hay peligros alrededor.
Nos lleva unos cuantos minutillos el bajar medio deslizando por esta pedrera hasta que llegamos a donde muere. El lugar donde muere no es otro que es el sendero donde prácticamente empieza (bueno, realmente unos cuantos metros antes) el descenso de la vía ferrata de aquí. A este sendero llegamos en dirección perpendicular a él.
En la parte final de la pedrera que hay tras el primer rápel... |
...que como toda pedrera que se precie, se baja medio deslizando |
Ya va a anochecer pronto |
Se nos empieza a hacer de noche cuando llegamos a los dos rápeles, que van uno a continuación de otro. El primero es de 25 m y el segundo de 35 m, y así está indicado allí mismo, así que en teoría es necesario empalmar cuerdas para el segundo porque con una no llegarías al suelo. No obstante, algunas reseñas de la ferrata dicen que se puede llegar a hacer el segundo con una cuerda. A pesar de ello no queremos arriesgarnos por si acaso, pero lo observaremos por si mañana hacemos la ferrata.
Iniciando el primero de los dos rápeles finales |
Rapelo el primer rápel, luego rapela Fran, empalmamos cuerdas y hacemos el segundo rápel de la misma forma: yo primero que tengo el autobloqueador y luego Fran.
Al recoger las cuerdas compruebo que efectivamente llega algo justillo pero hubiera dado para hacerlo con una sola cuerda (ojo que no con todas las cuerdas de 60 metros puede que ocurra esto y también depende de si está un poco "dadas de sí"), así que si mañana hacemos la ferrata nos llevaremos solo la cuerda de Fran, que además es un pelín más larga que la mía.
Encendemos la luz de los frontales y continuamos con el descenso, ya andando hasta donde tenemos el coche. El frontal de Fran creo recordar que está casi sin pilas (o no recuerdo si era sin el "casi") y el mío también con las pilas a punto de morir. ¡Vaya desastre somos y qué poco precavidos hemos sido!
Al poco de iniciar el descenso se apaga mi frontal, así que nos quedamos a oscuras. Al dar al botón de encendido ilumina pobremente durante 3 o 4 segundos antes de volver a apagarse por falta de corriente suficiente, así que me tengo que contentar con ir haciendo eso según lo voy necesitando. No es raro, entonces, que el regreso lo vayamos haciendo casi campo a través con incluso algún pequeño destrepillo y algún punto de esos en los que no tienes más remedio que retroceder un poco y continuar por otro lado. El sendero lo hemos perdido por ir a oscuras, al poquito de partir desde donde hemos finalizado los rápeles. Curiosamente acabamos dando de nuevo con el sendero casi llegando a donde está el coche, así que todo este recorrido ha sido un poco aventurero por en medio de piedras, árboles y vegetación; afortunadamente nos han guiado las luces de las instalaciones que hay donde se deja el coche
Una vez llegamos al coche nos acomodamos un poco y bajamos de nuevo al pueblo, a la plaza, para reponer el agua de todas nuestras cantimploras. Cenamos y nos acoplamos para dormir. Para mañana tenemos previsto hacer la ferrata del Ponoig.
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