miércoles, 5 de septiembre de 2018

Cresterío Penya Grossa-Penya de la Mina

Cresterío Penya Grossa-Penya de la Mina

Año 2018. Participantes: yo en solitario

Despues de un intento fallido por problemas de horario y de haber visitado independientemente las dos cimas que delimitan este cresterío, quedaba pendiente una nueva visita para poder recorrerlo y disfrutarlo, dadas las buenas opiniones que había leído de él. Esta vez sí que me he podido planificar mejor para completar esta bonita actividad.


Como comento en el párrafo anterior, mi primera visita a esta sierra, la sierra de Algaiat, tenía como objetivo hacer las dos cimas, Penya de la Mina y Penya Grossa, recorriendo el cresterío para llegar de la primera a la segunda. En mi ambición y exceso de optimismo, había añadadido la cima de Algarejo, al otro lado del valle, para hacerla previamente, todo en una misma mañana. A ello hay que añadir también una hora de ida y otra de vuelta parra llegar en coche desde mi alojamiento hasta la zona... vamos, que no sé en qué narices estaba pensando cuando calculé que todo eso era posible hacerlo en una mañana... aunque la verdad es que tampoco faltó mucho y hubiera sido posible "estirando" un poco la mañana y llegando a comer a casa con un poco de retraso, pero tampoco era cuestión de crear tensión con la familia.

La cosa en esa ocasión fue de este modo: madrugón llegando a la zona con el coche todavía de noche pero a punto de amanecer,  me ventilo la cima de Algarejo a buen ritmo, bajo y tiro hacia la Penya de la Mina. Decido subir a la Penya de la Mina por el lado derecho, en lugar del sendero que sube por el izquierdo haciendo un amplio zigzag para intentar suavizar las fuertes pendientes; con ello busco la subida directa para reducir el tiempo un poco más, aunque a costa de subir por pendientes casi inhumanas. Corono la Penya de la Mina; de momento voy más o menos acorde con el apretado horario que había previsto. Apenas dedico algún minuto para reponer energías y tiro por el cresterío en dirección a Penya Grossa. A mitad de cresterío miro el reloj... el cresterío me está llevando más tiempo de lo que pensaba, y el problema es que tengo que hacerlo también de vuelta para volver a la Penya de la Mina y bajar desde ella al coche, con lo que ese tiempo de más hay que multiplicarlo por dos... echo las cuentas y veo que me voy de hora, así que inmediatamente decido abortar.

Dado que se me había quedado pendiente la cima de Penya Grossa, decido acometerla otro día desde Algueña, día que dedicaría también a hacer dos cimas más en otra sierra más al norte. En definitiva, tenía hechas las dos cimas. Penya de la Mina y Penya Grossa, pero por separado.

Sin embargo, planificando este año qué actividades podía hacer en mi visita anual a tierras alicantinas, no solo pensé en hacer este cresterío que se me había quedado pendiente, sino que además se me ocurrió alguna cosa más: evitar el tener que hacer de nuevo el cresterío de vuelta, aunque tampoco era una mala opción, haciendo el retorno al coche ya por abajo de la sierra, cosa que inicialmente descartaba por parecerme una caminara aburrida, larga, monótona y pesada, pero contando con esconder una bicicleta vieja en el punto final que me permitiera volver al coche de una forma más rápida y menos penosa.

Dicho y hecho. Aunque con algunas divertidas anécdotas con el tema de la bici, la cosa funcionó bastante bien, permitiéndome cerrar este asunto pendiente de una forma relativamente cómoda.

Si quieres, puedes acceder a la lista de los "unmiles" de Alicante visitados en este enlace.

Datos:
Actividad: Montañismo;      Zona: Alicante
Cimas: Penya Grossa (1087 m) y Penya de la Mina (1053 m).
Dificultades/Características: Recorrido con dificultad variable, en el sentido de que las posibles dificultades que pueda haber en el cresterío en general son fácilmente esquivables si se quieren evitar, y por el contrario le puedes buscar un plus de emoción en algunos puntos que el recorrido de ascenso no pasa exactamente por el filo del cresterío sino al lado. No obstante, hablando del recorrido "normal" éste solo presenta algunas pequeñas destrepadas o destrepes sin una dificultad reseñable.
A PIELongitud: 7,6 km;     Desnivel positivo:  720 m;     Desnivel negativo: 540 m
EN BICILongitud: 7,5 km;     Desnivel positivo:  100 m;     Desnivel negativo: 280 m
TOTALLongitud total: 15,1 km;     Desnivel positivo:  820 m;     Desnivel negativo: 820 m

Tiempos:
Mis tiempos, incluyendo paradas, fueron los siguientes:
  • Inicio - Cima Penya Grossa: 54 min
  • Estancia cima Penya Grossa: 5 min
  • Cima Penya Grossa - Cima Penya de la Mina (cresterío): 1 h 27 min
  • Estancia cima Penya de la Mina: 11 min
  • Cima Penya de la Mina - bicicleta escondida: 31 min
  • Recuperación y preparación de la bici: 4 min
  • Recorrido en bici hasta el coche: 39 min
Total: 3 h 51 min

Track:
Grabado in situ y depurado. Dividido en dos para diferenciar el tramo a pie del tramo en bici

Tramo a pie (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
 

Índice IBP a pie: 72


Tramo en bici (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
 
Índice IBP en bici: 26

Índice IBP Total: 98



Fecha: 8 de agosto de 2018

Madrugo como otras veces, aunque esta vez voy a estar más entretenido con los preparativos por el tema de la bici. Cargo la bici al coche y me desplazo a la zona en cuestión. Allí me acerco con el coche a la zona por donde tengo previsto llegar, compruebo por donde voy a llegar aquí y busco una ubicación para esconder la bici de forma que quede también encadenada a un árbol.

La bici es una bici muy vieja que tengo por Alicante pero que a veces hace su apaño, como en esta ocasión. Es literalmente un hierro con ruedas, puesto que no es ni de aluminio. He previsto llevarme un hinchador y una recámara de repuesto, ya que aunque son pocos kilómetros, menos de 10, no sé hasta que punto puede fiarse uno de ella, y más teniendo en cuenta que en principio van a ser por caminos de piedras.

Previamente había pensado cómo era mejor hacerlo, llegando a la conclusión que en mis circunstancias lo mejor era hacer el cresterío en sentido Penya Grossa-Penya de la Mina. Ello supone más desnivel positivo a pie y menos en bici, lo cual era lo que mejor me encajaba doblemente: por un lado prefería hacer más desnivel positivo a pie pues en teoría la actividad era para hacer a pie, y en segundo lugar dado el estado lamentable de la bici y los problemas que me pudiera acarrear por su vejez y por no ser realmente una bici de montaña sino más bien de paseo con apariencia de montaña,  prefería que el tramo en bici fuera mayoritariamente en descenso y muy moderado. Seguro que las cubiertas, las recámaras y muchas gomas y piezas están "pasadas", otras oxidadas; y luego hay cosas que a uno se le quedan grabadas como una vez que llevé una bici con llantas "de paseo" (como las que lleva la bici que llevo en esta ocasión), el lugar de las habituales llantas de doble pared de las bicicletas de montaña, la metí por algunos caminos rotos a cierta velocidad y volví con la rueda delantera hecha un ocho y la trasera también tocada. No me equivocaba, como luego se verá.

Una vez escondida la bici entre unos matorrales y encadenada a un árbol, le coloco un poco de hierba por encima de las partes que más se pudieran ver... a la vez que me pregunto ¿y quién va a querer llevarse esto?... en fin, que más que por que se la lleven es porque alguien me haga la gracia y me quede sin ella para facilitar la vuelta al coche, y sobre todo con el calor que hará a esas horas.

Una vez resuelta la colocación de la bici, monto de nuevo en el coche y voy al punto de inicio, por el lado de Algueña, que ya conozco de la otra vez que subí a Penya Grossa.

Aparco el coche y cojo la mochila. Estoy listo para andar. Son las 7:45... normalmente me gusta empezar a andar hacia las 7:00 que es cuando amanece por aquí en estas fechas pero, teniendo en cuenta el lío de cargar la bici en el coche y todos los preparativos de llevarla al sitio adecuado y dejarla preparada para luego el retorno, me doy por contento con la hora que es.

En la mochila, aparte de hidratación y algo de comer, también llevo el hinchador de la bici y una recámara de repuesto, que me toca cargar con ellos durante todo el cresterío para luego tenerlos cuando coja la bici; es cierto que podría haberlos dejado también escondidos junto a la bici, pero realmente no pesan tanto como para pensar en hacer eso y tengo suficiente hueco en la mochila.

Comienzo a andar y el sendero me lleva rápidamente al barranco por el que se sube a Penya Grossa.

El sendero empieza a subir siempre por el fondo del barranco. Creo que se llama baranco del Fraile. Las marcas de pintura blanca y amarilla del PR van confirmando el recorrido del sendero, pero realmente éste no tiene pérdida ya que va todo el rato por el fondo del barranco. En algún punto puede despistar un poco la vegetación si éste despues de lluvias o lo que sea se ha cerrado un poco, pero insisto en que siempre es por el fondo del barranco toda esta parte y que las marcas de PR van a ir confirmándolo cada cierta distancia.

Subiendo por el fondo del barranco. Las marcas amarilla y blanca, de PR, en la roca van confirmando que vas por el sitio correcto

El ir aquí encajonado en el fondo del barranco supone que no corre mucho aire y hay mucha humedad a estas horas así que entre eso y el esfuerzo de subida, y aunque yo no soy mucho de sudar, pronto estoy echando goterones de sudor. La pendiente no es excesivamente alta y gracias a ello se sube bien, pero es bastante constante y machacona.

Cuando se lleva un buen rato subiendo por el fondo del barranco y se aprecia que éste empieza abrirse pronto toca salirse por el lado izquierdo. Se va intuyendo también aparte de porque el barranco se abra, porque se ve que ya no queda tanto de barranco . En cualquier caso, llegado al punto en cuestión una marca de PR en una roca indica claramente que hay que torcer a la izquierda, con lo que no ofrece ninguna duda. Por si fuera poco, si te fijas bien unos metros más arriba por el lado izquierdo se ve otra marca de confirmación de que por ahí va el PR.

Marca de PR que indica que aquí se tuerce a la izquierda, aunque el sendero también te lleva

Salgo, como digo, del barranco por el lado izquierdo. Aquí la pendiente crece un poco más, pero el sendero va buscanco con un cierto serpenteo el mejor recorrido para ir ganando altura. Enseguida se llega a la arista superior izquierda del barranco, donde aparte de correr un poco más el aire y sentirse uno mucho más aliviado en ese aspecto, se tienen unas buenas vistas de Algueña y de las descomunales canteras que hay en las montañas al norte de esta población.

Si miro a mi izquierda se empieza a ver la población de Algueña

Por esta zona alta ya con un campo de visión amplio y un airecillo que corre con libertad se continua en dirección hacia la cima, es decir, hacia arriba. Se tienen unas buenas vistas de Algueña y de las descomunales canteras que hay en las montañas al norte de esta población; estas canteras me comentaba un paisano en una de mis visitas a la zona, que eran las canteras de mármol más grandes de europa, pero cuando fui a comprobarlo no solo eso, sino que son las más grandes del mundo.
 
Por la parte alta ya se ve perfectamente Algueña
Y al fondo el monte con las descomunales canteras de mármol. Las más grandes del mundo

La pendiente sigue siendo empinada y constante. En algun momento se puede perder de vista el sendero si no vas suficientemente atento, pero enseguida lo vuelves a recuperar a poco que observes. Las marcas de PR también ayudan a confirmar que vas por buen camino.

Después de toda esta subida con una pendiente tan constante, ésta empieza repentinamente a ceder y se llega a un alto. Resulta un alivio dejar atrás esta pendiente tan machacona que no ha cesado ni un momento en los prácticamente 500 metros de desnivel que tiene; no en vano, pasamos del punto de menor altitud de toda la ruta, que es el inicial, al de mayor altitud que es la cima de Penya Grossa.

En el alto hay unos carteles indicativos, uno de los cuales indica que nuestra primera cima está a 4 minutos... efectivamente hay que seguir un poco y hacer otra pequeña subidita final para rematar la faena hasta la cima de Penya Grossa.

Vistas hacia el sur tras haber pasado los carteles indicativos

Alcanzo la cima de Penya Grossa. Me hago la foto de rigor y me recreo un poco con las vistas mientras pico algo rápido. La verdad es que hay algo de calima y la visibilidad no llega tan lejos como quisiera, pues creo que desde algunos de  los picos de esta sierra se llega a ver el mar en días muy despejados. Al manipular la mochila tengo una especie de obsesión por que no se me despiste la llave del candado de la bici, para no encontrarme el marrón de no poder desencadenar la bici del árbol por haberla perdido... obsesión relativamente absurda porque peor sería que perdiera las llaves del coche.

Cima de Penya Grossa

Continuo, o mejor dicho comienzo el recorrido del cresterío. Un tramito en horizontal por la zona de la cima y ya comienzo a descender por el cresterío. Por el lado derecho hay altas paredes.

El lado derecho (sur) está cortado por altas paredes verticales

El recorrido va a pasar por cinco cimas intermedias, a las que hay que añadir las dos de los extremos: Penya Grossa y Penya de la Mina. La combinación calima, sol y nubes me va a permitir retratar algunos de estos picos intermedios desde aquí en una bonita perspectiva, lo que es una suerte porque luego desde el otro lado mirando atrás la iluminación y la perspectiva hace que estos picos intermedios pasen desapercibidos, pareciendo un recorrido menos accidentado de lo que es.

Una bonita foto en la que gracias a las condiciones de luz aparecen siluetadas unas cuantas de las cimas intermedias del cresterío

El recorrido va marcado en algunos sitios con flechas o puntos rojos pintados en la roca. De todos modos salvo en una ocasión, el recorrido nunca se separa más de 5 o 10 metros de lo que sería el filo del cresterío, por lo que si notas que te desvías más y baja más de la cuenta es porque te estás desviando por un sendero de bajada. Eso podría llegar a pasarte más bien por el lado izquierdo (norte), pero yendo suficientemente atento no tienes por qué tener ningún problema.

Los puntos de pintura roja en las rocas aparecen de vez en cuando para indicarnos la ruta, aunque éste tampoco tiene mucha pérdida
Otra foto en la que se aprecian bien las cimas intermedias


Yo intento ir todo el rato por pleno filo, aunque el recorrido se separe un par de metros para un lado u otro buscando un paso algo más fácil. Es lo que me he propuesto y solo me lleva a saltar un poco más de piedra en piedra o algún destrepe tampoco muy complicado. Si var por el recorrido normal también te encuentras algún pequeño y fácil destrepe... yo casi le llamaría "bajar algún escalón de roca" más que "destrepar".

Vista atrás, ya cerca de la primera cima intermedia

Voy llegando a la primera cima intermedia. Hay un "4" pintado en rojo que no sé qué significa... a lo mejor tienen numeradas estas cimas en sentido contrario o algo así, jeje. Desde este lado esta cima intermedia prácticamente no tiene subida, pero por el otro lado hay una importante caída... es el único punto en el que no se puede ir por pleno filo. Yo intento ir todo lo que puedo por el filo, pero lo que me encuentro me obliga a recular... intento de todas formas ir todo lo cerca que pueda del filo. El recorrido me lleva a esquivar este considerable "salto" bajando por el lado derecho (sur) y llegando al pie del otro lado con un pequeño recorrido en travesía. En este recorrido en travesía hay un punto que puede resultar algo más delicado o aéreo; tampoco es que sea nada del otro mundo, pero si se quiere evitar creo que hay un sendero que bordea todo esto que va un poco más abajo, ya fuera de las rocas. Todo esto ocurre en el que creo que es el km 2,9 del track.

Este "cuatro" no sé exactamente qué quiere indicar
Vista atrás esquivando por el sur esta parte. Vengo más o menos en horizontal por el paso que se intuye. Allí se ecuentra el punto quizás algo delicado que comento en el texto

Me ha dado algo de rabia que ya no puedo cumplir el recorrer todo el cresterío justo por su filo, pero esto ha sido inevitable.

Continúo, ahora por un tramo completamente distinto, terroso y ya no afilado rumbo a las siguientes cimillas intermedias. La siguiente no tiene mayor problema, subo hasta coronarla y continúo bajando por el otro lado.

Vista atrás subiendo a coronar la segunda cima intermedia. Como comento, desde esta perspectiva las cima intermedias se van camuflando y pasan desapercibidas


En la tercera por el filo se llega a un sitio de parece complicado y un sendero te vuele a sacar por el lado derecho (sur) para esquivar esta zona afilada de roca y esta cimilla. Sin embargo al llegar al otro lado me doy cuenta que sí era posible recorrerla por arriba, así que retrocedo al punto desde donde me desvié a la derecha, pero pasando más por arriba. Y efectivamente se puede pasar prácticamente por arriba, y se ve si me hubiera asomado por el lado izquierdo en lugar de desviarme por el derecho, aunque eso supone alguna trepada y usar manos. En el km 4 del track se puede ver ese pequeño recorrido de ida y vuelta que hago.

Vista atrás después de haber pasado la tercera cima intermedia, que es la que se aprecia en el plano más cercano, quedando las demás de nuevo camufladas por la perspectiva

La siguiente cimilla está casi pegada y ya no presenta problemas. Desde esta ya solo queda una más, de mayor magnitud, y luego ya viene Penya de la Mina, que de momento queda oculta tras esta cima intermedia que queda.

La quinta cima intermedia es de mayor magnitud y de momento tapa la de la Penya de la Mina. Creo que esta foto es desde la cuarta cima intermedia
Vista atrás subiendo a la quinta cima intermedia
Por aquí ya puedo ver la cima de la Penya de la Mina

Durante el recorrido me he ido llevando "puestas" unas cuantas telarañas... pero en una de esas casi me llevo puesta en plena cara la enorme araña que la regenta, quedando ésta a escasos centímetros de mi cara cuando me doy cuenta y reacciono parándome.

Casi me llevo puesta en la cara esta pedazo de araña

Esta última cima intermedia y hasta Penya de la Mina ya no son tan afiladas y rocosas como las anteriores, así que se trata de ir subiéndolas por el sendero si mayor problema que el pequeño esfuerzo físico, que tampoco es muy grande puesto que la pendiente de subida es bastante moderada. Cerca de coronar la última cima intermedia, que es la única de las cimas intermedias que supera los 1000 metros de altitud, ya tengo a la vista la Penya de la Mina y pronto puedo incluso distinguir el vértice geodésico que corona la cima.

Más cerca de coronar la quinta cima intermedia. Ya puedo distinguir a lo lejos el vértice geodésico de la Penya de la Mina

Paso esta última cima intermedia, continúo y subo hasta la cima de la Penya de la Mina, cuyos últimos metros vuelven a ser rocosos.

Una vez en la cima, ya me siento satisfecho de haber saldado esta cuenta pendiente. Foto cimera y unos minutos de fotografías, picar y beber algo y contemplar el paisaje. Sigo con mi obsesión de controlar que no pierdo las llaves del candado de la bici.

Llego al vértice geodésico. Esta sería la vista hacia el este, lo que sería la continuación
La foto cimera que no falte
Y posando con el cresterío detrás

Toca bajar de la cima. La otra vez subí a lo bestia por el lado oeste, pero esta vez bajaré por la ruta normal, que por lo tanto no conozco y va por el este. Me sorprende lo vertiginoso de la parte inicial de la bajada; es fácil pero muy empinado y algo resbaladizo por la presencia de tierra. Es lógica si se tiene en cuenta la gran mole de roca vertical que constituye toda la parte alta de esta montaña y que hay que sortear, como luego podré apreciar un poco más abajo.

Bajada toda la parte empinada, un pequeño tramo de suave subida permite salir a despegarse de esta mole rocosa. Después un tramo de sendero baja hacia el collado que me imaginaba que estaría mucho más cerca de lo que me encuentro. Si miro hacia atrás al poco de iniciar la bajada al collado, ya puedo percibir la gran mole de roca vertical que constirtuye la parte superior de la Penya de la Mina, y que para llegar aquí ha habido que bajarla sorteando pegada a ella por el lado sur (lado izquierdo de la foto de más abajo).

La gran mole rocosa vertical que custodia la cima de la Penya de la mina obliga a bordear por el sur (izquierda en la foto)

Llego al collado, donde de nuevo puedo contemplar la mole de roca. En el collado hay un cruce de senderos, con su poste de señalización, aunque está claro el que hay que tomar por su orientación: el que baja para el norte que es donde dejé la bicicleta, que además es un GR.

Vista de la Penya de la Mina desde el collado


La bajada por este sendero es algo empinada pero se baja decentemente. Hasta ahora mi tobillo lesionado me ha dado algún puntazo que otro de dolor pero en general no se ha portado mal; sin embargo en esta bajada tengo que ir con cuidado para no machacarlo más de la cuenta y aun así en algún punto que otro sufre un poco. Hay tramos resbaladizos, otros de pedrera... vamos, que no es lo que se dice una bajada cómoda, pero aun así no tiene nada que ver con haber bajado por el lado oeste, donde por cualquier desliz podría incluso haber acabado bajando rodando.

Después de bajar la parte empinada, hay un cambio drástico pasando de pendiente fuerte a pendiente suave. Yo en principio voy siguiendo hacia abajo lo que es el GR, pero al rato me doy cuenta que para poder llegar directos a donde tengo la bici hay que coger un camino a la izquierda que justo acabo de dejar atrás, en lugar de seguir bajando. Deshago esos pocos metrillos que me he pasado y cojo el camino correcto, que en muy poco tiempo me lleva justo a donde tengo la bici. La verdad es que no me he encontrado absolutamente a nadie, ni subiendo a Penya Grossa, ni en el cresterío, ni bajando de Penya de la Mina, ni en ninguna de las cimas.

Bajando a lugar de la bici. Atada a un pequeño árbol y cubierta con algunos hierbajos para hacerla menos visible desde el camino que está más arriba y más a la izquierda que de donde tomo la foto


 

El aventurado regreso en bici

Cuando me dispongo a abrir el candado de la cadena... ¡Me cago en...! ¡Que me he equivocado de llave y me he traído la de otro candado!... ¡Ya la he liado!... Todo el rato preocupándome de no perder las llaves y resulta que me he traido las equivocadas. Mientras empiezo a darle vueltas pensando qué hacer, se me ocurre que casualmente las llaves del candado que le he puesto a la bici las tengo en el llavero de las llaves del chalet, y que a diferencia de lo que suelo hacer habitualmente, en lugar de dejar las llaves del chalet guardadas en el coche me las he traído también en la mochila... ¡Salvado!... de milagro y de pura casualidad. De todas formas el susto me está bien empleado por no haber probado las llaves en el candado con anterioridad. Pruebo a abrir el candado y no os podéis imaginar el desahogo que me supone cuando veo que se abre... me veía haciendo la caminata hasta el coche con este solazo y luego esta tarde u otro día haciendo las dos horas de coche entre ida y vuelta para recuperar la bici.

Meto todo en la mochila, subo la bici hasta el camino y me dispongo a echar a andar... vaya... se me ha olvidado traer el casco, jeje. Pues toca ir sin casco, aunque con el gorro de montaña puesto, porque el sol ya pega de lo lindo.

Echo a rodar por estas pendientes de tierra descendentes, que inicialmente llegan a superar el 20% como puede apreciarse en el perfil, y la bici no frena un carajo, como suponía; frena, pero muy muy poco y menos en estas pendientes donde con esta bici la fuerza de la gravedad parece imponerse a la fuerza de frenado. Bajo con cierto miedo de no dejar embalarse mucho la bici, pues si no en cualquier curva me salgo irremediablemente del camino y a saber dónde voy a parar; también debo limitar en lo posible la velocidad porque peligra la integridad de las ruedas, tal y como comento en los párrafos iniciales de este artículo. Las cubiertas tampoco agarran mucho, más bien poco y sobre todo en estos caminos de tierra suelta, así que cuesta bastante conseguir trazar las curvas del camino sin jugarse un leñazo.

Con todos estos inconvenientes bajo las zonas más empinadas de descenso y voy ahora por caminos con pendientes más puntuales y moderadas de subida y bajada. Voy enlazando los caminos como mejor veo para ir hacia el coche, para lo cual tengo que ir parando cada cierto tiempo e ir consultando el mapa.

Llego a un punto cerca de la carretera... cuando he pasado por ella a primera hora de la mañana con el coche me he fijado y no me ha gustado mucho para ir en bici, pues tiene curvas, una cierta pendiente y un arcén muy pequeño, pero ahora las circunstancias mandan: no veo claro cómo se puede esquivar la carretera por caminos transitables para la bici, únicamente se ve un tramo de camino paralelo a la carretera con el que salvar un buen trozo de la misma, pero los tramitos de antes y después tienen que ser por la carretera, y por otro lado se ve que la goma de la recámara está pasada y ha sufrido en estos tramos pedregosos y se me ha formado una considerable bambolla, como si fuera un globo, en el neumático delantero, que está casi destalonando la cubierta en el punto donde se ha formado; la bambolla aparte del gran riesgo de reventón, me hace circular con la bici como si tuviera la rueda delantera ovalada.

Con esta situación pienso que hay que intentar resolver la papeleta cuanto antes y lo mejor posible, y para ello la mejor opción que considero es continuar con cuidado por la carretera. Podría intentar deshinflar la rueda, colocar bien la cubierta y volver a inflar la rueda para ver si ya no sale la bambolla, pero en principio pienso que lo mismo es perder tiempo si vuelve a salir o vuelve a producirse rodando y considero que dado que me quedan solo unos 4 km puedo intentar apañarme así.

En consecuencia, recorro los pocos metros que quedan del camino que me enlaza por la carretera y empiezo a circular por ella. Me entra la risa floja pensando qué pensaran los coches que pasan y ven por la carretera a un tío en bicicleta, con un llamativo pantalón largo de montaña azul chillón, una mochila de montaña en la espalda y un gorro de montaña con sus alas agitándose al viento en lugar de un casco. Encima voy con el traqueteo de la bambolla.

La carretera tiene buena pendiente descendente, por lo que enseguida voy cogiendo buena velocidad y de hecho el perfil marca que llego a los 45 km/h, un acto quizás un tanto descerebrado teniendo en cuenta la escasa potencia de frenada que tengo y el traqueteo de la bambolla que me hace sentirme como en una coctelera, rezando para que no se explote la bambolla pues el piñazo en ese caso podría ser antológico. El gorro lo llevo bien "calado" en la cabeza para que no se vuele.

Cuando la pendiente empieza a suavizar veo que sale un camino asfaltado por la izquierda, que me hace pensar que seguramente me lleve hacia las proximidades del coche, así que en cuanto consigo hacer parar la bici consulto el mapa y veo que así es. Retrocedo, porque evidentemente me lo he pasado, y cojo ese camino, por el que ya voy tranquilamente ya que no hay tráfico y creo recordar que únicamente me cruzo por él con un coche.

Acercándome a la zona donde está el coche intento coger un camino de tierra que sube, pues el coche está algo más alto, pero resulta un error ya que el camino prácticamente muere en los cultivos y tengo que continuar por el borde de los cultivos, por donde afortunadamente más o menos puedo circular en bici aunque ni mucho menos tan bien como por el camino asfaltado, hasta llegar donde está el coche; menos mal que ya estaba bastante cerca. En su lugar tenía que haber continuado por el camino asfaltado hasta que se cruza con el que sube hasta donde está el coche, también asfaltado; habría sido mucho más fácil y lo digo para que lo tenga en cuenta todo aquel que use mi track.

Una vez en el coche me quedo ya tranquilo del todo de haber finalizado la accidentada parte de la bicicleta y de poder dar por concluida la excursión. Acaban de dar las 11:30 con lo que la hora de llegada finalmente es buena. Solo queda volver a cargar la bici en el coche y volver a casa a tachar esta actividad de una hipotética lista de "cuentas pendientes".

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