viernes, 23 de octubre de 2015

Trail Nemus 2015. Trail de montaña (20 km, D+: 1200m)

Trail Nemus 2015. Trail de montaña (20 km, D+: 1200m)

Brillante estreno del Club Nemus en la organización de trails de montaña, con una carrera equilibrada y completa. El día también acompañó, aunque hizo un poco de calor para los que corrimos, a pesar de las fechas. Hubo dos recorridos, el A (o largo) y el B (o corto), para que los corredores pudieran escoger el que mejor se adaptara a sus gustos. El mi caso, además de participar en la organización, corrí el A o largo, un recorrido algo exigente pero que disfruté enormemente por su belleza.

El recorrido largo ronda los 20 km de longitud y 1200 metros de desnivel positivo acumulado, mientras que el recorrido corto se basa en ese recorrido largo pero cogiendo dos grandes atajos de forma que la longitud se reduce a algo más de 11 km y el desnivel positivo acumulado a unos 600 metros.

Mapa del recorrido A o largo
Mapa del recorrido B o corto


Dado que el recorrido que corrí yo fue el largo, y puesto que el corto no deja de ser prácticamente una porción del largo, me voy a centrar a partir de ahora en el recorrido largo.

He cogido el track del recorrido y lo he depurado, pasando filtros y eliminando después a mano todos los puntos erráticos detectados, con objeto de obtener una cifra lo más exacta posible de la longitud del recorrido. Asimismo, los datos de las altitudes los he reescrito con un ajuste sobre un mapa digital con elevaciones; de esta forma se evitan también los datos distorsionantes que pueden dar lugar a  "dientes de sierra" y cifras de desnivel más altas que la real... aunque de esta forma también se obtiene un relieve más "suavizado" y la cifra obtenida, por tanto, puede ser inferior a la real en caso de relieves muy abruptos, pero no parece que éste sea el caso.

El resultado que he obtenido ha sido una longitud de 20 km prácticamente clavados, y un desnivel acumulado positivo de  algo más de 1200 m. Sin embargo en mi caso estas cifras van a ser algo mayores, como se verá más adelante, debido a un despiste que nos hizo a un grupillo de 6 o 7 hacer 2,3 km adicionales y 130 m de desnivel positivo (y otros tantos de negativo) de propina.
 

Track: 
Grabado "in situ" por un compañero, filtrado, eliminado puntos erráticos y adaptada altimetría al mapa digital con elevaciones (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
 

Resumen del recorrido: Como se puede observar en el perfil, el atracón más gordo te lo pegas en los 5 primeros kilómetros de la carrera, en los que ganas unos 700 metros de desnivel con una subida muy constante y machacona hasta hacer cubre en la cima del Mondalindo. Luego va casi dos kilómetros por el cordal, con un baja y sube que cuesta algo más de lo que parece debido a que los primeros 5 km ya te han mermado algo las fuerzas, pero tienes el primer avituallamiento para recuperarte. La boscosa bajada desde el cordal del Mondalindo hacia el collado del km 11 es sumamente empinada y hay que bajar con precaución, aunque en la parte final va suavizando. En el collado se encuentra el avituallamiento principal, donde debes recuperar fuerzas para acometer la segunda subida importante que culmina en la cima del Cancho Gordo. Esta subida al principio es suave, pero cada vez se va empinado más hasta llegar a tener que usar las manos en los últimos metros. Una cuerda fija ayuda para bajar de la cima del Cancho Gordo y continuar el descenso, al principio más empinado y luego un poco menos. Llegamos a un punto bajo, donde se encuentra el tercer avituallamiento. El repechillo que sigue la verdad es que no "cae" muy bien con casi 16 km de carrera, pero afortunadamente no tardas mucho en completarlo y descender por el otro lado hacia una pequeña llanura donde hay un control de paso. Cuando ya pensabas que no quedaba ninguna subida, un breve descenso da lugar al último repecho del recorrido. El tramo final es el descenso de nuevo hacia el pueblo.

Fecha: 27 de septiembre de 2015


El previo:

Era nuestra primera organización de carrera por montaña por el club, así que nos dio bastante trabajo durante los meses previos en los muchos de los aspecto de la misma; pero me voy a centrar en el día en cuestión. El día anterior habían acudido varios miembros de la organización para ayudar a balizar y otros preparativos. Yo no puedo ir el día anterior y quedarme a dormir ya que, entre otras cosas, tengo que traer el mismo día de la carrera unos cuantos voluntarios que nos van a ayudar en la organización, entre ellos mi mujer y mi hija.

A las 7:00 de la mañana ya estamos en Valdemanco, donde nos juntamos con otros voluntarios con los que había quedado ahí y llegan, bien puntuales, mientras nosotros acabamos de aparcar y coger las cosas. Nos acercamos a la plaza del ayuntamiento de Valdemanco y allí, a la luz de las farolas, ya se está empezando a trabajar montando cosas a un ritmo frenético: las carpas, el arco de meta, etc. Algunos coches suben a aproximar a la gente que va a estar en los diversos puntos de la carrera. Yo me quedo montando carpas.

Empezando los montajes, todavía con noche cerrada

De repente nos avisan de que un coche se ha quedado "empanzado" en un camino, así que nos subimos unos cuantos en otro todoterreno para ayudar a liberarlo. Subimos por caminos muy rotos sin saber muy bien dónde está atascado el otro coche, pues la cobertura de móvil es muy mala y apenas podemos comunicarnos... teníamos que haber hecho un mejor despliegue de walkies. Tras dar varios tumbos por ahí por el monte en la oscuridad de la noche, finalmente vemos unas luces... pero justamente han conseguido liberarlo ya, así que tiramos de nuevo para abajo y continuamos con el despliegue en la plaza del ayuntamiento.

Como tareas específicas tengo la del reparto de dorsales, junto a Rober, y la de hacer unas cuantas fotos durante la carrera. Como ya se va acercando el momento de comenzar el reparto de dorsales, montamos la mesa y preparamos todo. Pronto está los corredores más madrugadores solicitando la entrega de su dorsal; llegan incluso antes de la hora, pero los dorsales que entreguemos ahora ya no los tendremos que entregar después cuando llegue el mogollón, así que como estamos más o menos listos, los vamos entregando aunque todavía no sea la hora. Esto ya nos obliga a mi compañero y a mi a quedarnos repartiendo dorsales, porque poco a poco van llegando más corredores.

Simultáneamente está Goyo a nuestro lado probando la megafonía... cada dos por tres el sonido pega un fuerte crujido o se acopla... "¡Vamos a despertar a todo el pueblo!", le digo alarmado a Goyo.

Rober y yo vamos entregando los dorsales y la "bolsa del corredor" excepto el chip, que se entrega en la carpa donde está instalado todo el sistema de cronometraje. No hemos tenido la precaución de montar la entrega de dorsales junto a la carpa de cronometraje y tenemos que ir mandando a todos los corredores a ella tras haberles entregado el dorsal... tengo la boca seca de tanto hablar y tanto repetir que tienen que recoger el chip en la carpa naranja. Simultáneamente, y como somos los más visibles y estáticos, todo el mundo viene a preguntarnos todo, de forma que a la vez que nos empiezan a llegar un "caudal" mayor de corredores a solicitar los dorsales, nos llega el de la ambulancia a preguntar donde la deja, el árbitro de la federación a preguntarnos cosas, una persona que viene a recoger el regalo de inscripción en nombre de un corredor que no puede venir pero no trae ninguna autorización, otro que se ha apuntado al recorrido B y quiere hacer el A, otro que se quiere inscribir en la carrera allí mismo, otros preguntan por si hay duchas para después, otros por el guardarropa... por cierto que el guardarropa también lo gestionamos Rober y yo. En resumen, unos momentos de cierto estrés.

Repartiendo dorsales

Nos hace falta una persona para dirigir la carrera en una de las calles del pueblo y que los corredores no se vayan por el sitio equivocado, y además luego esa persona se ubicaría en el tercer punto de control de paso del recorrido largo. Se ha hablado que fuera Rober, que en principio iba a correr la carrera. Le insisto a Rober que corra él y yo me encargo de esas tareas, pues él es mucho más aficionado que yo a correr, está mucho más en forma que yo y además yo no ando muy fino, y encima, como siempre, apenas he entrenado algo para la carrera. Por mucho que le insisto Rober me lo niega. Me da cosilla por él, porque sé que la va a disfrutar. Por mi parte, estoy en baja forma y tengo bastante respeto a cómo se me va a dar la carrera, aunque reconozco que también me hace ilusión correrla. El hecho de que me encargue de hacer fotos durante la carrera me proporciona la excusa perfecta para no hacer demasiado el ridículo cuando llegue de los últimos, jeje, así que cuando se habló de ello no dudé en aceptarlo.

Bueno, el caso es que Rober se tiene que ir ya a colocarse a su puesto inicial y yo me quedo solo. Se preparan ya todos en la salida y yo ya me he quedado despejado... pero todavía tengo que colocarme el dorsal, las zapatillas, recoger el chip... salgo corriendo, me comprueban el chip y me coloco a cola de pelotón escasos segundos antes de que se de la salida... ¡qué estrés!

Preparándose para la salida


Empieza la carrera

Se da la salida sonando el "Running Free" de Iron Maiden por la megafonía; jajajaja, este Goyo... Mi objetivo es simplemente aguantar la carrera, así que voy tranquilo cerrando el pelotón. Nada más empezar está Rober como si fuera un guarda de tráfico, dirigiendo el pelotón.

Enseguida empiezan las subidas y pronto salimos del pueblo. Nancy está en otro punto dirigiendo a los corredores por el camino correcto. Yo voy haciendo fotos cada dos por tres, lo que me obliga a pararme completamente porque si no saldrían movidas. De todas formas voy tranquilo porque voy más o menos integrado en la cola del pelotón.

Empezamos a salir del pueblo

Las cuestas ya empiezan a notarse. Llevo el pulsómetro, pero cuando veo que va todo el rato disparado, decido no hacerle caso y pasar de él durante el resto de carrera, porque con estas cuestas, no excesivamente pendientes pero sí muy continuas, es imposible llevar unas pulsaciones razonables. El pelotón ya se ha desmenuzado y aunque voy de los últimos ya he dejado a algunas personas atrás.

Subiendo hacia el Mondalindo

Llego al punto donde se separan los recorridos largo y corto, donde están Hada y Anna pues es el primer punto de control de la carrera corta. Yo sigo por mi recorrido largo y cuando miro atrás... joer, todos lo que iban detrás de mi se van por el recorrido corto, y al final me he quedado el último del recorrido largo... ¡qué vergüenza!, pues además al resto de corredores los tengo bastante lejos para alcanzarles y unirme a ellos, así que voy el último y bien destacado.

En la subida al Mondalindo, intentando alcanzar a los últimos corredores del recorrido largo

Sigo subiendo y poco a poco voy alcanzando a los últimos del recorrido largo, antes de llegar a donde está Iván M dirigiendo a los corredores, cerca ya de la cima. Un último esfuerzo y alcanzo junto a la cola del pelotón la cima del Mondalindo.

Alcanzo la cola de la carrera
Iván nos fotografía, cuando todavía nos queda un poco de subida. A la derecha se aprecia a lo lejos el Cancho Gordo, la segunda cima de la carrera

Se nota que los de la cola del pelotón somos los que vamos más relajados, porque incluso nos entretenemos posando varias veces para alguna foto de grupo en la cima.

La cima del Mondalindo

Continuamos, ahora por el cordal, con un descenso relativamente suave y una subida, también suave, pero en la que ya se nota el esfuerzo de haber subido el Mondalindo en los 5 primeros kilómetros. Un corredor que va ligeramente por delante de mí va un poco despistado y se sale por un par de veces del recorrido; la primera simplemente se lo indico, pero a la segunda ya le digo que se fije en las balizas para poder seguir correctamente el recorrido... parece una antesala de lo que va a pasar después.

Continuando por el cordal, en dirección a las antenas

Llego a las antenas del Mondalindo, donde hay un avituallamiento comandado por Júcar. Bebo bebida isotónica y cargo agua en el bidón. Hay también barritas energéticas, y Júcar se está "peleando" con las cabras que hay alrededor para que no se acerquen a la mesa y se las coman.
 
Júcar en el puesto de avituallamiento de las antenas del Mondalindo
Algunos corredores se recrean con el paisaje
Continuando por la pista del cordal

Continuamos por el cordal, por una especie de pista. Llegado un momento empezamos a descender por la vertiente oeste del Mondalindo. De primeras me extraña un poco, pues sé que hay que bajar justamente por la vertiente contraria, pero me he dejado llevar porque el seguir la pista de tierra es lo más marcado y porque los corredores que van por delante de mí han tirado por ahí y yo les he seguido pensando que a su vez seguirían a otros y que realmente la carrera está avanzando por ahí.

La pista baja con una pendiente pronunciada hacia un camino más o menos horizontal que cruza en perpendicular, o mejor dicho la pista muere en él. Al llegar a esta intersección en "T" los corredores que iban por delante de mí se paran preguntándose si se sigue por la derecha o por la izquierda, pues obviamente hace rato que ya no hay balizas. Según llego yo, que ya me he dado cuenta de la equivocación, les digo que creo que nos hemos colado y nos hemos salido del camino. Como hay que ir hacia la otra vertiente digo que lo mejor es ir por la derecha, intentando bordear el Mondalindo y conseguir enganchar con la ruta de la carrera sin tener que subirlo de nuevo. Así hacemos y seguimos el camino hacia la derecha bordeando el Mondalindo... hasta que llegamos a un cortafuegos y no podemos seguir en horizontal ya que una valla nos cierra el camino... pffff, ¡qué marrón!

En esta situación, y tras observar entre todos (somos unas 7 personas las que hemos caído en esta "ratonera") un poco los alrededores, no queda otra opción que subir de nuevo al cordal por el cortafuegos y luego deshacer nuestros pasos por el cordal hasta encontrar la ruta correcta.

Según miro lo que nos toca subir ahora, una pendiente muy pronunciada por el cortafuegos de cerca de 150 m de desnivel, lo primero que se me pasa por la cabeza es abandonar la carrera... es tremendamente frustrante tener que hacer este esfuerzo adicional con el añadido de que nuestro tiempo encima ya forzosamente va a ser horroroso. Los demás empiezan a subir y yo acabo aceptando la situación y hago lo mismo. Cuando llegamos arriba vemos que todavía queda un buen tramo de cordal que deshacer. Por el cortafuegos habíamos subido andando, pues la pendiente tan fuerte no daba opción a otra cosa, y ahora en el cordal ya empezamos a correr, pero... se me suben muchísimo los gemelos y apenas puedo correr. Voy quedándome un poco atrás, aunque intento como puedo no quedarme demasiado descolgado.

Llegamos al punto donde nos hemos desviado. Está perfectamente balizado y lo que ha pasado es que nos hemos saltado la baliza colocada en el suelo que nos sacaba de la pista y nos desviaba por la vertiente este. Ha sido culpa nuestra... se la ha saltado el primero que yendo despistado ha seguido por la pista sin verla, y los demás hemos ido siguiendo sus pasos como corderitos, sin darnos cuenta del error.

Bajamos ya por la vertiente este, cuando tengo unas tremendas ganas de mear, así que me paro y me descuelgo definitivamente del grupillo quedándome solo. Termino de mear y sigo, por unas pendientes sumamente empinadas y con tierra suelta, lo que me obliga a bajar con cuidado, tal como reza el cartel de "precaución" que hay colocado al inicio de este tramo. Paso donde está Rocío, que es el punto donde el recorrido largo y corto se juntan, y desaparecen esas pendientes tan exageradas al tomar una amplia y cómoda pista de tierra. Tras haber pasado por donde Rocío, me doy cuenta de que no la he hecho ninguna foto, así que me paro y le hago una foto aunque sea de lejos.

Un cartel de "precaución" avisa de la bajada sumamente empinada y delicada; vertiginosa aunque la foto no lo refleje

Aprieto un pelín, ya que bajando los gemelos parece que no me molestan tanto, y acabo alcanzando a un grupillo. Pasamos el cartel de 10 km y dos de ellos comentan que su reloj, que mide distancias, ya les marca 12 km, con lo que hemos hecho por lo menos 2 km más de propina. Posteriormente en casa he reproducido el track del recorrido con la equivocación que hemos tenido y me han salido 22,3 km y 1400 m de desnivel positivo, con lo que la equivocación nos ha supuesto 2,3 km más y 130 m de desnivel positivo (y otros tantos de negativo) adicionales. He subido el track a wikiloc con la equivocación, y aquí abajo pongo el perfil de la carrera incluyendo esta equivocación:

Perfil de nuestro recorrido incluyendo la equivocación
Perfil sin equivocación

Como se puede observar, comparando con el perfil del track sin equivocación, la equivocación se produce aproximadamente entre los kilómetros 7,6 y 9,8 del perfil, donde se observa una acusada "V" entre unos tramitos más suaves.

Llegamos al avituallamiento del collado el grupillo en el que voy. En el avituallamiento están mi hija y 3 amigas que han venido de voluntarias, así que además de entretenerme en beber, comer gominolas y aprovisionarme para continuar, me entretengo hablando un poco y haciendo unas fotos. Los demás ya han continuado enseguida, pero dos corredores que también se lo han tomado con calma siguen conmigo en el avituallamiento, recreándonos en estos momentos de parada. Están bromeando con que si hubiera cervezas se quedaban ya allí en lugar de continuar.

Puesto de avituallamiento del collado

Decido continuar mientras estos dos corredores siguen un poco más en el avituallamiento... en cierto modo me alegro interiormente de saber que por fin no voy el último.

Lo que sigue es la aproximación y subida al Cancho Gordo. Al principio son pendientes muy suaves, pero apenas puedo correr mucho, así que voy alternado momentos de correr con momentos de andar. De vez en cuando miro para atrás pero no veo a los otros dos corredores venir; luego sabría que ya no continuaron, aunque en ese momento ya lo sospecho y soy consciente de que probablemente de nuevo voy el último, un rol que parece que me persigue y no consigo quitarme de encima.

Tramo de aproximación al Cancho Gordo

Voy teniendo a la vista a algunos corredores, aunque a lo lejos, pero cuando termino lo que podría considerarse la aproximación al Cancho Gordo, ya alcanzo y sobrepaso a uno de ellos. Subo al Cancho Gordo, y cuando me quedan los metros finales me encuentro con Wimbor, que me indica por dónde hay que subir. Esos metros finales son casi de trepada, e incluso hay una cuerda fija montada para ayudarse.

Un corredor que sufre conmigo la subida al Cancho Gordo
Subida al Cancho Gordo, donde tengo a la vista a algunos corredores. También hay algunos excursionistas

En la cima del Cancho Gordo hago el control de paso con Julia y Gonzalo. Me cuentan brevemente los problemas que han tenido con que unos excursionistas han ido retirando balizas pensando que estaban abandonadas y que a Gonzalo le ha tocado subir y bajar varias veces del Cancho Gordo para ir poniendo todo en orden. Por mi parte les cuento rápidamente lo de que nos hemos perdido un grupillo en el Mondalindo y nos ha tocado volver a subir; a Wimbor también se lo he contado instantes antes y lo hago en parte como una necesidad de justificar lo atrasado que voy en carrera.

Enseguida tiro para abajo, por una especie de chimeneilla que también tiene una cuerda fija para ayudarse a descender. Como me había guardado la cámara para poder usar las manos en la subida al Cancho Gordo, y además tengo la sensación de ir demasiado descolgado de la carrera, cuando continúo el descenso me doy cuenta de que me he despistado y no les he fotografiado... bueno, ya no tiene solución, ya que lógicamente no voy a volver a subir.

El descenso del Cancho Gordo al principio es muy empinado, pero pronto empieza a suavizar. Los gemelos me molestan solo moderadamente, así que puedo correr decentemente, salvo algunos momentos que me hacer correr de una forma un tanto ortopédica. Me intento consolar pensando que a lo mejor de seguir corriendo los gemelos se relajan como si se fueran acostumbrando a correr... pero eso no llega a ocurrir nunca.

Estoy pasando mucho calor, a pesar de ir en manga corta... me dan ganas de buscar una sombra y darme un buen respiro, pero evidentemente no resulta lógico hacerlo en una carrera, así que no queda más remedio que seguir e intentar acabar con esto cuanto antes.

Alcanzo a dos compañeros justo al llegar al tercer puesto de avituallamiento, donde está Cervan. Allí me nutro bien de bebida isotónica y de agua, hago alguna foto y enseguida continúo... ya que por fin he conseguido alcanzar a gente no quiero perderles, puesto que han salido del avituallamiento unos instantes antes que yo. Bien es verdad que ya tengo un corredor por detrás, pero en esos momentos pienso que lo mismo ha podido abandonar también y vuelvo a ser el último; aunque luego comprobaría que no.

Cervan, en el tercer puesto de avituallamiento

El puesto de avituallamiento está en un punto bajo, así que lo que toca ahora es una rampa de subida que sienta a cuerno quemado, ya que las fuerzas flaquean. A lo lejos veo a los dos que había alcanzado, pero no consigo volver a alcanzarles. Cuando terminamos esta subida, empieza un corto y suave descenso que lleva al tercer y último punto de control, donde está mi mujer. En ese descenso, tanto los dos que iban delante de mí, como yo, sobrepasamos un pequeño grupillo de compañeros.

Descenso hacia el llano del tercer punto de control

En el tercer punto de control alcanzo a los dos que iban detrás de mí y ya iríamos más o menos juntos hasta la meta.
 
En el tercer punto de control está Victoria, mi mujer.

Tras este punto de control, y cuando se piensa uno que ya no quedan más subidas y que nos vamos a dirigir ya en dirección hacia el pueblo... continuamos, inicialmente llaneando y luego con un corto descenso, y llegamos a un punto en el que hay que dirigirse en dirección contraria al pueblo y en subida... ¡eso sí que es un golpe bajo!

Esa subida, en la que ya me pesan horrores las piernas, termina en un collado donde está Rober con otro punto de control de paso. A partir de ahí, ya si que hay que girar en dirección al pueblo y descender hacia él.

En este tramo de bajada final, las piernas parece que ya responden mejor y puedo ir más ligero. Los dos con los que voy a veces bajan un poco el ritmo, pero el sendero es estrechillo y no es fácil adelantar y además me parece bien llegar con ellos a meta, ya que uno de ellos es Juan Carlos y ya llegamos juntos a meta en otra ocasión, concretamente en la Patones Xtrem 2014. Pero lo que sí que hago es instigarles un poco para avivar el ritmo cada vez que veo que se empiezan a "relajar".

Un compañero del trabajo por los tramos finales de la carrera

Al cabo de un rato llegamos a las calles asfaltadas del pueblo... parece que en este empujón final se me suben los gemelos más bruscamente y me cuesta mucho correr... incluso me cuesta seguir agrupado con mis compañeros pero hago todo lo posible para llegar juntos, y poco después ya estamos los tres cruzando la meta juntos, nos leen el chip y nos hacemos una foto los tres.

Nada más cruzar meta, junto con Juan Carlos y Eduardo


Finaliza la carrera

El tiempo... puff, mejor no mirarlo. Sabía que no iba a ser fácil (para mí) bajar de tres horas, según mis cálculos, pero es que nos hemos pasado casi 50 minutos de esas tres horas. Bueno, lo importante es haber acabado, haber disfrutado la carrera, y encima hemos entrado dentro del límite de tiempo a pesar de habernos perdido.
 
Enseguida pasamos a avituallarnos en meta y relajarnos por la plaza. Saludo a mucha gente. Hay mucho ambiente en la plaza. Luego la entrega de trofeos, recoger todas las cosas e instalaciones de la plaza y a buscar un trozo de barra en alguno de los bares para tomar unos botellines bien fríos... está todo muy animado y los corredores siguen por el pueblo celebrándolo durante varias horas.

Entrega de trofeos
Hoy toca comida informal, pero muy amena

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