jueves, 3 de diciembre de 2015

Trofeo Felipe Monzón 2015. Carrera de Orientación

Trofeo Felipe Monzón 2015. Carrera de Orientación.

El año pasado, por diversas circunstancias, no pude participar en esta prueba en la que participo todos los años desde el 2010, así que tenía ganas de participar este año. Además tenía el aliciente de que desde el año pasado se cambió el formato a Rogaine tipo Score y tenía ganas de probar una carrera en ese formato.

En esta ocasión la carrera se desarrolla en el municipio de Puentes Viejas, que agrupa varias localidades, estando la sede de su Ayuntamiento, donde estaba establecida la salida, meta y toda la logística de la carrera, en la localidad de Manjirón. El entorno resulta de gran belleza destacando la presencia de bosques y embalses.

Este año ha habido bastantes problemas de fechas, lo que ha obligado a que, a diferencia de otros años en los que se ha celebrado un domingo de mayo, al final la carrera se ha celebrado un sábado a finales de noviembre. Ello ha motivado que haga más fresquete que en otras ocasiones, aunque afortunadamente el tiempo fue muy benigno durante la prueba.

Datos:
Lugar: Municipio de Puentes Viejas
Entorno: Presencia de zonas boscosas, pastos, un cerro, canteras, embalses (en los límites del mapa), cortados, muros de piedra, cercas de alambre, etc. Zona con orografía relativamente suave y desniveles no muy acusados con la excepción del cerro de Cinco Villas.
Número de balizas: 38 balizas y meta.
Tiempo límite: 4 horas
Mapa: Específico de orientación, escala 1:15000




Fecha: 28 de noviembre de 2015

La noche anterior he tenido la cena de Navidad del trabajo y me he acostado hacia las 2:30 aunque haya intentado llegar a casa lo antes posible; ya se sabe que en estos eventos el tiempo vuela que da gusto, aunque solo haya tomado una copa después de la cena en el mismo restaurante. Para colmo, me piden que esté en Manjirón a las 7:00 para ayudar con la organización, con lo que me tengo que levantar a las 5:30. En resumen, duermo nada más que unas 3 horas con ligero empacho y también un pelín "alcoholizado".
 
A las 6:15 me recoge en casa Rober, mi compañero de equipo en la carrera. Agradezco enormemente que lleve él el coche, ya que de esta forma puedo echar una breve cabezadita de camino a Manjirón. Apenas pasadas las 7:00 en algún minuto, estamos ya aparcados en la plaza del ayuntamiento... joer, parece que somos los primeros... ah, no, Goyo y Júcar están ya, metidos en el coche y esperando pacientemente a que lleguen los demás con el material para poder empezar a trabajar. Yo estoy que no me tengo, así que opto por acurrucarme en el asiento de atrás y echarme a dormir un rato. En cuanto descanse un poco me reincorporaré al trabajo y creo que mis compañeros me disculparán.

Así, consigo dormir unos 45 minutos más, lo que ya me da un cierto alivio. Ahora solo queda pasar por el WC del ayuntamiento, que amablemente nos ha cedido su sede para la organización de la carrera, y satisfacer la necesidad de vaciar los intestinos que me ha provocado la mezcla de comida y alcohol de anoche. Después de esto, no es que me quede perfecto, pero claramente ya es otra cosa y me siento relativamente mejor.

Mientras dormía fueron llegando el material y los demás. Me incorporo a las tareas: montar el arco de meta, el pódium, colocar vallas... Como somos unos cuantos la cosa parece que va rápido. También recogemos el dorsal y el chip los que vamos a correr, a la par que empiezan a llegar corredores también a recoger su dorsal. 

El ayuntamiento nos ha cedido amablemente su local para poder organizar todo cómodamente
Rober y yo antes de comenzar la prueba

Se acerca el momento de la salida. Julia nos da las explicaciones pertinentes a través de la megafonía, y 15 minutos antes de la salida nos dan el mapa a todos los participantes para que estudiemos el recorrido que queramos hacer. La verdad es que, sobre el mapa no se ve claramente cual puede ser el recorrido más idóneo y es cada uno el que lo debe valorar: unas balizas están en zona llana pero más alejadas, otras en el cerro pero con pendientes..., y realmente no sabes las que vas a encontrar a la primera o las que se pueden resistir un poco. Si se tienen en cuenta las puntuaciones la cosa tampoco se aclara mucho, porque las balizas que tienen más puntuación son, lógicamente, las más aisladas o supuestamente las más escondidas o que más minutos te van a costar encontrar. En definitiva, pensamos nuestra estrategia, que puede ser más o menos acertada y tan válida como cualquier otra.

Julia dando las explicaciones previas a la salida
¡Menos hablar y más atender a Julia!, ¡hombre!

La gente se acopla en cualquier lugar para estudiar el mapa y diseñar su recorrido. Riober y yo nos quedamos, con algunos equipos más, dentro de la carpa.

Nosotros no nos hemos pensado mucho el recorrido a hacer, porque según cómo se nos vaya dando y según vayamos de tiempo iremos decidiendo, así que solo tenemos visto el recorrido para hacer las primeras balizas y luego simplemente las zonas por las que vamos a ir pasando en función de cómo vaya la cosa.

Estudiando la estrategia en los 15 minutos previos a la salida
Tenemos hasta ambulancia
Otros equipos estudiando su estrategia

La gente se busca cualquier sitio para examinar el plano y diseñar su recorrido

Se da la salida... curiosamente salen todos en una dirección y tanto Rober y yo como Goyo y Júcar, que forman otro equipo, salimos en otra dirección distinta al del resto de la gente y sin tanta urgencia. Empiezo a trotar, pero Rober tampoco está muy por la labor, y apenas trotamos algún tramito que otro. Con ello, y dado que la estrategia del equipo de Goyo y Júcar es idéntica a la nuestra, acabamos yendo sensiblemente juntos. Cuando nos adelantamos un poco trotando, al poco nos paramos a consultar el mapa y mientras nos van alcanzado Goyo y Júcar. Por ello, acabados yendo casi toda la carrera juntos, dado que adelantarnos un poco no servía de nada si luego nos alcanzaban al facilitarles las cosas.

Momento de la salida
Vamos haciendo nuestro recorrido y recogiendo las balizas. No se nos va dando mal y normalmente encontramos rápidamente cada baliza, aunque más del 80% del tiempo vamos andando. Antes de que se cumpla la primera hora ya hemos recolectado 31 puntos.
 
Llega un momento que nos despistamos al pensar que llegamos a un punto por un sendero que no es por el que vamos. El único de los cuatro que se da cuenta es Goyo, y ahí si que tengo que agradecer que fuéramos los dos equipos juntos, ya que en principio yo no era consciente de nuestra equivocación y nos hubiera costado algunos minutos hasta que nos diéramos cuenta.

Otro punto en el que nos despistamos un poco fue buscando la baliza 94, ya que no conseguíamos situarnos bien. Mientras mis compañeros intentaban situarse en un punto del mapa yo insistía en que era inútil intentar situarnos en el mapa ya que sospechaba que estábamos fuera de él, y había que avanzar hacia el sur para entrar en el mapa y encontrar la baliza. Al final eso es lo que hicimos y Róber acabó encontrando la baliza, aunque perdimos mucho tiempo con toda esta historia.

Las siguientes balizas las vamos encontrando bien, aunque cuando llegamos a la carretera nos paramos también un buen rato a discutir la estrategia... ahí se nos van también unos cuantos minutos. Luego se nos resiste un poco la baliza 54, que no acabamos de localizar, pero finalmente la encontramos aunque también se nos han escapado algunos valiosos minutos.

Seguimos localizando balizas, pero ya vigilando constantemente la hora para no llegar a meta con el tiempo pasado.

En un momento dado vemos que ya hay que optar por encaminarse hacia la meta. Pensamos en localizar una de las balizas de camino a meta, pero Rober y yo  optamos por dedicar esta última media hora a correr y así hacer otra baliza más adicional. Nos despedimos de Goyo y Júcar, que van a seguir a ritmo andarín, y Rober y yo echamos a correr.

Encontramos la primera de las balizas que habíamos dicho de coger de camino a meta y tampoco nos cuesta mucho localizar la baliza que íbamos a hacer de forma adicional con respecto a Goyo y Júcar... y vemos que todavía nos sobran más de 20 minutos, así que vamos a por otra baliza más que no pilla excesivamente lejos y ya nos encaminaremos a meta después de hacerla.

Al hacer corriendo esta parte final, la verdad es que nos está cundiendo muchísimo y hemos calculado mal lo que podríamos hacer en el tiempo que nos quedaba... pensando en el ritmo mucho más tranquilo que habíamos llevado hasta ahora. De hecho cuando hacemos esta última baliza, vemos que nos quedan todavía casi 15 minutos, así que nos pensamos ir a por otra baliza... pero ya pilla suficientemente lejos como para dudar de que seamos capaces de ir, hacerla y volver a meta dentro del tiempo estipulado, así que desechamos la idea.

Por tanto, tiramos ya para meta, al principio corriendo, ya más por inercia que por otra cosa, pero cuando pensamos lo sobrados de tiempo que vamos nos ponemos a andar, e incluso Rober se entretiene un minutillo mirando  acariciando unos caballos. Finalmente llegamos a meta con más de 10 minutos de margen sobre el tiempo límite.

Nuestra llegada a meta

Mientras nos "avituallamos" a gusto en meta, van llegando el resto de corredores, entre ellos Goyo y Júcar que nos dicen que también han hecho la baliza adicional que sabían que íbamos a hacer nosotros, pero como nosotros hemos hecho otra más aún, pues al final les sacamos 3 puntillos. Hablando con ellos nos damos cuenta que si hubiéramos pensado mejor la ruta de vuelta hubiéramos conseguido muy fácilmente 6 puntos más... nos da un poco de rabia en ese momento, pero ya no vale la pena lamentarse y además eso tampoco nos hubiera hecho avanzar en la clasificación ya que el equipo que ha quedado por delante de nosotros nos ha sacado 13 puntos.

Al llegar a meta te sacan como un ticket de compra en el que figura toda la información de balizas realizadas, puntuación y tiempos
Goyo y Júcar llegando a meta

Se realizan las clasificaciones finales. Al final quedamos novenos en la clasificación absoluta. Sinceramente confiaba en quedar algo más cerca del podio, pero el nivel ha sido muy alto. La prueba es que el equipo ganador ha conseguido hacer ¡36 de las 38 balizas posibles!; ¡impresionante! ¿Tendrían escondidas bicicletas por entre los matorrales?, jeje, porque parece increíble... hay cada maquinón por ahí... pero nosotros tan contentos con nuestras modestas 19 balizas y 107 puntos... nos lo hemos pasado muy bien y en el fondo eso es lo que cuenta. El entorno ha sido bien bonito y agradable y lo hemos disfrutado en buena compañía.

Tras la ceremonia de entrega de trofeos, y algunas fotos de grupo que nos hacemos, toca recoger todo. Somos unos cuantos, así que nos cunde mucho y no tardamos en dejar despejada de nuevo la plaza del ayuntamiento. Este año parece que me libro de recoger balizas.

Entrega de trofeos
Foto de grupo

Mientras algunos de la organización se quedan a comer en el pueblo, Rober y yo tiramos ya para casa, ya que tenemos que comer en nuestras respectivas casas, cada uno por su motivos.


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