lunes, 24 de abril de 2017

Los infiernos por Bachimaña

Los Infiernos por Bachimaña
Año 2012. Participantes: Ángel, Bárbara, Christian, Javier G, JuanPa, Julia  y yo.

Excelente fin de semana con un recorrido bien bonito y unos paisajes realmente espectaculares como podréis comprobar en las fotos. Los Infiernos quizás solían subirse más habitualmente por el refugio de Respomuso, ya que este refugio permitía partir fácilmente la subida en dos jornadas más livianas mientras que por Bachimaña no se ha abierto el refugio guardado hasta el mes siguiente de haber realizado esta excursión. Pero independientemente de eso, el subir a los Infiernos desde Panticosa pasando por Bachimaña es una opción realmente muy interesante como se puede comprobar en este artículo.

Se trata de una excursión oficial del Club Nemus que se había incluido en el calendario de actividades del Club a propuesta mía. La idea de subir los Infiernos desde Panticosa se me ocurrió con el ánimo de poder encajar fácilmente la excursión en un fin de semana, con la posibilidad de incluso hacer algún otro pico más el domingo antes de bajar, como se verá; eso sí, a costa de que la actividad fuera un pelín más exigente físicamente, pero perfectamente asumible.

Me toca llevar el guiado de la actividad. Prácticamente toda la documentación que se podía encontrar en relación a la subida a los Infiernos era por Respomuso, así que no tenía mucha información de la subida por Bachimaña, pero vi que no solo era perfectamente factible sino que podría resultar muy interesante y bonita y que se podía dormir el sábado en Bachimaña y el domingo hacer alguna otra actividad desde Bachimaña antes de bajar. Actualmente la apertura del nuevo Refugio de los Ibones de Bachimaña (casualmente se inauguró al mes siguiente de realizar esta excursión) facilita el planteamiento 

Para el domingo se me ocurrió que se podría hacer cima en la Gran Facha, otro tresmil que normalmente se sube desde otros sitios, pero que vi que se podría hacer también desde Bachimaña. Sobre este pico tenía más dudas e incertidumbres, de por dónde atacarlo desde ahí, y estudié las diversas posibilidades que había para decidir según lo que se viera ya allí, pero eso ya lo explico mejor en el artículo sobre la Gran Facha.

En definitiva mi plan era el siguiente:

  • Viernes:Viaje en coche desde Madrid a Panticosa y dormir allí.
  • Sábado: Subida a los Infiernos desde Baños de Panticosa, pasando por los ibones de Bachimaña y bajada de nuevo a los ibones de Bachimaña para vivaquear allí.
  • Domingo: Subida a la Gran Facha desde Bachimaña, retornando a Bachimaña y descendiendo desde ahí al coche en el cual retornamos a Madrid.
El fin de semana puede que fuera algo exigente físicamente (y buena parte con mochilones con material de vivac, crampones y piolet, etc), y de hecho todos los del grupo se fueron saltando en mayor o menor medida parte de la actividad prevista y yo fui el único que completé todos los planes, haciendo cima en solitario el domingo en la Gran Facha.

La jornada del domingo la dejo para el artículo "La Gran Facha por Bachimaña" (próximamente) y paso a relatar la jornada del sábado.


Los infiernos por Bachimaña (23 de junio de 2012)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Infierno Occidental (3075 m), Infierno Central (3083 m) e Infierno Oriental (3079 m)
Dificultades: Numerosas trepadas desde un poco más arriba del Cuello del Infierno, que no revisten mucha dificultad, pero sí requieren un mínimo de desenvoltura en este tipo de terrenos.
Longitud total: 16,5 km;     Desnivel acumulado positivo:  1640 m;     Desnivel acumulado negativo: 1120 m

Tiempos:

Nuestros tiempos aproximados, que son a ritmo de grupo e incluyen paradas y tiempos de recreo con fotos y vistas paisajísticas, fueron los siguientes:  
  • Baños de Panticosa-Bachimaña: 1h30min
  • Visita obras nuevo refugio Bachimaña: 30min
  • Bordeo Ibones de Bachimaña hasta inicio subida al Cuello del Infierno, incluyendo parada para reorganización y escondido de mochilas: alrededor de 1 hora
  • Subida al Cuello del Infierno: 1h30min
  • Parada larga en el Cuello del Infierno: 45 min
  • Cuello del Infierno-Cima del infierno Occidental: 1h15min
  • Visita cimas de los tres Infiernos, con paradas en cada una y retorno a la primera: 1h
  • Descenso hasta el lugar de vivac, con la parada intermedia de recuperar y volver a reorganizar las mochilas: Unas 3 horas
Track: 
Generado sobre mapa con ayuda de otros tracks (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 161


Fecha:  23 de junio de 2017

El viernes tarde hacemos el viaje a Panticosa. Entre unos y otros al final no hemos podido salir suficientemente pronto de Madrid, así que son más de las 12 de la noche cuando llegamos a Panticosa, a nuestro lugar de vivac. Allí ya están Ángel, Julia y Javier G, que pudieron salir más pronto y llevan ya alguna hora que otra allí. Aún tenemos que cenar, así que finalmente acabamos acostándonos un poco tarde.

Nuestro vivac en las proximidades de Panticosa
 
Amanece y nos levantamos. Desayunamos, recogemos todo y partimos con los coches hacia Baños de Panticosa. Aparcamos y terminamos de preparar nuestras mochilas, a la par que nos hacemos algunas fotos. Son ya las 9:30, pero calculamos que tendremos tiempo suficiente para realizar el plan de hoy.

Iniciamos la subida desde Panticosa hacia los ibones de Bachimaña. Esta subida tiene tres partes bien diferenciadas. La primera, muy bonita, en la que el recorrido sube entre las rocas y los árboles, acompañado por el río y resulta realmente vistosa y agradable.

El recorrido de la primera parte tiene parajes bien bonitos
Y mirando atrás también tenemos buenas vistas de Baños de Panticosa

El segundo tramo podríamos decir que es de "descanso" porque baja la pendiente y permite dar un respiro con respecto al primer tramo. Viene bien este tramo de transición para economizar fuerzas de cara al tercer tramo, que coge fuerte pendiente.

Vista atrás para ver el tramo de descanso, una vez metidos en el empinado tercer tramo.

En el tercer tramo la pendiente es acusada y el sendero intenta acometerla a base de "zetas". El grupo se va desperdigando y los componentes se van descolgando y espaciando. El tramo no es muy largo y se visualiza bien, así que aunque en principio voy haciendo esperas, al final prefiero subir a mi ritmo y esperar arriba. Una especie de recta final te encamina hacia la presilla de los ibones, donde aprovecho para que el grupo se reagrupe.

En las zetas del tercer tramo
El grupo va llegando por la recta final

Desde la presilla tenemos a la vista el nuevo Refugio de los Ibones de Bachimaña que está a punto de ser inaugurado (lo inaugurarían al mes siguiente).  Aprovechando la parada para reponer algo de fuerzas y líquidos, unos cuantos nos acercamos a ver la pinta que tiene el refugio.
 
La presilla de los ibones, y arriba el nuevo Refugio de los Ibones de Bachimaña
Vista hacia el valle de donde venimos

Una vez todos nos hemos restablecido de sólidos y líquidos y hemos satisfecho nuestra curiosidad con respecto al nuevo refugio, reanudamos la marcha. El recorrido bordea los ibones por el lado oeste. Es un recorrido ondulante, por lo que aunque el balance final es que no ganas ni pierdes altitud, pero lo cierto es que cada dos por tres vas subiendo y bajando; esas subidas y bajadas son pequeñitas pero a lo tonto van haciendo algo de mella en tus energías.

Intentando que el grupo reanude la marcha, tras la parada

Llegamos al punto donde debemos abandonar los ibones de Bachimaña para acometer la subida al Cuello del Infierno. Como luego debemos bajar de nuevo por aquí, decidimos dejar escondidas unas cuantas mochilas con todo lo que no vamos a necesitar para hacer cumbre en los infiernos y así aligerar notablemente el peso. Solo nos llevaremos algo de comida, agua, la ropa que vayamos a necesitar y otras cosillas como la funda de vivac para una posible emergencia, frontales y alguna cosa más. Realmente básicamente nos dejamos los sacos, aislantes y buena parte de la comida, pero eso ya supone un buen ahorro de peso y bulto.

Somo un poco exigentes buscando un sitio en el que no se vean desde ningún ángulo las mochilas escondidas, por lo que nos tiramos un ratillo ladera arriba y ladera abajo con los bultos en las manos hasta que todos nos quedamos a gusto con nuestros respectivos escondites... ¡a ver si luego a la vuelta no vamos a poder encontrarlas de nuevo!, jajajaja.

Vista del sendero y de los ibones de Bachimaña desde la ladera donde estamos escondiendo las cosas

Una vez escondidas las cosas emprendemos la subida hacia el Cuello del Infierno. Enseguida vemos asomar las famosas y llamativas marmoleras de los Infiernos.
 
Enseguida vemos asomar las famosas y llamativas marmoleras de Los Infiernos

La subida es por el fondo del valle que es relativamente recto. Vamos todo el rato por las cercanías del río por el que baja el agua con alegría. En algunos puntos incluso tenemos que cruzar el río saltando de roca en roca con cuidado, bajo el ensordecedor ruido que hacen las aguas. Los paisajes y el entorno van mejorando cada vez más según avanzamos, así que cada dos por tres aprovechamos para hacer fotos.

El paisaje se presta a hacer continuamente fotos
Vamos siempre más o menos cerca del río...
... y en algún punto toca cruzarlo con cuidado

Un poco más arriba divisamos que todavía hay una cierta cantidad de nieve en las laderas altas. Es una buena explicación para la cantidad de agua que baja por el río. En ese momento, esto también me hace pensar que ello me puede acarrear mañana algún problema en la subida a la Gran Facha, según esté su collado sur en cuanto a nieve... pero no adelantemos acontecimientos y sigamos con lo que nos atañe hoy.
 
Se ve una cierta cantidad de nieve en las laderas altas

Llegamos al Ibón Azul Inferior. La belleza del paisaje es tal que hacemos una parada de unos cuantos minutos solo para hacernos fotos con este paisaje tan alucinante. Nos inflamos a hacer fotos, aunque aquí solo os pongo alguna que otra para no aburriros con ellas. Espectacular. El color del agua tiene un tono muy especial que enseguida hace comprender por qué se llaman ibones azules. Encima, la nieve de las laderas, que además se refleja en el agua, contribuye en buena medida a la espectacularidad del entorno.
 
El paisaje a la llegada al Ibón Azul Inferior nos fascina a todos.
El agua tiene un tono azul muy especial. Los neveros se reflejan en las aguas

Seguimos ascendiendo y enseguida llegamos al Ibón Azul Superior, en un entorno también muy bonito. En uno de los salientes del ibón hay un curioso nevero que queda sumergido en el agua en su parte inferior. El sendero pasa por encima de este curioso punto, donde también nos hacemos algunas fotos.
 
Un nevero se adentra en las aguas del Ibón Azul Superior

Continuamos la ascensión y la nieve empieza a aparecer bajo nuestros pies, al principio intermitentemente, pero cada vez hay más nieve y menos roca.
 
Empieza a aparecer nieve bajo nuestros pies
Pronto la nieve se va haciendo más continua en nuestro recorrido

Más arriba la nieve ya es continua. El valle se ensancha y la subida por la nieve es por una pendiente constante y machacona. La verdad es que no recuerdo si llegó a ser necesario el ponernos los crampones, si se los llegó a poner alguien del grupo, o si nos pudimos apañar todos sin ponérnoslos. Cada uno se concentra en su ritmo de subida y enseguida el grupo se empieza a estirar y a decolgar, aunque en algún punto intermedio nos esperamos para que no se deshaga demasiado el pelotón ni quede nadie fuera de nuestra vista. A pesar de ello, entre que el valle es amplio y la pendiente bastante constante, se tiene siempre una buena visión del grupo aunque andemos muy separados.
 
El grupo se estira muchísimo en esta subida tan constante

Finalmente alcanzo el Cuello del Infierno. Allí hay un vivac que nos va a venir muy bien para hacer una parada porque aquí sopla un viento fuertecillo, seguramente responsable de que justo aquí arriba ya no haya nieve. Es el sitio y la hora perfecta para hacer una parada larga para comer y descansar en condiciones, así que suelto mi mochila en el vivac e inspecciono un poco los alrededores mientras doy tiempo a que el grupo llegue. Al otro lado del collado destaca el Pico de Tebarray y el particular ibón del mismo nombre, que recuerda a un caldero o algo así por lo redondo y apariencia de profundo a sus pies. Aquí nos juntamos con el recorrido que viene del Refugio de Respomuso.

El Ibón de Terrabay
El Pico de Tebarray

El grupo va llegando y nos acabamos juntando todos. Protegidos del aire por el vivac aprovechamos para comer, beber y charlar animosamente. Estamos ya a 2723 m de altitud, así que tampoco nos queda demasiado por subir para poder llegar a las cumbres de hoy.
 
Van llegando los primeros del grupo, con el macizo de Vigemale de fondo
Un zoom del macizo de Vignemale
Ya nos hemos juntado todo el grupo en el recinto de vivac

Tras esta parada larga reanudamos la marcha... ¡Uff, como cuesta ponerse de nuevo en marcha después de llenarse la tripa y haberse quedado frío! Eso parece que pasa factura y enseguida va deshaciéndose el grupo, que ya no anda muy fresco que digamos. No obstante tenemos cierta compasión e intentamos esperarnos un poco los unos a los otros. La pendiente sigue siendo algo acusada, así que eso no ayuda. Encima es de piedra suelta.

Mientras subimos por estos canchales de piedra, al fondo del todo tenemos el inconfundible Midi d'Ossau

Vamos cogiendo altura y mejorando la visión que tenemos del ibón y del pico de Tebarray. La nieve por aquí ya ha desaparecidoy si aparece es de forma muy esporádica y muy puntual.
 
El Pico y el Ibón de Tebarray tienen una vista estupenda cuando cogemos altura. Al fondo Balaitus

Llegamos a un punto en que ya empieza a ser necesario el uso de las manos. Comienzan las trepadas, que en mayor o menor medida y de forma más o menos intermitente, según los tramos, van a estar presentes hasta coronar el primer Infierno. JuanPa sufre algo de vértigo (ya era consciente cuando se apuntó a la excursión y vino con idea de llegar hasta donde pudiera), así que tras superar unas primeras trepadas con nuestra ayuda, llega un momento en el que no lo ve claro y prefiere quedarse ya allí hasta que volvamos. Christian y Bárbara parece que se van quedando descolgados, creo que por cansancio. Nosotros no podemos ya ralentizar más la marcha pues al final nos vamos a pillar los dedos con el horario, así que vamos tirando sin ir demasiado deprisa, con idea de que si pueden acabarán llegando al menos a la primera cima y si no les recogemos a la vuelta.

Empiezan las trepadas
Alternando trepadas y tramos de sendero pedregoso con unos paisajes de fondo bien bonitos
Llegado a este punto, JuanPa decide no aventurarse más...
... "os espero aquí"
En grupo empieza a deshacerse
Desde aquí arriba y con la nieve, los ibones de Pondiellos tienen una vista magnífica
Esto ya está chupado. Queda muy poco
Posando con el Garmo Negro a mis espaldas, y los ibones de Pondiellos a sus pies
Mirando atrás. Si se afina mucho la vista se puede ver a Bárbara
 
Seguimos subiendo y finalmente hacemos cima en el Infierno Occidental Julia, Ángel, Javier G y yo. Disfrutamos de la cima y sus vistas y nos hacemos la foto cimera. Cuando estamos ya pensando en salir hacia la siguiente cima aparecen Bárbara y Cristhian. Nos volvemos a hacer la foto cimera, ahora con ellos.

Javier G llegando a cima
Primera foto cimera del Infierno Occidental
Se integran Bárbara y Christian, así que repetimos la foto para estar al completo
 
Bárbara está cansada, así que se da por satisfecha con esta primera cima y dice que nos espera aquí. Los demás partimos por la arista a hacer las cimas de los otros dos infiernos. La arista hasta el Infierno Central es amplia y horizontal así que avanzamos rápido por ella, teniendo bajo nuestros pies las famosas marmoleras, y enseguida nos plantamos en el Infierno Central, donde hacemos la foto cimera.

Foto cimera del Infierno Central

Enseguida partimos hacia la cima del Infierno Oriental. Éste está más cerca, pero hay un colladito entre medias que hay que descender y volver a subir. Es poco, así que en muy poco tiempo estamos en esta tercera cima. Por supuesto, nos hacemos la foto cimera correspondiente.

Foto cimera del Infierno Oriental
Espectacular la vista del Garmo Negro
Mirando hacia el Infierno Occidental y la cresta que nos separa de él
Balaitus

No queremos entretenernos mucho, ya que tenemos a Bárbara y a JuanPa esperándonos en diversos puntos. Iniciamos el retorno al Infierno Occidental, pasando de nuevo por el Infierno Central.

Volviendo por la curiosa arista de mármol
Christian en la arista
Llegando de nuevo al Infierno Occidental. Atrás se distinguen perfectamente las cumbres del Infierno Central y el Oriental

En el Infierno Occidental recogemos a Bárbara e iniciamos el descenso hacia el Cuello del Infierno. A mitad de camino recogemos a JuanPa y ya estamos de nuevo todos al completo.

Llegamos al Cuello del Infierno e iniciamos el descenso a los ibones de Bachimaña, pasando de nuevo por los ibones azules. En esta bajada el cansancio empieza a notarse, de forma que acaba haciéndose larga. De todas formas siempre pasa que cuando subes por un sitio y bajas por el mismo la bajada se te hace mucho más larga.

De vuelta por los ibones azules. Vista atrás

Llegamos al punto donde hemos dejado escondidas las mochilas y las recuperamos. Ahora el plan es seguir bordeando los ibones de Bachimaña hasta llegar al refugio antiguo, junto al cual hemos previsto vivaquear. No obstante Bárbara y Christian deciden que ya han tenido bastante por hoy que el plan de mañana se lo saltan, así que deciden quedarse a vivaquear por donde hemos dejado las mochilas para ahorrarse el paseillo que nos queda y mañana tranquilamente bajar a Baños de Panticosa donde nos esperarán descasando o paseando, ya que compartimos coche.

Los demás cogemos los mochilones e iniciamos el camino hacia nuestro punto de vivac. Cargarse a estas alturas de la jornada de nuevo con los mochilones no sienta nada bien, pero hay que mentalizarse y echar para adelante. No creo que sea mucho más de 1 o 1,5 km y prácticamente en llano, lo que queda, pero alguna pequeña cuestecilla que otra se encarga de martirizar un poco más nuestras fatigadas piernas.

Llegamos a la llanura previa al Refugio, donde visualizamos un buen sitio para vivaquear en este estupendo prado. Ahí soltamos los bultos y nos acercamos a inspeccionar el estado del refugio.

Ya en nuestro punto de vivac y empezando a anochecer, nos dedicamos a preparar la cena, cenar y charlar animadamente. JuanPa se ha hecho una escapadita para visitar el embalse de Bramatuero, que pilla bastante cerca y solo unos 80 metros de altitud por encima.

Nuestro punto de vivac. Va a empezar a anochecer

Indico a mis compañeros que para mañana hacer la Gran Facha conviene madrugar un poco, ya que luego también hay que bajar desde aquí a Baños de Panticosa y luego coger el coche hacia Madrid. Para que todo vaya sobre ruedas deberíamos estar en Baños de Panticosa no más tarde de las 16h.

Ángel y Julia optan por bajarse directamente mañana sin hacer la Gran Facha. Tienen excusa, ya que hace poco han corrido el Maratón Alpino y el cuerpo tarda tiempo en recuperarse de ese tipo de palizas. Javier G en principio dice que no se anima, y JuanPa se ofrece a acompañarme sin asegurarme hasta dónde. Finalmente Javier G dice que también le despierte y según se levante lo decide. Decidimos que Ángel y Julia se lleven un walkie talkie y yo me lleve el otro, para intentar estar comunicados. Pongo el despertador para las 6:15 de la mañana (psicológicamente ese cuartito de hora hace mucho, jejeje) y nos echamos a dormir en nuestros sacos con una noche fresca, como corresponde a estas altitudes, pero espléndida.

La aventura continúa en el artículo "La Gran Facha por Bachimaña".
 

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