viernes, 14 de septiembre de 2018

Ruta MTB: Ruta de las Ermitas

Ruta MTB: Ruta de las Ermitas
Año 2018. Participantes: Ximo y yo

Recorrido muy interesante en tierras alicantinas relativamente corto pero muy trialero e intenso, ideal para cuando no se dispone de mucho tiempo pero uno se quiere dar el capricho de hacer bien el cabra por el monte, ya que el recorrido es muy denso y continuo en trialeras y subidas técnicas y te puede dejar bien satisfecho a pesar de su relativamente corta longitud.

Estoy en mi visita anual de verano en estas tierras, yo casi recien llegado de Madrid, cuandmi amigo cuando Ximo me propone hacer una ruta. La experiencia del año pasado fue buena en este sentido y este año vengo un poco más en forma y con bici nueva, así que hay ganas por parte de ambos. Él está trabajando así que tiene que buscar hueco para hacer rutas que requieren mayor tiempo, pero mientras tanto me propone hacer una ruta que se hace en una hora o poco más, dependiendo de dónde partas par acercarte al verdadero inicio de la ruta. Hay cierta prisa por hacer cosas, desde el punto de vista del calendario, porque casualmente él se va de viaje en muy pocos días, así que solo coincidiremos aquí muy poquitos días.

La ruta de este artículo recorre un cresterío de pequeños montes que hay en el entorno de las poblaciones de Camp de Mirra y Canyada, pasando por las ermitas de estas dos poblaciones, razón por la cual a este recorrido le suelen llamar por allí la "ruta de las ermitas".


El perfil, con sus datos son los siguientes:

Track: Grabado in situ y filtrado (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 27



Las fotos corresponden a otro día que la repetí de añadido junto con otra ruta, ya que en esta primera visita la hicimos de tirón sin entretenernos a hacer fotos. 
 

Fecha: 4 de agosto de 2018


Quedamos por la tarde bastante tarde, ya que Ximo no puede antes y es el motivo por el que optamos por esta ruta cortita. En teoría la ruta lleva alededor de una hora hacerla, aunque a nosotros nos va a llevar un poco más porque tenemos que hacer los aproximadamente 4 kilómetros de ida y los 4 de vuelta que nos separan del inicio de la ruta, pero en cualquier caso nos llevan menos de hora y media.

Hacemos el recorrido de "aproximación", pasando por las poblaciones de Beneixama y Camp de Mirra, siendo en esta última donde empieza realmente la ruta.

En Camp de Mirra cogemos la pista asfaltada que sale de detrás de la iglesia y sube hacia la ermita. Aunque tiene buena pendiente, es una subida constante y cómoda, por lo que se hace bien, aunque según se va llegando a la ermita la pendiente se va "enfureciendo" un poco.

Llegamos junto a la ermita de San Bartolomé, donde se pueden contemplar buenas vistas puesto que en esta subida hemos hecho unos 100 metros de desnivel.

Las vallas de un mirador junto a la ermita


Nosotros continuamos sin parar, dejando el asfalto e iniciando el sendero que nos va a ir guiando por lo alto de estas colinas, subiendo y bajando. Una cortita subida inicial nos predispone ya para empezar a disfrutar de la primera bajada.

Preparados ya para empezar a bajar

Comenzamos el descenso, que se vuelve trialero por la gran presencia de rocas, ya sean sueltas, o emergentes del suelo. El disfrute está asegurado.

Llegamos al primer collado y a continuación la primera subida técnica por la presencia de rocas, lo que va a ser la tónica general por este recorrido por los altos. Hay que ir subiendo con calma dosificando tanto el esfuerzo físico como la fuerza trasmitida a través de los pedales a las ruedas, para evitar que estas últimas derrapen; a su vez hay que evitar quedarse trabado en algún resaltito de roca por afrontarlo sin suficiente impulso.

Coronamos el alto, pasando cerca del vértice geodésico de Peñetas. La subida ha sido de unos 30 metros de desnivel, pocos pero intensos. En esta ocasión no visitamos el vértice geodésico, dejándolo a un lado, aunque en mi siguiente visita si lo haría.

El vértice geodésico, en mi segunda visita

Volvemos a bajar, con la misma tónica trialera que ha habido y va a haber todo el rato, pero en esta ocasión la bajada es más larga hasta que llegamos al siguiente collado.

Una vez llegado al siguiente collado vemos que estamos bastante bajos y que por la izquierda hay unos cultivos y junto a ellos pasa un camino de tierra. Pues hay que bajar "monte a través" por donde uno lo vaya viendo mejor para ir a buscar ese camino. Aunque es "monte a través" y no hay sendero, se baja haciendo un poco el cabra pero bastante bien y también resulta bastante divertido. Uno debe dibujarse la línea imaginaria que te lleve al camino e irla siguiendo.

Llegamos al camino y avanzamos por el hasta el casco urbano de Canyada, que lo tenemos allí mismo enseguida, y pasamos por él de refilón para coger la pista, que sube a su ermita, en esta ocasión mucho más corta que la de antes, por lo que enseguida te plantas junto a la vistosa ermita. De hecho, la pista que sube a la ermita se puede cosiderar casi mejor como una calle puesto que son solo unos 200 metros de longitud los que tiene.

Llegamos al aparcamiento junto a la ermita, donde hay un panel y un tramito de escaleras de piedra que se dirigen hacia el monte. Por detrás de ellos se ve que pasa un sendero que se coge por un hueco que hay más a la izquierda, así que no se os ocurra bajar de la bici para subir las escaleras, porque hay buen punto de paso.

La ermita de Canyada, bastante vistosa
Una foto más de cerca
El panel, las escaleras y el sendero por detrás. El murete se interrumpe más a la izquierda de la foto y por ahí se coge el sendero

Nosotros seguimos de corrido, como antes, abandonando este casi kilómetro intermedio que hemos recorrido entre camino y asfalto para ahora coger el sendero y volver a la tónica general del recorrido en modo "cabra".  Empezamos a subir; es una subida técnica como antes, por lo que las recomendaciones de dosificación y demás son las mismas que antes o con más énfasis, porque ahora la subida es más larga.

Sendero tras la ermita de Canyada, con subida técnica

Más arriba tiene algún tramo pequeñito tipo "descansillo" y luego continúa subiendo aunque con pendiente algo más llevadera.

Finalmente llegamos al punto más alto de esta segunda parte y emprendemos otra buena bajada trialera en la que bajaremos de golpe unos 30 metros de desnivel.

El recorrido sigue con continuos sube y baja más cortos pero con el mismo corte, hasta que pasado un buen rato llegamos a otra subida un poquito más larga, donde como en casi todas las subidas de este recorrido, sean más grandes o más pequeñas, hay que emplearse un poco. Esta subida nos lleva a un collado desde donde ya iremos onduleando más o menos a media ladera hasta llegar a otro collado en disposición transversal, siempre con la misma tónica de senderos de rocas.

Desde el collado transversal o un poco más abajo ya se ve abajo otro collado alineado con el cordal, donde se aprecia que se cruza en perpendicular un camino que sube por una vertiente y baja por otra. Hay que llegar a ese cruce, siguiendo como siempre el sendero rocoso por el que bajamos haciendo el cabra.

Abajo se aprecia el collado con camino que se cruza en perpendicular con el sendero

Llegados al cruce con el camino, cogemos el camino hacia la derecha. Uno puede pensar que llegado al cruce se ha acabado el hacer tanto el cabra como hemos hecho... pero nada más lejos de la realidad, porque el descenso por el camino no tiene desperdicio, con algunos tramos en los que si no tienes cuidado puedes acabar fácilmente con tus huesos en el suelo.

Cuando el camino empieza a salir ya del monte, se llega a una bifurcación en la que tendremos que girar a la derecha. En este punto se puede decir que ya se ha acabado lo más interesante de la ruta y lo que queda es el retorno al punto de partida.

El retorno se hace primeramente por este camino, por el que acabaremos llegando al casco urbano de Canyada cogiendo ya asfalto. El resto Canyada-Camp de Mirra-Beneixama-El Salse ya se hace por caminos asfaltados sin ninguna historia más que llegando a Beneixama nos encontramos a un viejo amigo de la infancia al que dedicamos unos minutos de parada para saludarnos y saber de nuestras vidas.

Haciendo balance, toda la verdadera "chicha" de este recorrido se ha concentrado en apenas 8 kilómetros, de los cuales si quitamos ese aproximadamente kilómetro intermedio de transición de camino y asfalto, se queda en 7 kilómetros. Pero si tenemos en cuenta que esos 7 kilómetros son todos prácticamente de trialeras y subidas técnicas uno detrás de otro sin descanso, nos podremos dar cuenta de lo intensa que es esta ruta.

Hemos conseguido completar el recorrido sin poner ningún pie en el suelo, lo cual tiene cierto mérito y sobre todo en las subidas. Según vamos volviendo me comenta Ximo que tendremos nuestros años pero que la gran mayoría de jóvenes de la zona (tremendamente aficionada al ciclismo, por cierto) no son capaces de hacer recorridos como éste, jajajaja.

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