miércoles, 4 de septiembre de 2019

Ruta MTB: Beniarrés-Cima de Benicadell-Senda Marjaletes-Beniarrés

Ruta MTB: Beniarrés-Cima de Benicadell-Senda Marjaletes-Beniarrés
Año 2019. Participantes: Roberto P y yo


Ruta bastante espectacular y entretenida aunque, todo hay que decirlo, hay alguna parte en la que toca empujar la bici y los últimos metros para coronar la cima de Benicadell, que es optativo pero muy recomendable, se hacen andando. Como contrapartida te vas a encontrar un recorrido espectacular, unos paisajes increíbles y unas bajadas de renombre, además de llevarte en el bolsillo una de las mejores cimas de Alicante.






Como este año coincido en mis días de vacaciones en la provincia de Alicante con otro compañero del Club Nemus, decidimos quedar un día para hacer una ruta por la provincia. Aunque estamos en la misma provincia, él se encuentra en Benidorm, a más de una hora en coche de donde estoy yo, así que me parece que lo justo es intentar dentro de lo posible y de lo que resulte de interés, buscar una ruta a mitad de camino entre ambos.

Roberto no conoce rutas por la zona, y yo las que conozco son por la zona en la que estoy yo, pero ya tenía echado el ojo a algunas rutas de la provincia de Alicante, de las que por mi parte preseleccioné dos que tenían buena pinta, quedándose en manos de Roberto el decantarse por una de ellas. Finalmente Roberto escoge una de ellas, muy acertadamente ya que una serie de condicionantes en los que al principio yo no había reparado por no haberlo mirado bien harían al menos necesario modificar la otra ruta.

Por otro lado, la ruta finalmente escogida también me apetecía mucho... se trata de una ruta por Benicadell, uno de los picos más llamativos de Alicante y de mis preferidos de la provincia que he subido en varias formas y ocasiones. En esta ruta se puede hacer cima y se pasa por sitios con unas magníficas vistas de su espectacular cresta, que hace poco más de dos meses había completado por segunda vez. Además, como lo conocía bien sabía que el sendero de badaja desde el pico iba a ser divertido en bici, y también la ruta va después a buscar otra bajada que ya me había ido dando cuenta que tenía cierta fama en el mundillo del mountain bike de la provincia: la senda Marjaletes.

Desde el punto de vista de ciclabilidad, tenía claro que si se quería hacer cima (cosa no indispensable por mi parte ya que ya la había visitado varias veces, pero que sí que me parecía un buen aliciente para Roberto), los metros finales para coronarla habría que hacerlos andando, pero el resto de la ruta suponía erróneamente que iba a ser completamente ciclable con la única salvedad de algún escalón de roca puntual en el que haya que bajarse para superarlo y luego volverse a montar.

Por último, la ruta la había copiado de una web de "endureros", los mismos a los que les copié la "Ruta MTB: Beneixama-Ruta de las Ermitas-Sierra de la Villa-Villena-Barranc de Pons-Sierra de la Solana-Senda del Pontal-Beneixama", así que también era consciente de que podría haber algún paso de bajada complicado pero no tenía la percepción de que fuera un problema "masivo" y siempre está el recurso de bajarse de la bici cuando uno "no lo ve" en algún paso.

El concepto general de la ruta es bordear la sierra de Benicadell por el sur y el oeste, para subir por la vertiente norte hacia la cima y luego bajar terminando de bordear por el este hasta completar un recorrido circular.

La ruta es corta en kilometraje pero tiene tramos bastante técnicos, con lo que es intensa y física.


Track: Grabado in situ (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 82




Fecha: 6 de agosto de 2019

Quedamos pronto en Beniarrés, puesto que sabemos que hay ola de calor y va a apretar de lo lindo. Es también una de las razones de haber escogido esta ruta que no tiene mucho kilometraje, aunque luego nos acabará llevando más tiempo que el esperado.

Una vez preparado todo iniciamos la ruta, saliendo de Beniarrés. En principio es una carreterilla que no tiene nada de tráfico y nos lleva a Gaianes. Cruzamos Gaianes por sus calles y continuamos. Tras pasar Gaianes el asfalto empieza a desaparecer y vamos por caminos de tierra que de momento están en buen estado.

Hay algunos cruces de caminos en los que tengo que estar atento al track para no desviarnos por otro camino, de hecho en uno de ellos me equivoco pero me doy cuenta enseguida y corregimos. Pero todo va con normalidad y vamos Roberto y yo charlando de nuestras cosas.

Llegando a un sitio el camino va perdiendo entidad y nos encontramos una cadena que nos corta el paso. Lo mismo me pasó en la ruta que hice hace un par de días copiando el track de los mismos que el de hoy, así que me extraña algo pero tampoco mucho. El track copiado se ve que no tiene mucha precisión por aquí, lo que no nos ayuda mucho e incluso ayuda a despistarnos, pero tras inspeccionar un poco la zona acabo dando con que escasos metros más adelante por un camino que es casi campo a través, se alcanza un camino ya en condiciones, que es el correcto. Después, viendo el mapa se puede ver que si hubieramos tirado hacia la derecha por el camino que había unos 800 metros antes habríamos ido mejor que por el track que hemos "copiado". 

Una vez cogido  el camino correcto, pasamos cerca de unas casas y una pequeña subida nos permite alcanzar la antigua carretera que ya no tiene practicamente nada de tráfico al haber quedado sustituida por la autovía. Por esa carretera subimos la insistente y empinada cuesta que cruza la autovía por un túnel y en algo más de dos kilómetros nos lleva a a rotonda del enlace que nos va a permitir cruzar de nuevo la autovía por el puente. Llegamos a la rotonda del otro lado y cogemos la salida que nos marca el track, dejándonos caer por un tramo de pista asfaltada que en una buena cuesta abajo nos lleva al punto donde comienza el sendero que queremos coger.

Nos desviamos 90 grados a la derecha para coger el sendero que sube por el Barranco de Fontanares. Es un sendero algo técnico ya que aflora mucha roca, y vas a media ladera subiéndote por la ladera derecha del barranco (izquierda según subes), con algo de precipicio a tu derecha. Tiene una pendiente aceptable para ir subiendo aunque sea terreno técnico, por lo que se va peleando uno con las rocas sin necesidad de desmontar, pero cuando vemos que la cosa se va alargando mucho con la misma tónica valoramos el no dejarnos todas las energías en esta subida y en cuanto llega alguna dificultad más peleona acabamos desmontando para pasarla y volvernos a montar después para proseguir.

Foto sacada de internet (https://3enruta.com) del sendero del barranco de Fontanares

Llegamos a un sitio donde sale un desvío por la derecha. El track que he copiado va por él, pero ya leí que era un buen atajo a costa de empujar la bici en algunos tramos. El inicio ya se ve empinado y supongo que no va a dar mucho respiro. Lo hablamos un momento y Roberto coincide conmio en que es mejor dar mas rodeo siguiendo por donde seguimos que meternos a empujar la bici.

En mi opinión resulta un acierto, porque la cosa se calma un poco y podemos seguir el sendero, que resulta en sombra y agradable, ya sin desmontar nada, hasta alcanzar una pista de tierra que tenemos que coger a la derecha para subir por ella y alcanzar el punto por donde llegaríamos por el otro lado.

La pista resulta ser peleona, con unas pendientes fuertes a pesar de que va serpenteando por la ladera para coger altura. La pendiente no da mucho respiro y hemos perdido la sombra. A pesar de todo el paisaje es espectacular. Aun así la pista se acaba haciendo un poco larga y acabo entendiendo un poco la los del "atajo" que querían evitar esto que se hace un poco largo a pesar de no serlo; aún así creo que vale más la pena rodar en bici que empujarla, y el paisaje por la pista es muy chulo.

Pasamos el punto de confluencia por el que llegaríamos del "atajo" y el camino acaba convirtiéndose en senda subiendo a media ladera en paralelo a la sierra hasta un collado de la misma.

Continuamos a media ladera, aunque ya con un perfil más llano. No obstante la vegetación está muy cerrada y no nos deja rodar bien en bici, con lo que tenemos que empezar a bajarnos de la bici de vez en cuando para pasar algún punto en los que se van sumando vegetación cerrada y escalones de roca. Esto cada vez pasa más hasta el punto de que en muchos momentos no te vale la pensa subirte de nuevo a la bici porque ya ves que unos metros más adelante te vas a tener que bajar de nuevo; además la vegetación cerrada no te deja volverte a montar hasta que sales momentáneamente de ella.

El sendero va a media ladera más o menos en paralelo a la alineación de la sierra

Llegamos a un punto en el que el sendero hace unas zetas bastante agresivas para subir. Normalmente vamos con una ladera empinadísima que nos enseña el vacío por nuestra izquierda, pero ahora es todavía peor porque el sendero va colgado sobre un muro de roca que puede llegar a superar la decena de metros en vertical (y luego ladera muy empinada). Si a eso le añadimos que la subida es técnica por rocas vemos que hay cierto riesgo de caída en un sitio en el que uno no puede permitírselo porque podría ser muy grave. Por ello no dudamos en subir las zetas desmontados.

Foto sacada de internet (https://3enruta.com) de la zona de las zetas. Es un tramo que enseguida se vuelve más técnico y en el que no te puedes permitir una caída

Terminadas las zetas decidimos parar a la sombra de un árbol para darnos un respiro. Hace mucho calor, (más de 40 grados registró mi aparatito de la bici) y el ejercicio de subida que estamos haciendo no juega mucho a nuestro favor, así que hay que dejar que baje un poco la temperatura del cuerpo. Según estamos descansando en este estrecho sito aparecen de frente unos senderistas que se sorprenden de vernos con las bicis en este sitio tan inhóspito en el que lo último que se le pasaría a uno por la cabeza es ir montado en bici, jajajaja. Yo también me extraño porque no me parece un sendero en el que nos fuéramos a encontrar a nadie, salvo más adelante donde confluye el sendero que se usa de subida desde Gaianes (que es por donde subí la primera vez la cima del Benicadell, andando por supuesto).

Reanudamos la marcha después de un rato de descanso y de haberme disculpado ante Roberto por haberle metido en esta ruta en la que estamos empujando la bici más de la cuenta y más de lo que yo suponía. Ahora parece que podemos rodar con la bici algo más de continuo que antes, aunque también toca bajar de vez en cuando y empujar. No obstante la cosa ya se va poniendo algo mejor, y así alcanzamos el collado donde llega el sendero de subida desde Gaianes... por un lado me da nostalgia porque es por donde subí la primera vez a este pico, y por otro a partir de aquí ya conozco el sendero y sé que vamos a poder rodar un poco mejor y que tampoco queda demasiado para cima.

Enseguida llegamos al desvío que sube a la Cava de Benicadell y le sugiero a Roberto el ir a visitarla porque vale la pena. Una subida cortita y allí nos plantamos. Se trata de una cava de las que tantas hay por la zona, en la que antiguamente se almacenaba nieve, pero aparte de ser bastante grande y espectacular creo que es la única de la provincia que conserva el techado.

Tras visitar la cava continuamos con la bajadita que nos devuelve al sendero, bajadita muy corta pero que tiene algún punto delicado con lo que yendo "fríos" después de la parada decidimos bajarnos para pasar el punto más conflictivo.

Seguimos y pronto alcanzamos el desvío donde por la derecha subes hacia la cima y por la derecha ya bajas de la sierra. Le recomiendo a Roberto visitar la cima y él tampoco lo duda, así que tiramos para arriba, teniendo que bajarnos de la bici en algunos puntos, pero subiendo mejor de lo que me esperaba, aunque cuando empiezan las zetas para llegar al colladito de arriba la cosa se complica y toca empujar; menos mal que ya es poco. Mi idea es llegar al colladito donde hay una higuera donde echamos un buen descanso dos meses antes cuando hice la cresta con otros compañeros. Allí hay buena sombra y es buen sitio para dejar un poco escondidas las bicis y subir ya los últimos metros hasta la cima andando y sin bici, puesto que ya no son ni para ir con la bici al hombro. 

Llegamos a la higuera, dejamos las bicis y subimos a cima donde nos felicitamos, nos hacemos fotos y contemplamos las magníficas vistas de este pico.

Cima del Benicadell

Pero no tardamos mucho en bajar de nuevo... no porque nos preocuparan nuestras bicis sino por la estupenda sombra de la higuera, jajajaja. En la higuera echamos un rato descansando, comiendo y, sobre todo, hidratándonos.

Iniciamos el descenso. Las zetas se bajan en bici mucho mejor de lo que me esperaba, y enseguida nos plantamos en el desvío de antes. Allí cogemos el sendero que baja de la sierra y disfrutamos de su bajada, guapísima, aunque las horquillas son cerradas y cuesta dar el giro. En uno de los tramos en los que aflora mucha roca y seguida en descenso oigo a mis espaldas una caída y paro... Roberto ha acabado saliendo por los cuernos de la bici... afortunadamente le veo moverse enseguida pero las caídas en sitios tan rocosos pueden hacer pupa. Se incorpora... le duele la mano y la pierna... de hecho en la pierna le sale de inmediato un enorme huevo.

Vista atrás del tramo donde se ha producido la caída

Todo se queda en un susto y algunos dolores esperemos que pasajeros, pero podemos continuar. Seguimos y cuando estamos llegando casi abajo oigo un derrape muy estruendoso que me hacen pensar que Roberto se ha vuelto a caer... a mi pregunta de "¿estás bien?" (porque no le tengo a la vista) me contesta que es que está derrapando en las horquillas pero que eso le ayuda a hacer esos giros tan cerrados. El sendero finaliza con unos escalones que nos depositan en la amplia pista de tierra que recorre la falda norte de la sierra.

Ahora seguimos la pista hacia el este y llegamos a una subida hormigonada que es la que he usado otras veces andando para acceder al sendero que te lleva a la cresta de Benicadell. La recordaba muy empinada andando, pero en bici se nota todavía más... menos mal que no es muy larga. Arriba de la subida, que es el Coll de la Cova, sale por la derecha el sendero que baja a la cresta y por la izquierda sigue la pista pero de tierra. Nosotros tiramos por una tercera opción, que es un sendero que sale entremedias de ambas.

El sendero es de bajada por tierra y entre algo de vegetación, una bajada chula y entretenida. Luego va llaneando y más adelante me espero una última subida de la ruta, pero realmente tampoco hay mucha subida. Aunque, eso sí, hay un escalón en el sendero que hay que desmontar para subirlo.

En el punto alto hay unas magníficas vistas de la Cresta de Benicadell. Ahí mismo empieza la conocida senda de Marjaletes, que no es otra cosa que una larga trialera de bajada con una dificultad quizás tirando a alta pero que resulta bastante abordable. No obstante Roberto va un poco cansado y quizás con mucho respeto después de la caída y opta por ir bajándose en los puntos más conflictivos. Yo voy haciendo tramos y parando a esperarle, pero al final acaba contagiándome y en el que seguramente sea el punto más conflictivo (al menos si no te la conoces) acabo bajándome también de la bici para pasarlo. Si no recuerdo mal, es una bajada sobre roca con pancitas, bastante empinada y alta que como visualmente te surge en el último momento no te da tiempo a "dibujar mentalmente" la línea de bajada. Una vez que he parado ya sí que visualizo la línea, pero he perdido el ritmo y el contagio me ha hecho efecto, así que opto por descabalgar para pasarlo.

La cresta de Benicadell vista desde los inicios de la senda Marjaletes...
... y mirando un poco más a la izquierda para que salga también el inicio de la cresta
Vista de la cresta desde otra perspectiva ya muy avanzada la senda Marjaletes

Un poco más adelante finaliza este magnífico sendero-trialera juno a una vieja casita de campo. La verdad es que el sendero ha sido una pasada y seguro que lo repetiré en años sucesivos que vuelva por Alicante con la bici en cuanto tenga ocasión.

Vista atrás desde el final de la senda de Marjaletes

Continuamos por los caminos que nos marca el track que estamos siguiendo, hasta que veo que hay que salirse y coger un sendero que sale por la derecha... según el GPS me lo acabo de pasar y no lo he visto, así que retrocedemos unos metros y lo veo. No está muy definido por lo que es fácil pasárselo. Este sendero constituye una nueva trialera más cortita y, quizás salvo un paso, más fácil que la anterior, así que me supone el último disfrute de este tipo antes de finalizar la ruta.

Una bajada por pista hormigonada nos lleva enseguida a las calles de Beniarrés, donde paramos en la fuente que nos pilla casi de paso para meter la cabeza debajo del grifo. Luego continuamos hasta el coche donde nos cambiamos y guardamos la bici en el coche para ir en busca de un bar y celebrarlo con unas cervezas... cervezas que se hacen de rogar, tanto por lo sorprendentemente complicado que nos resulta encontrar un bar abierto como por todo lo que tarda el camarero en servirnos las primeras (estaban atendiendo comidas también).


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