Año 2009. Participantes: Vero, José y yo.
Esta entrada es la continuación de la de Ordesa (1ª parte): Góriz por Cotatuero y la Fraucata y la de Ordesa (2ª parte): Monte Perdido y Cilindro de Marboré, siendo la última de esta aventura en Ordesa. Si todavía no has leído las dos entradas anteriores te recomiendo que lo hagas para poder seguir mejor la aventura, aunque tampoco es indispensable.
Llegamos a la parte final de este magnífico recorrido por los valles de Ordesa y Bujaruelo. En esta última parte partimos de Góriz, pasamos por la gruta helada de Casterets y llegamos a la Brecha de Rolando. Desde la Brecha de Rolando y pasando la Falsa Brecha subimos el Taillón. Retornamos a la Brecha de Rolando y descendemos por Serradets al puerto de Bujaruelo, San Nicolás de Bujaruelo y bajando por el valle de Bujaruelo llegamos hasta Torla.
Empezamos (podéis pinchar en las fotos para verlas más grandes):
Brecha de Rolando, Taillón y parte del descenso por Bujaruelo (28 de agosto de 2009)Datos:
Actividad: Montañismo; Zona: Pirineos
Cimas: Taillón (3146 m)
Dificultad/Características:
Terreno relativamente fácil en general. El paso de los Sarrios realmente no entraña dificultad. La presencia de hielo en la cascada helada puede presentar algún ligero problema. Podrían ser recomendables los crampones para bajar por el Glaciar de la Brecha, aunque suele haber huella.
Longitud total: 15,2 km; Desnivel acumulado positivo: 1310 m; Desnivel acumulado negativo: 1550 m
Tiempos:Longitud total: 15,2 km; Desnivel acumulado positivo: 1310 m; Desnivel acumulado negativo: 1550 m
- De Góriz a la Gruta Helada de Casterets: 2h 30min
- Tiempo en la gruta: 50 min
- De la Gruta Helada de Casterets a la Brecha de Rolando: calculo que aproximadamente 50min o 1h descontando un incidente por la caída y posterior rescate de un bastón que nos hizo perder tiempo.
- Tiempo en la Brecha de Rolando: 50min (aquí hicimos la comida principal y estuvimos de cháchara)
- De la Brecha de Rolando al Taillón: 1h
- Del Taillón a la Brecha de Rolando: 1h, (incluye tiempo en cima y una parada posterior)
- De la Brecha de Rolando al punto de pernocta: 3h 30min
Los tiempos son aproximados y en general incluyen paradas
Track:
Generado sobre mapa con ayuda de otros tracks (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Fecha: 28 de agosto de 2009
Generado sobre mapa con ayuda de otros tracks (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Fecha: 28 de agosto de 2009
Recordemos que habíamos dormido la noche anterior en nuestra tienda, junto al refugio de Góriz.
Amanece otro día espléndido y como siempre salimos tarde a recorrer la larga travesía que nos toca hoy y que se incluye la subida de otro tresmil: el Taillón (3.146m). No obstante ya tenemos previsto que probablemente no podamos acabar hoy toda la travesía que nos queda hasta Torla. No es problema, pues llevando la tienda podemos buscar un sitio para acampar en el valle de Bujaruelo y al día siguiente acabar el recorrido que nos quede hasta el coche.
Amanece otro día espléndido y como siempre salimos tarde a recorrer la larga travesía que nos toca hoy y que se incluye la subida de otro tresmil: el Taillón (3.146m). No obstante ya tenemos previsto que probablemente no podamos acabar hoy toda la travesía que nos queda hasta Torla. No es problema, pues llevando la tienda podemos buscar un sitio para acampar en el valle de Bujaruelo y al día siguiente acabar el recorrido que nos quede hasta el coche.
El refugio de Góriz visto desde donde estamos acampados. Un día espléndido. |
Tras haber desayunado y recogido la tienda y todo, por fin partimos en dirección al Cuello de Millaris.
El camino es agradable y va subiendo pero sin pendientes demasiado fuertes. Vamos avanzando a un ritmo medio, puede que incluso tranquilo; sin prisa pero sin pausa. El solecillo parece meter energía al cuerpo y la noche nos ha servido para recuperar fuerzas.
Ya algo alejados del refugio vamos observando las marmotas tomando el sol encima de las rocas.
Las marmotas nos observan |
Empezamos a bajar ligeramente, y nos damos cuenta que nos hemos colado de sendero y vamos a un callejón sin salida. Como las marmotas nos están observando según pasamos, bromeamos diciendo que las marmotas nos miran como pensando "¿adónde van estos chalados?", pues suponemos que no es ruta por donde pase habitualmente la gente.
Tenemos claro que el camino tiene que ir bastante más arriba. Tenemos dos opciones: o retroceder hasta encontrar el punto en el que nos hemos desviado, que a saber cuándo ha sido, o intentar atajar remontando hacia arriba en perpendicular para intentar interceptar el camino. El problema de la segunda opción es que a muestra derecha hay unos murallones de roca que nos tocaría trepar y no sabemos muy bien qué nos vamos a encontrar.
Finalmente, y también después de consultar el mapa, optamos por arriesgarnos con esta segunda opción, aceptando que si se complica demasiado la cosa nos toca dar marcha atrás. Para ello hay que tener también un poco de cuidado para no pasar por puntos de difícil retorno.
Empezamos a buscar los mejores sitios para trepar y tiramos hacia arriba. La trepada se complica un poco más de lo previsto, pues aunque parece que hay buenos agarres, las rocas están muy sueltas y la mitad de las que coges te las quedas en las manos. Hay que extremar la precaución y comprobar todo antes de cogerlo o pisarlo.
Trepando unos murallones |
Finalmente conseguimos remontar los murallones y enseguida localizamos el sendero por el que tendríamos que haber ido.
El recorrido sigue sin mayor incidencias, subiendo hacia el cuello de Millaris. Un poco antes de llegar a él pasamos un lugar donde acampé hace muchos años y que me trae a la cabeza recuerdos de mis aventuras, cuando no había predicciones meteorológicas fiables ni tanta tecnología en la vestimenta y otros utensilios. Esta es la tercera vez que hago este recorrido, aunque las dos anteriores quedan muy lejos en el tiempo; pero voy recordando todo como si fuera ayer.
Tras pasar el cuello de Millaris llegamos a los llanos de Millaris donde vamos recorriéndoles pegados a la derecha, sin bajar al fondo del todo, y cuando la ladera gira empezamos a subir en dirección a la Gruta Helada de Casterets.
Realmente el recorrido pasa por debajo de la Gruta y no hace falta subir hasta ella, pero José y Vero no la conocen y les recomiendo que la visiten.
Cuando llegamos a ella me encuentro la sorpresa que hay una valla para impedir entrar al interior. Las otras veces que pasé por aquí no estaba, pero es verdad que los tiempos han cambiado mucho y la gruta puede resultar peligrosa pues dentro hay verdaderos tubos descendentes formados de hielo, y si te asomas demasiado y resbalas... Ahora se protege mucho lo que antes se dejaba a criterio de cada uno confiando en el ser suficientemente prudente. Esto tampoco es un parque infantil al alcance de los niños, creo que somos suficientemente adultos todos y no deberían ser necesarias estas cosas.
La entrada de la Gruta Helada de Casterets |
En esta foto se muestra la gran magnitud de la boca de la gruta. La silueta que se ve en el centro son mi cabeza y hombros. |
Visitamos lo poco que se puede visitar ya de la gruta y decidimos echar allí un buen rato relajados disfrutando de las vistas.
Una bonita foto en la entrada de la gruta. De derecha a izquierda la Brecha de Rolando, la Falsa Brecha y el Taillón |
Tras bajar de la cueva y seguir nuestro camino nos despistamos (mea culpa, por recordar mal la ruta y liar a los demás) y nos desviamos de la ruta, así que nos toca hacer un poco el cabra, saltando de roca en roca en medio de profundos agujeros kársticos y haciendo algunos destrepes.
Destrepando para intentar recuperar la ruta correcta |
Observando la Brecha de Rolando ya vemos desde lo lejos que se ve gente en ella. Es habitual, ya que el subir a la Brecha de Rolando es una excursión bastante popular, especialmente por el lado francés y gracias a la proximidad del refugio de Sarradets.
Desde lo lejos ya apreciamos unas cuantas siluetas de gente en la Brecha de Rolando |
En el Paso de los Sarrios |
En un momento dado y con el trajín de las fotos, y pasándonos las cámaras de un lado a otro, se me escapa un bastón y cae hacia abajo. Afortunadamente se ha parado no demasiado lejos, pero aún así el terreno no es fácil. Mientras pienso si es posible rescatarlo razonablemente o si lo doy por perdido, José saca la cuerda, la pasa por la cadena y rapela hasta llegar al bastón. Lo coge, y ayudado por la cuerda vuelve a subir hasta la cadena: ¡Muchas gracias José, te debo una!
Con la historia del bastón, Vero decide ir avanzando mientras José hacía el rescate. Cuando remprendemos la marcha Vero nos ha sacado una cierta ventaja, lo que aprovecha para hacernos alguna foto subiendo y nos hizo esta foto tras haber pasado por la base de El Casco y estando ya próximos a la Brecha de Rolando.
Vista atrás de Vero para fotografiarnos. Vamos subiendo junto a los paredones |
Alcanzamos a Vero. Ya va faltando menos para la Brecha, que por cierto marca frontera entre Francia y España. Como es tan grande siempre parece que estás muy cerca pero luego tardas bastante en llegar.
La Brecha de Rolando es tan grande que parece que estás al lado aunque todavía te falte un rato. |
Por fin llegamos a la Brecha de Rolando.
La Brecha de Rolando es una curiosa y afilada formación. Para comparar tamaños, a sus pies se ven dos personas. |
Llegamos a la Brecha de Rolando |
En el lado francés hay un bonito mar de nubes. Lo malo de eso es que cuando bajemos por allí nos meteremos en todas las nubes. Pero de momento iremos al Taillón por el lado español, y luego a ver si tenemos suerte.
Hacemos una parada larga para comer. Hace un poco de aire; es normal, pues es como una puerta abierta, pero un poco resguardados se está bien.
Bonito mar de nubes en el lado francés |
Después de comer tranquilamente partimos hacia el Taillón, para lo cual nuestro primer destino es la Falsa Brecha. En un rato de caminata con ligera tendencia de subida nos plantamos en la Falsa Brecha y su característico "totem" conocido como el Dedo,
Llegando a la Falsa Brecha |
Vero prefiere quedarse en el Dedo de la Falsa Brecha, ya que no va muy sobrada de fuerzas, así que aprovechamos para dejarle los mochilones y subir ligeros José y yo hacia el Taillón. En el lado francés del Dedo hay una cuevecilla con una chapa que recuerda a un montañero que, por lo visto, murió allí de frío. Cobijamos en la cueva las mochilas por si llueve. Vero nos espera aquí. Intentaremos ser rápidos para que no le resulte pesada la espera.
En el Dedo hay una cuevecilla por el lado francés |
Partimos hacia el Taillón. Desde el dedo solo hay un pequeño tramo más o menos horizontal o con ligera pendiente y luego se trata de ir subiendo con paciencia haciendo zetas.
Vista desde el Dedo de la subida hacia la cima del Taillón. Se ve a uno de nosotros subiendo |
En medio de las nubes, que apenas nos dejan ver nada, alcanzamos la cima. No tiene pinta de despejar a corto plazo y además nos está esperando Vero abajo, así que nos hacemos la foto de rigor para a continuación empezar a bajar sin entretenernos mucho.
Cima del Taillón (3146 m) |
Empezamos el descenso hacia el Dedo. Durante la bajada hay algunos momentos con algo más de visión que intentamos aprovechar para contemplar el paisaje y hacer fotos.
Bajando del Taillón, metiéndonos por las nubes |
Parece que abre un poquillo y podemos ver el glaciar del Taillón, partido en dos por un trozo de pared. También podemos ver hasta la gruta helada de Casterets que por su tamaño engaña y parece estar mucho más cerca de lo que realmente está pues está a unas 2 horas de distancia de donde estamos. Afinando la vista conseguimos distinguir a Vero al pie del Dedo.
Al lado izquierdo el glaciar del Taillón. A la derecha del todo se aprecia la entrada de la Gruta Helada de Casterets |
Con el zoom de la cámara captamos también el circo de Cotatuero, así como el principio del recorrido que hicimos por la Fraucata
Circo de Cotatuero |
Finalmente llegamos al Dedo y recogemos a Vero y nuestras mochilas. Según pasamos por la Falsa Brecha las nubes nos dejan ver momentáneamente el Pico Marboré. En este pico, se encuentra la “Gran Cascada” que con 425m de caída es la cascada más alta de Europa y la quinta del mundo. Sin embargo me tengo que conformar con su recuerdo de veces anteriores ya que en ningún momento se deja ver por culpa de las nubes. Esta cascada curiosamente es una especie de desagüe del Lago Helado del Monte Perdido con el que está comunicada subterráneamente; es decir, el agua que cae por esta cascada proviene del Lago Helado del Monte Perdido.
El Pico Marboré al fondo |
Un zoom del Pico Marboré |
El pico Marboré cuando se ve por su vertiente sur-este no “dice” nada, pero por su vertiente norte-oeste (la que estamos viendo ahora) es una impresionante pared que supera los 1.500m de altura … aunque hoy las nubes no nos lo deja ver.
Llegamos de nuevo a la Brecha de Rolando y echamos el último vistazo a España antes de pasar a Francia. Enfrente tenemos el Casco, un tresmil que también llama la atención por parecer bastante inaccesible, pero que por lo que sé se puede subir con alguna fácil trepada .
El Casco visto desde la Brecha de Rolando |
Mirando ya hacia Francia tenemos enfrente el pico Sarradets, tras el cual hay un bonito mar de nubes. A sus pies se encuentra el refugio francés de Sarradets, pero desde la Brecha de Rolando no hay visión directa al quedar oculto por el relieve.
Pico Sarradets |
Dejamos atrás la Brecha de Rolando y nos metemos en el Glaciar de la Brecha, muy menguado a como lo recuerdo de otras veces, pues partía casi desde la propia Brecha. He cargado estos días con los crampones para cruzar este glaciar y ahora resulta que está tan menguado que el recorrido sobre él es bastante corto, corresponde a la parte más horizontal y encima hay una buena huella, así que se puede cruzar perfectamente sin ellos. No obstante ya que he cargado con ellos y son unos de correa que se ponen rápidamente me paro un momento a ponérmelos y como puedo andar más rápido con ellos que Vero y José, que van con cuidado de no resbalar, recupero el espacio perdido con ellos mientras me los ponía y les adelanto. Cuando paro y me los quito ellos me alcanzan, así que al final sale lo comido por lo servido.
Cuando pasé por aquí las otras dos veces, hace muchos años, el glaciar llegaba hasta la propia brecha y eran fechas incluso más tardías |
Descendiendo por el glaciar |
Tras acabar el glaciar se pasa una pequeña loma y empieza una bajada bastante pronunciada hacia el refugio de Sarradets. Nos metemos de lleno en las nubes, así que ya no vemos nada. Vamos bajando deprisa, así que vamos adelantando a otros montañeros que también se dirigen al refugio.
Bajada muy empinada y a tientas. Vamos alcanzando a otros montañeros |
Llegamos al pequeño refugio de Sarradets. Las nubes no nos lo han dejado ver hasta casi toparnos de narices contra él.
No vemos el refugio de Sarradets hasta que lo tenemos en las narices |
Hacemos una parada en el refugio que aprovechamos para recargar las cantimploras.
Seguimos el descenso. La bajada continúa de forma muy pronunciada, zigzageando. A veces se pierde un poco el sendero, especialmente al tener el campo de visión tan reducido, pero enseguida lo recuperas al darte cuenta.
Llegamos a la cascada helada, que afortunadamente no está helada, ya que las otras dos veces que pasé por aquí años atrás estaba helada y era realmente complicado y delicado cruzarla.
En primer lugar hay un tramo de cruce en horizontal. Tras rematar este tramo hay que descender por la margen izquierda de la cascada, para lo cual hay una cadena para agarrarse. Esta cadena es tremendamente útil sobre todo si te encuentras helada la cascada, pero aun estando sin helar las rocas resbalan muchísimo y hay que usarla también.
Haciendo el tramo de cruce en horizontal... |
... llegamos a la cadena que hay que usar para ir descendiendo por la margen izquierda... |
...hasta que salimos de la cascada |
La cadena está en un estado no muy bueno, y de hecho se está abriendo por algún punto. Son los efectos del agua y la corrosión; supongo que deberían pensar en repararla o reemplazarla cuanto antes.
Una vez superada la cascada, ya no queda más que andar y andar hasta llegar al puerto de Bujaruelo. El ya de por sí largo camino hasta el puerto de Bujaruelo se nos hace horriblemente eterno al ir todo el camino a ciegas. Afortunadamente el sendero está bien marcado y no hay mayor problema que seguirlo y tener un poco de cuidado de no salirte de él.
Uno de los momentos de mayor claridad |
Cuando llegamos al puerto de Bujaruelo tengo que recorrer el lugar explorándolo para poder confirmar que estamos en ese sitio y no en otro, ya que no se ve absolutamente nada. Enseguida voy reconociendo cosas y encuentro la carretera que llega a él y el párking que tiene, con lo que ya no tengo ninguna duda.
Emprendemos la bajada desde el puerto de Bujaruelo hacia San Nicolás de Bujaruelo; estamos en España de nuevo. Se va abriendo la niebla. Las nubes parece que se van quedando en el puerto de Bujaruelo... O mejor dicho encima de nosotros, pues cambiamos la niebla por lluvia ligera; parece que hemos terminado de atravesar las nubes y ahora nos toca someternos a los efectos de tenerlas encima.
Tenemos que parar para ponernos el chubasquero y el cubremochilas.
Ahora nos toca lluvia |
La bajada desde el puerto de Bujaruelo hasta San Nicolás de Bujaruelo es muy larga, son casi 1000 metros de desnivel, así que vamos bajando y bajando con paciencia.
Después de bajar bastante, ya empezamos a pensar en buscar un sitio para asentarnos y pasar la noche. Vamos observando, pero de momento no vemos un sitio adecuado para acampara hasta que llegamos a un refugio de pastores.
Examinamos el refugio y está en muy mal estado y sucio para dormir en él, pero es idóneo para dejar dentro todo lo que queremos que se seque; para dormir podemos montaremos la tienda al lado del refugio, en una pequeña explanada herbosa.
Ha dejado de llover y montamos la tienda junto al refugio, no sin ciertas dificultades debido al fuerte viento
Montando la tienda en las proximidades del refugio de pastores |
El este sitio pruebo el móvil y a veces veo que hay una rayita de cobertura en algunos emplazamientos, así que aprovecho para dar rápidamente señales de vida a la familia, ya que la cobertura no da para mucho más.
Cenamos y nos metemos en el saco con idea de rematar al día siguiente el regreso al coche.
Datos:
Actividad: Montañismo; Zona: Pirineos
Cimas: ninguna
Dificultad/Características: Terreno muy fácil y bonito.
Longitud total: 12,4 km; Desnivel acumulado positivo: 320 m; Desnivel acumulado negativo: 1260 m Tiempos:
- Desde el punto de pernocta hasta San Nicolás de Bujaruelo: 1h
- Estancia en San Nicolás de Bujaruelo: 40min
- Desde San Nicolás de Bujaruelo hasta Torla: 3h 30 min
Los tiempos son aproximados e incluyen paradas.
Generado sobre mapa con ayuda de otros tracks (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Fecha: 29 de agosto de 2009
A la mañana siguiente el viento seguía siendo algo fuertecillo, pero el sol hace acto de presencia y por tanto la sensación es distinta. Entre el viento y el solecillo, lo que todavía queda mojado se seca rápido
Nuestro "camping" de hoy |
Con el viento y el sol todo se ventila y se seca rápido |
Como anécdota, con el viento se podían hinchar las fundas de vivac y luchar con ellas.
Jugando con las fundas de vivac |
Una vez desayunados y recogido todo comenzamos a bajar lo que nos quedaba hasta el fondo del valle. Todavía quedaba bastante a pesar de haber hecho más o menos la mitad el día anterior y es que desde el puerto de Bujaruelo hasta el fondo del valle, donde está San Nicolás de Bujaruelo, es una interminable bajada de unos 1.000m de desnivel.
Bajando hacia el fondo del valle |
Vero va “tocada” de las rodillas y le duelen bastante, así que como no tenemos prisa nos tomamos con calma la bajada.
Nos cruzamos con varios grupos de montañeros que suben supuestamente hacia el refugio de Sarradets. La verdad es que la subida en el otro sentido nunca la he hecho, pero tiene que ser para tomársela con calma.
Vero se cruza con gente que sube |
Poco antes de llegar a San Nicolás de Bujaruelo se pasa junto a unas curiosas estratificaciones. Comento a José y a Vero que siempre que he pasado por aquí, me he hecho la foto con las estratificaciones. Como esta vez no iba a ser menos, paramos un momento y al final José y Vero se apuntan y también se hacen su foto.
Foto con las estratificaciones |
Llegamos a San Nicolás de Bujaruelo y su fotogénico puente sobre esas cristalinas y frías aguas que tienen ese característico color verdeazulado de los torrentes del Pirineo, señal de ir bien cargadas de oxígeno.
El fotogénico puente de San Nicolás de Bujaruelo |
Vero se queda en la acogedora praderita que hay junto al puente. José y yo cruzamos el puente y nos acercamos al camping que hay aquí. Aprovechamos para cargar agua e hidratarnos bien en los grifos del camping, lo que nos viene muy bien pues estamos únicamente con el agua de ayer. Una vez cargadas las cantimploras volvemos con Vero.
Le echamos un poco de valor y nos metemos en el río. Solo metemos lo pies, pues el agua está congelada. Es imposible resistir mucho tiempo en el agua de lo fría que está. Intentas aguantar todo lo que puedas, pero al final te tienes que salir del dolor de pies que te provoca lo fría que está.
Aguantando con los pies metidos en esta agua tan fría |
Aquí ya se puede llegar en coche, por lo que se nota la afluencia turística de domingueros con niños.
Nos tiramos un buen rato de relax en la praderita. Se está de miedo. Pero llega un momento que hay que despertar y volver a la realidad.
El tramo entre San Nicolás de Bujaruelo por el senderillo que baja por el valle de Bujaruelo, hasta que se cruza con la pista que sube aquí es un recorrido que siempre me ha encantado por espectacular agradable y cómodo; es uno de los mejores recorridos que he hecho. Es algo más de una hora que se hace hasta corto. Empieza con una subida por detrás de la praderita donde hemos llegado al río y hemos descansado.
El senderillo desde San Nicolás de Bujaruelo es de lo más agradable |
El sendero pronto se mete en vegetación cerrada y a pesar del sol que pega parece que se hace de noche al no dejar pasar los rayos del sol. En las fotos salta el flash.
Parece que se hace de noche, a pesar de que hace un sol espléndido |
El sendero es bastante llano, con algunas ondulaciones, aunque su tendencia general es de ligerísima bajada. El recorrido acompaña siempre al río Ara durante su bajada yendo muy próximo a él, aunque en ciertos puntos el sendero pasaba unos 30 ó 40 metros más alto que el río, colgado casi en vertical sobre él.
Bastante más avanzados el fondo del valle se ensancha en algunos puntos y aparecen algunos claros donde momentáneamente te separas un poco más del río.
Algunos claros en el recorrido |
Una vez que se alcanza la pista que sube hacia San Nicolás de Bujaruelo la cogemos, aunque creo que hay una alternativa más interesante. Esta última parte y hasta llegar a Torla se hace muy pesada al resultar más monótona; quizás si hubiéramos cogido la alternativa por lo menos hasta el Puente de los Navarros el recorrido hubiera sido más ameno. Hemos cogido el camino cómodo porque ya andamos cansadillos de tantos días de paliza y no sé si hubiera sido mejor coger el otro, que al final nos hubiera resultado más llevadero aunque pudiera tener más ondulaciones.
Por fin llegamos a Torla. En una fuente pública nos aseamos y cambiamos de ropa para hacer el viaje de vuelta sin demasiados malos olores. Algunas personas que vienen simplemente a beber nos miran con cara rara.
Aseándonos en una fuente pública |
Aprovechamos la fuente para comer en sus proximidades.
Finalmente cogemos el coche de camino a Madrid, no sin antes despedirme con un último vistazo de mi querida Ordesa.
Adiós Ordesa. Hasta pronto… espero no tardar tanto en volver la próxima vez. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario