martes, 13 de septiembre de 2016

Mountain Bike. El lío de los diámetros de rueda (26", 27,5" y 29")

Mountain Bike. El lío de los diámetros de rueda (26", 27,5" y 29")

En los últimos años se ha producido un cambio que ha supuesto el fin, o al menos el cuestionado, del reinado durante al menos 20 años de las ruedas de 26 pulgadas en las bicicletas de montaña. En este artículo intentaré aclarar algunas cosas e intentaré aportar mi punto de vista. También hablaré un poco de un aspecto que se cuece por los foros en cuanto a una posible adaptación de la anigua bicicleta de 26 pulgadas a 27,5 pulgadas.

El otro día en una conversación surgió el tema de los diámetros de rueda de las bicis de montaña. Sabedor de toda la diversidad de opiniones que circulan por ahí, unas más ciertas, otras menos, me he decidido a escribir este artículo, como siempre para el que le pueda interesar y al que le pueda ser útil.

Solo voy a centrarme en el tema del diámetro de ruedas, sin entrar en otros temas que también puedan ser actualidad, como el tema de la doble suspensión que últimamente también parece haber emergido al haber evolucionado la tecnología. 
 

Primero, aclaremos cuáles son los diámetros exactos de estas ruedas

Puede parecer una obviedad, pero en realidad no lo es, porque el "nombre" que se ha dado a un tamaño no corresponde exactamente a ese tamaño, como vamos a ver.

En primer lugar diré que el tamaño al que hace referencia es a la rueda incluyendo la cubierta, suponiendo cubiertas de 2 pulgadas de balón. Así, el tamaño de la rueda de 26 pulgadas es 26 pulgadas de diámetro si la rueda tiene una cubierta de 2 pulgadas de balón, y la llanta realmente tiene 22 pulgadas (26-2x2).

Por si alguien no lo sabe, una pulgada equivale a 2,54 centímetros. 

Hasta aquí, todo más o menos encaja pero... cuando mides las ruedas de 27,5 y 29 pulgadas, considerando también una cubierta de 2 pulgadas de balon, resulta que miden... ¡¡tachan!!... 27 y 28,5 pulgadas respectivamente. Sorprendente, ¿verdad? Desconozco a qué se debe esta "mentira" que ha quedado establecida como patrón, si es cuestión de márketing o de qué, pero vamos, que de sentido común tiene poco, a no ser que nos quieran engañar para que consumamos o por lo que sea; en eso ya no entro...

En resumen, que entre una rueda de 26 y una de 27,5 pulgadas realmente solo hay 1 pulgada de diámetro de diferencia, y entre una de 26 y una de 29 la diferencia real es de 2,5 pulgadas de diámetro.


Ventajas e inconvenientes de un mayor diámetro

Nos olvidaremos u obviaremos el hecho de que una mayor diámetro de rueda equivale a un mayor desarrollo (relación entre el giro del pedal y la distancia recorrida por la rueda). Digo esto porque realmente el mayor o menor desarrollo depende de la relación de platos y piñones, y éstos estarán también adaptados al correspondiente diámetro de rueda de la bicicleta. 

Mayor inercia de la rueda

La rueda de 29 tiene el peso más alejado del eje de rodadura (sin olvidar que también tiene algo más de peso), lo que hace que cueste más moverla, pero también cuesta más pararla. Es decir, es un inconveniente para empezar a rodar e ir cogiendo cierta velocidad, pero es una gran ventaja para mantener esa velocidad. En este caso la ventaja supera ampliamente el inconveniente, sobre todo una vez te adaptes a él. Con ello, te costará un poco más poner en marcha  y coger velocidad con la bici, pero es simplemente mentalizarse a que tienes que tomarte con más calma y tener más paciencia para coger velocidad.

Sin embargo, una vez cojas velocidad te va a costar mucho menos mantenerla, de forma que con una bici de 29 es más fácil mantener ritmos de rodadura más altos. Si llevas una bici de 26 no intentes competir con una de 29 en este sentido, porque la diferencia se nota, y lo digo por experiencia.  

Otras ventajas notables de esta mayor inercia es que te ayudará a que los obstáculos e irregularidades del suelo te frenen menos la rodadura. Asimismo, te ayudará a subir pendientes en las que te verás algo favorecido por esa inercia.

Mejor ángulo de ataque a pequeños obstáculos e irregularidades.

Cuanto mayor diámetro tenga la rueda, más "plana" será su superficie, de forma que el ángulo de la superficie de la rueda en el punto que choca contra el obstáculo será más horizontal cuanto mayor sea el diámetro y por tanto la rueda tendrá más tendencia a subirse al obstáculo que a golpear contra él. Esto es una clara ventaja de las ruedas de 29 frente a las de menor diámetro, ya que las de 29 superarán mucho más fácilmente, y además consumiendo menos energía, los obstáculos que se crucen por su camino (raices, piedras, etc).

He exagerado la diferencia de diámetros para que se aprecie que cuanto más grande sea la rueda más fácilmente sobrepasará un obstáculo

Menos sensibilidad a los baches

Otra ventaja de una rueda de mayor diámetro es que al tener una superficie de rodadura más plana hacen menos "panza" y por tanto se hunden menos en los baches e irregularidades. Es otra ventaja para conseguir una rodadura que, además de ser más cómoda, vaya perdiendo menos energía por un terreno irregular.

Aquí también he exagerado la diferencia de diámetros para que se aprecie que las ruedas cuanto más pequeñas más se "hunden" en los baches y cuanto más grandes menos los notan.

Mayor tracción 

De nuevo, un mayor diámetro de rueda significa una superficie de rodadura de la rueda más plana y por tanto la superficie de apoyo de la rueda en el suelo es mayor. Eso implica un mayor agarre con el suelo y, por tanto, una mayor tracción, con lo que, por ejemplo, derrapará menos la rueda cuando subas pendientes fuertes de arena suelta.


Mayor peso

Una rueda más grande es lógico que implique un mayor peso que tienes que arrastrar. En este caso es un inconveniente para las ruedas de 29 frente a las de diámetro inferior.


Mayor ángulo de giro

Las ruedas grandes implican que la bici necesita un radio de giro más grande que las bicis con ruedas más pequeñas. Es decir, que por ejemplo para hacer un cambio de sentido una bici con rueda grande necesita más espacio que una con rueda pequeña que es capaz de girar esos 180 grados con un radio de giro menor.
 

Valoración global y práctica de las ventajas e inconvenientes

La mayor inercia, menor resistencia de los obstáculos y menor sensibilidad a los baches, además de proporcionar un mayor confort de rodadura, es una enorme ventaja de las ruedas grandes, y quizás la más notable e importante. Hemos visto que hay un pequeño inconveniente en lo que cuesta empezar a mover esa inercia, pero es algo a lo que perfectamente te adaptas.

Si pruebas una bici de 29 por primera vez te horrorizarás de lo que te cuesta empezarla a mover y te llevarás una falsa impresión. Por eso se dice que las de 29 hay que probarlas durante al menos 3 días para que esa mala impresión inicial pase a ser todo lo contrario al adaptarse a la forma de moverlas y se empiecen a valorar las enormes ventajas. El primer día tenderás a intentar coger velocidad tan rápido como lo haces con una de 26 pulgadas, y te agotarás y pensarás "vaya muerto mover esto"; pero en cuanto te adaptes iras dejando que la bici coja velocidad poco a poco sin machacarte ni agotarte en ello. Es, por decirlo de alguna manera, el hacer un cambio de mentalidad.

Solventada esa fase, te darás cuenta las ventajas que tiene la mayor inercia y mejor rodadura permitiendo mantener mucho más fácilmente ritmos altos difícilmente alcanzables por una 26, y cómo esa mayor inercia y mejor rodadura también te ayuda mucho a subir cuestas, transitar por terrenos bacheados, etc. Todo esto te dará además mucha más estabilidad en la rodadura y en la dirección, aportando mayor aplomo y mayor seguridad.  

En cuanto al tema de la tracción y del peso, sinceramente pienso que tampoco marcan unas diferencias tan notables como la de la inercia y mejor rodadura. En la práctica no existe una gran diferencia de peso entre un tamaño y otro. Y en cuanto a la tracción, pues sí que puede notarse algo de diferencia a favor de las ruedas grandes, pero puedes también tirar un poco de técnica con el reparto de pesos entre las ruedas delantera y trasera según coloques el centro de gravedad de tu cuerpo.

Por último, en cuanto al tema del radio de giro: la mayor dificultad de las bicis de ruedas grandes para trazar curvas cerradas junto a su también pérdida de agilidad en las arrancadas después de frenadas, hace que las bicis de ruedas grandes salgan perjudicadas en recorridos ratoneros, muy sinuosos y con frenadas y arrancadas.


Entonces, ¿qué diámetro es mejor? (mi opinión)

Pues no hay una respuesta rotunda, ya que depende del uso que hagas de la bici. Pero sí que podemos ver una visión global.

Teniendo en cuenta el uso mayoritario que se le da a la bici de montaña, mi opinión es que en la mayoría de las ocasiones sale ganando la bici de ruedas grandes y solo en ocasiones muy puntuales sale perdiendo. Es decir, en un porcentaje muy alto de usuarios y en un porcentaje muy alto de situaciones compensan las ventajas de las bicis de ruedas grandes frente a sus inconvenientes. Solo en los casos en los que abuses de cosas como trialeras muy ratoneras o algo así te sentirás penalizado con las ruedas grandes, y éstas no suelen ser muy habituales. Incluso en trialeras más normales también saldrán ganando las ruedas grandes. Otra situación que penaliza a las de ruedas grandes es si estás continuamente parando y arrancando, o haciendo cambios bruscos de velocidad, pero eso tampoco es lo habitual. Mi opinión es claramente a favor de las de 29 pulgadas, para los usos más habituales de bicicleta de montaña, a las que tras un breve período de adaptación la mayor parte de la gente le sacará mucho más partido.

En cuanto a las de 27,5, creo que es un intento de conservar las ventajas de una bici de 26 pulgadas y a la vez intentar rascar algo de las ventajas de las ruedas más grandes. La diferencia real de diámetro realmente es de nada más que 1 pulgada y, por tanto, la diferencia con una bici de 26 no es tan marcada ni apreciable como puede ser entre una 26 y una 29. Incluso, como se ha visto, hay más diferencia entre una 27,5 y una 29 que entre una 26 y una 27,5; es decir, que las 27,5 no están a medio camino entre las 26 y las 29, como nos quieren hacer creer, sino que están claramente más cerca de las 26. En definitiva, yo no vendería una 26 para comprarme una 27,5; y si tengo que comprarme una bici nueva yo personalmente apostaría ya por la de 29. Solo en el caso en el que necesites una bici nueva y te compensen las ventajas de una rueda pequeña frente a las de una grande apostaría por la 27,5, ya que mi impresión es que la de 26 está condenada a desaparecer ocupando su lugar las de 27,5.


¿Puedo adaptar mi bici de 26 pulgadas a 27,5? ¿Compensa?

Esa es la pregunta del millón que se hacen muchos usuarios últimamente. El tema consistiría simplemente en cambiar las viejas ruedas de 26 de tu bici por unas nuevas de 27,5, pero realmente la cosa no es tan fácil como nos gustaría.

Esto aparentemente lo podemos ver viable al comprobar físicamente que la rueda de 27,5 entra en nuestra horquilla para rueda de 26. Pero hay un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta y que ya de por sí haría descartable esta operación: si pasas un obstáculo fuerte que te haga hundir toda la suspensión delantera, la cubierta tocará con la parte superior de la horquilla y la rueda se bloqueará... y el morrazo puede ser de impresión; simplemente imagina la leche que te pegas si circulando te bloquean totalmente la rueda. Esto es un hecho real y hay algunos vídeos por internet que lo demuestran. Puedes autoengañarte diciéndote que eso es poco probable que pase, pero la realidad es que el riesgo es mucho más alto de lo que uno se piensa y además yo personalmente no estaría dispuesto a correr ese tipo de riesgos para intentar conseguir unas ventajas que siguen quedando alejadas de una 29 pulgadas.

Pero es que además hay que tener en cuenta algunas otras cosas:
  • Por el hecho de cambiar el diámetro de las ruedas para las que está diseñada la bici vas a perder la garantía del fabricante. Recordemos que algunas partes de la bici tienen garantías duraderas y que puede que estén en vigor aunque la bici la tengas desde hace tiempo. Por ejemplo, hay marcas que llegan a garantizar el cuadro de por vida. 
  • Es posible que la nueva rueda vaya algo justa de tamaño en tu horquilla y tengas que recurrir a poner una cubierta con un tamaño de balón más pequeño de lo habitual, perdiendo algunas ventajas de tener más balón y además contribuyendo con ello a volver a reducir el diámetro total de la rueda y consecuentemente reducir esas ventajas que buscas.
  • La geometría de la bici va a cambiar un poco: cambia la altura y otros parámetros relacionados con ella, como por ejemplo el ángulo de giro de la dirección con respecto a la vertical. Eso en teoría provocaría un empeoramiento del comportamiento de la bici, ya que estos parámetros han sido optimizados en su diseño y ahora estás alterándolos, si bien es verdad que realmente lo que cambian esos parámetros por una diferencia de altura tan pequeña (la bici solo crece 1,27 cm de altura) es prácticamente despreciable.
  • Vas a tener que cambiar algunas cosas más, no solo las ruedas: por ejemplo, las relaciones de cambios en platos y piñones ya no va a ser la misma y convendría readaptarla. Los frenos tampoco serían igual de efectivos, ya que tienen que parar una inercia algo mayor, y hay quien dice que también conviene cambiarlos.
  • Te vas a gastar un buen dinero en una bici que en el fondo va a seguir siendo igual de vieja a pesar de los cambios.

Pues eso, que te vas a gastar un buen dinero, ya que hay que cambiar llantas, cubiertas, recámaras y convendría cambiar algunas cosas más, como el cassette de coronas de los piñones y/o los platos, para conseguir una bici que, a mi modo de ver, no va a ser más que un "refrito", que va a seguir siendo igual de vieja y que además vas a seguir bastante lejos de tener las ventajas de una 29. Mi consejo es que sigas igual de feliz y sin complejos con tu 26 pulgadas y cuando ya tengas que cambiar de bici ya te plantees comprarte una 29, o la de 27,5 si esa es tu elección.

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