jueves, 23 de febrero de 2017

Bastones para senderismo

Bastones para senderismo

Quizás muchos no le den excesiva importancia a este elemento, pero los que hacemos montaña con cierta frecuencia sabemos todas las ventajas que aporta el llevarlos. En este artículo tras un primer punto para comprender las principales funciones de los bastones de senderismo voy a intentar dar una visión de los distintos tipos que bastones que hay y mis observaciones y recomendaciones sobre ellos.

Las funciones de los bastones de senderismo
 
Los bastones de senderismo tienen básicamente tres cometidos: 
  • Ayudar al impulso de las piernas para la progresión. En vez de progresar solo con las piernas, el impulsarse también algo con los brazos por medio de los bastones permite que los cuádriceps trabajen algo menos, lo que puede agradecerse mucho en jornadas largas. 
  • Ayudar en el reparto de pesos. Evidentemente la mayor parte de tu peso y el que lleves encima seguirá recayendo sobre las piernas, pero los bastones pueden “cargar” algo de ese peso y contribuir a descargar un poquito las piernas aunque sea solo una pequeña parte. En descensos pueden ayudar a que no trabajen tanto las rodillas y los tobillos
  • Ayudar en el equilibrio general del excursionista. Lógicamente no es lo mismo contar solo con las piernas como dos únicos puntos de apoyo que contar con cuatro al sumar los bastones. Ello contribuye a aumentar considerablemente el equilibrio, sobre todo en descensos y en pedregales, e incluso facilita enormemente el cruce de riachuelos yendo más fácilmente de piedra en piedra sin riesgo de perder el equilibrio

Hay quién les busca algunas utilidades más: apartar ramas y zarzas, quitar telarañas, defensa personal en caso de ataque de animales… pero evidentemente no son su cometido principal. Por cierto… cuidado con la función de pararrayos, jejejeje.

Está claro que para la mayoría de los montañeros las ventajas superan holgadamente el pequeño inconveniente de cargar un pelín más de peso y bulto… cosa que además es cuestionable, ya que si los vamos usando realmente van apoyados contra el suelo casi todo el rato y por tanto su peso se puede decir que no lo soportamos nosotros. Otros inconvenientes que tienen es que en algunos ascensos pueden llegar a ralentizar un poco la marcha (personalmente he notado que muchas veces voy más rápido y ágil sin bastones que con ellos, aunque a costa de perderme sus ventajas, claro está) y en trepadas directamente son un estorbo, pero en ese caso lo mejor es echarlos a la mochila y ya se volverán a sacar cuando sean útiles.

Una última cuestión, antes de pasar a abordar los tipos de bastones: mucho mejor llevar la pareja que uno solo, ya que les sacaremos mucho más partido; aunque en caso de tener solo uno, mejor uno que ninguno. Y otra cosa que no voy a abordar aquí por no ser el cometido del artículo, pero conviene aprenderlo el que no lo sepa, es el cómo usarlos en la práctica y también cómo regular su altura. 

  
Las distintas partes de los bastones

Los bastones tienen tres partes diferenciadas: la empuñadura, el cuerpo y la punta. La empuñadura es por dónde se agarra y la punta lo que apoya en el suelo. El cuerpo es realmente lo que define el bastón y lo que más diferencia unos de otros. Dejamos el cuerpo, por tanto para lo último ya que es donde más me voy a extender.

 
La punta

El extremo final del bastón suele ser una punta de widia (carburo de tugsteno o carburo de wolframio), y por tanto resistente y duradera; es lógico si queremos que aguante por terrenos rocosos y de todo tipo. En eso no se diferencian mucho unos bastones de otros, ya que el material yo creo que es similar en casi todos los bastones que se precien, pero si no lo es te aconsejo que escojas bastones con punta de widia.

Pero hay algunos detalles que sí pueden marcar diferencias entre distintos bastones:

Conviene fijarse en cómo es de robusta la unión de esta punta de widia al bastón. La punta de widia no creo que la llegues a gastar nunca del todo, pero sí que es muy frecuente perderla porque falle esa unión al romperse, deformarse y soltarse, o lo que sea. Una vez pierdes la punta de widia el bastón ya no te va a servir para nada porque el resto con lo que apoyes se va a desgastar a pasos agigantados y no va a funcionar igual. Éste es quizás el aspecto más importante de la punta.

Detalle de una punta completa, con el extremo de widia y la rosca para la roseta

Algunos bastones tienen la punta intercambiable, ya que se puede desmontar y montar, normalmente mediante rosca, y venden sueltos los repuestos de puntas. Eso realmente no creo que tenga un cometido de cambiar la punta cuando se desgaste por otra igual porque, como ya he comentado, la punta de widia es muy duradera y lo mismo desgastas 20 pares de botas antes de que la punta del bastón necesite ser reemplazada por desgaste.  Quizás está más pensado para cambiar el tipo de punta pasando de la de widia a una de goma (o de otro material). Otros bastones permiten colocar conteras de goma que se acoplan en las puntas. Las puntas de goma bajo mi punto de vista solo sirven para andar por asfalto o similar, y personalmente me resultan poco útiles, por lo que para mí éste es un aspecto de poca importancia. Pero ello no quiere decir que haya gente que les pueda sacar también partido a las puntas de goma, dependiendo de por dónde te muevas (lo mismo para hacer el Camino de Santiago, por ejemplo, pueden ser interesantes). Como siempre, cada uno debe decidir en función de sus necesidades. 

Por encima de la punta está la roseta, que es un círculo, normalmente de plástico, que funciona a modo de tope para que el bastón no se hunda más de la cuenta en el terreno. Éste elemento sí que interesa que sea intercambiable por dos motivos principalmente: el primero es porque no es nada raro que la roseta se rompa o deteriore y por tanto necesites reemplazarla; y el segundo es porque dependiendo de si te trata de terreno normal o de nieve interesa que la roseta sea menos o más grande respectivamente, y por tanto usaremos dos tamaños y diseños de roseta según ello. A efectos prácticos interesa que se vendan repuestos de rosetas para el bastón en cuestión y que el sistema de quita y pon sea lo suficientemente robusto y consistente para que no pierdas las rosetas a las primeras de cambio. Por supuesto, las rosetas deben ser de la suficiente calidad para que tarden mucho tiempo en romperse.  

Rosetas. Las superiores para nieve y las inferiores para terreno normal


La empuñadura 

La empuñadura suele estar hecha de uno de estos tres materiales: plástico, espuma EVA o corcho. El plástico es el más económico. La espuma EVA es más cómoda, ligera y absorbe buena parte del sudor de la mano facilitando el agarre. El corcho es el más caro y es para quien no tenga suficiente con la espuma EVA para mitigar el sudor de las manos; quizás también es más confortable y ligero, aunque la diferencia en peso tampoco es que sea grande.

Hay muchos diseños de empuñadura, la mayoría bastante convencionales y otros algo más arriesgados, pero eres tú el que debes decidir con cuál agarras mejor el bastón y te sientes más cómodo en su uso. No olvides que si usas el bastón durante horas este aspecto puede ser importante, aunque cualquier bastón con un mínimo de prestigio seguramente tendrá un diseño que como mínimo no te dé problemas.

Los bastones deben de llevar también una pequeña dragonera que será útil tanto para transferir apoyo al bastón también por medio de las muñecas, como para que no pierdas el bastón si este se te escapa de las manos. Puede ser útil también para llevar colgando los bastones de las muñecas en algún paso puntual que necesites una o las dos manos libres, e incluso te pueden ayudar a fijar los bastones al exterior de la mochila cuando no los uses. Mejor si esa dragonera es ajustable y no un tamaño fijo, aunque si está bien diseñada tampoco es algo del todo necesario.

Empuñadura con dragonera

Por último, hay algunos bastones que llevan una segunda empuñadura por debajo de la primera. Esto está pensado para cuando haya pendientes fuertes que puedas usar esta segunda empuñadura en lugar de tener que acortar el bastón para acomodarlo a la pendiente. Particularmente no me parece algo realmente útil, pues hay que sacar las manos de las dragoneras, avanzar sin ellas y además el bastón se coge de forma más incómoda y resulta más incómodo en su manejo con todo el tramo que sobresale por arriba… pero eso ya son gustos de cada uno.
 

El cuerpo del bastón

Aquí es donde ya vamos a encontrar más diferencias en el diseño. Pero vamos a ver esas diferencias que se centran en cuatro aspectos del cuerpo del bastón:


El material

Normalmente se usan dos tipos de materiales: el aluminio y la fibra de carbono. En algún caso he visto que se usa una combinación de ambos, pero no es lo habitual y tengo mis dudas sobre esa combinación, ya que según creo ambos materiales no “casan” muy bien entre ellos.

La inmensa mayoría de los bastones son de aluminio, ya que la fibra de carbono es considerablemente más cara y el precio del bastón sube bastante. Con la fibra de carbono normalmente se busca un ahorro de peso… aunque mucho ojo, porque algún caso he visto de bastones de aluminio más ligeros que otros de fibra de carbono, si bien yo creo que el caso es excepcional y anecdótico.

Pero hay otra cosa que hay que tener en cuenta: el aluminio es deformable y la fibra de carbono quebradiza. Esto quiere decir que ante un esfuerzo anormal el bastón de aluminio se va a doblar, mientras que el de fibra de carbono se va a partir. Este es un argumento frecuentemente esgrimido por los partidarios de los bastones de aluminio, ya que afirman que ante dicha situación un bastón de aluminio lo puedes enderezar pero el de fibra de carbono lo tienes que tirar. No obstante, mi opinión es que un bastón de aluminio doblado difícilmente lo vas a volver a dejar decente de nuevo y lo vas a tener que desechar igualmente, sin mencionar que su resistencia habrá sufrido una merma importante. Y por otro lado, la resistencia del bastón va a depender de un mejor o peor diseño acorde con el material que esté hecho.

Por último, los bastones de fibra de carbono suelen ser más flexibles que los de aluminio, tanto por la flexibilidad del propio material como por ser más estilizados al ser el material más resistente y necesitar menos espesor para aguantar los esfuerzos que tiene que aguantar. Esto puede producir una falsa sensación de endeble cuando se usa un bastón de fibra de carbono, pero la realidad es que son suficientemente resistentes e incluso esa elasticidad les permite arquearse y luego volver a recuperar su forma ante un esfuerzo extraordinario que no sea tan elevado que llegue a romperlos. Este comportamiento para mí es una ventaja, y además en cierto modo creo que constituye intrínsecamente un buen sistema antiimpactos como veremos más adelante.    


El número de tramos


Para poder transportar el bastón en la mochila es necesario que el bastón se pueda reducir de tamaño. Para ello el bastón tiene que estar formado por un cierto número de tramos que a la hora de guardarlo se puedan plegar o quedar recogidos de alguna forma para disminuir drásticamente su longitud. Si el bastón está hecho de dos o tres tramos, una vez recogido su longitud disminuirá a algo más de la mitad o de la tercera parte respectivamente.

Aunque existen bastones de un único tramo (de una sola pieza) y de dos tramos, éstos son más bien para esquí y marcha nórdica, ya que aún plegados no sería factible guardarlos en una mochila. Por ello, los bastones de senderismo normalmente son de tres tramos, y también existe algún caso de cuatro tramos. Digamos que tres tramos es lo ideal para conseguir una longitud razonable para la mochila una vez plegado, sin necesidad de complicarse con más número de tramos.


El tipo de ensamblaje de los tramos


Que yo conozca, hay dos tipos de ensamblaje y plegado de los tramos: el telescópico y el de forma de “Z”.

En el telescópico cada tramo tiene un diámetro inferior al anterior y son huecos, con lo que el plegado se realiza introduciéndose cada tramo dentro del anterior. Cuando los tramos se despliegan, éstos tienen un sistema de bloqueo para fijarlos y que no deslicen uno dentro de otro.

Bastones telescópicos


En el de forma de “Z” los tramos están unidos interiormente por un cable y encajados entre sí en los extremos, de forma que al destensarse el cable interior se pueden desencajar los tramos y plegarlos en forma de zigzag.

Bastones con plegado en "Z"


El sistema telescópico  tiene la ventaja sobre el de “Z” que puedes regular la longitud del batón a base de bloquear los tramos más o menos extendidos, mientras que en el sistema de “Z” la longitud del bastón es fija… aunque también hay algunos modelos tipo "Z" que tienen un pequeño tramo telescópico en la empuñadura para poder ajustar algo la altura dentro de un pequeño rango. Por el contrario, el sistema de “Z” consigue plegar el bastón dejándolo con menos longitud y quedando más compacto.

Una cosa a tener en cuenta es que los del sistema “Z” muchos están fabricados para usarse en trail running pero no tienen suficiente robustez para el senderismo. Por ello conviene asegurarse de que estén indicados para el senderismo.


El sistema de fijación de los tramos


En el sistema telescópico hay dos tipos de mecanismo de bloqueo de los tramos: el de rosca y el de pinza, que es como un cierre rápido. Hay alguno más, pero estos dos son los que predominan.

El sistema de rosca acaba fallando con el tiempo, por eso cada vez se ve más el sistema de pinza, mucho más efectivo y duradero. Para los que tenéis bastones con sistema de rosca y que os hayan dejado de funcionar u os dé problemas os recomiendo la lectura del artículo que publiqué acerca de cómo reparar bastones telescópicos de ajuste de rosca.

Bastón con sistema de fijación de rosca

Sistema de fijación de pinza


Sistema antiimpactos


Hay algunos bastones que llevan incorporado un sistema antiimpactos, que filtra los “golpeteos” al apoyar sobre el suelo, especialmente cuando es roca dura, y así no transmite el impacto a las muñecas, brazos y hombros. No es más que un sistema amortiguante a base de un muelle o cualquier otro sistema que filtre la vibración del golpeteo del bastón contra el suelo. En el caso de los bastones de fibra de carbono éstos no suelen tener este sistema, ya que, como he comentado anteriormente, su propia flexibilidad en cierto modo ya es un sistema antiimpactos.

Personalmente yo solo he tenido (y todavía sigo teniendo) un bastón antiimpactos, pero tampoco le acabo de ver que este sistema me sea útil, ya que con bastones normales sin este sistema voy igual de bien. Por ello no he vuelto a comprar otro con antiimpactos, ya que me ha parecido absurdo que me cueste más dinero y que me pese algo más en la mochila si noto el sistema pero no noto sus efectos ni a corto ni a largo plazo.


Qué uso yo y por qué


Al describir cada uno de los tipos ya he ido dando una idea de lo que me parece y no me parece útil, pero ahora voy a dar mi visión global, qué es lo que uso yo y por qué. Pero antes de seguir quiero dejar claro que cada uno tiene sus circunstancias y sus necesidades y no tienen por qué coincidir con las mías.

En mi caso, necesitaba una pareja de bastones que me sirvieran para las vías largas de escalada que hago de vez en cuando y que tienen aproximaciones y descensos largos, de varias horas, en los que unos bastones pueden ser una buena ayuda. Para ello mis prioridades es que fueran compactos para poderlos meter en una mochila de escalada y no incordien en la escalada, y que pesaran poco, ya que en las escaladas el peso de las mochilas adquiere cierta importancia. Los ideales en este caso son los plegables en “Z”, ya que son ligeros y ocupan realmente poco, mucho menos que unos telescópicos. El hecho de que la longitud fuera fija para mí no es ningún inconveniente, pues en el resto de bastones siempre los uso a la misma altura, así que eso no me ofreció ninguna duda comprando los de la longitud que me viene bien. Y escogí la versión de fibra de carbono porque a la hora de comprarlos no había una excesiva diferencia de precio y yo apreciaba la ligereza y flexibilidad de la fibra de carbono. Gracias a una oferta de liquidación de stock los conseguí a un precio decente. 

Una vez comprados, estos bastones me hacen un gran apaño y me encantan tanto para largas escaladas como para otras rutas montañeras más convencionales. E incluso aunque tienen suficiente fortaleza para el senderismo están más bien pensados para el trail running, tanto por su ligereza y pequeño tamaño como por el sistema de plegado y desplegado rápido, por lo que podrían usarse para carreras por montaña aunque yo todavía no lo he hecho (en ellas prefiero llevar las manos libres). Lo único es que tengo que tener un par de precauciones con ellos:

La primera es que dado que no abultan nada acaban yendo dentro de la mochila y dado que dentro de ella está más espachurrados y más expuestos a que se pueda formar una palanca que los acabe rompiendo, los debo colocar bien ubicados para que no ocurra esto, aunque la probabilidad de que lleguen a romperse así yo creo que es muy pequeña, pero prefiero no arriesgarme a tener que rascarme el bolsillo de nuevo.

La segunda es que, como ya he comentado, aunque están pensados para trail running también están indicados para el trekking o senderismo dado que tienen suficiente robustez para ello. Sin embargo el fabricante recomienda no usarlos en invierno; la explicacióne es que con nieve podrían hundirse y empotrarse en ella y al desequilibrarse el montañero podría llegar a doblarlos, por estar empotrados en la nieve, hasta partirlos. Usándolos con un mínimo de cuidado no creo que llegara a pasar eso, pero igualmente prefiero no arriesgarme sin necesidad y en invernales opto por seguir usando mis viejos bastones telescópicos de aluminio, más que por que pudieran llegar a ser algo más resistentes es porque si se estropean no me llevo el mismo disgusto.
  

1 comentario:

  1. Muy buen post. A pesar de que a veces no damos importancia a estos pequeños objetos, lo cierto es que las conteras o protectores de gomas son clave en los bastones para senderismo! Ofrecen versatilidad al adaptarse a diferentes tipos de terreno, brindando mayor estabilidad y tracción en cada paso, sobre todo si son regulables. Su capacidad de ajuste permite optimizar la experiencia del senderista, garantizando un mejor agarre y protección para los senderos más exigentes.

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