viernes, 18 de julio de 2014

Urbión

Urbión
Año 2014. Participantes: Victoria y yo

Estábamos de turismo por la provincia de Soria y decidimos visitar la Laguna Negra, una visita totalmente imprescindible si se pasa por esta provincia. Una vez allí, nos pusimos a subir y a subir... y acabamos en la cima del Urbión aunque íbamos de turismo y no de montaña.

Solo teníamos previsto visitar la Laguna Negra y dar un rodeo por ella (sin saber mucho lo que había), pues no quería martirizar a Victoria con mi afición montañera. La víspera de la visita, consultando información me di cuenta que subiendo un poco se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la Laguna Negra, así que le propuse a Victoria que podíamos subir un poco, simplemente lo que nos apeteciera, para poder disfrutar de esas vistas y luego volver abajo.

Una vez allí el "paseo turístico" para ver la laguna nos pareció poca cosa (excesivamente corto), así que enseguida empezamos a subir el sendero que remonta a la parte alta. Desde arriba efectivamente había muy buenas vistas, pero a ambos nos apeteció seguir subiendo, aunque ya perdíamos de vista la Laguna Negra y al final llegamos también a la cima del Urbión, no sin antes hacer un desvío en nuestro recorrido para visitar el nacimiento del río Duero.

La ruta la hicimos más o menos circular, es decir subimos por un sendero (el de la Laguna Helada) y bajamos por otro (el de la Laguna Larga).


Empezamos (pincha sobre las fotos para verlas a mayor tamaño):


Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Sistema Ibérico
Cimas: Urbión (2228m).
Dificultad/Características: Recorrido fácil sin dificultades por senderos en general bien marcados, aunque en la zona tras la zona de la Laguna Helada éstos se difuminan mucho llegando prácticamente a desaparecer en algún tramo.
Longitud total: 13,7 km;     Desnivel acumulado positivo:  840 m;     Desnivel acumulado negativo: 840 m

Tiempos:
Nosotros tardamos algo más de cuatro horas en hacer todo el recorrido incluyendo paradas, pero fuimos muy tranquilos y además a Victoria se le rompió una zapatilla a mitad de subida, lo que nos obligó a hacer la otra mitad de subida y toda la bajada con bastante calma, además de hacer numerosas paradas para contemplar el paisaje, hacer fotos, hablar con gente, etc. En condiciones normales un horario razonable pueden ser de unas tres horas.

Track: 
Grabado "in situ" y depuradas algunas desviaciones (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).





Fecha:  5 de julio de 2014

Llegamos a la Laguna Negra. No hemos podido salir muy pronto porque en el hotel no empezaban a dar los desayunos hasta las 9:00 con lo cual entre unas cosas y otras llegamos a la zona de la Laguna Negra un poco antes de las 10:30.

Nos paran en el aparcamiento de abajo y, además de clavarnos 4 € por dejar el coche no nos dejan subir hasta el aparcamiento de arriba, por lo que nos toca subir a patita por la carretera los casi 2 km y 150 metros de desnivel que hay entre los dos aparcamientos. No es mucha distancia ni mucho desnivel, pero tener que perder más de 20 minutos subiendo por una carretera asfaltada la verdad es que no mola mucho. La alternativa es coger un autobús que sube y baja de un aparcamiento a otro, pero como sale cada media hora pues al final calculamos que es fácil que tardemos menos en subir a patita, ya que nos quedan 20 minutos para que el autobús suba.

Cuando estamos listos empezamos a subir por la carretera. Ya llegando al aparcamiento de arriba nos alcanza el autobús, así que hubiéramos llegado casi a la par, pero es más agradable subir con este fresco mañanero que encerrado en un autobús.

Desde el aparcamiento de arriba la Laguna Grande está muy cerca. Vemos que hay una especie de recorrido turístico con un sendero de subida que va hacia el este y el sendero de vuelta llega desde más al oeste... se ve que ya hasta tienen regulado que el recorrido sea de sentido único y no te cruces con la gente. Afortunadamente a estas horas no hay casi gente.

Llegamos a la Laguna Negra... impresionante y preciosa. Es un sitio realmente espectacular y no defrauda. Nada más llegar hay un mirador para asomarte y luego sigue el recorrido hacia el oeste más o menos por la orilla pero sobre una especie de pasarela de madera. En menos de 200 metros hay otro mirador donde volvemos a disfrutar un rato de las vistas... y ya está el cartel marcando el "sendero de retorno" ¿Ya está? ¡Joer!, ¿tanta historia para recorrer poco más de 100 metros de laguna y ya te quieren mandar de vuelta?

Primer mirador de la Laguna Negra
Mirando hacia el otro lado
Pasarela de madera de recorrido
Vista desde el segundo mirador

También empieza aquí el sendero que sube hacia el pico Urbión, así que decidimos seguir el plan que habíamos pensado ayer a última hora de subir por él hasta que nos parezca para contemplar las vistas de la laguna desde lo alto.

Empezamos a subir. Es un GR perfectamente marcado. Enseguida hay unas bonitas cascadas junto a un puentecito de madera por el que pasas.  Luego el sendero empieza a subir con más inclinación y en poca distancia estás en una intersección en forma de "T", donde veo marcado el GR en ambos lados. Me asomo unos metros por la derecha pero solo parece unos metros de sendero para asomarse por donde las cascadas, así que está claro que es por la izquierda.

Cascadas

Al poco se llega a una corta pero bastante empinada canal hacia la que hay que girar para afrontar la subida directa. No hay duda de que hay que tirar por ahí, pues al buscar información había leído algo sobre esta empinada canal. No obstante es una canal que te la ventilas en un periquete, pues es bastante corta.

Una vez arriba el camino tira ahora hacia la derecha, ya con pendientes bastante suaves. Enseguida hay un lugar con unas vistas magníficas de la laguna en el que hacemos parada para disfrutar de ellas y hacer unas fotos.

Magníficas vistas de la Laguna Negra
¡A que me tiro!

Le digo a Victoria si quiere que bajemos ya o prefiere seguir subiendo hacia el Urbión. Para mi sorpresa Victoria me dice que sigamos subiendo hacia el Urbión mientras su cuerpo no se queje demasiado; salvo algún caso esporádico Victoria hace muchísimos años que ya no hace montaña, pero se mantiene más o menos en forma en el gimnasio, así que ninguno de los dos tenemos muy claro si se va a cansar de subir.

El sendero sigue subiendo suavemente pero enseguida se llega a una zona relativamente llana. Al llegar a la zona llana, además de divisar neveros a lo lejos, me encuentro una bifurcación del GR. Por la izquierda marca al Urbión por la Laguna Helada y por la derecha también al Urbión pero por la Laguna Larga. La verdad es que no tengo ni idea de ninguna de las dos rutas, pues no me he mirado la subida al Urbión porque en principio no teníamos previsto subir.

En sendero sube suavemente hacia una zona llana
Bifurcación de senderos y al fondo neveros
Enseguida vamos a perder de vista la Laguna Negra

Lo primero que pensamos es que lo mejor es subir por uno de los senderos y bajar por el otro y así variamos. Lo único que en ese momento podemos diferenciar entre un sendero y el otro es que por la Laguna Helada marca medio kilómetro más, pues no tenemos ni idea de por dónde van; ni siquiera identificamos el Urbión desde aquí.

Decidimos tirar por el de la Laguna Larga, simplemente porque es algo más corto según el cartel, aunque la diferencia tampoco es muy significativa. No obstante el sendero se mete entre unos árboles y al rato empieza a no ser muy claro (de bajada comprobaría que el desvío correcto realmente había que cogerlo en otro sitio). Al no tener ninguna información de la ruta e ir un poco a ciegas, opto por cambiarme al otro sendero para evitar posibles problemas, ahora que todavía no nos hemos separado demasiado de él. Para ello tenemos que hacer un tramo campo a través hacia donde parece que va el otro sendero.

En el tramo campo a través hay que atravesar una zona de bloques de piedra donde a Victoria se le despega la suela de la zapatilla, quedando únicamente pegada por el talón y poco más. La verdad es que no venimos preparados para montaña, pues no teníamos previsto subir tanto y simplemente vamos con unos vaqueros y unas zapatillas viejas; y se ve que las zapatillas viejas de Victoria no han resistido la prueba.

Se despega la suela de la zapatilla de Victoria

Es realmente incómodo andar así, pues tienes que andar levantando suficientemente el pie para no ir dando "lametones" al suelo con la suela. Le digo a Victoria que si no puede andar bien que demos media vuelta, pero me dice que va a intentar apañarse así y apoyar más con el talón y que sigamos. Así que me "quito el sombrero" ante tal actitud de tirar p'alante.
  
Efectivamente el sendero hacia la Laguna Helada está donde suponía y lo cogemos. Es un sendero bien marcado, así que en este no espero tener problemas.

El sendero empieza a subir con algunos repechillos pero siempre dentro de pendientes no demasiado acusadas, por lo que vamos subiendo más o menos cómodamente, quitando el problemilla de la zapatilla.

El relieve es tan suave y las cumbres tan redondeadas que cuesta pensar dónde debe estar el Urbión. Más o menos tengo una idea de por dónde debe andar, por el GPS, aún lejos por lo que de momento no parece que sea ninguna cumbre de las que se tiene a la vista.

Subiendo hacia la Laguna Helada
Vista hacia atrás un poco más arriba

Tras un ratito de subida llegamos a la Laguna Helada. Allí nos hacemos alguna foto y continuamos el sendero que la bordea por la derecha. El borde de la laguna es una franja herbosa de unos 30 centímetros donde se ve que están tomando el sol las ranas y hay una gran cantidad de ellas, así que según vamos pasando se asustan y van saltando al agua, dando la sensación como si nos estuvieran haciendo la ola.

Llegamos a la Laguna Helada
Vista atrás
Por la orilla de la Laguna Helada, con aguas bastante transparentes

Al llegar al final de la Laguna Helada el sendero empieza a irse borrando. Va por hierba y se ve que ésta lo va tapando. Hay que ir observando con cuidado el terreno para seguir el "sendero", que va subiendo y finalmente me lleva a un pequeño colladito.

En el colladito el sendero, ya muy débil, desaparece del todo. Identificamos lo que parece claro que es el Urbión, así que ya lo tenemos a la vista. Abajo tenemos un valle por donde parece que va el otro sendero.Arriba a nuestra izquierda tenemos ya muy cerca los neveros que veíamos a lo lejos.

Se me ocurren dos alternativas: la primera es bajar al valle e ir a enlazar con el otro sendero, lo que es la opción mas segura pero que nos haría perder tiempo; la segunda es subir hasta el nevero de la izquierda, pues me da la impresión que cresteando por encima de él posiblemente se pueda llegar hasta el Urbión.

Decido subir campo a través hacia el nevero a ver qué se ve desde ahí arriba; es una subida un poco incómoda para ir campo a través, a media ladera y con pendiente algo acusada. Victoria prefiere seguir subiendo tranquilamente en vez de esperarme. Cuando llevo un trozo de subida veo a dos montañeros que aparecen por donde el nevero... ¡bingo! Están parados arriba, así que intento subir más rápidamente a preguntarles. Empiezan a bajar hacia mí ¡Estupendo! Llevan un perro así que los mastines que cuidan las ovejas que hay cerca de nosotros se acercan y se  lían a ladrarle, pero la cosa no pasa de ahí. Cuando me encuentro con los montañeros les pregunto si por arriba se puede ir al Urbión y me dicen que sí, que detrás hay una pista que lleva hacia él; por su parte ellos también andan un poco despistados por la "desaparición" del sendero en este tramo, así que les indico que bajen al collado de donde venimos y luego sigan el vallecillo hacia la Laguna Helada y allí ya recuperan de nuevo el sendero. ¡Qué oportunos hemos sido ambos! Le digo a Victoria que suba, aunque ya ha ido subiendo y está relativamente cerca de mi.

Enseguida vamos alcanzando el nevero, y escasos metros antes reaparece el sendero. Parece que en el tramo entre el nevero y el collado el sendero se ha deteriorado tanto que ha acabado desapareciendo totalmente.

El sendero reaparece llegando al nevero

En el nevero nos juntamos con tres ciclistas que han subido por la pista. No deben ser demasiado aficionados al ciclismo, pues llevan bicicletas de tipo económicas y no del todo apropiadas para este tipo de rutas y solo uno de ellos lleva una bici "decente"; además se ve que van subiendo alternando tramos andando con otros montados. Allí entablamos un rato de charla con ellos y nos hacemos mutuamente algunas fotos.

Los ciclistas nos hacen una foto en el nevero
Tras el nevero efectivamente hay una pista bastante amplia y de suave pendiente que es por la cual han subido los ciclistas. La cogemos y los ciclistas se unen a nosotros... pues van andando. El de la bici decente va charlando con nosotros; en un momento dado se monta en la bici, pero cuando ha recorrido unos cuantos metros se vuelve a bajar y nos volvemos a juntar. Los otros dos van andando todo el rato y se van quedando algo descolgados.

La pista llega a su punto más alto y empieza un suave descenso. Tenemos totalmente a la vista el Urbión y ya no hay pérdida; está bastante cerca. El ciclista nos cuenta que bajando un poco por el valle de nuestra izquierda se encuentra el nacimiento del río Duero. A todo esto los dos ciclistas que se habían quedado rezagados se han montado en la bici para este descenso y nos adelantan. El otro que nos venía acompañando se despide de nosotros y se junta con sus compañeros.

La cima del Urbión, con gente. Vamos por la amplia pista que nos lleva hacia él.

Le pregunto a Victoria si quiere que bajemos a ver el nacimiento del río Duero y me contesta afirmativamente, así que nos salimos de la pista y bajamos campo a través hacia el fondo del valle donde nos había indicado el ciclista que estaba dicho nacimiento; además nos ha indicado que hay cartelones y por tanto que lo identificaremos enseguida.
 
Bajando hacia el valle donde nace el Duero

Vamos campo a través en dirección hacia donde nos había indicado el ciclista, aunque de momento no podemos ver nada debido al relieve. Cuando estamos llegando ya al fondo del valle ya veo los carteles; la verdad es que el ciclista nos ha indicado bastante bien y hemos venido a parar casi directos.
 
Bajando hacia el fondo del valle

Llegamos. Hay un curioso poste que indica el km 0 del río Duero aunque el río no nace exactamente donde está el poste sino unos metrillos más arriba donde hay un buen cartelón que lo indica. A la derecha del cartelón sale un hilillo de agua de entre las piedras que es el propio nacimiento del Duero. Allí nos hacemos unas fotos de recuerdo.

Poste que indica el km 0 del río Duero
Cartelón indicativo
Un poco a la derecha, el agujerillo del que nace el río Duero

Tiramos de nuevo para arriba, en primer lugar para recuperar los metros de desnivel perdidos, hasta llegar al collado.

Remontando de nuevo hacia el collado tenemos esta vista de la cima

Una vez en el collado hay una especie de sendero que sube hacia la cima. Al ir por terreno bastante irregular, se van abriendo y cerrando varias pequeñas ramificaciones de sendero por donde subir, pero todas van llevando hacia la cima con algún que otro pequeño escaloncito de rocas. Llegas a una especie de colladín que da a la vertiente norte y de ahí por la izquierda, primero hacia el oeste y luego hacia el sur, se sube medio trepando hacia la cima.

Vistas hacia el norte desde el colladín

Justo en la llegada a la cima hay una zona estrechita en la que los más corpulentos puede que tengan que pasar un poco más ajustados que los demás.

Llegamos a la cima cuando están a punto de dejarnos solos, pues los que había en ella se están bajando, así que rápidamente cojo al que va el último para que nos haga una foto cimera.

Cima del Urbión

Se van y nos quedamos solos, lo que resulta raro después de haber estado viendo, mientras subíamos, tanto tránsito de gente por aquí. Disfrutamos de un buen ratillo de cima, sacando fotos y contemplando el bonito paisaje que hay por todos los lados. Hace airecillo fresco pero con el solecillo más o menos se aguanta en manga corta.

Vistas hacia el sureste. Al fondo la Laguna Larga. Por la derecha viene la amplia pista por la que hemos venido
Vista hacia el oeste. Laguna de Urbión.

Decidimos emprender el descenso, que hacemos más o menos por el mismo recorrido hasta el collado de abajo. El grupo que había bajado de la cima antes de nosotros va muy lento así que aunque han empezado a bajar unos minutos antes que nosotros les pasamos de camino de bajada al collado.


Pequeños medio-destrepes desde la cima

Una vez en el collado, en lugar de coger la pista de antes, nos desviamos hacia la izquierda por un sendero que baja bruscamente. Hay un nevero que veo que puede interponerse en el sendero, pero al llegar a él compruebo que linda con el sendero pero el sendero está limpio, así que pasamos sin ningún problema.


Bajando del collado. El nevero linda con el sendero pero no lo ha afectado

El sendero alterna algunos tramos más o menos en horizontal con algunas repentinas bajadas, pero es bastante cómodo. Victoria parece que se va apañando bastante bien con su suela despegada, bajando con predominio de apoyo de talones, aunque en algún momento que otro no puede evitar el dar un "lametazo" al suelo con la suela despegada. Baja muy tranquilamente para ir evitándolo.

Acercándonos a la Laguna Larga

Hacemos una breve parada para beber agua. Hasta ahora como hace fresquillo no habíamos sentido sed, por lo que abrimos la cantimplora por primera vez hoy, lo que está un poco mal pues tendríamos que haber ido hidratándonos todo el camino... mea culpa.

Seguimos descendiendo. El camino me resulta muchísimo más vistoso que el de ida, que no ha sido gran cosa desde el desvío a excepción del paso por la Laguna Helada. Vamos pasando por algunos parajes curiosos, como uno en el que las rocas forman cubos prácticamente perfectos que parecen labradas por el hombre, aunque son producto de la fracturación natural de la roca en unos planos perfectamente perpendiculares.

Curioso paraje de rocas con planos de fracturación perfectamente perpendiculares

Seguimos avanzando. Algunas variantes de sendero me hacen dudar, pero vamos deduciendo la más adecuada, aunque supongo que al final todos más o menos nos llevan hacia el mismo sitio, se por un sitio o por otro del valle. Enseguida nos metemos en frondosa vegetación.

En una de esas variantes cojo la variante que va junto al arroyo, pensando que daría igual por un lado que por otro y que aunque la otra parecía la principal, junto al arroyo sería más vistoso y agradable el descenso. Efectivamente se va descendiendo muy bien y el recorrido es agradable, pero al final llega un punto en el que el sendero muere... toca recorrer unos metrillos por la hierba para alcanzar el sendero principal que baja paralelo a pocos metros; por ello no parece mucho problema este pequeño percance, aunque realmente implica el pegar unos pasos por una zona medio inundada y mojarse un poquito los pies, especialmente Victoria con su suela de zapatilla despegada.

Bajando por el sendero junto al arroyo

No parecía que estuviéramos tan lejos, pero realmente hay una buena caminata de descenso, y especialmente al haber enfocado esto como un paseo. A pesar de los bonitos parajes que vamos pasando, llega un momento en que el descenso empieza a hacerse un pelín largo y pesado, quizás porque estábamos mentalizados de que nos lo íbamos a ventilar rápido... pero justo en ese momento aparece repentinamente una bonita vista de la Laguna Negra por nuestra izquierda. Allí hacemos una pequeña parada para "ir al servicio", beber y hacer algunas fotos.

Repentinamente tenemos una bonita vista de la Laguna Negra
Posando con estas bonitas vistas

Seguimos y ahora tenemos que enlazar con el sendero de ida. Para ello tenemos que cruzar un arroyo que hay a nuestra derecha saltando de piedra en piedra y luego ir por un sendero entre árboles que sube un poco hacia arriba. Luego ese sendero sigue en horizontal unos cuantos metros yendo medio colgado por un bonito paraje entre los árboles y con unas magníficas vistas de la Laguna Negra a nuestra izquierda. Finalmente llega a juntarse con nuestro recorrido de ida, donde deberíamos haber cogido a la ida el desvío y no donde lo cogimos.

Esta confluencia está ya muy cerca de la empinada canal de la ida, así que en pocos pasos nos plantamos en la parte alta de la canal y en escasos minutos la descendemos.

Descendiendo la canal empinada

Una vez descendida la canal empieza a aparecer afluencia de gente; los turistas que en su mayoría suben hasta aquí por el sendero pero no pasan de la canal... ¡y no saben las vistas que se pierden!

Descendemos rápido con gente variopinta que se va cruzando con nosotros: las parejitas, los típicos padres que suben con sus hijos relativamente pequeños, los veinteañeros gamberreando con el agua en las cascadas...

Enseguida estamos en la Laguna Negra y enlazamos con el denominado por los carteles "sendero de retorno". Aquí ya hace más calor y se agradece que este "sendero de retorno" transcurra en agradable sombra entre árboles. Es un sendero tan agradable como cómodo. Está acondicionado con una especie de barandilla con postes de madera en todo su recorrido, que se podrían haber ahorrado, aunque supongo que la han puesto para intentar que la gente no se salga del sendero y respete la naturaleza; en fin, una pena ambas cosas: que la hayan puesto y que se tengan que tomar estas medidas para poder preservar el entorno.
 
En el "sendero de retorno"
Vista atrás

El "sendero de retorno" no es muy largo así que no tardamos mucho en salir a parar a la parada de autobús y consecuentemente a la carretera asfaltada. Descendemos a buen paso por la carretera, pero a pesar de ello se nos hace mucho más larga que a la ida; ¿Por qué siempre pasará esto? Son solo menos de 2 km pero que se nos hacen largos, largos; y especialmente bajando sobre asfalto.

Por fin llegamos al coche. Ahora nos toca buscar un buen sitio para ir a comer... decidido: bajamos a la población de Vinuesa, aunque el asador que hay relativamente cerca del aparcamiento es toda una tentación, pero intentando pensar con la cabeza fría preferimos huir de sitios tan turísticos.


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