domingo, 19 de mayo de 2019

Sierra de Gredos. Canal Reseca

Sierra de Gredos. Canal Reseca
Año 2019. Participantes: Fernando, Gaby, Goyo, Júcar, Julio y yo

Una de las canales clásicas de la vertiente sur de la Sierra de Gredos. Ubicada cerca de la zona de Galayos, se trata de una canal que nunca defrauda: por su subida en sí, por el magnífico entorno que le rodea, y por el premio final que es asomarse al corazón Galayar, ese minimundo de agujas paraíso de la escalada.









Se trata de una actividad del Club Nemus, en ciento modo un clásico del Club que sin embargo hacía algo de tiempo que no se repetía, y en mi caso es nueva para mí. En plena canal hay una placa que recuerda el fallecimiento allí mismo de un antiguo integrante del Club Nemus en fatal accidente ocurrido allá por 1984. La actividad, por tanto, es una buena ocasión para visitar su placa y honrarle así.

La actividad se ha planificado de forma que llegamos la noche anterior y hacemos la brevísima subida para pernoctar en el refugio de Mingo Fernando. De esta forma a la mañana siguiente podemos volver a bajar al coche para dejar todo y equiparnos, y así empezar la actividad temprano y sin el engorroso viaje en coche en el mismo día.

Por otra parte, hemos estado viendo varias posibilidades para volver al punto de inicio una vez arriba de la Canal Reseca, si bien, algunas nos presentaban dudas y otras dependían del horario que lleváramos y las condiciones que nos encontráramos, así que optamos por dedicirlo sobre la marcha según lo vayamos viendo.

Partiendo desde el aparcamiento y olvidándonos de la subida previa al refugio (unos 500 metros de distancia y aproximadamente 40 o 50 m de desnivel) y bajada de nuevo al coche el día de la actividad, los datos son los siguientes:



Datos: 
Actividad: Alpinismo;      Zona: Sierra de Gredos
Cimas: Ninguna
Dificultades: Dependen mucho de las condiciones, pero en general se concentran al principio, donde el terreno es más abrupto, y justo al final donde la pendiente puede ser algo más alta.
Longitud total: 11,4 km;     Desnivel acumulado positivo:  1290 m;     Desnivel acumulado negativo: 1290 m

Tiempos:
Nuestros tiempos estimados a partir de las horas guardadas en las fotos, sin prisas, a ritmo de grupo y con paradas e incidencias, e incluyendo algunas paradas grandes y varias puestas y quitadas de crampones, fueron aproximadamente los siguientes:
  • Aparcamiento-Inicio Canal: aproximadamente 2 horas
  • Inicio Canal-Final Canal: aproximadamente 2,5 horas
  • Descenso: aproximadamente 4 horas
Track: 
Grabado in situ y depurados algunos puntos erráticos (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).


Índice IBP: 117


Fecha:  10 de febrero de 2019

Nos hemos ido juntando la noche anterior en Arenas de San Pedro, donde hemos cenado en un sitio y luego hemos ido a tomar una copa a otro. Ya se sabe que cuando se empieza a tomar copas nunca se sabe cuándo se termina, ya que frecuentemente la cosa enseguida se anima y se acaba liando. Afortunadamente se junta el sentido común de algunos para que la cosa no se nos acabe yendo de las manos, ayudados por algunos momentos de indecisión porque tampoco hay muchos sitios donde seguir tomando copas.

De esta forma montamos en el coche y subimos al aparcamiento, donde ya está instalado Fernando en su furgoneta acondicionada. Allí cogemos nuestras cosas para vivaquear y desayunar y emprendemos la subida al refugio con los frontales.

Enseguida llegaremos al refugio, ya que son alrededor de 500 metros de distancia con apenas 40 o 50 metros de desnivel, así que hemos cogido las cosas y las llevamos de cualquier forma sin reparar mucho en cargar con ellas de una forma más o menos efectiva o cómoda.

El refugio, que es un refugio libre, está abierto y en decentes condiciones de limpieza, así que dedicamos un poco de tiempo en acabar de limpiardo y enseguida podemos irnos instalando. Es muy pequeño, pero cabemos bien los 5 que vamos. La sexta persona, Fernando, venía por su cuenta con una furgoneta acondicionada donde pasará la noche en el aparcamiento. Pronto estamos todos durminendo...

Suenan los despertadores y la pereza se adueña de nuestros cuerpos. Como suele ser habitual, cada uno dice a los demás que hay que levantarse, pero él mismo no mueve ni un dedo. Finalmente Júcar se decide a movilizarnos y pronto nos pone a todos firmes.

Desayunamos, recogemos todo lo de nuestro vivac y bajamos al coche. Allí nos juntamos con Fernando. Nos equipamos y cuando estamos ya listos nos hacemos la oportuna foto de grupo justo antes de partir.

Foto del grupo en el aparcamiento, antes de iniciar la marcha


Miro la parte alta y no se aprecia casi nieve... me temo que la canal no va a tener nieve o va a tener muy poca. El invierno está siendo malo en este sentido. Pero de igual forma, vamos para arriba y a ver qué nos encontramos.

Iniciamos la subida. Pasamos de nuevo junto al refugio Mingo Fernando, pero lo pasamos de largo y continuamos nuestra marcha. Inicialmente hacía fresquete, pero vamos subiendo a buen ritmo, así que de vez en cuando se va parando alguno de nosotros a quitarse guantes, polar, chupa de goretex, o lo que vaya sobrando. De hecho entre el calor del esfuerzo y la humedad ambiental, vamos con nuestra cara humedecida.

Por arriba vamos viendo que las nubes bajas y, en definitiva, la niebla puede estropearnos un poco el disfrute de la canal, pero confiaremos en que vaya mejorando para cuando vayamos llegando. Las previsiones meteorológicas decían que el día aguantaba y no iba a ser del todo malo, aunque luego a media tarde llovía.

Foto de grupo en una parada, con la niebla encima nuestra

Llegamos a las cabañas del Tío Pío. Parece casi un poblado hecho a base de piedras y alguna cosilla más. Nos sorprende lo bien montado que está todo y echamos un ratillo allí olisqueando por un lado y por otro.

Olisqueando por todos los rincones de las cabañas del Tío Pío
Contemplando y comentando, antes de reanudar la marcha
Continuamos nuestro camino. Nos vamos subiendo por la ladera izquierda del valle, que es la derecha según subimos, ya que la orografía nos va llevando por allí. El sendero empieza a difuminarse y muchas veces dudamos si vamos por el sitio correcto, ya que poco a poco parece que nos vamos subiendo mucho por la ladera y el inicio de la canal quedará más abajo.

Nos hemos ido subiendo bastante por esta ladera, dejando bastante abajo en fondo del valle

Así seguimos hasta un punto ya cerca de la vertical donde se iniciarían tanto la Canal Reseca como la Canal Seca, ya que ambas nacen del mismo punto, al ser el punto de confluencia de los arroyos que bajan por cada una. Allí parece que se nos corta el paso y tendremos que bajar al fondo del barranco, pero el solecito que hace aquí y la hora que es parecen muy propicios para hacer una parada larga de picoteo y así empezar la canal con energías en el cuerpo.

La Canal Seca nos corta el paso por delante. La Canal Reseca sube por la parte izquierda de la foto
Una parada para comer algo, en un momento despejado y soleado
Vistas más a la derecha, con las nubes que ahora tenemos más abajo

Tras la parada buscamos la forma de bajar al fondo del barranco. Mientras unos parece que se complican algo más intentando bajar de forma más directa, otros optamos por retroceder un poco y buscar un punto de bajada sin muchas complicaciones, que parece que lo hay. Al final llegamos todos más o menos al unísono abajo.

Aquí abajo parece que nos hemos desplazado a otro clima y el hielo se ha adueñado del panorama. Está realmente complicado avanzar por aquí. El suelo es una pista de patinaje y avanzamos bien asidos a las rocas mientras nuestras piernas se rebelan y se empeñan en bailar hacia todas las direcciones. Intentamos aguantar todo lo que podemos ya que hay muchos tramos sin hielo donde los crampones sufrirían, y de momento se trata de cruzar para subir un pelín por la pared contraria, que es por donde va el recorrido para sortear el fondo del barranco en sus metros iniciales, que si no serían muy complicados.

El hielo nos va a dar mucha más guerra de lo que se pudiera adivinar por esta foto


Subidos por la pared contraria avanzamos con mucho tiento, ya que aunque el recorrido es algo expuesto pero fácil, la presencia de hielo lo hace muy peligroso yendo sin crampones. Así sorteamos los metros iniciales para llegar de nuevo al fondo del barranco. No obstante, y viendo el panorama, decidimos ponernos los crampones aunque luego nos los tengamos que quitar de nuevo.

A continuación tenemos una encerrona. No hay un sitio claro por dónde pasar, ya que por la derecha parece que trepas fácil y no hay hielo, pero tiene pinta de que te puedes enriscar y meter en un marrón fácilmente. De este modo decidimos que lo mejor es atacar directamente una pequeña pared tapizada de hielo de unos 4 metros de altura. Tras comprobar que los pioles y crampones clavan bien y, aunque llevamos un cordino, cuyo uso habría sido de lo más razonable y prudente aquí, al final cuando nos queremos dar cuenta hemos subido todos con unos pocos pioletazos y cramponazos y ya no vale la pena; quizás la principal duda es que uno de los integrantes tiene algo menos de rodaje en este tipo de situaciones, pero el hombre se lo ha ventilado perfectamente como un campeón.

Júcar subiendo por la pared taizada de hielo
Fotografío a Goyo desde arriba cuando le toca su turno

Continuamos y en cuanto empezamos a coger un pelín de altura el hielo empieza a escasear y se hace necesario quitarse los crampones, puesto que ya no aportan nada y no hacemos nada más que despuntarlos contra las rocas. La nieve y hielo empiezan ya a escasear mucho y normalmente se pueden evitar fácilmente. Por tanto, nos quitamos los crampones de nuevo.
Vamos subiendo por lo que ahora es una pedrera algo resbaladiza e incómoda. Las manchas de nieve ya son muy escasas. De esta forma alcanzamos el punto donde está la placa en recuerdo al compañero. Allí hacemos la parada correspondiente para estar allí unos minutos y hacer alguna foto, además de servirnos de reagrupamiento.

La placa en recuerdo de Felipe Monzón
Una foto de grupo junto a la placa

Continuamos. Parece que el final de la canal se acerca, pero es de esas veces que parece que está ahí al lado pero la perspectiva engaña y realmente todavía queda un buen trecho. Según subimos la presencia de nieve y hielo empieza a crecer, hasta el punto de invadirnos totalmente. Es el momento de hacer una parada que va a tener un triple objetivo: reagruparnos, ponernos los crampones y descansar y reponer un poco de fuerzas para acometer ya el último tramo de la canal. Voy buscando un sitio relativamente cómodo donde hacer esa parada, pero todo está bastante inclinado, hasta que por fin diviso un punto un poco a la izquierda donde podremos estar un poco más cómodos y ahí me dirijo.

Vista hacia abajo. Vamos ganando altura rápidamente por lo empinado del terreno
Parada a ponerse los crampones
Vista hacia abajo


Tras calzarnos los crampones y haber repuesto fuerzas nos disponemos a afrontar la parte final. Tras subir otro trozo, la canal se divide en dos por un promontorio. Mi primera intención es tirar al "ramal" de la derecha, más cercano a la cima del Gran Galayo y que me ha llamado más la atención, pero mis compañeros me avisan que siempre han ido por el otro, así que les hago caso.
 
Vistas hacia el sureste desde un poquito más arriba

La parte final se encuentra más generosamente dotada de nieve y la inclinación sube, así que yo particularmente la disfruto mucho. En esta parte voy buscando los puntos de paso que me parecen mejores y más seguros para progresar según veo el estado y el aparente espesor de la nieve. Así alcanzo el final de la canal.

Inspecciono brevemente el entorno mientras van llegando los demás. El punto lo conozco de haber bajado precisamente por ahí hacia el otro lado para volver al refugio Victory tras haber hecho alguna escalada cuya bajada consistía en bordear el espaldar de Galayos hasta este punto y bajar por ahí. Es una bajada muy inclinada y encajonada con nieve pero se ve factible; era una de las posibilidades que estuvimos barajando para la vuelta, bajando por la Apretura hacia Nogal del Barranco donde para ello deberíamos haber dejado previamente un segundo coche.

Mis compañeros van llegando a cima


Nos juntamos todos en lo alto y allí dedicamos unos minutos a hacernos fotos y disfrutar del magnífico entorno.

Selfie en la "cima" o final de la canal con los Galayos detrás
Contemplando las vistas desde aquí arriba
Y haciendo algunas fotos divertidas

Para la vuelta, además de la opción que he comentado, habíamos visto otras como la de bordear el Gran Galayo y dirigirnos al puerto del Peón para bajar por allí, la de bajar por el mismo sitio que hemos subido, y la de dirigirnos hacia el Espaldar de los Galayos, que yo sabía como he dicho que se podría llegar sin problemas a él, y buscar la forma de bajar hacia el refugio de Mingo Fernando. La alternativa de bajar por la Apretura estaba descartada por no haber preparado la combinación de coches, y la del puerto del Peón se nos hacía un poco larga y no había muchas ganas, además de que no habíamos conseguido identificar visualmente el punto de bordeo del Gran Galayo. En cuanto a la de bajar por el mismo sitio era una buena opción, pero no nos hacía mucha gracia bajar por los tramos helados del principio, que entre otras cosas nos iban a ralentizar mucho.

Dado que yo afirmaba que se podía llegar bien al Espaldar, aunque había avisado que luego no sabía cómo estaría el tema para bajar después por allí, Goyo no se lo piensa y tira para allá; el resto le seguimos. Enseguida nos plantamos en el Espaldar, donde el paisaje cambia drásticamente: desaparece la nieve y la orografía parece más suave.

Asomamos por la otra vertiente
Ahora tendremos que bajar por aquí. Una poca nieve al principio, que enseguida desaparece, pero luego plagado de piornales

Allí hacemos una paradita para, entre otras cosas, quitarnos los crampones, ya de forma definitiva. Parece que se intuye un sendero que baja, aunque no se ve nada claro. De todas formas vemos que el terreno no parece excesivamente complicado, y abajo se ve el Collado del Pinarejo donde parece que sí que hay algún sendero.

Tiramos para abajo, por lo que podrían interpretarse como senderos pero la cosa no va nada clara y nos damos cuenta que no se puede decir que haya un sendero con cierta continuidad, así que simplemente intentamos ir enlazando los tramos por donde parece que sí que lo hay o por lo menos que parecen más despejados y por donde mejor podemos avanzar. Yo voy yendo con tendencia hacia la derecha, mientras que otros opinan que mejor ir más hacia la izquierda.

Al final toda esta parte se complica sobre todo por la vegetación. Hay un monton de piornales por donde es muy complicado avanzar. Hay algún momento incluso que acabas yendo pisando encima de las ramas y te das cuenta que el suelo empieza a quedar más abajo y acabas yendo "por el aire" hasta que consigues volver a tocar suelo.

Cuando parece que ya hemos pasado lo peor, hacemos una parada larga que viene muy bien, porque bajar así va desgastando. Además, siendo la hora que es, parece el momento adecuado de hacer una comida algo más consistente.

Continuamos y ya más fácilmente alcanzamos el Collado del Pinarejo. Desde aquí se supone que un sendero por la izquierda nos baja al sendero de ida de esta mañana. Digo que se supone, porque el sendero pronto enpieza a difuminarse y tenemos que ir un poco improvisando por dónde ir bajando con cuidado de no enmarronarnos. Aunque también nos da un pelín de guerra, esta parte se nos da bastante mejor y acabamos alcanzando el sendero de ida de esta mañana.

Una vez en el sendero de ida el tema ya está fácil,, así que bajamos y acabamos pasando junto al refugio de Mingo Fernando, y finalmente alcanzando el aparcamiento cuando acaba de ponerse a llover. Hemos llegado perfectamente justo para evitar la lluvia.

Volviendo a pasar, ahora de vuelta, junto al refugio de Mingo Fernando

En el aparcamiento nos aseamos un poco y nos cambiamos de ropa, mientras nos repartimos algunas latas de cerveza que lleva Fernando en el coche. Eso no impide que cuando salgamos ya para casa hagamos una parada en Arenas de San Pedro para tomarnos una cerveza juntos antes de coger la carretera y dirigirse cada uno a su casa.  


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