Año 2019. Participantes: yo, en solitario
Como todos los años, en mi paso veraniego por tierras alicantinas aprovecho para hacer actividades por esta montañosa provincia. Los últimos años me estoy trayendo la bici dado que voy descubriendo las numerosísimas posibilidades de bonitas y divertidas rutas que hay por aquí. Muchas de las rutas pasan por senderos que ya había recorrido en mis innumerables excursiones a pie por la provincia, pero que nunca se me había pasado por la cabeza transitar en bici por ellos hasta que he ido conociendo las correspondientes rutas.
Antes de venir a la zona había echado un vistazo por internet para ir preseleccionando rutas, y ésta era una de ellas. La había visto de un grupo ciclista practicantes de enduro, por lo que a mí que me gustan los terrenos trialeros pensé que me podía llegar a encajar. La única duda es si iba a resultar demasiado "endurera" en cuanto a dificultad para una persona como yo que ni tiene bici de enduro ni practica mínimamente en serio esta disciplina. Ya se sabe que muchos de los términos que usamos en el lenguaje son relativos... por ejemplo no es lo mismo que te diga que hace calor un esquimal que un saharaui; y con los términos "duro", "difícil", etc pasa igual, así que hasta que no puedas "calibrar" a quien te lo dice no puedes valorar del todo qué implican realmente esos términos.
El hecho de conocer en bici una parte de la ruta que ya he hecho varias veces, concretamente la ruta de las ermitas, unido a conocer las dos restantes de las principales bajadas trialeras por haberlas hecho a pie y ya suponer que en bici iban a ser tan exigentes y retantes como divertidas y espectaculares, me hacia tener bastante interés por hacer esta ruta. Y en cuanto a las dificultades técnicas siempre tienes la oportunidad de bajarte de la bici cuando lo consideres necesario, o incluso reconducir la ruta por otro sitio si esto llegara a ser lo más conveniente.
Dicho y hecho, cargada la ruta en el GPS me decido a hacerla.
Siendo una ruta totalmente circular aporveché para mover el punto de inicio/final a lo largo de la ruta llevándolo al que más me convenía por proximidad. Éste difería totalmente del utilizado por el grupo ciclista al que copié la ruta, ya que éstos empezaban y finalizaban en Villena, siendo Beneixama más o menos su punto intermedio de la ruta, y a mí me venía mejor precisamente lo contrario. No obstante, yo realmente no empiezo exactamente desde la población Beneixama, sino de El Salse, que es una pedanía separada apenas 2 kilómetros del casco urbano de Beneixama.
El concepto general de la ruta es transitar por el intenso cordal de las Ermitas de Campo de Mirra y Cañada, continuando por el cordal de la Sierra de la Villa hasta alcanzar Villena con una vertiginosa y por momentos bastante complicada bajada, y para el retorno cruzar al otro lado del amplio valle para subir por el Barranc del Pons y transitar por lo alto de la Sierra de la Solana en busca de la intensa y agotadora pero divertidísima bajada de la senda del Pontal que nos vuelve a conducir a Beneixama.
Track: Grabado in situ (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
Índice IBP: 80
Antes que nada, quiero indicar que, en mi opinión, el tramo entre los kilómetros 30,6 y 33,1 del track es bastante penoso, duro y técnico sin que, bajo mi punto de vista, lo que aporte merezca realmente la pena el sacrificio. Por ello creo que puede resultar más recomendable no desviarse en el citado kilómetro 30,6 y seguir por la pista perfectamente visible que sigue recta y se dirige al mismo sitio del km 33,1 del track. Esa pista tiene pinta de tener unas pendientes tambien considerables y puede que el entorno sea algo menos salvaje, pero seguramente se suba mucho mejor por ahí en lugar del sendero que en algunos tramos es muy pedreroso y con pendientes inhumanas para este tipo de terreno lo que hace practicamente imposible subirlos montado.
Fecha: 4 de agosto de 2019
Hay una buena ola de calor por aquí por Alicante pero, fallo mío, acabo de llegar de Madrid ayer y no he reparado mucho en ello. Cargo una cantidad que creo razonable de agua y suficiente alimento para picar y me pongo en marcha, aunque viendo el calor que va a hacer y que aquí amanece más temprano que en Madrid acabaré viendo que no he madrugado lo suficiente. En parte me he relajado porque vengo recien llegado de viaje y después de casi un mes si tocar la bici tras unas largas vacaciones con mis cuñados, de esas de estar todo el día comiendo, bebiendo y tirado en la playa. No en vano, he venido con más de 3 kilos ganados en mi cuerpo de esos días. Fruto de todo ello, me planteo hacer la ruta tranquilamente, y más con la ventaja de que no me espera nadie en casa puesto que de momento he venido solo.
La primera parte corresponde a la Ruta de las Ermitas, que ya comenté en otros artículos. Por ello no voy a comentar mucho sobre esta parte, salvo alguna cosa puntual. Se trata de un recorrido bastante divertido y algo técnico de subidas y bajadas, pero que se hace bastante bien ya que no tiene grandes dificultades y sin embargo el entorno es una chulada. No obstante, hago una cosa ligeramente diferente: el tramito de bajada al casco urbano de Canyada hasta ahora la había hecho mediante un tramo campo a través por el lado izquierdo del monte, pero he descubierto que por el lado derecho hay un sendero que te lleva también de bajada al mismo sitio. El problema es que me cuesta un poco encontrarlo, ya que está muy difuso sobre roca, pero lo localizo junto a una pequeña y deteriorada señal de coto de caza. Este sendero no es fácil de seguir porque está bastante difuso. Baja muy roto y en la tónica algo trialera del resto de estos tramos, pasando junto a una especie de gran cráter que hay en la montaña ya llegando abajo.
El resto de la ruta de las Ermitas es el mismo al descrito en los otros artículos, hasta que llego al collado final donde está el cruce de caminos. En la otra ruta se bajaba ya del cordal por el rotísimo camino de la derecha, pero la ruta de hoy continúa más, puesto que no habremos cubierto más de la cuarta parte de la misma.
En el citado cruce realmente hay un montón de caminos y senderos: aparte del que he usado para llegar aquí y el camino roto de la derecha para bajar del cordal que ya he comentado, hay otro camino que baja por la izquierda, un empinado sendero que sigue recto, y otro camino que sube discretamente entre estos dos últimos. Lo primero que pienso es que si la filosofía de la ruta es seguir lo alto del cordal lo lógico sería seguir por el sendero recto, pero para alivio mío la ruta sigue por el camino que sube discretamente por la izquierda, ya que el sendero que sigue recto tiene una pendiente endiablada.
A este camino se le une más adelante otro camino y enseguida aparece una cadena cortando el paso, con la indicación de que es propiedad privada. Me sorprende bastante, pero no me queda otra alternativa si quiero seguir la ruta que rebasar la cadena y continuar... El camino hace unas eses y sube hasta una casita que hay en todo lo alto y que se le conoce como la Casita del Médico. Visto esto me sorprende la cadena de antes, ya que este lugar es bastante visitado por excursionistas y antes no he visto ninguna casa privada ni ninguna otra cosa que le diera sentido a esa cadena cortando el paso y por el otro lado se puede llegar sin ningún problema... la única explicación que le doy es que la cadena es para no permitir el paso de vehículos, aunque de ser así los que subieran aquí hasta la casita tendrían que ser buenos todoterrenos.
Llego a la Casita del Médico y allí encuentro a dos excursionistas tomándose el bocadillo. Hago una paradita para contemplar las vistas y continúo. La continuación ya es sendero algo técnico, que va por todo lo alto del cordal.
Más adelante ya asoman por abajo algunas casas del casco urbano de Villena, aunque prácticamente toda la población sigue oculta tras las montañas. A la izquierda tengo a la vista y relativamente cerca las famosas antenas que vigilan desde lo alto esta población, y un poco antes de ellas el collado por el que otras veces he bajado desde la vía ferrata y al que ahora me voy a dirigir... pero en bici.
Me dirijo al collado y cojo el sendero que me va a bajar a Villena. Esta bajada a Villena es la parte más difícil y técnica de la ruta. La conozco de haber bajado por aquí varias veces de la ferrata, pero nunca la he "visualizado" con la mentalidad de bajarla en bici... no obstante y por lo que recuerdo ya tengo la impresión de que la cosa no va a ser fácil.
Al principio voy bajando bien, por el sendero colgado a media ladera, pero pronto se va complicando la cosa en pasos más o menos aislados, hasta que en uno irremediablemente acabo teniendo una aparatosa caída... salgo escupido de la bici y caigo por el lado derecho que es el de la ladera... eso tiene el inconveniente que voy a volar un poco más de la cuenta al caer hacia ladera abajo y no ser precisamente muy tumbada, pero por contra la enorme ventaja que el aterrizaje es mayoritariamente sobre vegetación en lugar de sobre las duras rocas del sendero. En fín, que más vale sufrir esa sensación de vértigo durante la caída si la "recepción" va a ser mucho mejor. Al aterrizar boca abajo los golpes y heridas se lo llevan las palmas de mis manos y mis antebrazos, que es lo que antes llega al suelo, pero afortunadamente no resulta nada importante, especialmente comparado con lo que podía haber sido si hubiera aterrizado en las rocas.
Me repongo y continúo... de momento sigo montado luchando contra este sendero tan peleón, pero llego a otro sitio en el que se asoma uno y la bajada por rocas de primeras impresiona un poco... luego intuyo una línea de bajada y la veo viable, pero el riesgo es alto y además justo está bajando gente que me mira alucinada y se van apartando, pero aun así me va a incordiar... la excusa perfecta para bajarse de la bici... y además tampoco quiero dar el espectáculo delante de la gente con otro "salto mortal" como el de la caída anterior, jajajaja. Desmonto y bajo este enorme resalte lo suficiente para poder volverme a montar y continuar sin tanto riesgo.
Un pelín más adelante salto un escalón de roca y el aterrizaje de la rueda delantera se me va al filo exterior del sendero con lo que la rueda delantera me desliza ladera abajo algo más de un metro, quedándome con la bici casi en vertical y como recostado en la ladera y yo montado en ella... siendo estrictos no me he llegado a caer de la bici, jajajaja, pero me cuesta un poco salir de esta postura y situación, para volvere a situar de nuevo sobre el sendero y subirme a la bici para continuar. Por si cabía alguna duda, ya parece claro que para hacer este sendero son más que recomendables llevar unas protecciones de enduro... es algo que ya se me pasaba por la cabeza según bajaba.
Afortunadamente esa sería la última incidencia de este tipo y el resto, ya más fácil, puedo completarlo sin problemas y sin tener que desmontar. La parte final se adentra en bosque y es una chulada, pues aparte de bonito parece que lo han acondicionado para hacer enduro con algunos peraltes y algunas pequeñas mesetillas para saltar. De esta forma se llega a una pasarela sobre la autovía que permite acceder al casco urbano de Villena.
Se bordea el casco urbano de Villena y se sale paralelo a la carretera CV-81 Villena-Onteniente, hasta acceder a una rotonda ya alejada del casco urbano, por donde se cruza al otro lado de esta carretera.
A continuación se siguen una serie de caminos en dirección al Barranco de Pons. Son unos kilómetros de trámite hasta que por fin nos dirigimos directos hacia la sierra y más concretamente a este barranco.
La Subida por el Barranco de Pons empieza por camino en un estado aceptable y la pendiente va creciendo. Más adelante el camino se convierte en sendero y empieza a ser necesario un buen esfuerzo para subir, ya que la pendiente es elevada y el sendero un poco técnico. De esta guisa se va remontando el barranco hasta la parte alta, en cuyo transcurso puede que algún que otro escaloncillo de roca te haga desmontar de la bici para superarlo, pero más o menos es todo ciclable... eso sí a base de esfuerzo.
Llego a la parte alta agotado, ya que la subida es bastante durilla y encima hace mucho calor. Menos mal que ahora viene un tramo llano en el cual podré descansar algo... o no, porque el terreno es muy rocoso y por momentos bastante técnico, con lo que aunque sea más o menos llano tampoco te permite descansar mucho sino más bien todo lo contrario.
Tras un rato de "onduleo" trialero por estas alturas, alcanzo un camino que baja... vaya por fin un camino de bajada y en buen estado para poder ir recuperando... pero a lo lejos veo una pista que sube con fuerte pendiente tras rebasar un collado que hay abajo al que parece que me lleva el camino que acabo de alcanzar, con lo que supongo que enseguida me va a tocar hacer esa subida.
Pero para desgracia mía no es así, ya que empiezo a bajar y llegando al collado donde confluiría a la pista que sube veo que la ruta se desvía a la izquierda por un camino que sale antes de bajar del todo al collado... de primeras pienso que me voy a ahorrar la subida por la pista que tiene pinta de durilla, sin saber que donde me iba a meter iba a ser mucho peor: tras hacer algún sube y baja por este camino, la ruta se sale de él por un sendero que por la derecha. El sendero empieza a ser empinado y técnico hasta el punto que se convierte en una especie de "pedrera con forma de sendero" que sube con una pendiente endemoniada. Llega un punto en el que me resulta imposible subir por ahí montado y tengo que bajarme y empujar la bici... me niego a creer que la gente a la que le he copiado la ruta haya subido por ahí montado... vamos, ni de coña. Empiezo a estar algo mareado por el sol, el calor y el cansancio... no en vano el termómetro que llevo en el cacharrito de la bici marca más de 40 grados. Voy parando de sombra en sombra unos minutos para refrigerar un poco el cuerpo y continuar, pero la sensación de mareillo me hace tomar la determinación de hacer una parada más consistente a la sombra de un pino y tumbarme tomandome todos los minutos que haga falta, ante el riesgo de que me pudiera dar un golpe de calor o pasar algo serio. Así hago, me hidrato y me tumbo con los ojos cerrados. Me queda poca agua porque no contaba con tanto calor, pero ahora no es momento de pensar en eso.
Unos minutos después decido continuar, ya empujando la bici, aunque afortunadamente lo que queda de subida es ya poquísimo (estaba ya prácticamente arriba). Veo que llego a parar a la pista que vi antes, así que considero mejor que de repetir la ruta se tome la pista en lugar de subir por este sendero-pedrera infumable.
Donde he alcanzado la pista es un punto alto, así que ahora toca un poco de bajada por esta pista, lo que me da un poco de aire para poder continuar mejor, hasta que alcanzo en su parte alta la carretera CV-657 que va de Beneixama a Fontanares.
Ahora hay que subir 2 kilómetros por esta carretera, afortunadamente con subida suave y asfaltada, ya que definitivamente se me ha acabado el agua (llevaba casi 2 litros, pero con estos calores ha resultado insuficiente). Tras esos 2 kilómetros hay que salirse por la derecha siguiendo una red de caminos para que me dirija a la senda de bajada final de la ruta. No obstante, dado que se pasa relativamente cerca del Albergue de Rita, un refugio donde hay una fuente, decido desviarme hacia él para poder cargar agua... pero mi gozo en un pozo cuando después de bajar al Albergue descubro que la fuente está completamente seca...
Hay que volver a subir a recuperar el camino, por una cuesta no muy larga pero sí empinadilla, lo que me sienta a cuerno quemado encima de no haber conseguido agua, pero por fin llego. Muy cerca empieza ya el sendero de bajada que voy a coger (el sendero del Pontal), sendero completamente afectado por el gran incendio que hace un mes copó los telediarios de varios días... está todo negro... una pena no pillarlo verde en todo su explendor. Es un sendero por el que he subido y bajado por él en más de una ocasión andando y corriendo, pero no conozco cómo irá el tema montado en bici; voy un poco con la mosca detrás de la oreja porque lo recuerdo muy rocoso y empinado.
El sendero es una intensa trialera de bajada de 2 kilómetros de longitud que no da descanso... tremendamente disfrutón pero también agotador. No tiene una dificultad muy alta pero sí te puedes ver en algún aprieto que otro si no tienes un poco de cuidado. Se puede hacer perfectamente toda montado de seguido... si aguantas físicamente, porque a mitad de trialera ya tienes los antebrazos, manos y dedos que parece que van a estallar. Las piernas también se fatigan bastante de ir de pie amortiguando con las rodillas y musculatura, por lo que aprovechas cada instante que el recorrido te permite apoyar el culo en el sillín aunque solo sean décimas de segundo sueltas. En esta ocasión y teniendo en cuenta que es la primera vez que la bajo con la bici y por tanto voy muy alerta, hago una miniparada a mitad para aliviar un poco las manos y continúo, pero la repetiría unos días después haciéndola ya toda del tirón... tremenda y antológica.
El hecho de que esté todo quemado hace que esté abierto de vegetación, si bien tienes que ir esquivando algunas ramas, muchas de las cuales acaban golpeándote y, al estar quemadas, acaban dejádote todo el cuerpo pintado a rayas negras como si fueras una cebra o un guerrero. Por otro lado, las rocas quemadas y con ceniza se muestran tremendamente resbaladizas, con lo que a cada descuido de la rueda trasera la bici me pega un bandazo y si es de la rueda delantera acabo haciendo, para mantener el equilibrio, una mini excursión fuera de la trazada del sendero. Todo esto ayuda más a toparte con ramas y acabar más "rayado" por los tiznajos negros.
La primera parte corresponde a la Ruta de las Ermitas, que ya comenté en otros artículos. Por ello no voy a comentar mucho sobre esta parte, salvo alguna cosa puntual. Se trata de un recorrido bastante divertido y algo técnico de subidas y bajadas, pero que se hace bastante bien ya que no tiene grandes dificultades y sin embargo el entorno es una chulada. No obstante, hago una cosa ligeramente diferente: el tramito de bajada al casco urbano de Canyada hasta ahora la había hecho mediante un tramo campo a través por el lado izquierdo del monte, pero he descubierto que por el lado derecho hay un sendero que te lleva también de bajada al mismo sitio. El problema es que me cuesta un poco encontrarlo, ya que está muy difuso sobre roca, pero lo localizo junto a una pequeña y deteriorada señal de coto de caza. Este sendero no es fácil de seguir porque está bastante difuso. Baja muy roto y en la tónica algo trialera del resto de estos tramos, pasando junto a una especie de gran cráter que hay en la montaña ya llegando abajo.
 |
| Se pasa por el borde del gran cráter que hay en la montaña llegando a Canyada |
El resto de la ruta de las Ermitas es el mismo al descrito en los otros artículos, hasta que llego al collado final donde está el cruce de caminos. En la otra ruta se bajaba ya del cordal por el rotísimo camino de la derecha, pero la ruta de hoy continúa más, puesto que no habremos cubierto más de la cuarta parte de la misma.
En el citado cruce realmente hay un montón de caminos y senderos: aparte del que he usado para llegar aquí y el camino roto de la derecha para bajar del cordal que ya he comentado, hay otro camino que baja por la izquierda, un empinado sendero que sigue recto, y otro camino que sube discretamente entre estos dos últimos. Lo primero que pienso es que si la filosofía de la ruta es seguir lo alto del cordal lo lógico sería seguir por el sendero recto, pero para alivio mío la ruta sigue por el camino que sube discretamente por la izquierda, ya que el sendero que sigue recto tiene una pendiente endiablada.
A este camino se le une más adelante otro camino y enseguida aparece una cadena cortando el paso, con la indicación de que es propiedad privada. Me sorprende bastante, pero no me queda otra alternativa si quiero seguir la ruta que rebasar la cadena y continuar... El camino hace unas eses y sube hasta una casita que hay en todo lo alto y que se le conoce como la Casita del Médico. Visto esto me sorprende la cadena de antes, ya que este lugar es bastante visitado por excursionistas y antes no he visto ninguna casa privada ni ninguna otra cosa que le diera sentido a esa cadena cortando el paso y por el otro lado se puede llegar sin ningún problema... la única explicación que le doy es que la cadena es para no permitir el paso de vehículos, aunque de ser así los que subieran aquí hasta la casita tendrían que ser buenos todoterrenos.
Llego a la Casita del Médico y allí encuentro a dos excursionistas tomándose el bocadillo. Hago una paradita para contemplar las vistas y continúo. La continuación ya es sendero algo técnico, que va por todo lo alto del cordal.
 |
| La Casita del Médico cuando estoy llegando a ella |
Más adelante ya asoman por abajo algunas casas del casco urbano de Villena, aunque prácticamente toda la población sigue oculta tras las montañas. A la izquierda tengo a la vista y relativamente cerca las famosas antenas que vigilan desde lo alto esta población, y un poco antes de ellas el collado por el que otras veces he bajado desde la vía ferrata y al que ahora me voy a dirigir... pero en bici.
 |
| Sigo por lo alto y al fondo abajo empiezan a distinguirse a lo lejos las primeras casas de Villena |
 |
| Vista más a la izquierda. Tengo a la vista las antenas de Villena y me dirijo al collado que hay justo antes y que he usado otras veces para otras actividades |
 |
| Vista atrás. Se ve la Casita del Médico a lo lejos en lo alto |
Me dirijo al collado y cojo el sendero que me va a bajar a Villena. Esta bajada a Villena es la parte más difícil y técnica de la ruta. La conozco de haber bajado por aquí varias veces de la ferrata, pero nunca la he "visualizado" con la mentalidad de bajarla en bici... no obstante y por lo que recuerdo ya tengo la impresión de que la cosa no va a ser fácil.
Al principio voy bajando bien, por el sendero colgado a media ladera, pero pronto se va complicando la cosa en pasos más o menos aislados, hasta que en uno irremediablemente acabo teniendo una aparatosa caída... salgo escupido de la bici y caigo por el lado derecho que es el de la ladera... eso tiene el inconveniente que voy a volar un poco más de la cuenta al caer hacia ladera abajo y no ser precisamente muy tumbada, pero por contra la enorme ventaja que el aterrizaje es mayoritariamente sobre vegetación en lugar de sobre las duras rocas del sendero. En fín, que más vale sufrir esa sensación de vértigo durante la caída si la "recepción" va a ser mucho mejor. Al aterrizar boca abajo los golpes y heridas se lo llevan las palmas de mis manos y mis antebrazos, que es lo que antes llega al suelo, pero afortunadamente no resulta nada importante, especialmente comparado con lo que podía haber sido si hubiera aterrizado en las rocas.
 |
| Vista atrás del punto donde me he caído... |
 |
| ...afortunadamente sin muchos daños |
Me repongo y continúo... de momento sigo montado luchando contra este sendero tan peleón, pero llego a otro sitio en el que se asoma uno y la bajada por rocas de primeras impresiona un poco... luego intuyo una línea de bajada y la veo viable, pero el riesgo es alto y además justo está bajando gente que me mira alucinada y se van apartando, pero aun así me va a incordiar... la excusa perfecta para bajarse de la bici... y además tampoco quiero dar el espectáculo delante de la gente con otro "salto mortal" como el de la caída anterior, jajajaja. Desmonto y bajo este enorme resalte lo suficiente para poder volverme a montar y continuar sin tanto riesgo.
Un pelín más adelante salto un escalón de roca y el aterrizaje de la rueda delantera se me va al filo exterior del sendero con lo que la rueda delantera me desliza ladera abajo algo más de un metro, quedándome con la bici casi en vertical y como recostado en la ladera y yo montado en ella... siendo estrictos no me he llegado a caer de la bici, jajajaja, pero me cuesta un poco salir de esta postura y situación, para volvere a situar de nuevo sobre el sendero y subirme a la bici para continuar. Por si cabía alguna duda, ya parece claro que para hacer este sendero son más que recomendables llevar unas protecciones de enduro... es algo que ya se me pasaba por la cabeza según bajaba.
Afortunadamente esa sería la última incidencia de este tipo y el resto, ya más fácil, puedo completarlo sin problemas y sin tener que desmontar. La parte final se adentra en bosque y es una chulada, pues aparte de bonito parece que lo han acondicionado para hacer enduro con algunos peraltes y algunas pequeñas mesetillas para saltar. De esta forma se llega a una pasarela sobre la autovía que permite acceder al casco urbano de Villena.
Se bordea el casco urbano de Villena y se sale paralelo a la carretera CV-81 Villena-Onteniente, hasta acceder a una rotonda ya alejada del casco urbano, por donde se cruza al otro lado de esta carretera.
A continuación se siguen una serie de caminos en dirección al Barranco de Pons. Son unos kilómetros de trámite hasta que por fin nos dirigimos directos hacia la sierra y más concretamente a este barranco.
La Subida por el Barranco de Pons empieza por camino en un estado aceptable y la pendiente va creciendo. Más adelante el camino se convierte en sendero y empieza a ser necesario un buen esfuerzo para subir, ya que la pendiente es elevada y el sendero un poco técnico. De esta guisa se va remontando el barranco hasta la parte alta, en cuyo transcurso puede que algún que otro escaloncillo de roca te haga desmontar de la bici para superarlo, pero más o menos es todo ciclable... eso sí a base de esfuerzo.
 |
| Vista atrás de la subida por el Barranc de Pons ya cerca de la parte alta. Sendero empinadillo pero ciclable |
Llego a la parte alta agotado, ya que la subida es bastante durilla y encima hace mucho calor. Menos mal que ahora viene un tramo llano en el cual podré descansar algo... o no, porque el terreno es muy rocoso y por momentos bastante técnico, con lo que aunque sea más o menos llano tampoco te permite descansar mucho sino más bien todo lo contrario.
Tras un rato de "onduleo" trialero por estas alturas, alcanzo un camino que baja... vaya por fin un camino de bajada y en buen estado para poder ir recuperando... pero a lo lejos veo una pista que sube con fuerte pendiente tras rebasar un collado que hay abajo al que parece que me lleva el camino que acabo de alcanzar, con lo que supongo que enseguida me va a tocar hacer esa subida.
 |
| Alcanzo un camino en buen estado que parece que baja a un collado y pienso equivocadamente que luego subiré por la pista de tierra que se ve al fondo del todo |
Pero para desgracia mía no es así, ya que empiezo a bajar y llegando al collado donde confluiría a la pista que sube veo que la ruta se desvía a la izquierda por un camino que sale antes de bajar del todo al collado... de primeras pienso que me voy a ahorrar la subida por la pista que tiene pinta de durilla, sin saber que donde me iba a meter iba a ser mucho peor: tras hacer algún sube y baja por este camino, la ruta se sale de él por un sendero que por la derecha. El sendero empieza a ser empinado y técnico hasta el punto que se convierte en una especie de "pedrera con forma de sendero" que sube con una pendiente endemoniada. Llega un punto en el que me resulta imposible subir por ahí montado y tengo que bajarme y empujar la bici... me niego a creer que la gente a la que le he copiado la ruta haya subido por ahí montado... vamos, ni de coña. Empiezo a estar algo mareado por el sol, el calor y el cansancio... no en vano el termómetro que llevo en el cacharrito de la bici marca más de 40 grados. Voy parando de sombra en sombra unos minutos para refrigerar un poco el cuerpo y continuar, pero la sensación de mareillo me hace tomar la determinación de hacer una parada más consistente a la sombra de un pino y tumbarme tomandome todos los minutos que haga falta, ante el riesgo de que me pudiera dar un golpe de calor o pasar algo serio. Así hago, me hidrato y me tumbo con los ojos cerrados. Me queda poca agua porque no contaba con tanto calor, pero ahora no es momento de pensar en eso.
 |
| La temperatura marca por encima de 40 grados, y son las 12:31 |
Unos minutos después decido continuar, ya empujando la bici, aunque afortunadamente lo que queda de subida es ya poquísimo (estaba ya prácticamente arriba). Veo que llego a parar a la pista que vi antes, así que considero mejor que de repetir la ruta se tome la pista en lugar de subir por este sendero-pedrera infumable.
Donde he alcanzado la pista es un punto alto, así que ahora toca un poco de bajada por esta pista, lo que me da un poco de aire para poder continuar mejor, hasta que alcanzo en su parte alta la carretera CV-657 que va de Beneixama a Fontanares.
Ahora hay que subir 2 kilómetros por esta carretera, afortunadamente con subida suave y asfaltada, ya que definitivamente se me ha acabado el agua (llevaba casi 2 litros, pero con estos calores ha resultado insuficiente). Tras esos 2 kilómetros hay que salirse por la derecha siguiendo una red de caminos para que me dirija a la senda de bajada final de la ruta. No obstante, dado que se pasa relativamente cerca del Albergue de Rita, un refugio donde hay una fuente, decido desviarme hacia él para poder cargar agua... pero mi gozo en un pozo cuando después de bajar al Albergue descubro que la fuente está completamente seca...
Hay que volver a subir a recuperar el camino, por una cuesta no muy larga pero sí empinadilla, lo que me sienta a cuerno quemado encima de no haber conseguido agua, pero por fin llego. Muy cerca empieza ya el sendero de bajada que voy a coger (el sendero del Pontal), sendero completamente afectado por el gran incendio que hace un mes copó los telediarios de varios días... está todo negro... una pena no pillarlo verde en todo su explendor. Es un sendero por el que he subido y bajado por él en más de una ocasión andando y corriendo, pero no conozco cómo irá el tema montado en bici; voy un poco con la mosca detrás de la oreja porque lo recuerdo muy rocoso y empinado.
 |
| Acercándome a la senda del Pontal ya se va cerca de los límites del incendio |
El sendero es una intensa trialera de bajada de 2 kilómetros de longitud que no da descanso... tremendamente disfrutón pero también agotador. No tiene una dificultad muy alta pero sí te puedes ver en algún aprieto que otro si no tienes un poco de cuidado. Se puede hacer perfectamente toda montado de seguido... si aguantas físicamente, porque a mitad de trialera ya tienes los antebrazos, manos y dedos que parece que van a estallar. Las piernas también se fatigan bastante de ir de pie amortiguando con las rodillas y musculatura, por lo que aprovechas cada instante que el recorrido te permite apoyar el culo en el sillín aunque solo sean décimas de segundo sueltas. En esta ocasión y teniendo en cuenta que es la primera vez que la bajo con la bici y por tanto voy muy alerta, hago una miniparada a mitad para aliviar un poco las manos y continúo, pero la repetiría unos días después haciéndola ya toda del tirón... tremenda y antológica.
El hecho de que esté todo quemado hace que esté abierto de vegetación, si bien tienes que ir esquivando algunas ramas, muchas de las cuales acaban golpeándote y, al estar quemadas, acaban dejádote todo el cuerpo pintado a rayas negras como si fueras una cebra o un guerrero. Por otro lado, las rocas quemadas y con ceniza se muestran tremendamente resbaladizas, con lo que a cada descuido de la rueda trasera la bici me pega un bandazo y si es de la rueda delantera acabo haciendo, para mantener el equilibrio, una mini excursión fuera de la trazada del sendero. Todo esto ayuda más a toparte con ramas y acabar más "rayado" por los tiznajos negros.
 |
| Inicio de la senda del Pontal |
 |
| Una pena que esté todo quemado |
 |
| Vistas desde otro punto |
 |
| En vez de estar todo verde y frondoso, parece una foto en blanco y negro o de otro planeta |
Los metros finales del sendero salen del bosque y acabas aterrizando en un camino donde hay alguna que otra casita. Solo queda unos pequeños tramos por la red de caminos para terminar de llegar a Beneixama y de allí a El Salse, donde lo primero que hago es reponer líquidos.
Hay un vídeo del grupo al que copié la ruta. Recordad que el punto de inicio y final no es el mismo (en mi ruta el punto de inicio y final es Beneixama y Villena es intermedio, y en el vídeo el punto de inicio y final es Villena y Beneixama es intermedio). En él podéis ver lo siguiente (lo pongo por el orden de mi recorrido, no del vídeo):
- Minuto 7:18 al 9:20: corresponde a la parte de la ruta de las Ermitas
- Minuto 9:20 al 10:24: por el cordal de la Sierra de la Villa
- Minuto 10:24 al final del vídeo: Fragmentos de la tremenda bajada a Villena
- Inicio del vídeo al minuto 0:21: De Villena al inicio del Barranc de Pons
- Minuto 0:21 al 0:51: Subida por el Barranc de Pons
- Minuto 0:51 al 1:48: Onduleo antes de subida por el sendero-pedrera (que no sale en el vídeo)
- Minuto 1:48 al 2:00: Bajada por pista hacia la carretera CV-657 Beneixama-Fontanares
- Minuto 2:00 al 7:18: La tremenda senda del Pontal casi completa (falta un tramo del principio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario