domingo, 4 de mayo de 2014

Ordesa (2ª parte): Monte Perdido y Cilindro de Marboré

Ordesa (2ª parte): Monte Perdido y Cilindro de Marboré
Año 2009. Participantes: Vero, José y yo.
 
Esta entrada es la continuación de la de Ordesa (1ª parte): Góriz por Cotatuero y la Fraucata. En esa entrada, aparte de relatar la jornada anterior, ya hice una introducción de los planes de estos días, por lo que aquí ya voy a ir directamente al grano. Si todavía no has leído la anterior entrada te recomiendo que lo hagas para poder seguir mejor la aventura, aunque tampoco es indispensable.

Solo voy a recalcar que en esta entrega se trata la ascensión al emblemático Monte Perdido, uno de los reyes del Pirineo que no debe faltar en el currículum de cualquier montañero, y al Cilindro de Marboré, este último algo menos conocido pero de gran vistosidad y altamente recomendable, con una entretenida ascensión y unas vistas realmente espectaculares.

Empezamos (podéis pinchar en las fotos para verlas más grandes):

Monte Perdido y Cilindro de Marboré (27 de agosto de 2009)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Monte Perdido (3355 m), Cilindro de Marboré (3325 m) y Pitón SW (3194 m)
Dificultad/Características: Hay un paso sobre roca pulida, protegido con una cadena, en la subida al Lago Helado, fácil pero en el que hay que tener un poco de cuidado. Desde el collado del Cilindro, para acceder hasta su cima hay primero un muro vertical de 20 metros de trepada de grado III, aunque creo que se puede subir más fácilmente esquivando el muro por el lateral izquierdo con una trepada mucho más fácil; luego le sigue un tramo de cresteo muy fácil pero ligeramente aéreo que finaliza en otro muro de 5 metros que hay que trepar y es fácil pero es algo resbaladizo en su parte inferior; tras este segundo muro el recorrido hasta la cima ya es muy fácil. En el descenso del cilindro es conveniente rapelar el muro de 20 metros para descenderlo. Con nieve la cosa cambia y, por ejemplo, el muro de 5 metros suele quedar enterrado bajo ella desapareciendo y el de 20 metros suele acortar algo su altura. Destacan también las respectivas subidas a los collados de Monte Perdido y del Cilindro, que sin nieve son pedreras deslizantes tremendamente fatigosas, y con nieve no hay que menospreciar la peligrosidad de sus pendientes; no hay que olvidar que la famosa escupidera es uno de los puntos negros de accidentes mortales en el Pirineo. El resto del recorrido no presenta dificultades reseñables. El Cilindro es un privigeliadísimo mirador.
Longitud total: 14,2 km;     Desnivel acumulado positivo:  1580 m;     Desnivel acumulado negativo: 1790 m

Tiempos:
  • Desde el punto de pernocta hasta Góriz: 1h15min
  • Tiempo en Góriz: 45 min (alquilando una taquilla y preparando cosas)
  • Desde Góriz hasta la cima del Monte Perdido:  2h45min
  • Desde cima de Monte Perdido hasta cima del Cilindro: 2h30min, incluyendo bastante tiempo en la cima de Monte Perdido y parada a comer en el Lago Helado. Calculo que el tiempo quitando esas dos grandes paradas es inferior a las 2 horas.
  • Desde cima de Cililndro hasta cima al Pitón SW: 1h incluyendo el tiempo en la cima del Cilindro
  • Desde cima del Pitón SW hasta Góriz: aproximadamente 2h
Track: 
Generado sobre mapa con ayuda de otros tracks (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).


Fecha:  27 de agosto de 2009

Recordemos que la noche anterior habíamos montado nuestra tienda para dormir en la Fraucata al pie de la Punta Tobacor.

Nos despierta un espectacular rebaño que calculamos en ¡varios miles de ovejas! Habían dormido más arriba de nosotros y por la mañana comenzaron a trasladarse, pasando por delante de nuestra tienda. No paran de pasar y pasar ovejas. ¡Qué cantidad más impresionante de ovejas!

Pasando miles de ovejas por nuestra "puerta". Por detrás se ve por dónde llegamos anoche

A pesar de que hoy nos espera un duro día, no hay forma de movilizar a la gente. Vero y José están hechos unos perretes y se les han pegado las sábanas, o mejor dicho los saco sábanas. No hay forma de sacarles del saco. Yo ya he visto las fotos de la cámara unas cuantas veces y ya no sé qué hacer.

La noche la pasamos bien aunque con un poco de calor ya que la tela de la tienda es muy fuerte puesto que se ve que está preparada para condiciones algo duras. La verdad es que la tienda está genial.

Al final se levantan. La verdad es que José es un tranquilote y cuesta mucho ponerle en marcha; siempre dice que “tenemos tiempo” y luego vamos escopetados a los sitios.

Tambien nos tomamos nuestro tiempo para desayunar y recoger.

Desayunando muy relajadamente en este tranquilísimo sitio
Como no podía ser de otra forma no conseguimos arrancar hasta las 10:45. ¡Sí!, ¡habéis leído bien!, ya se que no son horas, y eso a pesar de que todavía nos quedaba una hora y cuarto con los mochilones para llegar a Góriz y luego continuar para hacer dos buenos tresmiles y regreso a Góriz.
 
Pues eso, son las 10:45 cuando echamos a andar con la casa a cuestas.

El recorrido ya no es tan llano como el de ayer, pues vamos un poco a media ladera y vamos haciendo ondulaciones en altitud, subiendo y bajando pequeñas lomas, aunque con tendencia general de bajada.
 
Al rato de partir ya vislumbramos el macizo de las Tres sorores: el Cilindro de Marboré, el Monte Perdido y el Pico Añisclo. Tienen un aspecto magestuoso desde esta perspectiva.
 
Las tres sorores: el Cilindro de Marboré, el Monte Perdido y  el Pico Añisclo (de izquierda a derecha)
Más adelante, a nuestra derecha dejamos por debajo nuestra el circo de Soaso y la cascada Cola de Caballo, que no llegamos a avistar ya que está bastante más abajo.

A la derecha, abajo se encuentra el circo de Soaso y la cascada Cola de Caballo, que desde aquí no podemos ver
Un poco más adelante ya avistamos el refugio de Góriz a lo lejos.  Tenemos una imagen magnífica de toda la subida hasta el Lago Helado. Magnífica la vista de Monte Perdido y del Cilindro.

Ya avistamos el refugio de Góriz y toda la subida al Lago Helado
Cuando ya estamos llegando al refugio de Góriz, tenemos entre medias el barranco que va a parar a la cascada de Cola de Caballo. Tenemos que dar un enorme rodeo para cruzarlo y además toca bajar para luego subir al otro lado.

Tras pasar el barranco, unos cuantos metros de subida nos llevan al refugio de Góriz.

Por fin llegamos al refugio de Góriz. En él recargamos agua y alquilamos una taquilla para aligerar bultos y llevarnos lo imprescindible. Vero no está por la labor de meterse la palicilla que nos espera hoy y decide quedarse esperándonos en el refugio, y aprovechar para darse un garbeo por los alrededores.

El valle de Ordesa desde el refugio de Góriz

Partimos hacia Monte Perdido, ¡a las 12:10! De hecho cuando empezamos a subir están llegando al refugio los más madrugadores que han hecho cumbre y ya están de vuelta; mientras subiríamos nos iríamos encontrando a todo el mundo ya de vuelta, así que iríamos contracorriente.

, cuando la gente que había madrugado le quedaba poco para volver de coronar el Monte Perdido. Vero no estaba por la labor de meterse el palizón que nos esperaba hoy y decide quedarse esperándonos en el refugio.
 
José, como siempre, me lleva a un ritmo endiablado, así que en hora y pico ya hemos hecho gran parte de la subida y llegamos a una zona delicada y algo resbaladiza en la que desde hace pocos años han puesto una cadena para agarrarse. La roca está muy “sobada” por el tránsito de gente y está muy escurridiza, así que la cadena viene bien.

Zona de paso algo delicada en la subida, por lo sobada que está la roca. Hay una cadena que viene bien
Llegamos al Lago Helado, que de helado ya no le queda nada. Es una buena referencia de altitud pues está a unos 3.000 m de altitud.
 
Pasando por el Lago Helado
Desde donde estamos vemos dos personas subiendo al Cuello del Cilindro. Tras el cuello se encuentra el extenso glaciar del Monte Perdido. El cuello del Cilindro sirve de paso para pasar a la vertiente norte, y en concreto es el punto de paso para el retorno cuando se hace la invernal Cara Norte del Monte Perdido.

Dos personas subiendo al Cuello del Cilindro
Pero nosotros tenemos que ir por otro lado… así que nos encaminamos por un antiguo glaciar, en el que ya no aguantan todo el año las nieves pero vemos que todavía quedan unos restos. Su parte superior es conocida como la "Escupidera". La Escupidera constituye el mayor punto negro en cuanto accidentes mortales en todo el Pirineo ya que casi todo el año está cubierta de nieve y hielo y a su acusada pendiente se le une su particular forma que hace que de un resbalón deslices y te escupa lanzándote al vacío (de ahí su nombre).

Empezamos a remontar este minivalle glaciar, por su espolón derecho, con algún sube y baja y alguna ligera trepada pero el terreno es fácil, aunque lógicamente de subida.

Continuación desde el Lago Helado

Vemos a dos grupos subiendo delante de nosotros. Al primero les cogemos y adelantamos antes de llegar a la escupidera. ¡Ya no vamos a ser los últimos en coronar hoy el Monte Perdido!
 
Llegamos a la escupidera. En agosto no hay ni gota de nieve en la escupidera, bueno a efectos de accidentes, pero malo a efectos de comodidad ya que con crampones y piolet y se sube bastante bien, pero en seco es una empinadísima pedrera de esas que muchos pasos que das no avanzas nada ya que los retrocedes deslizando por la piedra suelta, y eso es agotador.

Vamos subiendo por la incomodísima pedrera en que está convertida la escupidera. El dar dos pasos y resbalar uno para abajo te va minando las fuerzas y es demoledor. Pero vamos subiendo intentando no pensar mucho en ello. En plena escupidera adelantamos al segundo grupo.
 
En plena escupidera, mirando atrás. Al fondo el Lago Helado
 
Al llegar al collado del Monte Perdido, tras subir la escupidera y desde donde apenas nos queda superar unos 50 m de altitud para coronar, podemos asomarnos por la vertiente norte. Tenemos a nuestros pies el extenso glaciar de Monte Perdido, y en segundo plano la enorme planicie “colgada” llamada Balcón de Pineta, situada 800 m más abajo en altitud. Esos 800m de altura se ven tremendamente verticales desde aquí.

En el Balcón de Pineta destaca el lago de Marboré.  Afinando la vista o haciendo “zoom“ con la cámara en la brecha situada sobre el lago de Marboré podemos apreciar la llamativa, original y poco accesible situación del refugio de Tucarroya, con una ubicación un tanto aérea en plena brecha.

Vista desde el collado del Monte Perdido

En la brecha sobre el Lago Marboré se encuentra el refugio de Tucarrolla. ¡Vaya emplazamiento!


Una “atrevida” foto de los 800 m en vertical


Otra foto del glaciar mirando más a la derecha

Rematamos esos 50 m de altitud que nos faltaban y hacemos cumbre en el Monte Perdido: 3.355m que le sitúan tercero en altura del Pirineo, tras Aneto y Posets. Nos hacemos la correspondiente foto cimera con ayuda de mi minitrípode, ya que no hay nadie.

Cima del Monte Perdido (3355m)
Como había muchas nubes, habíamos recuperado algo de tiempo y no hacía frío decidimos esperar tranquilamente en la cumbre a pillar algún claro para hacer fotos y disfrutar de las vistas.
 
El valle de Ordesa

Los dos grupos que habíamos adelantado van llegando. Unos que eran de Getafe nos hacen una foto con el Valle de Ordesa y la Punta Tobacor. Los de Getafe son un par de chicos tremendamente bromistas que nos hacen reír y pasar un buen rato. Tienen algo de sobrepeso pero se han propuesto como reto subir al Monte Perdido y han apostado con sus amigos a que llegaban a la cumbre, así que han subido sí o sí, por cabezonería y tomándose todo el tiempo que les haga falta.

Foto que nos hacen los de Getafe
Tras el rato que echamos entre esperar a que se vayan las nubes y la cháchara con los de Getafe, decidimos continuar. Bajamos al collado y a continuación la escupidera en dirección otra vez al Lago Helado. El descenso de la escupidera lo hacemos rápidamente medio deslizando por las pedreras.

Hacemos una paradita donde la escupidera te lanzaría al vacío en una caída, y aprovechamos para beber y hacer alguna foto.

Vistas desde el final de la escupidera en el descenso
A continuación seguimos descendiendo por el espolón hacia el Lago Helado.
 
Ya casi en el Lago Helado paramos a comer un poco antes de acometer el Cilindro de Marboré. Desde aquí llama la atención, además de las paredes, los repliegues que tiene la formación rocosa del Cilindro de Marboré.

Llama la atención las paredes y los repliegues del Cilindro de Marboré
Tras comer emprendemos la subida al CiIlindro. Lo primero que hay que hacer es subir por una dura canal de piedra suelta similar al de la Escupidera o quizás incluso con algo más de pendiente.  Ya el cansancio empieza a hacer acto de presencia y resulta fatigoso subir esta dura pedrera, pero sigues y sigues subiendo con el ánimo de quitártela de enmedio lo antes posible.
 
No puedes evitar darte la vuelta de vez en cuando a contemplar desde aquí el Monte Perdido; cuando ya has cogido bastante altura y ya no queda mucho para llegar al collado la vista del Monte Perdido desde aquí es soberbia. Se aprecia claramente todo el sendero de subida al Monte Perdido.

Faltando no mucho para llegar al collado ya tenemos una espectacular vista del Monte Perdido

Llegamos al collado. Ahora nos toca subir el punto crítico: un muro vertical de 20 metros de altura que hay que trepar. Se puede trepar de una forma directa, con una trepada algo delicada de grado III, pero por lo visto también hay una alternativa que es esquivar el muro por el lado izquierdo, quedándose en  una trepada de grado I+ y por tanto bastante más fácil.

Aunque la gente creo que suele subir por la alternativa fácil y bajar rapelando por la directa nosotros optamos por subir por la directa. La verdad es que no nos lo pensamos demasiado y optamos por estos 20 metros verticales de grado III que le da un poco más de picante y emoción a la subida.
Nos ponemos los arnés y tenemos la cuerda preparada por si acaso, pues no tenemos del todo claro lo que nos vamos a encontrar; aunque desde el collado se ve muy vertical y expuesto pero parece tener buenas presas y por tanto asequible.
Un poco más arriba de la mitad nos encontramos una pequeña zona algo más delicada donde las presas son algo más escasas y malas y hay que tener un poco de cuidado, recordemos que es un III y vamos con botas, pero enseguida se supera.
José atacando el muro de grado III

Yo, rematando la faena
Tras la pared y con unas vistas magníficas (cuando nos dejaban las nubes) nos toca realizar un fácil cresteo algo aéreo, con el Lago Helado a nuestros pies 300 metros más abajo.

El Lago Helado se encuentra a nuestros pies, 300 metros más abajo
Al final de este tramo de cresteo te topas con un pequeño muro de unos 5 metros, que en condiciones de nieve suele estar tapado y pasa desapercibido, pero en "seco" te topas con él. Es un muro relativamente fácil, aunque con la parte inferior lisa y un poco resbaladiza. Aún así no es más que auparse un pelín y enseguida tienes buenos agarres. No obstante, parte de una especie de horcada con un buen patio a ambos lados ,pero sobre todo al lado derecho, y ya tenemos cansancio en el cuerpo, así que me da un pelín de respeto acometerlo, incluso llegamos a sacar la cuerda de la mochila, pero una vez lanzado a por él resulta fácil superarlo.
 
En el cresteo, el Monte Perdido se medio esconde entre las nubes. En su vertiente norte se ve su glaciar
Tras este muro, la cosa cambia radicalmente pasando del cresteo a andar por una zona amplia y pasando de roca más o menos compacta a terreno con más predominio de tierra. En este nuevo mundo se recorre un primer tramo sensiblemente horizontal y cómodo, dando paso posteriormente a una última cuesta que lleva a la cima.

Llegamos a cima. No sé por qué tenía en la cabeza que esta cima tan destacada iba a tener vértice geodésico, pero lógicamente no goza de este privilegio por culpa de su importante vecino Monte Perdido que sí lo tiene. Nos hacemos la foto cimera de rigor. 

Cima del Cilindro de Marboré (3325m)
Este pico como tiene alguna dificultad más y es algo más bajo que el Monte Perdido, no está tan concurrido como este último y de hecho en todo el trayecto sólo nos cruzamos con otra pareja de montañeros a la bajada. Sin embargo, no solo el acceso a la cima es bastante más entretenido sino que bajo mi punto de vista las vistas son todavía superiores a las del Monte Perdido.

Nos recreamos un rato en la cima. La cima es una pequeña explanada que constituye un cómodo y magnífico mirador, donde mires por donde mires te quedas absorto contemplando y con una gran sensación de paz en el cuerpo. 
 
La cima del Cilindro es una pequeña explanada que constituye un cómodo y magnífico mirador.
Una vista de parte del glaciar del Monte Perdido, donde el típico color grisáceo delata al hielo fósil
Vistas al norte
Balcón de Pineta y lago Marboré
Solo os he puesto una pequeña muestra de fotos, para no sobrecargar esta entrada, y hay muchas vistas como las del Monte Perdido o Valle de Ordesa, que no reproduzco para no ser demasiado repetitivo.

Abandonamos la cima y emprendemos el descenso por el mismo recorrido.

Al llegar al muro de 5 metros, dado que de todas formas vamos a tener que sacar la cuerda después para el muro de 20 metros, optamos por no complicarnos y bajar ayudados de la cuerda.

Bajando el muro de 5 metros ayudados por la cuerda

Hacemos el tramo de cresteo y llegamos al muro de 20 metros. Hay una instalación de rápel, así que lo tenemos fácil. Además hay otra instalación de rápel intermedia a mitad de muro por si fueras con cuerdas cortas de 30 metros.

Asomándonos por el muro vertical de 20 metros que nos deja en el collado
Mientras preparamos todo, no podemos dejar de seguir observando las vistas. La vista del Monte Perdido desde aquí es realmente espectacular; de lo mejor que he podido vivir, con una imagen, un ambiente y unas sensaciones difíciles de olvidar.

Espectacular visión del Monte Perdido desde aquí. Las sensaciones y el ambiente de alta montaña son increíbles

También tenemos a la vista el espectacular Cañón de Añisclo, con unas paredes como el de Ordesa pero mucho más estrecho.

Magnífica vista también del Cañón de Añisclo


Para rapelar José llevaba un Reverso y yo un Ocho. Como es un poco más seguro rapelar con el reverso decidimos que rapele José primero, ate el reverso a la cuerda y yo lo recupere desde arriba, y así puedo usarlo yo también. Así hacemos, José baja primero, ata el reverso a la cuerda, yo lo recupero y vuelvo a lanzar la cuerda y desciendo con el mismo reverso.
 


Una vez en el collado, como apenas teníamos que desviarnos unos minutillos de nuestra ruta para coronarlo decidimos subir rápidamente otro tresmil, el Pitón SW (3194m). Está catalogado oficialmente como cima, pero la verdad es que no deja de ser una punta dentro del macizo del Cilindro, como ocurre con muchos de los tresmiles de las listas que circulan por ahí.

Subimos rápidamente a su cima; no creo que nos llevara más de 10 o 15 minutos como mucho, desde el collado

Para no perder tiempo nos hacemos fotos individuales de cima, sin sacar el minitrípode, y salimos pitando hacia abajo
 
Cima del Pitón SW (3194m)
Bajamos del Pitón SW de nuevo al collado para recuperar la ruta de bajada donde la habíamos dejado.

De vuelta al collado
Descendemos la pedrera hacia el Lago Helado. Bajamos rápidamente deslizándonos con nuestras botas sobre las piedras, al igual que haríamos en la escupidera.

Pasamos por el Lago Helado y continuamos por el descenso normal del Monte Perdido.

Despidiéndonos del Cilindro de Marboré
Otra vez por el paso de roca pulida equipado con cadenas
Al final llegamos casi anocheciendo a Góriz. Vero no estaba preocupada pues ya se imaginaba que habíamos estado subiéndonos a todo lo que se nos pusiera por delante; incluso llegamos a plantearnos acercarnos al Pico Marboré, pero llegado el momento de la verdad, en el collado del Cilindro, vimos que estaba un poco más lejos de lo que pensábamos y ya iba a ser demasiado.
 
Por su parte, Vero nos contaría que había dedicado el día a darse una pequeña vuelta por los alrededores.
 
Recuperamos las cosas de la taquilla, montamos nuestra tienda y preparamos la cena. La cena entra de lujo en el cuerpo; sin duda nos hacía falta, a pesar de haber ido picoteando durante todo el día, pero era necesario algo más consistente.
 
Tras cenar, no tardamos mucho en meternos en los sacos para dormir, pues andamos cansados.
 
Nuestra aventura continúa en la entrada "Ordesa (3ª parte): Brecha de Rolando, Taillón y regreso por Bujaruelo".  

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