domingo, 21 de octubre de 2018

Maigmó v2.0 (2018)

Maigmó v2.0 (2018)

Año 2018. Participantes: Miguel Ángel y yo

Nueva visita a este imprescindible de la provincia de Alicante, en la que aprovecho para optimizar la ruta con un recorrido de regreso muchísimo mejor, e investigar las opciones en la parte final de llegada a cumbre.


Como el año anterior, mi hijo me vuelve a proponer este verano en Alicante que le lleve a subir alguna montaña de la zona. No tardo mucho en pensar que el Maigmó es una buena opción. Las trepadas del final es la única pega que le puede encontrar, pero habiendo ya hecho ferratas conmigo esto a priori no me parece que pueda suponer un inconveniente para él; por el contrario, me parece que esta excursión le puede gustar, tanto por paisajes como por lo entretenido de la subida. Le explico todo y le parece bien, así que adelante.

La ruta de subida la tenía clara, salvo las dudas que me surgieron el año pasado en los últimos metros de llegada a cima. En cuanto a la bajada, mi idea inicial, para no complicarle la cosa, era bajar por el mismo sitio, y así también disfrutaba de las trepadas también destrepándolas, como hice yo en mi primera visita a este monte hace ya unos años. No obstante, al final iríamos cambiando de opinión, dando con la mejor ruta de descenso desde mi punto de vista, mucho mejor que la que utilicé la vez anterior.


Si quieres, puedes acceder a la lista de los "unmiles" de Alicante visitados en este enlace.

Datos:
Actividad: Montañismo;      Zona: Alicante
Cimas: Maigmó (1296 m).
Dificultades/Características: Recorrido de ascenso sin complicaciones especiales hasta llegar a las paredes de la cara norte. Para superar las paredes de la cara norte es necesario realizar algunas trepadas, con ayuda de cadenas y grapas, y tener cuidado para seguir correctamente la ruta de ascenso, algo aérea en algunos puntos, y no embarcarse. El descenso por detrás es distinto y no tiene grandes problemas.
Longitud total: 13,9 km;     Desnivel positivo:  900 m;     Desnivel negativo: 900 m

Tiempos:
Nuestros tiempos, incluyendo paradas, fueron realmente muy parecidos a los de 2017, prácticamente clavados en algunos tramos (aunque el acceso a cima ha sido algo distinto) y con alguna pequeña mejora en otros:
  • Inicio - l'Estret: 36 min
  • l'Estret - Collado d'Eixau: 49 min (11 min menos que en 2017)
  • Collado d'Eixau - Cima Maigmó: 47 min
  • Estancia en cima: 15 min
  • Cima Maigmó - Retorno al coche: 1 h 43 min (también unos cuantos minutos menos que en 2017)
En el retorno, como se ve, también hemos ahorrado algunos buenos minutos frente a las casi 2 horas del 2017, y eso que una buena parte tuvimos que bajar despacio porque las zapatillas de mi hijo le resbalaban mucho, pero el ahorro se debe principalmente a haber mejorado la ruta de descenso que aunque es aproximadamente medio kilómetro más larga es mucho más transitable (una buena parte de la de 2017 era prácticamente campo a través y con algún destrepe delicado). 
Track:
Grabado in situ (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).
 


Índice IBP: 75

Fecha: 9 de agosto de 2018

Madrugamos con idea de llegar al punto de partida hacia las 7, pero intentamos apurar tanto que al final llegamos al punto de partida a las 7:20. Allí aparcamos el coche junto a la vía verde, como hice el año anterior, y enseguida estamos listos para andar. Este año no he hecho foto inicial de partida, ya que el año pasado ya hice bastantes fotos. Este año haré muchas menos, solo las más interesantes, pero si alguien quiere ver las del año pasado puede visitar mi artículo "Maigmó" de la excursión del año pasado donde poder verlas junto con la descripción de esa vez. Asimismo, a diferencia de la excursión que hice con Miguel Ángel el año pasado (ver Montcabrer y Teix desde Agres), este año los dos llevaremos mochila, con 1,5 litros de agua cada uno, ya que los dos llevaremos sistema de hidratación por tubito y boquilla, uno en cada mochila.

Iniciamos nuestro recorrido por la red de caminos que se dirigen a l'Estret. Al inicio unos perros de una casa cercana no paran de ladrarnos, y un poco más adelante oimos bastante cerca los disparos de cazadores... quiero creer que yendo por caminos no corremos peligro, pero uno no va 100% tranquilo oyendo los disparos tan sumamente cerca.

Según nos dirigimos a l'Estret voy observando hacia la derecha a lo lejos el camino que quiero coger de vuelta; mi idea inicialmente es bajar de cima al coche por el mismo sitio, pero pasado el Estret intentar enlazar con el camino paralelo que usé el año pasado. Mi interés por ese camino paraleo tiene varios motivos: el no volver excatamente por el mismo sitio, el que el otro camino recuerdo que tiene más sombra lo que más tarde agradeceremos, y que el otro camino va recto a parar justamente donde está el coche. Veo un posible enlace entre ambos caminos, pero no es muy directo y además viendo el mapa parece que hay otro enlace casi en l'Estret, con lo cual cogeríamos dicha ruta desde la parte más interesante.

Cuando vamos a entrar en la zona de l'Estret localizo el sendero que enlazaría con el otro camino y la cosa tiene buena pinta, así que me quedo con la idea para luego la vuelta.

Recorremos la bonita y característica zona de l'Estret, haciéndonos alguna foto, y pasamos al otro lado del mismo. No entro en descripciones más detalladas puesto que ya las hice en el artículo "Maigmó".

Miguel Ángel posando en la zona de l'Estret

Al poco de pasar el Estret sale por la derecha el sendero que sube por el fondo del barranco. El sendero es un poco pedreroso en muchas zonas, pues vamos por el lecho de lo que en algunos momentos será un cauce de agua.

Un tramo un tanto "pedreroso"

Pronto llegamos a donde está la chatarra del Land Rover de los antiguos que debe llevar muchos años aquí, supuestamente caído por el lateral derecho del barranco (izquierdo según subimos), por cuya parte superior creo que pasa un camino, muy agreste y solo apto para todoterrenos pero camino. Nos hacemos algunas fotos con los restos del coche y continuamos.

Foto junto a la chatarra de Land Rover

Hacemos la segunda mitad de esta mezcla entre sendero y cauce del agua, pues la chatarra del Land Rover está mas o menos a mitad de recorrido de este sendero, y llegamos a la pista de tierra que nos va a subir al collado d'Eixau.

Seguimos subiendo por el sendero/cauce
En algún punto parece que se encañona un poquito

Iniciamos la subida por la empinada pista. Yo voy mirando por la izquierda a ver si veo un sendero de bajada por ese lado desde arriba, por si acaso para luego en la bajada... se ven algunas "líneas", pero no tengo claro que ninguna de ellas sean el sendero que nos vendría bien. Un poco más adelante, en una de las numerosísimas curvas cerradas que hace esta pista para zigzaguear, veo un hito que puede marcar el sendero en cuestión, pero el relieve del terreno no permite verlo y yo no me acerco a inspeccionar porque en principio el interés que yo tenía era más bien de curiosidad.

La pista tiene unas pendientes fuertes, pero acercándose al collado parece que se hacen cada vez más fuertes. Las recuerdo bien del año pasado y he ido avisando a mi hijo para que no le pillen de sorpresa. Efectivamente, he podido medir con posterioridad tramos de 150 metros de longitud con pendiente media del 25%, lo cual para una pista no está nada mal. Este año estoy en mejor forma que el año pasado y mi hijo tampoco anda mal, así que viendo el track con respecto al año pasado tardamos 11 minutos menos entre el Estret y el collado y yo creo que esos 11 minutos los hemos ganado en estos tramos tan explosivos, donde si vas bajo de forma se te sale el corazón por la boca.

Vista valle abajo desde la pista

Más adelante la pendiente empieza a suavizar y llegamos al collado. Allí cogemos el sendero a la derecha, marcado con pintura verde, que lleva hacia las paredes. Ese sendero también tiene una buena subida, muy empinado que prácticamente te tienes que ir agarrando a algunos árboles, y con rocas y raices, así que Miguel Ángel me pide que hagamos una pequeña parada. Así hacemos... son escasísimos minutos, pero sirven para recuperarse un poco, hidratarnos bien, y yo aprovechar también para comerme una barrita de cereales.

Continuamos por el sendero que nos lleva a las pareces. Miguel Ángel se preocupa por lo que ve de por dónde tenemos que subir, pero yo le tranquilizo indicándole que ya verá como cuando estemos allí lo verá más fácil. Esta parte le cuesta un poco a Miguel Ángel seguirme, se va quedando un poco atrás y tengo que ir esperándole, en parte porque yo estoy más acostumbrado y experimentado en este tipo de senderos tan empinados de piedra y tierra suelta y en otra parte porque las zapatillas que lleva no tienen una suela que agarre bien y eso es un hándicap.

Llegamos al pie de la pared, por donde hay que trepar. Es bastante vertical pero le indico las dos grapas que hay, la cadena, que luego hay una repisa y que ya verá cómo se trepa bien... No se queda muy convencido pero confía en mí. Le digo que mejor vaya él por arriba y yo voy justo bajo él para ayudarle, y con idea de que si quiere bajarse también ayudarle mejor a bajar lo cual haré mejor bajo él. No quiero meterle ninguna presión para subir y de hecho le digo que en cuanto no esté muy convencido que no se preocupe, me lo diga y nos bajamos sin ningún problema. También le aviso que el único peligro es agarrarse de una piedra suelta y caerse, así que se asegure bien de dónde se va agarrando para trepar.

Empezamos a trepar y llegamos a la cadena que nos saca a la repisilla... Miguel Ángel no se ha quedado muy convencido, dice que tiene mucha sensación de inseguridad así sin cuerda ni nada y que no se vé bajando de vuelta por ahí (tal y como tengo previsto y que fue lo que hice la primera vez que subí a esta montaña), así que me pide que luego para la bajada usemos alguna otra ruta distinta de las que me ha oído hablar. Le contesto que no hay problema, que intentaré buscar el sendero o la bajada que comentaba antes pero que en el peor de los casos le bajo por donde bajé yo el año pasado. Una segunda cadena permite salir de la repisilla a la continuación del recorrido.

Miguel Ángel empezando las trepadas
Desde la repisa, una segunda cadena casi seguida ayuda a salir de la repisa
Vista hacia abajo desde la repisa

Cojo yo ahora la delantera, porque a partir de este punto se que es mejor así, y continuamos por el recorrido, con un destrepe con cadena y luego algunas trepadillas, tal y como el año pasado... Miguel Ángel se ve que no va cómodo por aquí, pero sigue avanzando. Tras una trepada llegamos a la zona que comento en "Maigmó" que ya se puede ir andando normalmente y que hay manchas verdes en la roca que te guian. En principio hay que ir en busca de la canal que hay más arriba, pero según empiezo a subir hacia ella voy observando los alrededores en busca de la ruta que usé en 2011 y que un poco antes he intentado buscar en un punto anterior infructuosamente... y creo reconocer bastante a la izquierda el "tobogán" que hay que cruzar... afino la vista e incluso me parece distinguir el cable que ayuda a cruzar el tobogán de forma más segura. Ello me hace albergar dudas de si tirar por un lado o por otro, pero dado que por el cable recuerdo que había algún pasito que otro y que por el otro, si obviamos la cagada que hice en 2017 con la trepada que me saqué de la manga en principio no debería haber dificultades... enseguida reacciono y pienso que por el lado de la canal por un lado en principio no meto en mas líos a Miguel Ángel, y por otro así descubro el paso correcto por ese lado.

Miguel Ángel en el destrepe con cadena

Subimos entonces hacia la citada canal, hasta llegar a ella, y luego subimos por ella hasta el punto donde me equivoqué el año pasado con la trepada (recomiendo ver el artículo "Maigmó" para entender mejor todo esto que estoy contando). Allí veo que efectivamente por el árbol no tiene pinta de que se pueda seguir, que fue lo que me dio lugar a confusión el año pasado, pero me asomo y veo que realmente baja y se puede seguir por ahí; parece que la cosa pinta bien y tiramos por ahí.

El paso por el árbol realmente es una brecha que nos ha permitido pasar a la cara sur, y sabiendo que por esta cara el acceso a cima es mucho más fácil, me creo que está ya todo hecho. No obstante el recorrido nos va llevando hacia abajo, puesto que no resulta posible seguir sin perder altura. Tampoco veo posibles trepadas a cima sin jugarte el tipo, algunas se ven imposibles y otras algo más asequibles, pero ninguna me parece lo suficientemente segura como para no meterse en un lío, y especialmente con Miguel Ángel.

Al final voy intentando avanzar hacia la zona donde está la subida normal por la cara sur, intentando no perder demasiada altitud, aunque inevitablemente tengo que seguir perdiendo algo de ella, y con algún paso de trepada fácil al final acabo enlazando con la ruta de subida. Seguiramente bajando unos 30 metros más de altitud habría llegado a las pedreras de abajo y por ellas alcanzar la ruta de subida sin trepadas y más fácilmente. En cualquier caso me parece que por la brecha del arbol se acaba dando un buen rodeo y creo que para próximas veces personalmente (no quiero decir que sea lo mejor para todo el mundo) tiraré por el cable que cruza el tobogán que, aunque tiene pasos algo delicados, realmente van a ser poco más puesto que yendo por el collado d'Eixau hasta llegar ahí también los has tenido ya.

Miguel Ángel me espera mientras compruebo que por aquí se puede seguir en busca de la ruta sur de ascenso...
... y cuando se lo confirmo viene hacia aquí, mediante una trepada fácil

Una vez cogida la ruta de ascenso por la cara sur, unas trepadas fáciles nos lleva cerca de la cima, y desde allí hcemos el cruce algo aéreo de una brecha (bajo la cual está la grapa por la que llegaríamos si viniéramos por el cable del tobogán), y en unos metros más estamos en el vértice geodésico, curiosamente prácticamente a la misma hora exacta que el año pasado.

Nos tiramos 15 minutos en el vértice geodésico, haciendo fotos, contemplando las vistas, hidratándonos y comiendo algunas barritas de cereales... quería haberme traído unos bocatas, pero alguien se cenó anoche todo el pan y esta mañana me he encontrado con que no había ni una miga ni de molde, así que hemos tenido que conformarnos con traernos las barritas.

Foto cimera

Tal y como he prometido a Miguel Ángel no vamos a descender por el mismo sitio sino por la cara sur y el cordal e intentaré buscar la bajada hacia ´l'Estret o, en caso de no encontrarla, bajaremos por donde bajé el año pasado. Desde cima intento visualizar la factibilidad de bajar desde el cordal hacia el Estret y la verdad es que no se ve muy claro, porque se ven numerosos cortados de roca que fácilmente te pueden impedir continuar el descenso y hacerte volver hacia arriba, pero habrá que dirigirse hacia allí y una vez allí observar y tomar la decisión. Iniciamos el descenso. Bajamos por los fáciles destrepes de la cara sur y llegamos ya a la zona de pedreras y tierra.

Por la zona de pedreras y tierra sigo bajando en busca del punto más apropiado para ir tirando hacia el cordal. Cuando me parece que lo he encontrado giro para la derecha y pronto voy dando con el sendero que se dirije hacia el cordal, ya que es un sendero muy difuso al principio y luego se va definiendo del todo.

Seguimos por el sendero, ya bastante claro y definido, y vamos avanzando por él, ya mucho más fácil y rápido que por las pedreras de antes, por lo que nos cunde bastante más. A pesar de eso, se tarda un buen rato en llegar al cordal y luego al collado, puesto que aunque parece que está más cerca la realidad es que no está tan cerca; por el camino voy observando todos los alrededores para ver las posibilidades de bajada. Finalmente llegamos al collado.

Observando la zona del collado (el año anterior me desvié ya hacia el sur unos metros antes de llegar al collado), encuentro un sendero que parece que baja por la ladera que nos interesa... la cosa tiene buena pinta. Está suficientemente definido para que sea claramente un sendero y no una línea imaginaria, y parece que bajahacia abajo, así que se supone que a algún sitio llevará y no puede ser otro que la pista de abajo por la que subimos antes o el sendero anterior. Lo peor que puede pasar es que nos toque volver a subir hasta aquí, pero la cosa tiene buena pinta, así que tiramos para abajo.

El sendero se dirige hacia un barranquito y se encajona por él, aprovechándolo para bajar. Es una bajada muy pronunciada, tanto que prácticamente vamos deslizando con las zapatillas y constantemente tenemos que ir llevando las manos al suelo. Miguel Ángel tiene dificultades con sus zapatillas en semejante sendero de bajada, y baja despacio prácticamente "esquiando" cada dos por tres. Yo le consuelo, al igual que le dije de subida, que cuando las cosas están tan empinadas hay que pensar en positivo y pensar que gracias a ello vamos a perder (o ganar en caso de subida) altitud muy rápidamente. También hay algún pequeño resalte que se destrepa fácilmente y no presenta mayores problemas.

Sendero de bajada muy empinada, requiriendo el uso de las manos en algunos puntos
Vista atrás con Miguel Ángel bajando. Aquí, cerca del final la pendiente va suavizando un poco

Llega un momento en el que visualizamos la pista mirando abajo. Y cada vez la vamos viendo más cerca... hasta que la pendiente empieza a suavizar y pronto llegamos a ella. Ha sido una bajada un tanto vertiginosa, pero realmente vale la pena y creo que es el mejor recorrido de retorno. Por el otro lado, entre el campo a través y los destrepes nos habría llevado más tiempo a pesar de ser un recorrido más corto hacia el coche.

El punto de llegada a la pista es precisamente la curva cerrada de la pista en la que comenté en la subida que había visto un hito, así que ya tengo perfectamente identificado y ubicado todo, incluso por si alguna vez quisiera subir por ahí... de hecho me estoy acordando que el año pasado me encontré a una persona por esta zona que había subido por el Estret pero me dijo que el iba a continuar subiendo por este sendero para evitar las trepadas de las paredes norte, aunque yo en ese momento no sabía a qué sendero se estaba refiriendo, y cuando yo despues de haber hecho cima bajaba por el sendero que lleva al collado me volví a cruzar con esta persona que todavía estaba subiendo.

Una vez alcanzada la pista, bajamos por ella y en apenas dos o tres curvas llegamos al punto donde llegamos a cogerla en la subida por el sendero del fondo del barranco. Bajamos por el sendero del fondo del barranco, por el que nos cunde porque bajamos ligeros, pasando la chatarra del Land Rover, y en un ratito más cogemos el camino de l'Estret y lo cruzamos. Está bien el pasar también por el Estret de vuelta porque así se tiene otra perspectiva visual de este bonito y curioso paraje.

Una foto de la zona de l'Estret, desde el punto de vista del retorno
Un poco más adelante

Saliendo de la zona de l'Estret llegamos a la confluencia donde sale el sendero que había identificado a la ida para volver al coche por el otro camino. Tiramos por él y resulta ser todo un acierto, pues nos lleva por un sitio más agradable a la zona que ya conocía del año pasado de "los caminos del agua".

Inicios del sendero que nos llevará al "los caminos del agua" y al otro camino

Seguimos adelante alcanzando los caminos que ya llevan hacia el coche y pasando por la curiosa casa que tiene la pequeña exposición de "esculturas" en su entrada. Poco más adelante volvemos a oir disparos de caza realmente cerca.

Siguiendo adecuadamente los caminos llegamos al punto en el que vemos a lo lejos el coche, pues el último tramo es un tramo bastante recto que va a para directamente a él.

Al fondo ya tenemos a la vista el coche


Vuelvo a insistir en que en el artículo "Maigmó" podéis encontrar más fotos y más detalles de la ruta, ya que en este artículo no he querido entrar en detalles que ya había contado en el otro artículo para no extenderme demasiado.
 

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