viernes, 20 de diciembre de 2013

Literatura de montaña: "Los Conquistadores de lo Inútil"

Literatura de montaña: "Los Conquistadores de lo Inútil"


Los conquistadores de lo inútil está escrito por Lionel Terray, uno de los integrantes de la famosa expedición que consiguió coronar el primer ochomil del planeta, pero cuyos méritos no se reducen solo a ese hecho, sino que cuenta con numerosas primeras ascensiones a montañas como el Fitz Roy y Makalu entre otras.








Los conquistadores de lo inútil
Lionel Terray
 368 páginas

SINOPSIS (Desnivel):

En el universo de la montaña hay personas que, arriesgando sus propias vidas, escalan altas cumbres y atraviesan glaciares, en una lucha constante contra las fuerzas de la naturaleza, en la cual el menor error puede resultar fatal. Estos hombres necesitan más que coraje; necesitan pasión.

En Los conquistadores de lo inútil, tal vez el libro de montaña más leído de todos los tiempos, Lionel Terray (1921-1965) describe esta pasión a través de su aprendizaje en la montaña, sus victorias en altas cumbres y su íntima amistad con sus compañeros de cordada: Gaston Rébuffat, Louis Lachenal, Maurice Herzog y otros.

Terray, guía de montaña, profesor de esquí, alpinista prodigioso, escritor y cineasta, fue calificado por Messner como «una de las figuras más sobresalientes de la historia del alpinismo». Es autor de primeras absolutas al Fitz Roy, Chacraraju, Jannu, Makalu o Mt. Huntington. En su actividad en los Alpes destacan la primera repetición de la Norte del Eiger y la Cassin al Piz Badile en siete horas y media, ambas con Louis Lachenal.

En 1950 juega un papel decisivo en el éxito de la expedición francesa al Annapurna, el primer ochomil alcanzado por el hombre.

Fallece a los 44 años en un accidente de escalada en Vercors (Francia). Prácticamente toda su actividad alpinística es de máximo nivel y algunas de sus rutas siguen considerándose hasta hoy extremadamente comprometidas.


MI OPINIÓN

El libro es una especie de biografía de Lionel Terray, aunque enfocada a su actividad montañera.

Es un libro que muchos califican como el mejor libro de montaña; para mi gusto el libro está bastante bien y es muy bueno, pero quizás no tanto como para tal calificativo que me parece un tanto exagerado.

El libro está muy bien narrado y te sumerge y engancha mucho. Inicialmente habla bastante de la vida de Lionel Terray y sus inicios, pasando posteriormente a centrarse un poco más en las más notables hazañas expedicionarias, siguiendo un orden cronológico.

Hay muchas cosas interesantes en el libro, destacando los puntos de vista y forma de ver las cosas del autor, pero una de las cosas más interesantes que encuentro es el relato de esa épica expedición al Annapurna que consiguió coronarlo por primera vez, convirtiéndose en la primera conquista de un ochomil. En ese caso, tras haber leído el libro sobre aquella hazaña de Maurize Herzog, el relato de Lionel Terray aporta otros puntos de vista; lógico pues, aparte de tener cada uno una forma de ver las cosas distinta, durante aquella expedición en numerosas ocasiones no estaban en los mismos sitios y haciendo las mismas cosas.

El libro contiene numerosas fotografías interesantes que son un acompañamiento perfecto.

Es un libro altamente recomendable; un imprescindible de la literatura de montaña.



Estrellas y borrascas. Seis caras norte
Gastón Rebuffat

 134 páginas
SINOPSIS (Desnivel):

Estrellas y borrascas es el relato de la ascensión de las seis caras norte más famosas de los Alpes, con las que todo alpinista sueña incluso hoy: la del Dru, la de las Grandes Jorasses, del Eiger, del Cervino, del Piz Badile y de la Cima Grande di Lavaredo. El guía Gaston Rébuffat (1921-1985) fue el primero en escalar, entre 1931 y 1938, estas seis paredes, quintaesencia del alpinismo de alta dificultad.

Pero este gran clásico de la literatura alpina nos ofrece mucho más que un conjunto de relatos de ascensiones, prestigiosas por sí mismas. Transmite la historia de la voraz vocación montañera de un joven marsellés, convertido en uno de los más célebres alpinistas contemporáneos.

Es también, a pesar de los episodios en ocasiones dramáticos, un relato de una aventura profundamente humana, pues según Rébuffat la alta montaña es ante todo un asunto de amistad, tanto entre los hombres que la escalan como entre éstos y las cimas que pretenden conquistar. Más que ningún otro, el autor tiene el don de transmitir esta pasión misteriosa que se llama alpinismo, y de conseguir que el lector respire el aire sutil de la altitud.

Publicado por primera vez en 1954, y traducido a numerosos idiomas, Estrellas y borrascas es la obra maestra de Gaston Rébuffat.

MI OPINIÓN

A diferencia del anterior, este libro no trata toda la biografía de este alpinista sino que se centra en el relato de la ascensión de las citadas seis caras nortes por el autor.

Es un libro no muy extenso, por lo que se lee bastante rápido. Está dividido en los seis relatos sobre las citadas ascensiones.

La lectura te lleva a percibir la pasión por la montaña de este formidable alpinista y a vivir tanto las dificultades y penurias vividas como los éxitos conseguidos; todo ello gracias a un magnífico estilo narrativo de Gastón Rebuffat, virtud que se añade a la de excelente alpinista.

Todo ello, unido al hecho de tratarse de un libro no muy extenso, trae como consecuencia que empieces a leer el libro, te enganches y cuando quieres darte cuenta te lo has terminado de leer. 

Se trata también de un libro muy recomendable.


Jefe de Cordada. Mi vida de alpinista
Riccardo Cassin

  280 páginas

SINOPSIS (Desnivel):

"Hombre roca" lo llama Fosco Maraini en el prefacio. Un italiano audaz y pragmático, capaz de pasar por donde todos los demás desistían. Y "los demás" eran los mejores alpinistas de la época del sexto grado, como Emilio Comici en las aéreas Dolomitas, o Giusto Gervasutti y Pierre Allain en el duro ambiente del Mont Blanc.

Al final el más decidido e imbatible en los extraplomos de la Oeste de Lavaredo y en el espolón helado de la Walker en las Grandes Jorasses, fue Riccardo Cassin, el herrero de Lecco llegado del boxeo, que transformó la zona de la Gringe en el laboratorio del alpinismo extremo.

Superados los noventa años, el gran alpinista repasa con detalle su carrera de legendario "jefe de cordada", desde las escaladas de los años treinta hasta las expediciones de vanguardia en la posguerra, en esta autobiografía definitiva que se funde y completa con episodios inéditos y relatos de Dove la parete strapiomba (1958) y Cinquant'anni di alpinismo (1975).

Ilustrado con valiosas fotografías del archivo de Guido Cassin, y galardonado con el Premio Itas de Literatura de Montaña en el Festival de Cine de Trento en 2002, Jefe de cordada ha sido aclamado como un libro imprescindible de la literatura de montaña mundial.

MI OPINIÓN

Al igual que el primero, este libro es una especie de biografía, de ese excelente alpinista que fue Riccardo Cassin (murió hace muy poco, en 2009).

El libro consta de dos partes. La primera revisa la vida de este alpinista desde su infancia, su elección entre el boxeo y el alpinismo, y sus escaladas desde las primeras hasta las grandes proezas en los alpes. En la segunda parte trata de la segunda parte (valga la redundancia) de su vida, desde después de la segunda guerra mundial, en la que predominan las expediciones fuera de europa.

En mi opinión, la primera parte se hace un poco pesada, pues trata de numerosísimas escaladas en las que si no conoces donde está te acabas perdiendo un poco. A esto también ayuda el no tener un estilo narrativo tan bueno como Rebuffat, y te acabas cansando un poco de que todos los parajes sean "extraplomados" y de "extrema dificultad", sin aportar mucho más. Incluso en muchas escaladas llega a proporcionar información del número de pitones que habían usado, los que ha podido recuperar, etc, perdiéndose en detalles que al lector, al menos para mí no interesan tanto; yo hubiera preferido que contara cosas más interesantes como las técnicas de escalada empleadas, especialmente en estas hornadas de alpinistas que han resultado revolucionarios en algunos aspectos. Con este libro, te cuenta las escaladas que por ejemplo no te estás enterando si está escalando en libre o en artificial.

Por otra parte, para mí Cassin en el libro esgrime una falsa modestia. Es decir, intenta parecer humilde pero siempre, de una forma u otra y muy frecuentemente, acaba constantemente queriéndote decir que él es el mejor. Y probablemente tenga razón, al menos en la mayoría de los casos, pero es una actitud que a mi particularmente no me gusta nada.

Es una pena, por tanto, que un alpinista y estupendo escalador, fuera de serie, con tantos méritos y que tanto ha aportado a la escalada y al alpinismo, no haya conseguido en su libro plasmar suficiente carisma ni hacer vibrar al lector, pues materia prima tenía de sobra.

En la segunda parte el libro mejora algo: las expediciones son de mayor duración y es más fácil seguirlas. Entre ellas yo destacaría la de la cara sur del McKinley, que resulta un relato bastante interesante.

Lo mejor sin duda del libro son las estupendas fotos de época que incluye. Para mi gusto muchas de ellas son una verdadera maravilla.

Aunque le haya puesto algunas pegas al libro, también es un libro que recomendaría no dejar de leer, pues se trata de conocer más a fondo a Cassin y sus proezas; y vestido con buenas fotos. No hay que olvidar que Cassin es un elemento muy importante de la historia del alpinismo y la escalada.


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